sábado, 24 de agosto de 2019

Tea rooms. Mujeres obreras. Carta a Matilde o a Luisa, qué más da.


Tomando el té con mi sobrina,  en algo parecido a un "tea room".

Comentario en torno a la lectura de la novela Tea rooms, de Luisa Carnés, para la lectura colectiva de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda Escudero.

Muy estimada señora doña Luisa Carnés, dos puntos:

O Matilde, qué más da. 

El motivo de la presente es dirigirme a usted para poner en su conocimiento el éxito alcanzado por su novela Tea rooms, entre los lectores de nuestro Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU. 

Sí, así era el estilo de las cartas que le dictaban en aquellas infames y amañadas pruebas de selección de mecanógrafas a las que usted hubo de presentarse, con escaso éxito. Escriba su nombre y señas en el sobre, ya es suficiente, la llamaremos. No hay que ser muy perspicaz, no la llamarán. Luisa, o Matilde qué más da, sabe que no seleccionarán a ninguna de las muchachitas  tímidas que titubean al hablar y se sientan a la máquina temblorosas, alisando la falda raída, escondiendo los zapatos deteriorados. El puesto será para las que irrumpen triunfalmente, con un paso estudiado y elegante, con zapatos impecables y uñas brillantes. Aquí hay gato encerrado, piensas, y callas. 



No, no serás nunca una de esas mujeres seguras e impecables, tu idea de "mujer nueva" no pasa por rendirse al acoso y ser una atractiva esclava. No atenderás el sobre azul que tu madre y tus hermanos miran, expectantes, en casa. El muy canalla, el tal M.F. que besa tu pie y te agradecerá le envíes un retrato; no sabe tu madre, su experiencia de la vida es bien limitada. ¿O sí sabe y la miseria amodorra su pudor? Es muy duro pedir fiado el miserable pedazo de queso de la cena. 

"¿Dónde ha leído Matilde: "Vivimos en una sociedad podrida"¡Cállate, pensamiento! "

Tu pensamiento se desboca. Sin dinero ni formación, lees todo lo que está a tu alcance, no importa el mal papel, tan hambrienta de comer como de saber. Luisa Carnés, supiste dar el paso que te condujo desde los libros sin complicaciones literarias a la buena literatura y fuiste mucho más lejos. ¿Dónde se ha visto que publique libros la camarera de un salón de té?

Tus hermanillos, inocentes, no saben nada, solo sueñan con comida que conforte su estómago, zapatos nuevos, abrigos de lana e incluso algún modesto juguete. Pobres niños de tu barrio, y de tantos barrios pobres, pararrayos inocentes de la desesperación de los mayores: gritos, bofetones y lágrimas. ¿Por qué no tienen derecho a la infancia los hijos de los obreros? ¿Por qué no tienen derecho a una vida digna los obreros? Sueñas con un país que satisfaga los sueños.



Aquella tarde, al salir de la inútil prueba de mecanografía, las patatas "viudas" ya se habían disuelto en tu estómago y caíste en la tentación de los buñuelos a 0,10, justo lo que llevabas para el tranvía de vuelta a casa. No te quedaba otra que echar a andar por la calle larga, larga, bajo la lluvia y el paraguas apolillado, mientras el relieve de los adoquines se te clavaba en las suelas gastadas. Desfilaban ante ti escaparates que irradiaban luz: ropa, zapatos, dulces, alhajas, medallones, radios, ventiladores...y los libros. 

Lees: "terrorismo, sabotaje, revolución". Y, más allá, los valladares: "¡Viva Rusia! ", "¡Obreros! Preparaos contra la guerra imperialista". 


"Legiones de hambrientos pululan por las calles del mundo capitalista"

Un viejo salón de té.


Imposible entrar de mecanógrafa, tu próximo trabajo será el de camarera en un "tea room", próximo a la Puerta del Sol madrileña. ¿Seguirás el modelo de tus compañeras?

No serás como Marta, del brazo de un señor mayor y muy rico, en una jaula de oro, tras ser despedida del "tea room" por caer en la tentación de la peseta huérfana. Ya auguras que, tras el paraíso, Marta caerá en el infierno, que ese brazo no la amparará siempre.

No serás como Paca, la más veterana, presume de dominar la situación pero igualmente vive encadenada a la jornada agotadora y al jornal de tres pesetas que no da para vivir.  La religión es su adormidera: las pocas horas de asueto las pasa, con otras jóvenes, en un convento. Las monjas quieren saber: lugares que frecuenta, compañías, pensamientos, palabras, espectáculos, lecturas, vestidos..."ese descote". A cambio,  "allí" se pasa bien, se juega, se reza y no se gasta dinero. 

No serás como Laurita, la ahijada del dueño, la menos necesitada, la más alocada, qué pena de muchacha, muerta con la matriz perforada por la varilla de un paraguas. Y lo que más te ha indignado "aquella madre, más horrorizada por la opinión de la gente que por la muerte de su hija", "una familia muy decente", con "la casa llena de santujos". "Un verdadero asco".

"La muerte de Laurita cae sobre la espalda de la sociedad."

No serás nunca "encargada" que vigile con ceño fruncido a las compañeras  y vaya con el cuento al terrible jefe , "el ogro". 

Ni te casarás con el pastelero del barrio y no porque sea feo. Un buen hombre, te conviene, Matilde o Luisa, qué más da. ¡Qué pesadas las amigas casamenteras! No, no quieres plegarte a lo que la sociedad espera de ti. La emancipación y un trabajo digno, así reflexionas:

"Pero también hay mujeres que se independizan, que viven de su propio esfuerzo, sin necesidad de "aguantar tíos". Pero eso es en otro país, donde la cultura ha dado un paso de gigante; donde la mujer ha dejado de ser un instrumento de placer físico y de explotación; donde las universidades abren sus puertas a las obreras y a las campesinas más humildes."


Ese era tu sueño, Luisa o Matilde, qué más da. Viviste el ambiente de inestabilidad política y social de la España de los años treinta, del siglo pasado. Te decantaste ideológicamente hacia la militancia en el Partido Comunista y fuiste feminista, defensora total y absoluta del voto y de los derechos de la mujer. No pudiste estudiar, autodidacta quisiste mostrar con claridad, con historias que tú tan bien conocías, el mensaje de la mujer nueva. Seguiste las normas del realismo soviético: sencillo, directo y con carga ideológica. 

Una novela de tesis, una obra que no ha perdido vigencia. La mujer nueva que soñaste, Luisa Carnés, es la lucha de millones de mujeres en el mundo. Tea rooms provoca en los lectores una reacción emocional y saltan de inmediato los resortes: comparamos el trabajo y la vida de la mujer de entonces y de ahora. Es inevitable. Ahora,en nuestro país, se ha avanzado mucho, hay legislaciones, hay normativas, otra cosa es que se cumplan.


Luisa Carnés

¿Hay "tea rooms" ahora? Aunque no haya té, se entiende.

Una buena pregunta. 

Ha sido un placer conocerla, doña Luisa Carnés, escritora salvada del olvido. ¿O Matilde? ¡Qué más da! Gracias por su obra, su granito de arena en la construcción de la "mujer nueva". Es una pena que muriera tan joven, en el exilio mexicano.

Le saluda atentamente:

María Ángeles Merino Moya



Palabras en rojo tomadas directamente del libro: Tea rooms. Mujeres obreras, Hoja de lata Editorial S.L. , séptima edición, noviembre de 2017, ISBN: 978-84-16537-11-2.