Pues tal y como decíamos... hemos salido de viaje, a pesar de Suri. El viernes por la noche nos dio de nuevo el susto: manchitas de sangre en la orina. Así que todo preocupados, y pensando en anular todas las reservas que teníamos hechas. Pero no nos iba interné, así que no pudimos anular nada. Total, que por la mañana, Suri ha seguido orinando, esta vez clarito, y sin sedimento lo cual nos ha tranquilizado. Hemos hablado con la veterinaria que nos ha dicho que es normal que orinen mucho porque es efecto secundario del antibiótico que le han puesto, y que si anoche salió sangre es porque tiene esos cálculos que le queremos quitar. Así que parece que todo es normal, dentro de lo que es, y ya que no habíamos anulado nada, hemos salido de viaje por fin a eso de las 11.20 horas de la mañanita.
Dos horas y media después estábamos ya por Calatayud, que deben estar preparando las fiestas de San Roque (a las que la Mosca fue asiduo hace un tiempo... que tiempos aquellos), y media horilla más tarde, nos encontrabamos con unos campos de molinos de viento. Sí, la estampa hubiera sido perfecta si por los alrededores hubiera estado algún personaje con bigote y barba, vestido de verde en un renault 4 latas (también verde), y llevando un orinal que él llamaría "El Tricornio de Mambrino", a la par que gritaba cosas como "¡non fuyades, malandrines!"
Entonces, un tipo gordito montado en un vespa le diría algo así como:
- Pero mi Comandante, ¿acaso no se da cuenta, de que lo a que lo lejos se ve no son más que molinos de viento usados para generar electricidad?
- Oh, cuanta inocencia la tuya, Cabo Pancho, pues si lo que tú ves ahí son molinos de viento no es sino porque te hallas bajo los efectos del embrujo de esa malvada hechicera que se hace llamar la Mari Juana, y eso de ahí delante no son sino sus esbirros, una manifestación de rojos masones levantando sus brazos para cantar "la internacional"?
Y el resto se lo pueden imaginar.
A las 3 hemos llegado a Huesca, y nos hemos parado a comer. Una ensalada para los dos, un solomillo, y una paletilla de ternera, que nos ha salido por el módico precio de 7500 pesetas de las de antes (que son 46 euros de los de hoy). Y luego dicen que hay crisis. Pues con esos precios, el restaurante debe ir viento en popa, leñes.
A las 4 hemos arrancado de nuevo, pero esta vez ya sin autopista. Ahora tocaba la nacional, y las comarcales. Si hasta Huesca fue pan comido la cosa (400 km en 4 horas), el resto que eran 200 km no han sido tan cómodos. Por lo menos el paisaje era bonito. Y el tiempo no es que acompañara, pero no hacía calor. En Ainsa nos han caido unas gotas... pero ha sido al pasar la frontera cuando se ha puesto peor.
A Francia se accede a través del tunel de Bielsa. Vas metido en ese túnel tan viejo y estrecho en el que te has metido en un día nublado, pero con sol... y sales al otro lado en medio de una espesa niebla en la que no se ve más allá de la punta de la nariz, y con unos agradables 10 grados en el exterior.
Que sí, que 10 grados son muy agradables en el invierno. Vale, en verano no suena tan bien, cierto.
Al bajar la montaña se ha ido la niebla, pero se ha quedado la lluvia. Y así, entre lluvia y nublado, hemos llegado por fin a Aveux, un pueblecico perdido en medio de los pirineos, donde habíamos reservado habitación en el Moulin D'Aveux. El hotelillo es muy mono, y tenemos habitación con terracita, con unas vistas estupendas.
Bueno, las cosas del idioma. Estas son las divertidas. La recepcionista del hotel chapurrea el español. Y ya. Para cenar, la camarera venía con la chuleta escrita de la comida en español:
- Pour entreer, salmón con sopá, ou hamón serano con melón...
- Sí, eso, jamón con melón (aunque sea ese naranja que nunca colará como de Villaconejos)
- Et Confit de pató, ou corzo
- Uno de cada, sivuplé
Entonces cuando ha traido el "pató" y el corzo, ha tenido el problema de que no tenía la chuleta, y se ha quedado con cara de ¿y ahora cómo pregunto para quien era el "pató"?.
- Le canar pur muá, sivuplé
aunque daba igual porque nuestra costumbre es intercambiar la comida.
Y lo mejor, el postre, del que sólo entendí que tenía chocolate(petí blablabla shocolé ). Y me trajeron esto (dedicado a Ele Bergón)
Esto son profiteroles, y lo demás son tonterías.
Bonsuar!
Dos horas y media después estábamos ya por Calatayud, que deben estar preparando las fiestas de San Roque (a las que la Mosca fue asiduo hace un tiempo... que tiempos aquellos), y media horilla más tarde, nos encontrabamos con unos campos de molinos de viento. Sí, la estampa hubiera sido perfecta si por los alrededores hubiera estado algún personaje con bigote y barba, vestido de verde en un renault 4 latas (también verde), y llevando un orinal que él llamaría "El Tricornio de Mambrino", a la par que gritaba cosas como "¡non fuyades, malandrines!"
Entonces, un tipo gordito montado en un vespa le diría algo así como:
- Pero mi Comandante, ¿acaso no se da cuenta, de que lo a que lo lejos se ve no son más que molinos de viento usados para generar electricidad?
- Oh, cuanta inocencia la tuya, Cabo Pancho, pues si lo que tú ves ahí son molinos de viento no es sino porque te hallas bajo los efectos del embrujo de esa malvada hechicera que se hace llamar la Mari Juana, y eso de ahí delante no son sino sus esbirros, una manifestación de rojos masones levantando sus brazos para cantar "la internacional"?
Y el resto se lo pueden imaginar.
A las 3 hemos llegado a Huesca, y nos hemos parado a comer. Una ensalada para los dos, un solomillo, y una paletilla de ternera, que nos ha salido por el módico precio de 7500 pesetas de las de antes (que son 46 euros de los de hoy). Y luego dicen que hay crisis. Pues con esos precios, el restaurante debe ir viento en popa, leñes.
A las 4 hemos arrancado de nuevo, pero esta vez ya sin autopista. Ahora tocaba la nacional, y las comarcales. Si hasta Huesca fue pan comido la cosa (400 km en 4 horas), el resto que eran 200 km no han sido tan cómodos. Por lo menos el paisaje era bonito. Y el tiempo no es que acompañara, pero no hacía calor. En Ainsa nos han caido unas gotas... pero ha sido al pasar la frontera cuando se ha puesto peor.
A Francia se accede a través del tunel de Bielsa. Vas metido en ese túnel tan viejo y estrecho en el que te has metido en un día nublado, pero con sol... y sales al otro lado en medio de una espesa niebla en la que no se ve más allá de la punta de la nariz, y con unos agradables 10 grados en el exterior.
Que sí, que 10 grados son muy agradables en el invierno. Vale, en verano no suena tan bien, cierto.
Al bajar la montaña se ha ido la niebla, pero se ha quedado la lluvia. Y así, entre lluvia y nublado, hemos llegado por fin a Aveux, un pueblecico perdido en medio de los pirineos, donde habíamos reservado habitación en el Moulin D'Aveux. El hotelillo es muy mono, y tenemos habitación con terracita, con unas vistas estupendas.
Bueno, las cosas del idioma. Estas son las divertidas. La recepcionista del hotel chapurrea el español. Y ya. Para cenar, la camarera venía con la chuleta escrita de la comida en español:
- Pour entreer, salmón con sopá, ou hamón serano con melón...
- Sí, eso, jamón con melón (aunque sea ese naranja que nunca colará como de Villaconejos)
- Et Confit de pató, ou corzo
- Uno de cada, sivuplé
Entonces cuando ha traido el "pató" y el corzo, ha tenido el problema de que no tenía la chuleta, y se ha quedado con cara de ¿y ahora cómo pregunto para quien era el "pató"?.
- Le canar pur muá, sivuplé
aunque daba igual porque nuestra costumbre es intercambiar la comida.
Y lo mejor, el postre, del que sólo entendí que tenía chocolate(petí blablabla shocolé ). Y me trajeron esto (dedicado a Ele Bergón)
Esto son profiteroles, y lo demás son tonterías.
Bonsuar!
9 comentarios:
¡Cómo eres Abejita! Lo que me he podido reir, entre el pobre Suri y sus riñones, los molinos eólicos y ¡la cena! Ha sido un "potpourri" MUY interesante. Besotes, M.
Valla---"pechá" kilómetros, menos mal que el postré los mereció...y mira que al principio a voz de pronto me pareció que lo que habíaen medio era un plátano...ya vi que no...¿en que estaría yo pensando? saludos
No soy yo,Merche.Que son los otros dos componentes del trío que administra el blog.Es decir: la arañita campeña(Esther) y la mosca cojonera (Julio). Es la voz de la mosca que nos cuenta sus peripecias conejiles y gabachiles, con gracia y salero.El poutpourri le ha quedado muy bien, ciertamente.
Yo sigo viendo empacar paja que es lo que hacen ahora en este pueblecillo burgalés y monacal.Mu sano.
Me alegro de que que Suri y sus cálculos no os impidieran salir de viaje.Esther, compi, carga pilas, disfruta a tope...
Pechá kilómetros como dice Tucci, pero veo que merece la pena.Esos beneméritos quijotes...Veo que domináis la lengua de Molière y también que los franceses hosteleros dominan la de Cervantes.
Don Quijote ha tenido envidia y os ha seguido hasta Carcasonne. Kety nos lo ha dedicado.
Esperando más crónicas, besos
Pobre Sury, no os preocupeis, a Tara la pasaba lo mismo, pero con polipos en la vejiga de la orina, y todo se solucionará ya lo vereis.Mola mucho como contais las cosas, Cervantes estaría muy orgulloso de vosotros.Pues si, que el postre merece la pena, tenía que estar, ufffffff, rico, rico, pasadlo muy bien y disfrutad mucho, bon apetit.
Mosca, cuidado con el postre y además profiteroles con helado por dentro y eso que eres el menos goloso de la familia.
Besitos de mami.
No dejáis de ver quijotes...
Vaya postre: a disfrutarlo.
Saludos y buen viaje.
Ya me voy aclarando, qué lío.
Feliz viaje a la pareja.
PD: Suri que es, perro, conejo?
Como no sea ninguna de las dos cosas ¡¡qué patinazo!!
Suri es nuestra conejita, que anda pochita. Pero se pondrá bien.
Parece que hemos enganchado un hotel con internet, así que estaremos unos días colgando crónicas.
Besos!
Abejita, tu blog es un lio pero, creo, que me voy enterando... Besotes, M.
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