Los lectores la valoramos por su denuncia social, su metáfora del mundo actual, su eficacia narrativa a través de tres personajes femeninos con fuerza y aparentemente inconexos, con el giro novelesco...
Pero ya no buscamos esos golpes de efecto, esos reconocimientos, esos vínculos de sangre insospechados: en realidad era hija de..., su verdadero padre era..., resulta que son primas, no lo saben. Eso para los culebrones, herederos de los novelones de antaño. Bueno, puede haber lectores que esperen capítulo tras capítulo algo así. Para gustos, los colores.
Pero lo que nos cautiva de esta obra, desde el primer capítulo, es el lenguaje, como dice Pedro Ojeda "la oralidad", que nos mete de cabeza en tres mundos insospechados que, en realidad, son uno solo.
Las palabras de Alicia, una niña dos veces huérfana, que nos llevan desde una casa con "chapa", comida y madre cariñosa con trabajo, al abandono, al abuso y al basurero donde aprende a "pepenar" como una profesional. Llegamos a pensar en el olor.
Las palabras de Reyna, prostituta y transexual, con las directrices y consejos que da a sus "novicias" y sus remordimientos de hombre que dejó preñada a una mujer. Las de Griselda, propias de una médica "no gringa", privilegiada que investiga el mundo de la basura donde se enfrenta desesperada a sus orígenes, con las de su tía en su proceso de deterioro cognitivo.
Palabras distintas, mundos distintos, Sylvia nos mete dentro, de cabeza, sí.
María Ángeles Merino
3 comentarios:
Estas tres voces, que coinciden mucho más de lo que parece... La autora realiza un excelente trabajo caracterizándolas de esta manera.
Muchas gracias a ambos por dejar estas observaciones...
La oralidad: una bella palabra, como primera herramienta del pensamiento donde el mundo real y ficticio ,de lo que se ve y no se ve.
Un abrazo feliz inicio de julio, María Ángeles
Pedro: La caracterización es extraordinaria. La novela descubre las conexiones.
Bertha: La oralidad excava en capas profundas, llegamos a lo que no se ve. Gracias a ti por seguirnos y feliz verano.
Un abrazo.
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