viernes, 16 de mayo de 2025

En el Salón Rojo, con Jesús Carazo y "Un imposible adiós".




En el Salón Rojo, con Jesús Carazo y Un imposible adiós.

Ayer, había dos presentaciones literarias en Burgos.Tuve que elegir y creo que elegí bien, de acuerdo con lo que, en este momento, tira de mí a la hora de leer. Y la otra opción no era mala, más mediática quizás, y ocupaba mucho más espacio en el anuncio del periódico local. Incluso me crucé con el otro escritor, de camino al lugar del encuentro literario, en direccion contraria.

A las ocho, en el Salón Rojo del Teatro Principal, el escritor burgalés Jesús Carazo presentaba su libro: Un imposible adiós. Y allí estuve, con él y el periodista buen lector Alberto Marroquin. Fue un placer escuchar su diálogo. 

Porque yo iba con la motivación puesta. Hace tiempo que disfruto con sus novelas y libros autobiográficos, aunque no todos, no exageremos, y desconozco su producción teatral. 

En marzo, en el mismo lugar, tuve la oportunidad de saludarlo, en la presentación de la novela póstuma de su buen amigo José Antonio Abella. Allí lo asalté, en unos pocos minutos le expresé la oportunidad que me daban sus libros de viajar por París, Praga, Sicilia...algo que, de momento, no puedo hacer porque soy "cuidadora" de una madre de ciento un años. Recuerdo también que le felicité por resolver con mucho acierto el final de su novela Un inglés en Cantabria, solamente tirando de un cable y un enchufe. Y aproveché para que me dedicara mi ejemplar que llevaba en el bolso:

"Para María Ángeles, encantado de encontrar a una verdadera lectora".



El 23 de abril, volvía a casa con dos libros que, por muy diferentes razones, tenía apuntados: "El loco de Dios en el fin del mundo" de Javier Cercas y "Un imposible adiós" de Jesús Carazo. No rebusqué en las casetas, iba a tiro hecho. De lo del Papa ya veis las fechas, del de Carazo yo conocía su historia de amor, el fondo real de la ficción.



Ayer, en el diálogo con Alberto Marroquin nos habló de su vida y su obra, asegurando que "esta sería su última novela", algo que el periodista no creía, nosotros tampoco. 

Un último adiós retoma la historia de un relato anterior titulado El viaje a Grindelwad. Es una novela sobre el Alzheimer, pero no desde la perspectiva del enfermo ni del médico, sino desde el punto de vista del cuidador. Ahora los personajes tienen nombre: Vera, la mujer que padece Alzheimer, y Máximo, su marido, que nos cuenta, con ironía y angustia, sus vaivenes desde la paciencia a la desesperación. Una historia de amor que no es sino la realidad de Jesús Carazo y su mujer que ahora vive la etapa tranquila que llega después de la agitada.

Al final hubo preguntas, especialmente de personas que viven o han vivido la enfermedad en familiares o amigos. Cuidadores. 

Me puse a la cola de las dedicatorias y recordaba a aquella lectora. Escribió:

"Para María Ángeles, lectora de todos mis libros."



Gracias, Jesús Carazo, por tan buenas lecturas y esta hora y pico de un día lluvioso de mayo. Sigue escribiendo de lo que tan bien conoces y sientes, malamente se puede escribir de lo que no se conoce. Que la ficción es una mentira que dice muchas verdades.

Sigo leyéndote. Estuve con buenos lectores que seguirán leyéndote, también compañeros y alumnos. A ver cuándo sale la antología de tus libros, tan autobiográficos. 

Fue una buena elección. Juan Manuel de  Prada puede esperar, otra vez será. Una amiga me lo contó. 


María Ángeles Merino

https://aranitacampena.blogspot.com/search/label/Jes%C3%BAs%20Carazo

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