viernes, 20 de septiembre de 2024

"Mil ojos esconde la noche"

  



Viene de "El blog de Sor Austringiliana": 

En el MEH, con el escritor Juan Manuel de Prada que nos ha presentado  su última novela "Mil ojos esconde la noche. La ciudad sin luz",  primera parte de una obra extensa que retrata la vida de artistas, escritores y periodistas españoles en París durante la ocupación nazi. 

El autor, tan grandón, sentado en "la silla de los enanitos", acompañado  por la consejera y también escritora Mar Sancho, su "Blancanieves",  nos ha dado una visión distinta a la habitual de aquel exilio: no tan resistentes, no tan de izquierdas, documentos que cantan, algunos villanos...

Un detalle humano: el "garbanzo" en el dedo corazón, señal inequívoca de quien escribe  a mano. Los artículos, sí, esos con ordenador. Y su padre que pasa los manuscritos.

Al final, venta y dedicatoria de ejemplares, como es habitual. 

Afuera llovía y yo pensaba en la situación complicada de aquellos exiliados entre dos fuegos

No compré el libro, tengo muchas lecturas pendientes. Tal vez más adelante lo coja de la biblioteca pública.

Este país está polarizado, quién lo despolarizará. 

Ya ve, Sor Austringiliana, mil ojos esconde la noche. 

María Ángeles Merino


2 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Pues sí Juan Manuel de Prada, siempre ha sido un escritor de de la derecha mediátrica y ahora, ha debido escribir un libro donde nos intentará contar que no todos los exiliados, eran tan maravillosos como nos lo han contando, pero su "verdad", también deberá estar impregnada de su ideología actual.

Todas las personas estamos llenas de cualidades y defectos. Para no tener disonancia cognitiva, algo que ya definió Festinger, hace ya mucho tiempo, no creo que me lea ese libro.

Besos

Sor Austringiliana dijo...

Se trata, pienso, de alimentar a un público que quiere oír que los del otro bando mentían y no eran fieles a sus principios. Juan Manuel de Prada sintoniza con un tipo determinado de lector, el mismo tal vez que le sigue en los suplementos dominicales o en la radio. Y hay que darle carnaza. Lo ideal sería un equilibrio, ni tan buenos ni tan malos, pero eso no vende.
No lo compro, no por evitar la disonancia cognitiva sino porque no me apetece ese tochazo, de momento.
Besos