lunes, 6 de mayo de 2024

José Antonio Abella, en el Palacio de la Isla, hoy.




Viene de "El blog de Sor Austringiliana" del 5 de mayo: 

Esta mañana, a las doce, en la I Feria de Editores de Castilla y León, en el Palacio de la Isla (Instituto Castellano y Leonés de la Lengua), con el médico y escritor José Antonio Abella y su nuevo libro "Cáncer Imperátor", una valiente alegoría sobre el cáncer, en su triple faceta: medico, paciente...y excelente escritor.

Así como es un placer leer sus libros, también lo es escucharlo, ya sea de la dificultad de escribir y publicar, y lo que se publica, como de la lucha épica contra una enfermedad en la que se pelea contra el propio cuerpo. Su mensaje es de resistencia y esperanza. 

Ya ve, Sor Austringiliana, un autor de editoriales pequeñas, a las grandes a ver quién les hinca el diente. Incluso creó su propia pequeñísima editorial.

 ¡Qué difícil publicar un libro en nuestro país! Su experiencia y trayectoria  al respecto. ¿Qué publican las grandes editoriales? ¿Qué leen los lectores? ¿Calidad? ¿Literatura? 

El periodista Alberto Marroquín, lector de verdad,  tomó exhaustivas notas, lo vi yo, estaba detras. He aquí el resultado de su trabajo, un atinado resumen sobre las palabras del autor de 'Aquel mar que nunca vimos", lo publicó en "El Correo de Burgos". 

Un abrazo y otro abrazo.

María Ángeles Merino

domingo, 5 de mayo de 2024

"Cáncer imperátor"

  





El día 3 de mayo publiqué esto en mi pequeño blog de sentimientos, "El blog de Sor Austringiliana". El tema es literario y sobre un autor bien querido en este blog, así que considero pertinente pasarlo al grande. 

Ayer me hice con "Cáncer imperátor", el último libro del medico y escritor burgalés José Antonio Abella. Todavía no estaba en las librerías pero la casualidad me llevó al jardín del Palacio de la Isla, a la caseta de la editorial cántabra Valnera, en la I Feria de Editores de Castilla y León que acababa de inaugurarse. No sabía nada del libro, fue un feliz encuentro: 

Leí en la contraportada:

"Un imperio ordenado dentro de las fronteras de Epidérmica...Todo parece estar bajo control hasta que un día, con la simple hostilidad de un solo habitante de lo más profundo, se desata el caos. 

En esta alegoría sobre el cáncer...desgrana de manera lúcida y reflexiva su propia experiencia con la enfermedad, aportando la riqueza de una visión dual: la del médico...y la del propio paciente...

En un diálogo directo con la enfermedad, expone, literaria y filosóficamente, aspectos como la esencia antinatural de la misma, los entresijos del enfrentamiento, la posibilidad, incluso, de una convivencia más o menos hostil...Un mensaje de fuerza y esperanza para afrontarlo día tras día, capaz incluso de convertir el miedo y la duda en armas...

  ...una obra que no es de autoayuda, aunque puede ayudar mucho.

Ábrelo y entra en él...lo ha escrito para ti. "

(Nuria Díez Herrán, médico especialista en Medicina Interna)

Tuve una grata conversación con los de editorial Valnera. Hablamos de los libros de Abella allí expuestos, también del último de  Jesús Carazo ambientado en Suances y de las biografías de Galdós y la Pardo Bazán de Germán Gullón. Pregunté qué tal está José Antonio, me dijeron que el domingo 5 a las 12 hará un esfuerzo para estar allí: "Reflexiones con José Antonio Abella". 

A ver...

Ya ve, Sor Austringiliana, el autor de "Aquel mar que nunca vimos". Muy grande, en lo humano y en lo literario.

María Ángeles Merino




viernes, 3 de mayo de 2024

El fuego de las Brontë

Tomado de "El blog de Sor Austringiliana".

Ángeles Caso recrea así la pasión de escribir de las hermanas Brönte, tal vez semejante a la que ella misma sintió y siente: 

 "Escribir era sin duda un acto egoísta, un ansía que llegaba a convertirse en una obsesión, emponzoñando el resto del tiempo, esparciendo el veneno de su totalitario anhelo sobre todas las horas que las obligaciones de la casa, las necesidades comunes o las responsabilidades hacia los demás les robaban a los momentos de la creación, tan intensos para cada una de ellas, tan aislados del mundo y llenos de placer y dolor, como el énfasis de una mística."

(Página 71. Ángeles Caso. Todo ese fuego.)


Eran, son, CharlotteEmily y Anne. Nada como escribir, las tres y junto al fuego, tras las tareas domésticas y los paseos por el páramo. Así las imaginamos: tres chicas raras del XIX, las hijas del vicario, pobres y feas, con la miel y el veneno de la cultura.  

A pesar de las ausencias familiares, la muerte prematura que las persigue, el recuerdo del internado infernal, el hermano varón adicto al opio, los empleos humillantes en casas ricas, algún amor imposible, la falta de horizontes...

Ángeles Caso se documenta a fondo y se instala con ellas junto al fuego, fuera el páramo con el viento que aúlla. "Todo ese fuego", de escritora a escritoras, no estamos ante una biografía ni novela histórica al uso.

Ya ve, Sor Austringiliana, vivían en una casa parroquial, junto a un cementerio y un arroyo de aguas infectas. 

María Ángeles Merino

https://es.wikipedia.org/wiki/Familia_Bront%C3%AB

jueves, 25 de abril de 2024

El momento de abrir un libro.

  




Viene de "El blog de Sor Austringiliana": 

El momento de abrir un libro nuevo y apetecible es un gran momento, y carambola si es en Día del Libro, aunque para los lectores todos lo pueden ser, 23 de abril u otra fecha. Bueno, sigamos la tradición. 

Esta mañana no tenía muchas ganas de andar, ahí detrás de una rodilla hay un "ay", pero quería dar una vuelta por las casetas que montan los libreros y comprar un libro que tenía en mente: "El niño" de Fernando Aramburu. A la pierna ni caso y salgo de casa mirando al cielo, recuerdo el violento chaparrón de hace dos años.

Andar, ando poco, el Espolón está casi vacío y la gente se concentra en la Plaza Mayor, en torno a las casetas, alegra la vista ver libros y posibles lectores alrededor, como abejas a las flores. Flores, también las rosas son tradición, aquí no tanto. 

 La mañana ha sido buena dice la librera, encuentro enseguida el libro, voy a tiro hecho; lo compro con el correspondiente descuento y no me detengo a mirar otros, hay demasiada gente para andar curioseando, mejor en la librería.

Todavía doy un paseo por el Espolón, comentando incidencias, librescas o no, con una amiga por el móvil. Después me encuentro a una vieja compañera de clase y un ratillo de pegar la hebra al respecto. En el camino, compro el pan y, ya iba mordiendo algún pedacito, cuando me encuentro a un antiguo alumno del centro de adultos que hacía mucho que no veía y... En fin, está claro que además de leer me gusta hablar.

Esta tarde, leo un poco de "El niño": el dolor y la ternura de un abuelo que ha perdido a su nieto. Algunos recordaréis una explosión de gas en una escuela de Ortuella, cerca de Bilbao, con treinta y nueve niños y tres adultos muertos, en 1980. Yo lo recuerdo muy bien, con mis pequeños alumnos del Colegio Domingo de Aguirre, en una misa en la iglesia parroquial de Legazpi, en recuerdo de los fallecidos en Ortuella. Y, como aquel curso, una frase repetida en clase era " seño, que huele a gas". No, las modestas estufas catalíticas de aquellas aulas provisionales no provocaron ningún accidente, pero los niños de Legazpi no olvidaban a los niños de Ortuella. 

Feliz Día del Libro, majos. Sí, también es el día de Castilla y León, feliz día a los castellanos y a los leoneses.

Ya ve, Sor Austringiliana, lectora y charlatana.  

María Ángeles Merino

viernes, 19 de abril de 2024

El Árbol del Amor pide fotos y que le hablen de literatura.




Vengo de El blog de Sor Austringiliana y encuentro esto: 

Ayer, después de comprobar la llegada de las pelusas de chopo, tomaba esta foto del monumento a Cervantes y el Árbol del Amor en su floración. Estoy en el Paseo de la Isla, ya sabéis. 

Oí una voz que me llamaba por mi nombre. Era Laura Mediavilla Martín que como suele decirme en nuestros fugaces encuentros: nos fijamos en las mismas cosas. Me mostró las atractivas flores moradas del mismo árbol, cercis siliquastrum, tomadas recientemente por su móvil en otro parque de la ciudad. Laura tiene buena mano, y ojo, para las fotos. Espero que las publique por aquí. Hasta otra, amiga. 

A una estatua de Cervantes le cuadra, como escolta arbórea, el del Amor. Mucho Amor encontramos en su Quijote, el de Dulcinea es el más extremado, el "enamorado de oídas": 

"Tú me harás desesperar, Sancho —dijo don Quijote—. Ven acá, hereje: ¿no te he dicho mil veces que en todos los días de mi vida no he visto a la sin par Dulcinea, ni jamás atravesé los umbrales de su palacio, y que solo estoy enamorado de oídas y de la gran fama que tiene de hermosa y discreta?"

https://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/edicion/parte2/cap09/default.htm

Sancho es un hereje...

Sigo mi paseo, llevo un libro de  Galdós: el Episodio Nacional  24, tercera serie, Luchana, sigo con las guerras carlistas. El amor del protagonista,  Fernando Calpena, por su Aura, es muy romántico, pero también muy quijotesco, no es Dulcinea pero algo dulcinesco tiene.

Ya ve, Sor Austringiliana, un árbol que pide fotos y que le hablen de literatura.

María Ángeles Merino

domingo, 14 de abril de 2024

Primaveras rojas, amarillas y moradas.

 



Lo tomo de "El blog de Sor Austringiliana" y lo copio aquí porque hoy, 14 de abril, las macetas de primaveras venían enredadas en literatura, ademas de historia. 

Es 14 de abril y compro tres macetitas de primaveras rojas, amarillas y moradas.

No sé por qué, caprichos de la memoria, había recordado un fragmento concreto de "Viaje a la Alcarria " de Camilo José Cela. En él, el viajero protagonista visita la escuela de Casasana, un pueblo alcarreño:

"...una escuela impresionante, misérrima, con los viejos bancos llenos de parches y remiendos, las paredes y el techo con grandes manchas de humedad, y el suelo de losetas movedizas, mal pegadas...

De la pared cuelgan un crucifijo y un mapa de España, en colores, uno de esos mapas que abajo, en unos recuadritos, ponen las islas Canarias, el protectorado de Marruecos, y las colonias de Río de Oro y del Golfo de Guinea; para poner esto no hace falta, en realidad, más que una esquina bien pequeña. En un rincón una banderita española.

En la mesa de la profesora hay unos libros, unos cuadernos y dos vasos de grueso vidrio con unas florecitas silvestres amarillas, rojas y de color lila..."

(El texto lo he tomado del blog: http://blogdadeborag.blogspot.com/2016/04/la-escuela-de-casasana.html)

El escritor nos ofrece una viva fotografía de una escuela rural de postguerra, como las que conoció mi madre. Hace muchos años leí "Viaje a la Alcarria" de Cela y siempre, al recordarlo, se me vuelven visibles, en primer lugar, las florecillas de la maestra de Casasana, una chica con aire de ciudad y labios pintados que hablaba de Pedagogía. 

 Cela no era sospechoso, los censores, él mismo fue censor, no le pondrían objeción. De todas maneras, es una buena lectura, aconsejable. 

Hoy es 14 de abril y compré primaveras. La florista me preguntó de qué colores. 

Ya ve, Sor Austringiliana, un sueño tricolor. 

María Ángeles Merino

http://elblogdesoraustringiliana.blogspot.com/2024/04/primaveras-rojas-amarillas-y-moradas.html

viernes, 5 de abril de 2024

No son piras sino barricadas de libros.









Ayer en el Museo de la Evolución Humana, con Fernando Parra Nogueras  y "Las cinco vidas del traductor Miranda".  El misterio sobre el traductor de la polémica novela de Rushdie.

Disfruté de su presentación en el MEH y entraré en un espacio muy grato de reflexión y buena literatura, un homenaje a la libertad de conciencia y a los traductores no traidores. 

Y me pregunto quién tuvo...para traducir a Rushdie. Y cómo se puede vivir una vida como la del autor de "Versos Satánicos", pensará si ha merecido o no la pena el perpetuo acoso y sobresalto. 

Sigo la idea de la amable dedicatoria de este escritor y concluyo así:

Los lectores no levantamos piras con los libros  sino barricadas.

Ya veis, todo por un libro.

María Ángeles Merino