El mundo está parpadeando
como una bombilla vieja de desván
a punto de extinguirse.
Los días pasan
como pasan siempre los días,
sin grandes sobresaltos,
con esa rara mezcla de lentitud y vértigo.
Hasta ese día en que ves aparecer al otro lado
-allí, entre la niebla, aún lejos-
una proa apuntando hacia tu orilla.
...
empiezas a reconciliarte con la vida.
Pero la proa no deja de avanzar.
...
Un gato súbito entonces
puede darte
un susto
de muerte.
Y la luna
-allá arriba, impasible-
ser tu última imagen del mundo.
(Karmelo C. Iribarren, El escenario)
Si leemos y releemos El escenario, pronto encontramos un espejo para lo que nos está cruzando por la cabeza, así de humana es la poesía de Karmelo. El mundo parpadea, los días pasan y la proa no deja de avanzar. El gato puede esperar y también la imagen última del mundo. Si solo fuera un gato... Esta primavera da miedo. Nunca pensé en poner una etiqueta titulada "La lectura en tiempo de guerra". Ahí la tenéis.
No a la guerra. Un abrazo de:
María Ángeles Merino
Fragmentos en rojo tomados de El escenario de Karmelo C. Iribarren, colección Visor de Poesía, 2021.
3 comentarios:
Nada que añadir.
Excelente entrada.
Besos
No a la guerra, querida amiga. Por la paz, siempre.
Karmelo estaría de acuerdo.
Recupero esta entrada tuya para dar cuenta de ella en la mía de esta tarde.
Esperemos que el mundo deje de parpadear.
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