viernes, 17 de septiembre de 2021

La tentación de leer un libro sin haber acabado otro...u otros.



En la entrada anterior, apunté la posibilidad de que don Benito me tuviera abducida, palabra que suena a cosa de extraterrestres, pero me salió así. Por cierto, en Fortunata y Jacinta, aparece un personaje que trae a cuento ese tema en una charla de café, así de avanzado era Galdós. ¿El de los extraterrestres? Sí, ya os contaré, y por si no os lo cuento, os animo a la lectura o relectura de tan grande novela, el más vivo retrato de la España de la segunda mitad del XIX,  con personajes en absoluto extraterrestres. En este verano que ya se va marchando, alterné la relectura de Fortunata y Jacinta, mirad qué viejito está mi ejemplar de la editorial Hernando, con la lectura de nueve Episodios Nacionales posteriores a Trafalgar, a los que nunca había osado entrar. Debe ser que cada lectura tiene su edad, qué empecinada estaba yo en que no aguantaba libros de guerras. Entré.


Ahora estoy con Juan Martín el Empecinado, el noveno Episodio Nacional, y de la guerra he pasado a la guerrilla. Gabriel Araceli hace mucho que dejó de ser pilluelo de la playa y grumete en Trafalgar. Qué trajín, pasó por las intrigas de La Corte de Carlos IV, se amotinó un 19 de marzo, fue fusilado y resucitado un 2 de mayo, perdió a su Inés, siempre la pierde, batalló en Bailénvivió el Madrid situado en Napoléon en Chamartín,  resistió en Zaragoza, nos contó lo vivido en Gerona por su amigo Andrés, asistió a las sesiones de las Cortes de Cádiz y de la guerra a la guerrilla con Juan Martín el Empecinado que, al principio, puso en duda que el fogueado militar Gabriel pudiera combatir como guerrillero. Y con el noveno  estaba cuando pasé por la librería, a por el décimo y último de la primera serie: La batalla de los Arapiles

No sé cómo fue,  pero salí con el episodio de marras y con otro tomo mucho más gordo: Los vencejos la última novela de Fernando Aramburu. La tentación fue demasiado fuerte. Mi amiga Austri me hubiera dicho: "María Ángeles, un poco de seriedad y termina un libro antes de comenzar otro". 

Que sí, Austri, que es mi costumbre, que poco a poco voy rematando las lecturas, voy a sentarme en un banco y le echo un vistacito.

"A la extrañeza inicial siguió la decepción y luego ya todo ha sido un arrastrarse por los suelos de la vida.

...

No voy a durar mucho. Un año.

...

No me gusta la vida. La vida será todo lo bella que afirman algunos cantantes y poetas, pero a mí no me gusta. Que no me venga nadie con alabanzas al cielo del ocaso, a la música y a las rayas de los tigres. A la mierda toda esa decoración. La vida me parece un invento perverso, mal concebido y peor ejecutado. A mi me gustaría que Dios existiera para pedirle cuentas. Para decirle a la cara lo que es:un chapucero. Dios debe ser un viejo verde que se dedica desde las alturas cósmicas a contemplar cómo las especies se aparean y rivalizan..."

(Los vencejos, Fernando Aramburu, colección Andanzas, Tusquets editores, primera edición, septiembre 2021).

El personaje habla en primera persona, no le gusta la vida y se propone quitarse de en medio. A ver...Caí. 

No hay problema, Galdós y escritores de ahora mismo. Don Benito, tanto en sus novelas como en sus episodios, nos da muchas claves para entender la España crispada y enfrentada que estamos viviendo. Y la naturaleza humana es siempre la misma, aunque no sé qué personaje galdosiano podría tener algún parentesco con el protagonista de Los vencejos, solo he leído las primeras páginas. Seguro que alguno cuadra...

Sigamos leyendo. Confío en que el Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU, el del profesor Pedro Ojeda, vuelva a las gestas lectoras de antaño, virtuales y presenciales. Y a ver si van desapareciendo las telarañas de La arañita campeña. 

Un abrazo a todos los que llegan hasta aquí, un blog un tanto abandonado:

María Ángeles Merino