martes, 6 de junio de 2023

Sab de Gertrudis Gómez de Avellaneda. Para los héroes románticos, pobres, no hay salida.



Era un domingo de finales de mayo, estaba un poco espesa y no acertaba a componer la entrada con mi visión sobre la novela. Como tantas veces, Austri, mi misteriosa amiga, acudió en mi ayuda. De pronto la vi, se sentó a mi lado en el petril del río, enfrente de los rosales silvestres, los que serán escaramujos un día, y hablamos. 

-Amiga Austri, vamos a hablar de Sab, una novela romántica y antiesclavista de la escritora cubana y española Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). Mira en esta entrada de La Acequia su personalidad y su importancia en la historia literaria española. 

-Sí la he leído,  ya sabes que suelo estar muy al día de las lecturas de La Acequia y Alumni UBU. 

-Sab es una novela que se deja leer, pero no carece de puntos oscuros. 
 
-Es una novela de las de antes y como tal hay que leerla. Pienso que habrá gustado a los del club presencial. ¿A las mujeres más que los hombres?  Puede empalagar un poco: Carlota tan angelical, Sab tan bueno y con un amor tan puro y desinteresado, Teresa tan desprendida, Enrique y su papá tan ambiciosos. Sin embargo, con todos los excesos románticos, no hay duda: qué bien escribe doña Gertrudis Gómez de Avellaneda. 

-Como dice Pedro Ojeda: "fácil de leer, con todos los elementos de la época romántica". 


Es un placer leerla, sólo le reprocharía su pelín de cursilería, hay cosas que inevitablemente nos huelen a alcanfor. 

Ya en las primeras páginas, en medio de un paisaje tropical y vivísimo, sabemos de la vida y condición del esclavo, una esclavitud que doña Gertrudis, qué pedazo de mujer y de escritora, nos la coloca en línea con la de la mujer, muy distinta pero esclavitud al fin y al cabo. La jornada de un esclavo cubano bajo el sol abrasador de Cuba de día, cortando cañas, y bajo el infierno del ingenio azucarero de noche, con dos horas de sueño y escasa ración...terrible y ya al comienzo del libro. 

 Enseguida también, la punzada de un amor imposible, el conflicto sin solución de Sab frente a su rival. Una novela muy romántica, nada ñoña, para disfrutarla.



Tras el atardecer templado y melancólico la terrible tormenta, los sentimientos contrapuestos, el paisaje cubano tan amado con su exótica exuberancia tropical, el amor de Sab que no pide nada para sí, tan solo que hagan feliz a su adorada niña, el contraste con el muy interesado del pretendiente inglés dirigido por su repulsivo padre, el amor novelesco e ingenuo de la angelical Carlota, con su novedosa y plausible sensibilidad ante la esclavitud, Sab héroe de un amor imposible... 

A esta novela se le revientan las costuras románticas, no puede serlo más; aunque yo diría que va más allá del romanticismo, que lo critica, le da un poco la vuelta. 

Ayer leía las últimas tormentas, qué pasiones románticas, se me caía el libro. Sólo faltaba Teresa, el tercer vértice, sin fortuna ni belleza, pisa tierra y encuentra una solución un tanto peregrina para Carlota y para ella misma. ¡El cambiazo al billete de lotería! Una solución que no es solución, los tres se sacrifican. Carlota sabe que no va a ser feliz pero abraza el desengaño, en un sueño que es una quimera Con la carta final, tocamos fondo en el amor imposible y archirromántico de Sab. La sensata Teresa se había retirado al convento, con el corazón hecho polvo. No vivirá mucho. 

Para los héroes románticos, pobres, no hay salida. La angelical Carlota llega a su momento de desengaño, puede evitar un matrimonio infeliz; pero sigue su sueño idílico de niña soñadora y novelera. La escritora no se molesta siquiera en darnos un final para Carlota, a saber, estará en Londres, habrá caído en la cuenta de su ceguera...¿Cómo iba a suponer ella que el mulato Sab...? 

Los sacrificios de Teresa y Sab son incomprensibles desde una perspectiva realista, solo se entienden  bajo una perspectiva romántica. Para una mujer pobre está el convento, para un esclavo, la muerte. Sus amores son socialmente imposibles. 

La pasión de Sab se desborda, hay sangre, revienta a su caballo y se revienta él mismo. Sólo desea la felicidad de su niña adorada, qué carta la del esclavo medio moribundo, qué abismo de pasiones. Un héroe que yo veo como al "caminante sobre el mar de nubes", con otro pelo y otro color. 


 Y un paisaje tropical, con ceibas, guacamayas y lucecitas de los cocuyos. ¡Qué grandeza y dignidad concede al esclavo Sab doña Gertrudis Gómez de Avellaneda ! Ella que vivió sus primeros años en Cuba, cuando era normal vivir rodeada de servidores esclavizados. Una señorita que se permite la crítica social, inaudito. 

Afortunadamente, se abolió la esclavitud, la de la mujer también.

María Ángeles, hemos dado un repaso a nuestra visión de la novela Sab. Ahora solo falta la crónica de la reunión del Club de Lectura presencial, veo que la estás pasando a limpio. 

Así es, Austri. Fue una amena e interesante reunión en la facultad de Humanidades y Comunicación, dos horas que se fueron volando. Presta atención a la siguiente entrada, aunque me pareció verte allí. 

Un  abrazo de María Ángeles Merino para todos los que pasáis por aquí. 

1 comentario:

Ele Bergón dijo...

Esta Austri es que es una joya, así que pórtate bien con ella.

Ya sabes que yo no acabé de entrar en esta novela, pero al leer esos apuntes que te dicta tu amiga Austri, pues ya me ha ido clarificando bastante esta novela romántica y antiesclavista, escrita por una mujer, cuya vida no le fue fácil y en especial en eso del famoso amor que va y viene, como quiere y le dejan. A veces, como en este ocasión, amar hasta morir.

Besos