jueves, 7 de agosto de 2014

"El río que nos lleva": "al conjuro de la flauta"



Amanecer del día 6 de agosto de 2014, en Palacios de Benaver (Burgos)


Comentario de algunas páginas de la  novela "El río que nos lleva" de José Luis Sampedro (Cátedra). Para la lectura colectiva de "La acequia", dirigida por Pedro Ojeda. Todas giran en torno al personaje de Paula.

“Antes que en la luz y en los colores, el día comenzaba en los olores campestres y la excitación del olfato”.

Los colores del alba recorrían el cielo. Una flauta repetía la canción más tonta del mundo, una y otra vez:  pi, pii, piii. Uno, dos y tres. ¿Y el músico? Un pastor viejísimo que guardaba sus ovejas. El cielo mudaba del verde al amarillo. ¡Iba a salir el sol! 

“Como se infla la bola ardiente cuando se sopla el vidrio, así crecía el oro celeste al conjuro de la flauta, recortando al acero la línea de los montes”.

Chirriaba el pasamatas y titiaba el colorín: ti, ti, ti. El andarrío "pasaba y repasaba a ras de agua", ni un trocito de agua me dejan vuestros maderos...la moñuda cogujada buscaba materiales para su nido. 

"Sí los pájaros; pero también el reino de las aguas hervía de libélulas, zapateros y nuevas larvas"


¡Ay! Me crucé con Royo que miraba embobado a dos culebras de agua que iban a la par, sin romper el agua. ¿Será que en los ríos de su tierra no viven los bichos?

 Le sonreí, me inflé un poquito. Ahora me miraba como si tuviera algo extraño. Pues no, que llevaba la ropa, el pañuelo y las alpargatas de siempre. Como si no pudiera hablar, me saludó con un gesto. La primavera hacía su labor, a él también le había llegado la música bruja del pastor. 

En el campamento, preparaban lo del toro hombre en Sotondo, festejo en que los gancheros eran invitados cada año. El pueblo lo esperaba, con alegría e inquietud a la vez. A las mozas algo se las removía algo por dentro cuando hablaban con desprecio de "aquellos hombres de mala fama", pero no dejaban de pensar en qué vestido ponerse para llamar más su atención. Los novios amenazaban con dejarlas plantadas...Uno de ellos, "el más jaque", vestiría "la botarga encargada de dar la tradicional bienvenida a los gancheros: un disfraz como de sayal, con tosca máscara de diablo sobre el rostro, cascabeles en los tobillos y en el cinturón y una carraca en la mano".



Paula seguirá contándonos. Esta es una entrada de verano corta, la escritura fluye lenta, lenta.

Un abrazo para los que asoméis por aquí:

María Ángeles Merino

2 comentarios:

Gelu dijo...

Buenas noches, Abejita de la Vega:

Bonita fotografía de cabecera y texto de ruidos, olores, sentires y música.
La naturaleza toda despierta con la primavera.
Dejo un enlace con unas escenas de la película, con los gancheros llegando a Sotondo

Abrazos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

aquí sigo, reconstruyendo tu excelente trabajo de agosto...