sábado, 6 de noviembre de 2021

Aproveché cosas que escribí con el móvil y el café de la mañana. La hora del sosiego de Yolanda Izard.

 


Comentario final en torno a la novela La hora del sosiego de Yolanda Izard, para la lectura colectiva de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda Escudero. 

-¡Hola María Ángeles!

-¡Hola amiga Austri! ¡Cuánto tiempo! ¿Dónde te habías metido? ¿Qué te trae por aquí?

-Me trae la curiosidad por el resumen del libro que leísteis en octubre, en el Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU. Ya sé que estás con la crónica de la reunión del martes 26 pero, como no pude asistir y no tuve tiempo de leer El día del sosiego de Yolanda Izard, quiero que me lo resumas. 

- ¿Resumen dices? Aquí tienes la novela pero no me pidas que te lo resuma, sería un pálido reflejo. Y quiero que lo leas, te va a gustar. Por cierto que, en mis entradas, resumen resumen no hago nunca, vivo una lectura...y va saliendo todo. Comencé con el Quijote.

-Pero antes...

-Sí, me salían unas entradas larguísimas, con enlaces, citas, muchas fotos...

-Nos contabas con pelos y señales lo que leías. Ahora...

-Ahora: la pandemia, la edad, la vagancia, el móvil versus el ordenador, el Facebook versus el Blogger, más ganas de leer que de contarlo, de todo un poco. ¡Más las obligaciones domésticas y familiares! 

-Sin embargo, a primera hora de la mañana, antes o después del café, contestas en un pis pas a las entradas de los jueves de Pedro Ojeda,  tecleas en el móvil y te sale un pequeño comentario sobre el libro. ¡Más atinado que cuando te enrollas como las persianas! 

-No sé como sabes tanto...

.Voy a ver, casi siempre los firma tu Sor Austringiliana. Aquí el 15 de octubre, a las 8:49, Pedro Ojeda escribe "La soledad buscada en La hora del sosiego de Yolanda Izard" y tú respondes: 

Transitar la soledad de una manera tan dolorosa solo puede llevar a la locura y a la muerte. Los antiguos eremitas tenían a su Dios y sus creencias. A Berta la protagonista, al final no le queda nada, ni siquiera la ternura de la perrita María; solo su yo desnudo, esperar y "para descansar morir". Demasiado duro, si no lo salvara el goce de las palabras y las imágenes, la poesía nos mantiene con el libro abierto. Una novela realista con la historia de Berta sería insoportable. Transitar realmente una soledad como la de Berta sería tamaña locura. La locura de Berta nos asoma a nuestros abismos.

-El 22 de octubre, a las 9:53, Pedro Ojeda escribe "La naturaleza en La hora del sosiego de Yolanda Izard" y escribo: 

La naturaleza puede ser tan bella como aterradora, tengo ante mis ojos las imágenes del volcán de La Palma...Así es en la isla de La hora del sosiego. Todos vivimos en nuestra isla, nacemos y morimos solos, en nuestro yo, isla infranqueable donde no cabe nadie. Y la vida es una lucha por no quedar a la intemperie. Berta emprende el camino contrario, tiene que pagar un precio muy alto. Al final, "para descansar morir". No sé yo...Con los años, nos vamos enfrentando más a nosotros mismos, nos quitamos capas, nos pedimos sinceridad, analizamos nuestra vida con otra lupa. Un poco de lo de Berta, pero sin isla peligrosa.

...

-El 29 de octubre, a las 9:25, Pedro Ojeda escribe "Estrategias narrativas en La hora del sosiego de Yolanda Izard" y tú dices. 

Seguimos a Berta en su diario de emociones, la acompañamos a pesar de la extrañeza que nos produce la dolorosa y solitaria búsqueda del sosiego. La protagonista teje su relato y sus relatos, la poesía nos lleva y la estrategia narrativa acierta, ya lo creo. El final nos deja en un punto ciego o no tan ciego.
...


-Gracias, amiga Austri. Creo que estas palabras te motivarán lo suficiente. ¡A leer La hora del sosiego!  Y prepara también Amores de Perlimplín con Belisa en su jardín de Federico García Lorca. Que la paciencia gobierne nuestros actos y no hay prisa...Que no la perdamos ni las ganas de leer. 

-Burla burlando, has confeccionado una entrada nueva aprovechando cosas que escribiste con el móvil y el café de la mañana. 

-Y me han servido de comentario final. 

Un abrazo para todos los que entráis aquí de:

María Ángeles Merino

miércoles, 3 de noviembre de 2021

Reunión de lectores en torno a La hora del sosiego de Yolanda Izard (Club de Lectura La Acequia y Alumni UBU, 2021-2022).

 



Crónica de la primera reunión del curso 2021-2022, en el Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU, dirigido por el profesor Pedro Ojeda Escudero. Tuvo lugar el martes día 26 de octubre de 2021, de 16:30 a 17:50 horas, en el aula 5.4 de la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad de Burgos (primer pabellón a la izquierda del antiguo Hospital Militar). El libro comentado fue la novela La hora del sosiego de Yolanda Izard Anaya.

¡Cuánto tiempo sin reuniones lectoras! ¡Qué bonito el jardín de Humanidades! Debido a las normas sanitarias, no pudimos utilizar, por su tamaño, la sala habitual y nos reunimos en un aula. Hubo muchos abrazos y saludos, por fin, desde aquel lejano 2 de marzo de 2020. Como escribe nuestro profesor: solo el poder vernos después de tantos meses es ya una celebración. Aquí estoy con mi cuaderno de notas, para cazar las palabras al vuelo. A ver si soy capaz. 


Pedro Ojeda Escudero nos da la bienvenida. Expresa su deseo de que las últimas lecturas del curso coincidan con el levantamiento de las medidas sanitarias que nos han protegido. Si es así, podríamos realizar un viaje a final de curso a la zona minera de León, tras la lectura de Hijos del carbón de Noemí Sabugal Nos recuerda que quedan todavía dos huecos para propuestas de lecturas, un autor vivo y otro fallecido, y en español. ¡Y una sorpresa! Cada uno de nosotros recibe un ejemplar de Mil amaneceres de José Luis Alonso de Santos, premio de la Crítica de Castilla y León 2020. Lo podremos leer como un monólogo narrativo, será nuestra lectura del mes de diciembre. 

Yolanda Izard en la pantalla y Pedro Ojeda. 

Yolanda Izard ha grabado un vídeo dirigido a nosotros, como lectores de su libro. Se siente agradecida y feliz por nuestros comentarios personales y creativos. Nos habla de la lectura en general, como ayuda para entendernos, saber qué somos, por qué estamos aquí, no conformarnos con la vida, abrir nuestros sueños, conocernos mejor.  Porque en La hora del sosiego, Berta, dilucida su conciencia. Al intentar entenderla, en soledad absoluta, ahondamos en las características de la conciencia, aunque no vivamos en una isla. Berta traspone la frontera de la conciencia, aprovecha la locura en su beneficio. El lenguaje es la herramienta, una depuración lírica por amor a la palabra, por respeto a los lectores, para ofrecerles lo mejor dentro de las limitaciones. A los lectores, les da las gracias por sus comentarios y aunque no se hayan acercado a ellos, gracias también. 

Tras el vídeo, Pedro Ojeda (P. O.) comienza el diálogo con los lectores (L.):

-(P. O.) Yolanda Izard, nacida en 1959, en Béjar, vive en Valladolid. Es profesora universitaria de Filología Hispánica, imparte un taller de escritura y las publicaciones le han llevado a ganar premios. Recibe el premio Cáceres de novela corta en 2003, el Carolina Coronado en el mismo año paisajes por La mirada atenta, el Andrés Quintanilla de Poesía en 2013, el de Poesía Miguel Hernández  en 2019  y es finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León en 2020. Con Lumbre y ceniza llega a la madurez en la escritura, fuera del ámbito de las grandes editoriales. En un profundo dolor, tras la muerte de su padre, la purificación. Estética del dolor, del sufrimiento, de la  reconciliación con uno mismo. 

"Atrapada por los recuerdos de una infancia atormentada y una vida solitaria que ha dejado de tener sentido, Berta, una editora de mediana edad, decide adquirir una isla en el Pacífico, para aislarse por un tiempo del mundo. Sin embargo, el barco que debía recogerla jamás regresará en su busca y se ve obligada a sobrevivir sola en un medio cada vez más hostil y a reconstruirse mediante una escritura..."

(P. O.) ¿Os ha gustado el libro?

La opinión general es que sí. Hay quien disiente: muy triste, me ha gustado pero en el fondo no sé si me ha gustado esa tristeza. 

-(P. O.) Es una poética del sufrimiento: ascética, mística, despojamiento

-(L.) ¿Budismo? 

-(P. O.) No y por qué no cristianismo, ascetismo. En el budismo no hay dolor. 

-(L.)¿Se suicida o no? Es lo de menos si se suicida o no. Buscarse a través de uno mismo, demasiado kafkiano para mi gusto.

-(L.)Magnífica, muy buena, muy bonita, independientemente de si se muere o no se muere. 

-(L.) Las figuras literarias, las metáforas, la forma de escribir lo que más me ha gustado. 

-(L.) Va decayendo, está enferma, no tiene fuerzas, es muy duro. 

-No me gusta porque la novela quiero que tenga un final, me ha gustado el libro pero el final no. 

-(L.) Es un acierto, más como lo cuenta que lo que cuenta. Es poesía, como leer poesía, sus vivencias, sus recuerdos. La naturaleza hostil, la relación con la perrita, la ternura, me han conmovido. 

-(L.) Al final, lo que comenta con su madre, la misma obra. 

-(L.) La belleza de las descripciones, acepta la soledad, dice que si llega el barco se esconde. Las descripciones son bellísimas. 

-(L.) Cuando sueña con el fusilamiento del nazi, la madre que busca al hijo, las naranjas, precioso.

-(L.) La imaginación, no sabes si es real o no.

-(L.) Me ha encantado la forma en que está escrita, lo que te lleva a lo que está haciendo, te permite seguirla. 


-(L.) Soledad buscada, un alivio a todo lo que había pasado, niños que dicen que querían morirse como solución.

-(L.) Momentos fantásticos. De repente el silencio, la madre le dice tu hermano no tose, se lo encontró muerto, como una premonición de algo que ya dice en la primera página.

-(L.) En la primera página ya dice lo que fue su vida.

-(L.) Me ha gustado mucho, como nos lleva a su muerte, acabar con sus fantasmas, como ha desarrollado a sus fantasmas, sin nombrar a su hermano. 

-(L.) Se reconcilia con sus fantasmas, relaciona el hundimiento de su casa y el de lo que tiene allí.

-(L.) Lo del final no es que se suicide, busca morir, el final es lo que ha conseguido, una muerte cómoda, lo contrario de un suicidio. 

-(L.) No he leído el libro (¡!) ¿Nos pones tarea?

-(P. O.) Que salgas con ganas de comprarlo.

-(L.) ¿Tiene la escritora pensamientos contradictorios?

-(L.) El sufrimiento de los místicos

-(L.) Busca la profundidad de la soledad. No desearla sino sufrirla. ¿Se puede dar felicidad?

-(L.) Revaloriza el goce de los sentidos. Quiere vivir. El peso le arrastra al dolor.

-(P. O.) Se libera. Consigue la paz interior consigo misma, felicidad, liberación, despojamiento. La felicidad es esta, la paz consigo mismo. Depende de lo que se entienda como felicidad. Huida, liberación. Huye para liberarse, termina su vida en paz. Quiere y tiene que mirar sus limitaciones, autoculpa. De forma que desaparezca la frustración , que las aceptes. Si las aceptas se produce la ataraxia, la aceptación. 

-(L.) Entro en el monólogo de una náufraga de la vida, en fusión con una naturaleza tan bella como aterradora, en soledad con su tremendo equipaje interior. No sé si busca sosiego.¿El silencio? ¿Reconstruirse? ¿Encontrar la clave de sí misma? ¿Ser una con la isla? ¿Enfrentarse cara a cara con la muerte? ¿Echarle un pulso? ¿Un extraño suicidio? ¿Para descansar morir como Machado? ¿Qué recuerdos tormentosos le han llevado a aislarse en una isla del Pacífico? A la compañía de sus muertos reales suma la de sus muertos inventados. Berta fabula, padece fiebre y alucinaciones, ni siquiera el tópico del libro que te llevarías a una isla desierta, solo cuadernos y la memoria. Goza con las palabras, es tejedora de relatos. Se asoma a sus abismos, los lectores a los suyos. Cada vez más despojada de lo material, solo acompañada de la perrita María. La prosa no puede tener más poesía (Esta lectora lee, así cualquiera). 


-(P. O.) ¿Por qué los fantasmas? ¿Por qué un relato de un alemán y un americano, en el Pacífico, en la Segunda Guerra Mundial, con dos tumbas y una fecha?  Ella lo que se propone es buscar tres vidas truncadas de forma dramática, en una situación convulsa. Dos tumbas y otro cuerpo, el del que ha enterrado a los dos. Las fechas se corresponden con la Segunda Guerra Mundial.Todo es imaginación, reconstruye la vida de los tres cuerpos. Con dos nombres y una fecha construye el relato y pone parte de sus fantasmas. Para estar ocupada teje relatos, no tiene libros. La escritora sigue la teórica narrativa y busca que los lectores tengan una diversidad, que no caigan en la monotonía. 

-(L.) No sé si la Botánica es correcta, para una isla del Pacífico. 

-(P. O.) Sí es correcta.

-(L.) ¿Es una locura desde el principio?

-(P. O.) Creo que no.

-(L.) Lo que no termino de entender es que cuenta con dinero para comprar la isla. Una vida de éxito, por qué en ese punto, con la vida resuelta ¿Por qué me voy ahora?

-(P. O.) Si viniera ahora un barco querría irse. ¿Qué has hecho con tu vida ? Es la pregunta clave. Tiene éxito, es el núcleo de partida. Hubo un fracaso económico, cuando la madre fallece todavía queda hipoteca. Tiene cincuenta años.

-(L.) La peor edad

-(P. O.)¿Esta soy yo? Aparecen los fantasmas, tengo todo, he vencido en lo que había fracasado ¿Qué estoy haciendo con mi vida? Huye de sí misma

-(L.) Empieza corriendo, corre para encontrarse con ellos pero para alejarse de ellos, huye de sí misma.

-(P. O.) Pérdida del Paraíso. Recuperar el paraíso perdido de la infancia de donde fue expulsada. Cuando es rica vuelve a la casa de los olmos, la hereda y la recupera, ya no era la misma. Ya la infancia se ha ido. Su infancia feliz fue destruida por la huida del padre. Tiene una larga vida activa y de éxito.

Pensaba llamarla Sola, pero la editorial se dio cuenta de que iba a salir otra novela con el mismo título, una traducción. Legal es, sí se puede. El acierto de poner los versos de William Shakespeare. Encontrar el sosiego, la felicidad y el sosiego, llegar al pacto con sus fantasmas, tras sufrir un despojamiento brutal. ¿Seríamos capaces? El mundo actual lo pone muy difícil. Hay quien se va a un pueblo. 

-(L.) O a un bosque como Beatriz Montañez. Es un caso distinto...

-(P. O.) Un náufrago está feliz porque ha sobrevivido, sigue viviendo. ¿Qué hace un náufrago? Cambia la isla,civiliza la isla. Berta no, al principio hace un poco de huerta y deja que la naturaleza lo invada.

-(L.)  Cuando se le acaba todo es náufraga, cuando no está provista. El vacío material es evidente. 

-(P. O.) Vacío interior no, tiene que recurrir a la imaginación. La relación con la perrita María... 

-(L.) Es la ternura.

-(P. O.) A lo que no puede renunciar, la ternura. Lo que no ha tenido en la infancia.

-(L.) Bonita relación con la perrita.

-(P. O.) ¿Cómo está escrito? Desde los colores. Muy plástico, libro de medida exacta, intensidad lírica, es prosa poética.

(L.) Empieza corriendo y busca el sosiego.

(L.) Balance positivo.

-(P. O.)  Intenso, emocionante.

(L.) Se lee muy bien.

-(P. O.) Yolanda Izard ha conseguido la madurez en sus tres últimos libros: Zambullidas, Lumbre y ceniza y La hora del sosiego. 

Os recuerdo que hay dos huecos, dos libros, pido sugerencias. 

Para noviembre, tenéis una obra de teatro breve, de gran profundidad: Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín de Federico García Lorca. Os recomiendo la edición crítica de Cátedra.

Quiero terminar la reunión con la memoria y el homenaje a un lector que acaba de fallecer: Antonio López. Buena persona, siempre estaba ahí, ayudando a todos, A él y a su mujer, también miembro del club, les debemos una cariñosa acogida cuando fuimos a conocer algunos de los paisajes manchegos por los que trascurre el Quijote. En su casa celebramos una inolvidable comida de hermandad gracias a su generosidad.

Un abrazo a la familia, en especial a su mujer y a su hija María López, profesora de Danza que nos guió en los ballets de don Quijote y  El sombrero de tres picos

Pedro Ojeda, Paloma Fernández Villa y Antonio López recientemente fallecido. 

Cuidaos para que podamos terminar el curso sin mascarilla, 

-Mi crónica está redactada, como otras veces, siguiendo mis rápidos apuntes tomados en la reunión, con la voluntad de acertar con su espíritu, ya que con la letra, toda la letra, es humanamente imposible. 

Mis apuntes han cumplido su misión
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:

María Ángeles Merino Moya