martes, 6 de mayo de 2025

Lilas y lectura de abril en mayo.



Esta tarde, hemos tenido la reunión del Club de lectura de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda Escudero. 

Es tiempo de lilas en el jardín de la Facultad de Humanidades  y Comunicación, el antiguo Hospital Militar. Junto a las olorosas y vistosas flores, antes de entrar en el aula, ya comentábamos el libro, mientras nos hacíamos algunas fotos, contando también cómo nos pilló a cada uno el "apagón".

El libro comentado ha sido la novela La ciudad que el diablo se llevó del mexicano David Toscana. Nacido en 1961, pertenece a una generación de escritores que reciben el impacto del "boom" hispanoamericano y han de buscar una voz propia, huyendo en parte de tal "boom", para no acabar de secundarios. Les ayuda el venir a vivir a Europa, en el caso de David primero en Polonia, casado con una polaca, después en España. 

Esta novela, ambientada en la Varsovia destrozada tras la Segunda Guerra Mundial, nos sorprende  con unos personajes supervivientes del horror que buscan escapar a través de la imaginación, construyendo un mundo paralelo con la amistad, el alcohol, la literatura, el sexo, la risa...Medicinas contra el hambre, el frío, el pasado...

Una novela muy recomendable, muy bien estructurada, con capítulos cortos y dinámicos. Y nos hemos reído mucho, palabra. 

Como en otras ocasiones, queda pendiente la publicacion de una crónica, siguiendo mis rápidos apuntes, con la mayor fidelidad posible.

María Ángeles Merino Moya

Foto de la tocaya María Ángeles Antón, gracias amiga, compañera de lecturas. 

4 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Junto a las lilas,
una tarde de mayo .
Literatura.

Besos

Sor Austringiliana dijo...

Tu haiku, Luz, lo conpendia todo.
Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Este año me está siendo imposible mantener el ritmo de publicaciones en el blog, en especial de nuestro Club de lectura. Por eso mismo, agradezco mucho que sigas tú con ellas, para dar testimonio de lo que hacemos.

Sor Austringiliana dijo...

Gracias, Pedro. Aquí queda el testimonio y yo lo hago con gusto. Poco a poco.