viernes, 16 de abril de 2010

Recuerdo infantil y sanchesco, de cuando Burgos tenía una plaza mayor con jardines.


Segunda parte del comentario al capítulo 2,45 del Quijote, publicado en "La acequia".

La mente humana retiene unas vivencias y borra otras. Los tres casos juzgados por el gobernador Sancho, en este capítulo, permanecen bien grabados, en mi memoria. Es un recuerdo infantil, muy anterior a mi primera lectura del Quijote. Aquel sastre con sus diminutas caperuzas, el moroso con su caña hueca y la muchacha que no supo defender su cuerpo, siendo capaz de defender su dinero. Todos eran niñas de un colegio, disfrazadas con cuatro trapos; que actuaban, en una sencilla representación escolar, con el texto tijereteado y el vocabulario cambiado, obviando los detalles escabrosos, no aptos para menores. En consecuencia, no entendí lo que verdaderamente le había pasado a la chica de las monedas y cualquiera preguntaba… Eso sí, el irritado cliente del sastre movía los cinco dedos, con cinco caperucitas, como dedales, en cada uno. El moroso entregaba, cucamente, la caña .La muchacha corría, abrazada amorosamente a su bolsa. ¡Con qué claridad los veo!
(Continúa)

5 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En efecto: es uno de los capítulos que se han quedado grabado en el imaginario colectivo. Cuando uno lo lee en la infancia ya no lo olvida.
¿Por qué han quitado los árboles de todas las plazas mayores de nuestras ciudades?

pancho dijo...

Entrañable foto de cuando tener un 600 era un capital si arrancaba con la puesta en marcha, pero se podía aparcar en cualquier sitio.
Sigo leyendo.

Merche Pallarés dijo...

Me ha sorprendido esa plaza con árboles ¿por qué los habrán quitado? Claro, para hacer más sitio para los coches... los reyes del mambo. Besotes, M.

Asun dijo...

Es curioso cómo se recuerdan esas escenas representadas cuando niñas. Yo también tengo recuerdos de ese tipo muy vívidos, como si no hubiera pasado el tiempo.

Abejita de la Vega dijo...

Pedro: me da la impresión que, después de la imagen tópica de los molinos, estas tres sentencias de Sancho son lo más conocido del libro.Son arboricidas los municipales. Debe ser la lucha coches versus árboles.

Pancho: ahora la plaza tiene un parking subterráneo y no hay ni un coche. Es muy curioso ver los 600 y demás, en esta foto de los sesenta.

Merche: era muy original. Los coches , los reyes del mambo, fueron los culpables. Ahora los coches, muchos más están debajo de una plaza desangelada.

Asun: como si no hubiera pasado el tiempo, así es. Nostalgia.

Un abrazo, amigos y gracias por la visita.