martes, 30 de junio de 2009

Sansón Carrasco de Cervantes y el Isidoro de Delibes


"El pueblo en la cara"

"Cuando yo salí del pueblo, hace la friolera de cuarenta y ocho años, y me topé con el Aniano, el Cosario, bajo el chopo del Elicio, frente al palomar de la tía Zenona, Cena, ya en el camino del Pozal de la Culebra. Y el Aniano se vino a mí y me dijo: "¿Dónde va el Estudiante?". Y yo le dije: "¡Qué sé yo! Lejos". "¿Por tiempo?" dijo él. Y yo le dije: "Ni lo sé". Y él me dijo con su servicial docilidad: "Voy a la capital. ¿Te se ofrece algo?". Y yo le dije: "Nada, gracias Aniano".

Ya en el año cinco, y al marchar a la ciudad para lo del bachillerato, avergonzaba ser de pueblo y que los profesores me preguntasen (sin indagar antes si yo era de pueblo o de ciudad): "Isidoro ¿de qué pueblo eres tú?" Y también me mortificaba que los externos se dieran de codo y cuchichearan entre sí: "¿Te has fijado qué cara de pueblo tiene el Isidoro?" O, simplemente, que prescindieran de mí cuando echaban a pies para disputar una partida de zancos o de pelota china y dijeran despectivamente "Ése no; ése es de pueblo". Y yo ponía buen cuidado por entonces en evitar decir: "Allá en mi pueblo"... o "El día que regrese a mi pueblo", pero, a pesar de ello, el Topo, el profesor de Aritmética y Geometría, me dijo una tarde en que yo no acertaba a demostrar que los ángulos de un triángulo equivalen a dos rectos: "Siéntate, llevas el pueblo escrito en la cara". Y, a partir de entonces, el hecho de ser de pueblo se me hacía una desgracia y yo no podía explicar cómo se cazan gorriones con cepos o colorines con liga, que los espárragos, junto al arroyo, brotarán más recio echándoles porquería de caballo, porque mis compañeros me menospreciaban y se reían de mí. Y toda mi ilusión, por aquel tiempo, estribaba en confundirme con los muchachos de ciudad y carecer de un pueblo que parecía que le marcaba a uno, como a las reses, hasta la muerte. Y cada vez que en vacaciones visitaba el pueblo, me ilusionaba que mis viejos amigos, que seguían matando tordas con el tirachinas y cazando ranas en la charca con un alfiler y un trapo rojo, dijeran con desprecio: "Mira el Isi, va cogiendo andares de señoritingo". Así que, en cuanto pude, me largué de allí, a Bilbao, donde decían que embarcaban mozos gratis para el Canal de Panamá y que luego le descontaban a uno el pasaje de la soldada. Pero aquello no me gustó, porque ya por entonces padecía yo del espinazo y me doblaba mal y se me antojaba que no estaba hecho para trabajos tan rudos y, así de que llegué, me puse primero de guardagujas y después de portero en la Escuela Normal y más tarde empecé a trabajar las radios Philips que dejaban una punta de pesos sin ensuciarse uno las manos..."

Miguel Delibes, "Viejas historias de Castilla la Vieja"
(En Obras completas, vol. 2, Barcelona, Destino, 1966, pp. 373-74).
http://www.catedramdelibes.com/archivos/000011.html

Sansón Carrasco y el Isidoro ¿tienen algo en común?

Pedro Ojeda Escudero dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Abejita plantea una pregunta muy inteligente sobre la similitud de un personaje de Viejas historias de Castilla la Vieja (posiblemente la mejor obra de Delibes) y Sansón Carrasco. Leed y responded.

Un abrazo, Pedro.

lunes, 29 de junio de 2009

¿Qué pasa con la maleta?





Dedicado a Luz del Olmo por haber estado siempre dispuesta a darme luz...
Esta imagen la encontré el miércoles pasado, en la iglesia de Briones (Rioja).Por cierto que el órgano sonaba muy bien...

Ele Bergón (Luz del Olmo) dijo:


A mi padre lo veo algo disgustado estos días. Anda con la cabeza un poco baja y pensativo. De vez en cuando lo oigo decir en voz alta: " Se han dado cuenta, se han dado cuenta. A ver si no me dan la Insula. Aquella maleta..."

Yo le pregunto:

-¿Qué pasa con la maleta?

-Nada, nada, son cosas mías.

Pero me he dado cuenta que ha aparecido por casa una maleta muy rara y la han guardado en el trastero. El otro día cuando fui a coger el monopatín, estaba en un rincón. Como mis padres no quieren que hable de ella, yo chitón.

Por otra parte sigue con los delirios esos que le ha metido en la cabeza un tal Sansón, que no sé de dónde habrá salido. Le cuenta las aventuras que han tenido el Alonso y él cuando han estado con la furgo y dice que lo ha leído en un libro. ¡Jó! será cachondo el tío¡ Luego me dicen a mi que soy un iluso y que me creo todo lo que me dicen pues anda que ......

Estoy contento y tranquilo porque no tengo que ir al tuto ni aguantar a los profes. ¡Esto sí que es vida!

Choque de manos

El Sanchico.


Pedro Ojeda Escudero dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Sanchico, vía Ele Bergón nos cuenta algo más que interesante sobre el destino de los famosos escudos...

También dijo en este blog:

Ay, que al final será Sanchico el que se quede con los escudos...

viernes, 26 de junio de 2009

Una historia “tan trillada y tan leída y tan sabida de todo género de gentes”



Comentario al capítulo III del Quijote, segunda parte.
Publicado en http://laacequia.blogspot.com/

Sancho se va y don Quijote se queda pensativo. Cervantes aprovecha las cavilaciones de su criatura para llamar nuestra atención acerca de la incongruencia cronológica con que comienza esta segunda parte. El lector avispado se habrá dado cuenta: hace un mes que el carro de bueyes llegó a la aldea y ya circula impreso el libro que lo narra. Impreso y leído y comentado por todas partes…es demasiada celeridad, ni viajando en hipogrifo...

El escritor sabe muy bien del largo y tortuoso camino de sus manuscritos hacia la “estampa” y, más luengo aún, el que conduce a un libro hasta la boca de la gente, para bien o para mal. ¿Quién puede realizar estos prodigios que no sea un sabio encantador? Un sabio amigo que engrandecerá sus hazañas, no puede ser de otra manera, siendo de caballero andante.

Pero si es Cide es moro y si es moro es falsario, embelecador y quimerista...Lo correcto entonces era decir eso. Bin Laden, tranquilo, tú no has oído nada…

De qué le vale tener a raya sus naturales movimientos, pobre hidalgo qué esfuerzo, si va ese hijo de Alá y se inventa alguna indecencia de su decentísima Dulcinea.
Aquí tenemos a Sancho con el bachiller Sansón Carrasco, un Sansón bajito, deseoso de burla, a pesar de sus respetables hábitos y sus cuatro órdenes de ostiario, lector, exorcista y acólito. No, ostiario no es lo que pensáis, era el que abría la iglesia…

Buen lector y empapado del espíritu caballeresco y quijotesco, se arrodilla, le coge las manos, dedica parabienes al autor, el moro, y al traductor, el cristiano, hasta que el homenajeado le hace levantar.

Don Quijote pregunta con avidez si hay historia suya y la hay: más de doce mil libros, varias ediciones en lugares distintos, traducciones…

Sansón da unos datos poco precisos que han dado pie a alguno para romperse la cabeza a la busca de la edición fantasma, pero dadas las características sansonescas… menudas ganas de divertirse tiene el reciente bachiller por Salamanca.

El de la Triste Figura desea saber si su fama es buena y lo es: gallardía, ánimo, paciencia en la adversidad, honestidad, continencia en los amores. Mi señora Dulcinea o doña Dulcinea, qué más da, no seas tiquismiquis Sancho.

También anhela conocer cuáles de sus hazañas son las más celebradas y este capítulo se convierte en una revisión. ¿Qué es lo que más ha gustado? Molinos, batanes, carneros, galeotes, vizcaíno…Todo está en el libro, incluso lo de Rocinante tirando los tejos a las hacas galicianas, incluso lo de las cabriolas de Sancho en la manta o en el aire. Hay para todos los gustos, ya hemos visto que Cervantes quiere seducir a lectores de todo tipo, ofreciendo un amplio menú.

“No hay historia en el mundo que no tenga sus altibajos”, dice don Quijote y el bachiller, como si recibiera el campanazo de salida, comienza airear los defectos de la obra. Y Cervantes se convierte en crítico de sí mismo: los excesivos palos, la ínsula prometida, la inserción forzada de “El curioso impertinente” y los maravedíes de la maleta, en paradero desconocido. Y para todo ello posee una o varias respuestas.

En cuanto a los palos ofrece tres puntos de vista. El escudero, dolido por sus cardenales, afirma: “Ahí entra la verdad de la historia” .El hidalgo, apaleado pero orgulloso, opina que, si no altera la verdad, no hay por qué contar lo que pueda contribuir al menosprecio del protagonista.

El bachiller, distingue al poeta del historiador y sostiene que este último no puede obviar nada.

Sancho reivindica protagonismo que Sansón le concede como “segunda persona de la historia” y favorito de muchos lectores. Pero le reprocha su credulidad en la promesa de la ínsula. Don Quijote, no se lo cree ni él, considera que su escudero será, con los años, un buen gobernador. Pero Sancho lo desea ya, no quiere ser un Matusalén gobernador. Don Quijote pone en evidencia su ignorancia cuando le advierte que los gobernadores saben Gramática. Sancho manifiesta entender de “gramas”, unas hierbas, pero no de “ticas”…ración de risas para el que busca un libro cómico, que para todos hay.

Sigue la revisión de las tachas y pasan a la de “El curioso impertinente”. ¿Por qué se colaron Anselmo y Lotario en la venta de Palomeque? Don Quijote nos deja boquiabiertos cuando leemos: “que no ha sido sabio el autor de mi historia, sino algún ignorante hablador, que a tiento y sin algún discurso se puso a escribirla, salga lo que saliere”. ¿Está confesando Cervantes que no la escribió él? ¿O se está excusando por haberla escrito “a tiento”, en un momento de precipitación? Cuando nos relata la anécdota del gallo y el pintor ¿Está reprochando a sus lectores que necesiten comentario para entender su historia?

Al oír eso Sansón deja las faltas y pasa a las virtudes: clara, trillada, leída, sabida, ni una palabra deshonesta, ni un pensamiento hereje. ..Niños, hombres, viejos, pajes, señores…todos la leen o la manosean. ¿Quiénes faltan?…esas no leen.
Don Quijote, como un niño egocéntrico, no se explica por qué el autor se valió de cuentos ajenos, habiendo tanto que escribir de lo suyo, más que el Tostado podría haber escrito. Sus pensamientos, suspiros, lágrimas… ¿puede haber algo más interesante?

Cervantes, a través del loco cuerdo y del bachiller socarrón, pasa a opinar sobre los autores , en general. Que nos quede claro, no es escritor cualquiera. ” Es menester un gran juicio y un maduro entendimiento para componer cualquier obra “y mayor todavía para las “gracias y donaires”. Aunque hay quien hace libros como buñuelos, no hay ningún libro tan malo que no tenga algo bueno. Y cuidado con la estampa, que allí los libros se miran con más detenimiento y se ven más las faltas. Y si es un autor famoso, se escudriñan más, bien lo sabe ahora que le ha llegado la fama. Y los envidiosos que los juzgan, son tal vez, de los que no han escrito jamás nada. A éstos hay que pedirles benevolencia, dado el gran riesgo que corre un autor que imprime un libro, siendo imposible contentar a todos los que le lean.

Pero el que trata de don Quijote ha contentado a muchos y Carrasco lo dice de una forma muy poco considerada , aunque tal vez el latín suavice la grosería: “como infinito es el número de los tontos, infinitos son los que han gustado de la tal historia”. Entre estos tontos, entre los que me cuento, hay quien ha reparado en lo del burro que aparece y desaparece.

Y ahora, Sancho, viene lo peor ¿qué pasó con los cien escudos de la maleta? El escudero quiere que le trague la tierra, se pone malito, muy malito ¿Un “desmayo de estómago? ¿Qué mal es ése? Dos tragos de vino añejo serán la autorrecetada medicina…la tomará en su casa, con su mujer que algo tiene que ver en esto. En cuanto acabe de comer, volverá y rendirá cuentas. Se va…
Don Quijote ruega al bachiller que se quede a hacer penitencia con él, fórmula cortés, un tanto alambicada que se usaba para invitar a comer en casa. Comen lo ordinario, con dos pichones de añadidura, hablan y duermen la siesta. Sancho volverá y seguiremos, pero será otro capítulo.

Un saludo a Pedro Ojeda y a los que nos visitan.


María Ángeles Merino


Pedro Ojeda Escudero. dijo en este blog:

Qué bien has retratado la espera de don Quijote y su monólogo.

También dijo en http://laacequia.blogspot.com/:

Abejita...comenta el capítulo de esta semana fijándose en el monólogo dubitativo de don Quijote

Gracias, Pedro, sigamos a ver qué se les ocurre después de la siesta.

Y los gatos se quedaron solos...




Adiós al IES Diego Marin Aguilera. 

lunes, 22 de junio de 2009

Miguel de Cervantes y María Zambrano juntos.



Aquí tenéis el desaparecido Colegio Público Miguel de Cervantes,en el barrio de Capiscol, en Burgos. Ahora funcionan allí las aulas de Personas Mayores "María Zambrano".Una imagen quijotesca para Pedro Ojeda.
A la filósofa María Zambrano le hubiera gustado ver su nombre junto al de Cervantes, creo.



Pedro Ojeda Escudero dijo en http://laacequia.blogspot.com/

Abejita ha publicado una interesante imagen que une dos nombres que nos hacen mejores: Cervantes y María Zambrano.

Así es, Pedro, gracias.

Dice mi madre que mi padre y el Alonso son pareja de hecho.


Don Quijote ofrece ejemplares de su libro a los sanchicos que pasan por esta biblioteca.

Ele Bergón dijo...

Pues si, si, dice mi madre que mi padre y el Alonso son pareja de hecho.
( A mi me parece que está un poco celosa).

Al final lo dejaron entrar en su casa y sé que han estado hablando los dos solos. ¿De qué? No lo sé porque ahora mi padre no suelta prenda y mi madre está algo mosca. ¡No se les ocurrirá volver con la furgo por esos mundos de Dios! ¡A saber que estarán tramando! Son palabras que repite mi madre muy a menudo.

Por otra parte ahora mi padre se siente muy importante porque dice que un tal Berenjena (vaya apellido más gracioso) ha escrito sus aventuras con el Alonso ¿Cuáles? Le hemos preguntado toda la familia. Pues las nuestras con la furgo, nos responde y le brillan los ojos.

Todos nos descojonamos de risa y perdón por el taco.

Él insiste que sí, que hay un tal Sansón (otro nombre que se las trae) que dice que existe un libro que habla de ellos. Ja, ja, ja. En casa nos partimos y pensamos que la locura del Alonso se la está pasando a mi padre Sancho. Entonces él se enfada muchísimo y dice que no nos enteramos de nada y le insiste a mi madre que ella pronto será gobernadora de una ínsula.

Estamos preocupados porque el vuelve a repetir ínsula y nosotros le decimos que será ísla, pero él erre que erre que no, que es ínsula, hasta que le dejamos por imposible.

En fin, que encima de la crisis que tenemos en la familia sólo faltaba que mi padre, por culpa del Alonso, se vuelva majara.

Bueno coleguis, que ve voy a la pisci a ver si ligo con alguna pibita

Choque de manos

El Sanchico.

domingo, 21 de junio de 2009

El autor de la historia ¿se llama Cide Hamete Berenjena?



"—¡Y cómo —dijo Sancho— si era sabio y encantador, pues, según dice el bachiller Sansón Carrasco , que así se llama el que dicho tengo, que el autor de la historia se llama Cide Hamete Berenjena !

—Ese nombre es de moro —respondió don Quijote.

—Así será —respondió Sancho—, porque por la mayor parte he oído decir que los moros son amigos de berenjenas".
(Copiado del capítulo II del Quijote, segunda parte)
http://cvc.cervantes.es/obref/quijote/edicion/parte2/cap02/default.htm#arriba

Me ha dado la idea el blog "Literatura revulsiva", donde leo que esta hortaliza con miel está de rechupete.¿Hablamos de berenjenas?

jueves, 18 de junio de 2009

Y, dejando a su señor, se fue a buscar al bachiller...



Un bachiller un poco antiguo pero no tanto como el del amigo Sansón...

Comentario al capítulo 2, 2 del Quijote, segunda parte, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "
Afirmación de pareja e inicio de debatenarrativo", correspondiente al 18 de junio de 2009.

Los mimbres de este capítulo son tres, tres que van de dos en dos y por este orden: ama y sobrina, cura y barbero, don Quijote y Sancho. Comienza con el enfrentamiento entre Sancho y las dos mujeres, sigue con el cura y el barbero declarando como perdida la cordura del viejo hidalgo y termina con u jugoso diálogo entre amo y escudero.

Como si estuvieran protegiendo una fortaleza del acoso del mayor enemigo, ama y sobrina defienden la puerta de los envites de Sancho, al mismo tiempo que le arrojan una lluvia de insultos: monstrenco, maldito, golosazo, comilón, saco de maldades, costal de malicias…Cuando las mujeres sueltan, soltamos, la lengua no hay quien las pare, nos pare. Aquí tenemos al culpable, éste es el que llevó a mi señor por esos andurriales. Pero el increpado también tiene suelta la sin hueso: ama de Satanás, el llevado soy yo, que tu amo me sacó de casa con engañifas, prometiéndome una ínsula. ¿La ínsula se come? No, la ínsula se gobierna. No entraréis, iros a labrar vuestros míseros pedacitos de tierra.

El cura y el barbero se divierten oyendo el coloquio .Don Quijote, tan loco y tan sensato al mismo tiempo, teme que el escudero suelte algo inconveniente. Será mejor que entre a mis aposentos, que tengo mucho que hablar con él… Los examinadores se despiden, ya desesperan de la salud del hidalgo y declaran a amo y criado como pareja indisoluble, forjada en el mismo molde. No hay Quijote sin Sancho, no hay Sancho sin Quijote. Ya nos contarán el ama y la sobrina, que estarán con la oreja pegada a la puerta.


Don Quijote se muestra quejoso y aprovecha unas frases hechas para juguetear cómicamente con el lenguaje y tomar, un poco, el pelo a Sancho “: ¿Cómo dices que yo te saqué de tus casillas si yo no me quedé en mis casas? Le echa en cara este balance a su favor: “si a ti te mantearon una vez, a mí me han molido ciento”. Pero don Quijote dijo alguna vez que las desgracias son más anejas a los caballeros andantes que a los escuderos y Sancho se lo recuerda oportunamente. Y esos latinajos de «quando caput dolet” no convencen. Si su amo es la cabeza, él vio a la cabeza sin dolor alguno mientras lo manteaban.

Dejemos ese tema, lo que nuestro hidalgo quiere oír es la verdad sin lisonjas, lo que se comenta, en la aldea, de sus hazañas como caballero andante. Sancho teme la cólera de su amo, ante esa verdad “en cueros”. ¿Cómo le cuento yo ciertas cosillas que dicen por ahí? Bueno, él lo ha querido…ahí va. Para el vulgo, un grandísimo loco. Los hidalgos y los caballeros le reprochan que pretenda ir más allá de su clase social. ¡Con la rígida estructura social hemos topado! Se ha puesto don y pretende ser caballero, con tan poquita tierra que la despacha un buey en dos días. Los caballeros no quieren compararse con estos hidalgos pobretones que disimulan como pueden el mal estado de sus medias y sus zapatos. ¡Eso de las medias remendadas no va con don Quijote! ¡Él tiene a gala no ir nunca remendado! ¡Roto sí, eso no es infamante! Esta mentalidad hidalga era un poco extraña…a mí me lo enseñaron al revés.

Sancho resume así las opiniones de sus vecinos: “ni a vuestra merced ni a mí nos dejan hueso sano”. Siempre hay un pero: «loco, pero gracioso», «valiente, pero desgraciado», «cortés, pero impertinente”. Don Quijote, incurable optimista, recuerda que la calumnia acompañó siempre a la virtud. Y nos da una lista de vilipendiados: Julio César ambicioso y sucio, Alejandro Magno borracho , Hércules lascivo , Galaor rijoso, Amadís llorón…Es un honor que te calumnien…

Y todo esto han sido tortas y pan pintado, ya verá. Sancho le habla de un singular vecino de la aldea, un tal Sansón Carrasco, que viene de estudiar en Salamanca, hecho bachiller, el cual trae noticias de un libro titulado “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”. ¡Es increíble! En él se cuentan cosas que vivieron amo y escudero , a solas. Para la lógica quijotesca está claro, es un sabio encantador. A Sancho le parece que sabio y encantador debe ser quien dice llamarse nada menos que Cide Hamete …Berenjena o lo que sea.

Don Quijote está deseoso de conocer al bachiller y tener noticias de ese libro cuyo autor, el del nombre moro, tanto sabe de sus aventuras. Sancho va a buscarlo y entre los tres pasarán “un graciosísimo coloquio”. No se imagina el hidalgo manchego la que le ha caído con semejante guasón…

Un abrazo para Pedro y todos los que por aquí pasáis:


María Ángeles Merino

martes, 16 de junio de 2009

La arañita campeña está también algo pachuchilla.


Ved la pizarra campeña: la arañita campeña se va a comer a la mosca cojonera , con cuchillo y tenedor. La abejita de la Vega contempla la escena.

Ponte buena pronto, arañita Esther, te desea tu compi de antes que te quiere muuucho.

Besos de María Ángeles Merino Moya,también llamada Abejita de la Vega.

Aclaración:"La arañita campeña" es el nombre del blog, pero también es el nombre de uno de sus componentes. Lío entomológico que diría Antonio Aguilera.

lunes, 15 de junio de 2009

El Alonso lleva un mes sin salir de casa y anda un poco pachucho


www.midisegni.it/Esp/don_quijote.shtml

Ele Bergón (Luz del Olmo) dijo:

Si, parece que El Alonso lleva un mes sin salir de casa y anda un poco pachucho. Dice mi padre que le han prohibido conducir la furgoneta, así que ahora andamos en casa con menos dinerillo. A mi hermana Teresica le hen mandado al paro y mi madre Teresa, Juana, María, que así se llama, ha tenido que ponerse a trabajar por las tardes limpiando unas escaleras y ha dejado de ir a la Escuela de Adultos. Viene a casa muy cansada por eso, cuando llego del insti tengo que hacer recados. Parece ser que estamos todos en crisis.

El otro día mi padre me dijo que no aguantaba más y que se iba a ver a su amigo y vecino Alonso, porque no sabe lo que le pasa y además no le dejan que pase a verle. Está triste, muy triste y quiere saber qué está pasando y por qué no pueden seguir con los portes y la chatarra. Porque aunque poco, algún dinerillo sacaban.


Yo tengo ya muchas ganas de que se acabe este curso. Voy a tener que repetir pero en Lengua seguro que saco buena nota o por lo menos un aprobadillo. De amores, ná de ná. Puede que este verano con la pisci, las fiestas, el poli, en fin creo que lo pasaré bien.

El otro día hice una foto en Burgos para mandársela al superprofesor Pedro, pero ahora no la puedo sacar de la máquina y pasarla al ordenador. A ver si lo consigo.

Choque de manos a tods troncos y troncas que pasáis por aquí.

El Sanchico

domingo, 14 de junio de 2009

¿Quién sabe un chiste de locos?




En el capítulo primero, de la segunda parte del Quijote,el barbero narra un cuento de locos. Un enfermo mental, que ha sido declarado ya como cuerdo, se despide de un compañero y le dice estas palabras:

"Yo tendré cuidado de enviarle algunos regalos que coma, y cómalos en todo caso, que le hago saber que imagino, como quien ha pasado por ello, que todas nuestras locuras proceden de tener los estómagos vacíos y los celebros llenos de aire ".

Como veis, la frase destacada es la de mi plato quijotesco.

¿Quién sabe un chiste de locos?

viernes, 12 de junio de 2009

"Una estéril y desierta playa del mar, las más veces proceloso y alterado"




"Ya no hay ninguno que ...pise una estéril y desierta playa del mar, las más veces proceloso y alterado, y hallando en ella y en su orilla un pequeño batel sin remos, vela, mástil ni jarcia alguna , con intrépido corazón se arroje en él, entregándose a las implacables olas del mar profundo..."`

Comentario al capítulo I del Quijote, segunda parte.Publicado en http://laacequia.blogspot.com/

"De lo que el cura y el barbero pasaron con don Quijote cerca de su enfermedad "

Un mes, ha pasado un mes, que no diez años y, de la mano del cronista Cide Hamete Benengeli, vamos a reencontrarnos con nuestro hidalgo. ¡Qué visión! Nos recibe en la cama, seco y amojamado …Una momia ¡con ropa interior de lana verde y gorro de dormir colorado!

El cura y el barbero nos llevan hasta ese reencuentro, vamos a ver qué tal está. Hay que comprobar esa mejoría, ante la que se muestran tan escépticos. El ama y la sobrina no han dejado de informar y han cuidado al enfermo con una alimentación “confortativa, una dieta apropiada para el corazón y el “celebro”, hay que contrarrestar el exceso de humores, creo. Ahora, las dos mujeres aseguran que su señor da muestras de estar en su sano juicio.

Por si acaso, ni tocar la andante caballería, las suturas puede descoserse. Preguntas y respuestas corteses acerca de su salud, la conversación se desvía y platican sobre “modos de gobierno”, o sea, política. A la república la dejan como nueva y Don Quijote habla con tanta discreción que los examinadores dan por cierta su cordura. Pero el cura quiere someter a don Quijote a la prueba del fuego y conduce la conversación hacia el inminente ataque del Turco.

Y, ahí, don Quijote se despeña con toda su locura caballeresca, manifestando que él sí tiene un buen consejo para el rey y no se trata de un impertinente arbitrio de los que Su Majestad recibe constantemente. ¿Qué se ha creído el señor rapador? He aquí la solución: tras un pregón real, que se junten todos los caballeros andantes, que ellos sí podrán con el Turco, puesto que si uno sólo puede con doscientos mil hombres…Y nuestro hidalgo empieza el despliegue de su erudición caballeresca, despiertan los Amadís y los Belianís, luego saldrán muchos más.

La sobrina se desespera y el barbero narra el cuento de un hombre, encerrado por sus parientes en la casa de los locos de Sevilla, que consigue convencer de su cordura a la autoridad que lo decide, eclesiástica, por supuesto. Cuando se despide de sus compañeros asilados y está a punto de abandonar aquella terrible casa de locos, se despeña de la misma manera que don Quijote y vuelve a ser internado.

Todo es cuestión de dar con el punto de su locura .Si al viejo hidalgo le basta con que le nombren asuntos bélicos, al de Sevilla es la Mitología la que descubre su ausencia de cordura. Si uno de sus compañeros asilados declara ser Júpiter todopoderoso con su rayo, él afirma ser Neptuno que lo inundará todo y ¡hala!…otra vez para adentro.

Don Quijote se muestra irritado con el barbero por la odiosa comparación. Ni Neptuno, ni loco disimulado, él sólo quiere abrir los ojos al mundo, para que vean la necesidad de restaurar la andante y altruista caballería. Ya no hay caballeros de aquellos, a los de ahora les crujen las sedas, no las mallas, unos señoritingos inútiles.

El entusiasmo de don Quijote va creciendo como la espuma al pintarnos la vida de esos héroes que dormían al raso, arrimados a sus lanzas, sin sacar los pies de los estribos…y descubrimos que Cervantes, ay don Miguel le hemos pillado, es como Dorotea o como el canónigo. Ha pasado muchas horas con esas novelas, las ha vivido intensamente, ha devorado glotonamente esas ficciones, a pesar de criticarlas tanto. La pintura se sale del cuadro:
“Ya no hay ninguno que saliendo deste bosque entre en aquella montaña , y de allí pise una estéril y desierta playa del mar... las más veces proceloso..."

Y ahora el gran desfile:¿Quién más valiente? ¿Quién más galán?...Amadís, Palmerín, Tirante, Lisuarte, Belianís, Perión, Felixmarte, Esplandián, Cirongilio, Rodamonte, Reinaldos o Rugero. Lo que ahorraría su Majestad y lo que rabiaría el Turco.

Y no me tome el pelo, señor bacía, que le entiendo perfectamente, mi locura sólo afecta a lo que toca a la orden de caballería. Soy un loco parcial…

Por último, el cura quiere aclarar lo de la existencia o inexistencia real de todos esos caballeros. ¡Gran error! Don Quijote no admite que sean “ficción, fábula, mentira y sueños”. Con sus propios ojos vio a Amadís y puede describirlo, lo mismo que a los otros caballeros. ¡No está curado! ¡Sigue igual que antes de subirlo al carro!

El cura y el barbero siguen la conversación caballeresca, aunque ya no tienen dudas. Entran en el terreno de la burla, “gustando de oír tantos disparates”, algo de lo que seremos espectadores, en esta segunda parte mucho más que en la primera. Morgante medía siete codos y medio de altura, Reinaldos tenía los ojos bailadores, Roldán era barbitaheño y Angélica era una doncella algo antojadiza… Ja, ja, nos da pelos y señales de todos esos personajes de ficción.

El ama y la sobrina dan voces en el patio ¿qué pasa? Acudamos…

Un abrazo de María Ángeles Merino Moya


Pedro Ojeda Escudero. dijo...

Buen inicio del comentario... más ahora, con el calor que hace por aquí.
Y mejor continuación...

Gracias, Pedro, a por el segundo.

domingo, 7 de junio de 2009

!Qué mala consejera es la envidia Sanchico!


Foto Abejita de la Vega (María Ángeles Merino) Realizada en las orillas del Arlanzón, en época de pelusas y pesca.
Mi viejo me llevó a pescar y, entre tanta pelusa, me habló de la envidia.

Ele Bergón (Luz del Olmo) dijo...

Mi viejo tiene razón !Qué mala consejera es la envidia Sanchico! El Richi, la Vane, mi ex-Churri, alguno que otro más, en vez de alegrarse por lo bien que me lo paso con vosotros, me miran y me dicen que estoy pirao y que les aburro con mis tonterías. Sobre todo he notado que les sienta mal el que me haya dado por leer algo y tomarme más en serio eso de estudiar. Puede que sea un un pelma. No os digo que no, peto también entre ellos les noto que no se aguantan. Muy amigas la Vane y mi ex Churri, pero a veces se tiran cada pulla que ya ya. Si alguien es mi amigo ¿por qué no voy a alegrarme de las cosas buenas que le pase? No entiendo mucho eso de la envidia aunque ahora que lo pienso, cuando mi a hermana Teresa
la hacen más caso mis padres a ella que a mi pues ....me da rabia.

Anda que al tal Avellaneda - qué no se sabe quién es- ¿no? ya le vale hacer otra parte del libro del Cervantes que ya está escrito y además es un cobarde porque no firma con su verdadero nombre.¡Menos mal que el Cervantes sabe estar a la altura de las circunstancia! A mi padre no se lo puedo nombrar. ¡Se pone de una leche!

Bueno que ya me enrollo tanto como vosotros. Todo se pega.

Choque de manos.

El Sanchico


Pedro Ojeda Escudero. dijo en este blog:

Y cómo me gusta que te enrolles, querido Sanchico.
Quién sabe si no fue la envidia, sino la venganza...

Gracias, Pedro, en nombre de Sanchico y de Luz del Olmo (alias Ele Bergón)

sábado, 6 de junio de 2009

Lluvia de avellanas sobre el Quijote




Hablando del Quijote apócrifo de Alonso Fernández de Avellaneda, se me ha ocurrido esta imagen quijotesca para la colección de Pedro.

Pedro Ojeda Escudero dijo en este blog:

¡Qué bueno tu Quijote avellaneado, qué bueno!

Gracias Pedro, pensaba hacer la foto con una bolsa o un bote de avellanas peladas.Pero, en la frutería, vi por casualidad un saco de avellanas en estado natural, me vino la inspiración y dije a la frutera: "ponme unas avellanas". Que son para hacer una foto de un blog del Quijote...no, no dije eso.

viernes, 5 de junio de 2009

Avellaneda dijo que Cervantes tenía "pelusa" de Lope.




 Para pelusas las de los chopos, en Burgos, en junio.


Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha


Prólogo al lector


Alonso Fernández de Avellaneda contestaría a Cervantes con algo semejante a esto:

¡Válame Dios con este Cervantes! Dice que en el prólogo no ha de hallar el lector vituperios. Y diciendo que no lo dice, lo cierto es que me llama “asno, mentecato y atrevido”. Si se llega a decidir a reñirme y vituperarme…

La verdad es que no pude resistir la tentación y coger la pluma. Mi amigo Lope me animó a sacar a don Quijote de su aldea, mira qué aburrido está el buen hidalgo, todo el día contemplando como trajinan el ama y a la sobrina, mientras su lanza se cubre de orín. Sácale de allí y obtendrás más fama que el viejo Cervantes. ¿No niega él mismo su autoría? ¿No dice que fue ese Cide Hamete quien escribió el Quijote desde el capítulo IX en adelante?

Dice que con mi pan me lo coma, con pan candeal y alguna tajada de corderito lechal y con frutas de sartén ¡Faltaría más!

Se me fue la mano llamándole viejo, algo que no está en nuestra mano detener. Tiene razón, los años suelen mejorar el entendimiento, siempre que no se cumplan demasiados…y ya se está acercando a los setenta. Es afortunado, un viejo soldado que no ha visto su vida segada por el morbo gálico, las cuartanas o unas calenturas pestilentes.

Y, en cuanto a lo de manco, qué orgullo el motivado por sus heridas o por su gloriosa manquedad, originada en “en la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”. ¡Para lo que sirvió la batalla de Lepanto! Sólo tres años después, en 1574, Túnez y la Goleta cayeron en poder de los turcos.

Lo califiqué de envidioso y él confiesa poseer sólo envidia santa; mas seguidamente dice de cierto sacerdote, del cual no sólo admira el ingenio y las obras sino también “la ocupación continua y virtuosa”. Como todos saben que del “Fénix de los Ingenios” se trata, todos entienden la burla, que mi buen amigo Lope pecador es, y muy conocidos sus pecados, y calificarlo de virtuoso…

Le manifesté mi opinión acerca de sus novelas, más satíricas que ejemplares, a mi juicio. Son buenas pero censuran sin servir de ejemplo…Y él, apuntándose una alabanza, volvió el sentido de la palabra “satíricas”, yendo a su significado primero de “variadas”. Y, en cuanto, a lo de ejemplares, él sabrá lo que quiso decir con ese título.

¡Y dice que se contiene!¡Y que debo tener una gran aflición pues escondo mi nombre y mi patria. Afligido no me hallo, mas tuve mis razones para mentir; ni Alonso, ni Avellaneda ni tordesillano…traidor jamás. Todos conocemos a nuestro Alonso tan seco y avellanado.

¡Tentación! La puerta se quedó abierta, el libro terminaba "con esperanza de la tercera salida de don Quijote". Cuando tuve ante mis ojos ese verso extraído del “Orlando furioso”, el que dice: "Quizá otro cantará con mejor plectro”, pensé que me señalaba a mí. ¡Fama y dinero!

¿Qué me quiere decir con los cuentecitos de perros y locos? ¿Mi labor sólo ha sido hinchar una obra ya escrita? ¿He dejado caer una losa sobre su libro? ¿Me está amenazando?

En cuanto a las ganancias, si hay para los dos, miel sobre hojuelas. Me place que el teatro y la perendenga saquen de la pobreza a Cervantes, junto con el de la triste Figura. Y los dos príncipes que, por su bondad le favorecen, el conde de Lemos y el ilustrísimo de Toledo, don Bernardo de Sandoval y Rojas. ¡Sin adulación y sin aplauso! ¡Favorecido por los altos y nobles espíritus!

Veamos la dedicatoria que escribe para el de Lemos. A juzgar por sus palabras, se ha visto obligado a encaminar, a toda prisa, a su don Quijote, para aliviarse de las nauseas que mi don Quijote le ha producido. ¡A mí me causa hámago leer el cuento ése del emperador de la China! Lo confiesa, está enfermo y “muy sin dineros”; aunque el conde lo sustente y lo ampare. No lo dudo, no, amigo Cervantes, que ciertamente conoces mi nombre…

En cuatro meses tendrá lo de Persiles y Segismunda, y besa las manos, los pies , lo que haya que besar. Criado de Vuestra Excelencia, así concluyes la dedicatoria, Miguel. Dices bien…

Firmado por ése que tú conoces tan bien, amigo de ése que tanto envidias.


Un abrazo a Pedro y a los que nos visitan


María Ángeles Merino Moya

Pedro Ojeda Escudero. dijo en este blog:

Cuántas sugerencias en tu entrada, todas posibles. ¿Cuál fue la verdadera intención de Avellaneda? Si pudiéramos entrevistarlos...
Y cómo me suena tanta pelusa... ¿el Parral?

Gracias, Pedro por tu comentario y las palabras que me dedicas en tus "Noticias del Quijote". Contestando a tu pregunta, no es el Parral, es la Quinta. Un abrazo.

jueves, 4 de junio de 2009

EL SANCHICO EN LA FERIA DEL LIBRO




Ele Bergón dice en http://enunacordeazul.blogspot.com/

Todos los malandrines capitaneados por el sabio Frestón, han encantado al Sanchico, por eso el próximo domingo, día 7 de junio por la tarde, estará firmando libros que Luz del Olmo ha escrito pensando en los niños, en la Feria del libro de Madrid.

Si os apetece conocerlo o volverlo a ver, él (ella) estará en la caseta número 240 de la editorial Verbum.

El encantamiento volverá a repetirse el viernes 12 de junio también por la tarde.

El Sanchico está encantado de haber sido encantado. La mejor de sus sonrisas la tenéis asegurada.


Allá estaremos, Sanchico, aunque sea con el pensamiento.

miércoles, 3 de junio de 2009

EL CASTAÑO DE INDIAS



Kety Morales me envía estos versos:

Se cubrió de hojas el castaño de Indias
Aquel que un frío invierno
Se halló desamparado.

Pero el tiempo, con sus pautas
Sabia Naturaleza, ¡Hoy resplandece!
Ofreciendo cobijo y sombra
A todo aquél, que a él se acerca.

Sin distinción de rangos.
Sin distinción de razas.
Sin distinción de egos
He ahí su humildad y su grandeza

A Mª Ángeles Merino

24/05/09

Un abrazo Mª Ángeles
Kety

Gracias amiga por tu poema