El día 27 de octubre, a las siete y media de la tarde, en el salón de actos de la Biblioteca Pública de Burgos de la Plaza de San Juan, los lectores de nuestro Club de Lectura tuvimos el encuentro con Miguel Ángel Santamarina, autor de la novela que hemos leído y comentado este mes: Queremos que vuelvan.
Como en otras ocasiones, confecciono una pequeña crónica de la sesión, siguiendo los apuntes de mi libro de notas, con toda la fidelidad que me ha sido posible. Aquí la tenéis:
Tras las presentaciones, Pedro Ojeda da la señal: "vamos a lo que vamos hoy", a la novela Queremos que vuelvan de Miguel Ángel Santamarina.
Es nuestra primera experiencia con un género: la novela negra. Hay gente que no le gusta, gente que no ha entrado en este género, que tiene la idea de que pueda ser subliteratura. No es así desde los sesenta, incluso hay grandes novelistas que han utilizado técnicas de la negra. Tu novela recuerda, en algún momento, a Plenilunio de Muñoz Molina. El género ha cambiado, ahora nos enfrenta al debate sobre cuestiones contemporáneas.
Como todos lo habéis leído hasta el final, no hacemos spoiler. ¿Quiénes no lo han leído? Los que no lo han leído que se tapen los oídos.
¿Qué es Queremos que vuelvan? Es una novela negra, un retrato crudo de la sociedad, y nos lo recuerda el color negro de las tapas. Destapa la hipocresía social, cosas ante las que no tenemos reacción. Han desaparecido unos jóvenes y su historia es atrapada por la televisión basura. Son programas que, en contra del dolor, rompen con todo, para ganar audiencia. Son los más vistos de la televisión, compiten incluso con el fútbol. Su arranque tuvo lugar, según los especialistas de la comunicación, con Nieves Herrero y la desaparición de Alcàsser.
La novela negra nos sitúa en un sistema controlado por personas sin escrúpulos, sin moral, aunque aparenten tenerla, que no se paran en nada. Intuimos que no va a ser un final muy bonito. Retrata los puntos más oscuros de la sociedad. Es la lucha clásica de la tragedia griega: el individuo frente al poder. Aquí sin "deus ex machina" que solucione el problema, no hay justicia divina que arregle las cosas. Es el control de la sociedad por los poderosos.
Las victorias son sólo parciales: venganzas alegales ilegales, meter en la cárcel, matar al malo... La lucha es continua y permanente, al día siguiente el mundo sigue igual y hay que seguir dando batallas.
Le pregunté a Miguel Ángel por su condición de escritor y su condición de persona. Quiere dedicarse a ser escritor pero tiene familia, trabajo, tiene que comer. Os dejo a Miguel Ángel para que él exponga:
-(M.A.): Mi agradecimiento por estar aquí y haber leído la novela, también por haber escrito sobre ella en medios sociales. Mi agradecimiento a Pedro, persona proactiva.
¿Quién soy?
El escritor Leandro Pérez le habla a Pedro...Pedro que le eche la novela al buzón de la UBU y si le gusta...A ver si ha llegado el correo de Pedro...Me dice que le gusta. Me pregunta por mis planes como escritor.
- En el colegio me obligan a leer, me cojo la Iliada y me digo: "esto es maravilloso".
- A los trece años, en mi habitación del hospital no hay televisión, leo Los mares del Sur de Vázquez Montalbán.
- Tercer momento: si te gusta leer, te gusta escribir. Mi amigo Leandro Pérez, un buen estudiante, asaltó la biblioteca de clásicos de su tía y nos pasó los libros: El Aleph, El barón rampante...Descubro la lectura que te hace crecer.
- Escribo desde hace ocho años: relatos pequeños y tres o cuatro novelas que murieron. Lucía siempre ha estado en todas mis novelas, es la gran protagonista, la que hace avanzar la trama, el personaje troncal.
- Queremos que vuelvan: cuatro años de escritura y no sé qué hacer con ella, está muerta. Presentarla a editoriales es complicado, es difícil que una editorial apueste por un autor.
- La alternativa es la autoedición, no es tan maravilloso como la gente dice. Autoeditar supone poner dinero: 300 páginas tanto, 400 tanto...Le quito 100 páginas.
Lo social está presente en la novela:esta crisis económica que un día se verá con otra perspectiva, una juventud raptada, poder e impunidad, los que han jugado con el dinero de todos.
Esto es un regalo, escribes para ti, hay otras personas que te leen: Pedro, familiares, amigos...El que dice "me ha gustado pero no la entiendo", este la ha leído. Mi visión y la visión de los demás, la mixta es la real. Os agradezco que hayáis venido con preguntas, dudas y críticas.
-(Un lector): No lo he leído, puede que me enganche. ¿Has estudiado con Pedro?
-(M.A.): No, estudié Turismo, me hubiera gustado estudiar historia, no he tenido esa suerte.
-(P.O.): ¡!Voy teniendo años, pero no todos han pasado por mis aulas. Miguel Ángel tiene facetas muy interesantes: organizador de viajes, maratón, persona muy activa, con ganas de hacer cosas. Le animo a seguir escribiendo, como Laura Castañón, a la que acogimos en este Club de Lectura, que ya va por su tercera novela.
-(Un lector): Me ha llamado la atención cuando dijiste que Lucía era un personaje muy especial, yo me fijé más en Javier.
-(M.A.): Lucía empieza y termina. Es el personaje que hace avanzar la trama. Tres novelas es mi idea. Su visión de Lucía es mayor, dosificarla en esta novela. Representa una persona que ha hecho lo que han querido los demás. Lucía y Javier son de una generación de dejarse llevar. Javier tiene un perfil diferente. Al final, la persona que va a intentar resolver la situación. Podemos confiar en Lucía. Lucía va a traer la venganza.
-(P.O.): Lucía es un personaje apartado de la acción, se viene a Burgos.
-(M.A.): Lucía está fuera del lugar, de Madrid, recibe noticias, es el elemento vertebrador, una ventana esperanzadora. En la segunda novela pueden cambiar las circunstancias, va a traer una victoria mínima, no va a ser la gran victoria que estamos esperando. Es un personaje que va creciendo, evoluciona, va cambiando.
-(Un lector): la conspiración de las altas esferas queda poco esbozada. Impresionista. Tres amigos metidos en algo muy oscuro, relacionado con unos emigrantes. No queda claro.
Una lectora
-(Un lector): No he visto desarrollados los sentimientos de los padres.
Diario de Burgos (28-10-2017)
-(M.A.): Los sentimientos, a través del programa de televisión. Los personajes se van enfocando a través de otros. Leí mucho sobre el crimen de Alcàsser, allí encontré tres familias distintas que verbalizaron sus sentimientos una vez pasado el tiempo, cuando pudieron verbalizarlos.
-(P.O.): Unos medios de comunicación a los que les interesa la porquería, utilizan los sentimientos como espectáculo.
-(M.A.): Ahora hemos visto el caso de Diana Quer, un periódico serio no hubiera publicado ciertas fotos de la chica, fotos personales que no proceden, no están justificadas.
-(P.O.): ¿No os llama la atención que, en estos casos, siempre hay una vecina en bata boatiné que asegura: yo ya lo sabía, una vez no me saludó...?
La vieja del visillo,la vecina en bata boatiné que dice Pedro.
-(M.A.): Primero la víctima es víctima, luego no tanto, la atacamos, perdemos la humanidad.
-(Un lector): El escritor tiene la virtud de describir muy bien la psicología de los personajes, a Lisandro con muy poco, unas pinceladas.
-(M.A.): Si lo he conseguido, encantado. Javier quiere hacer las cosas bien y no lo consigue. Es la persona equivocada en un momento equivocado.
(P.O.): ¿Cómo llegas a los párrafos en cursiva? El efecto es contundente, más trabajado, de más impacto al lector. La estructura, al principio, no es una estructura lineal, fácil. En Internet leemos en diagonal, no prestamos atención, cambiamos la forma de escribir y de leer. Estructuras pequeñas que aportan al propio capítulo la psicología de los personajes. Te hacen volver atrás. Hay mucha trampa dentro de la novela.
-(M.A.): Lectura participativa que te hace pensar.
(P.O.): Inicialmente estamos de parte de los jóvenes pero la forma de contar lo ocurrido nos enfrenta a una realidad que no es tan limpia. Los jóvenes no se lo merecen, pero no son ejemplares, se han expuesto a una situación que se les escapa de las manos.
-(M.A.): No como buenos y malos. El color no es el blanco y el negro sino el gris. Las familias no siempre actúan de forma correcta. La hermana de Mario de trece años es la más honesta, la más leal y preocupada, lo cual le aísla del resto. Les reprocha: no están aquí y estáis en otra cosa.
(P.O.): El margen de flexibilidad que tenemos todos. Hay un momento en que te tienes que posicionar, te vendes o no te vendes. Hasta aquí, esto ya no. ¿Cuáles son nuestros límites?
"Esto ocurrió" decimos cuando cerramos la novela. Esto es reconocible. Estuvimos allí. Vimos ese programa. Cruzamos el Mississippi.
-(M.A.): Si pones una foto de la chica desaparecida con una ropa sugerente...
Los medios de comunicación nos dicen lo que debemos sentir cómo debemos sentir. El pensamiento crítico es necesario, una opinión formada y no sesgada. Leemos titulares, criticamos, crucificamos.
(P.O.): ¿Hay alguna pregunta más?
Me gusta de Miguel que piensa, no se ha lanzado a escribir sin más, parte de una reflexión.
Estamos apadrinando a alguien que tiene un futuro.
Con estas palabras de nuestro profesor Pedro Ojeda, termina el encuentro con el escritor Miguel Ángel Santamarina.
Guardo mi ejemplar de Queremos que vuelvan en mi cartera, con la cariñosa dedicatoria de su autor. Gracias, Miguel, esperamos la próxima novela. Ha sido un placer leerte y conocerte.
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de María Ángeles Merino. La próxima estará dedicada a Niebla, de Miguel de Unamuno, un clásico al que hay que visitar de vez en cuando, para reflexionar sobre nuestra existencia...o no existencia. ¿Era niebla lo que envolvía la Plaza de San Juan?
11 comentarios:
Está todo, desde luego. Gracias, como siempre, por este trabajo que te tomas en dar cuenta de lo ocurrido.
Lo pasamos bien, también en la cena posterior con el autor.
Y ahora, a por don Miguel.
Estas crónicas de los encuentros ya están anunciadas sin estarlo. Ya son un clásico por lo mal acostumbrados que nos tienes. Son grandes, no pequeñas.
Recuerdo las circunstancias en que leí Los mares del Sur de Vázquez Montalbán, estos mares me llevaron a leer varias novelas más suyas. Era 1981 y estaba en Tenerife, en el servicio, como se decía antes.
El país pendiente de un móvil estropeado tirado a una ría gallega. Siempre el móvil dichoso, ahora todo es móvil o nada.
Cuatro años de trabajo para no saber qué hacer con lo escrito, la dureza del oficio de escritor.
Gracias por esta reseña tan completa y trabajosa.Yo pasaría la gorra...
Un abrazo.
Un abrazo.
Ahora me encajan algunas piezas...-Muchas gracias MªAngeles por tu aporte.El pensamiento crítico es fundamental y tiene mucha razón el autor: que la prensa o el mal periodismo solamente busca el sensacionalismo.Cosa que no pasa con un escritor como Miguel Ángel Santamarina que viene abalado por el buen hacer de Pedro que eso es: lo que muchos escritores necesitan personas que crean en su talento y los estimulen.
Muchas gracias por dejarme opinar, ya que de tertuliana lo tengo complicado:ya me gustaría ya...
Felicidades un abrazo .
Al ir recorriendo tu crónica, me ha dado la sensación de estar ahí.
A veces quien parece perseguir a alguien para castigarle y hacer justicia, en realidad lo que esconde es una venganza personal. Se supone que los medios de comunicación están para investigar la noticia y darla objetivamente, pero en lugar de éso la convierten en un show. Quizá sólo se trate de éso, conseguir "entretener" la atención del espectador para que no se entere sobre lo realmente ocurrido.
Un abrazo.
Pasamos una tarde-noche muy agradable. Es autor es un gran comunicador y a ello se añaden las palabras de Pedro que siempre son esclarecedoras.
Ya veo a Yolanda toda sonriente.
Besos
Sonrientes como Yolanda, así estuvimos en la reunión con un buen comunicador.Besos Luz.
Los medios de comunicación no siempre comunican, desgraciadamente. Un abrazo amiga caminante.
El pensamiento crítico. Esa es la clave. Estuviste con nosotros. Un abrazo Bertha.
Da trabajo pero vuelvo a vivir la reunión con los que no vivís en Burgos. Un abrazo Pancho.
De nada. Disfruto.
La cena posterior fue el broche de oro. Pude hablar con el escritor. Un lujo. Un abrazo Pedro.
Gracias, como siempre, por esta crónica.
Como sabes, lei la novela de Santamarina -a quien felicito y deseo éxito- estando de viaje y ahora estoy metida en la Niebla y con apuro.
"Queremos que vuelvan" también a mi me recordó a "Plenilunio" de Molina Muñoz, aunque Santamarina no lo haya leído.
Me hubiera gustado estar presente en la reunión y en la cena, pero....
Besos
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