El domingo leía: "El conflicto bélico en Europa que tiene al mundo en vilo" y me fui a Galdós, junto a "dos desconsoladas mujeres", tras la batalla de Arapiles, la misma pero paralizada, congelada ya por la muerte. Volvía a la emoción de unas mariposas con las alas teñidas de sangre. Así son las emociones que nos regalan los buenos libros: se guardan, esperan su momento y despiertan.
"Siguieron ellas y Tribaldos, y recorrieron el campo de batalla, que la luz del naciente día les permitió ver en todo su horror; vieron los cuerpos tendidos y revueltos, conservando en sus fisonomías la expresión de rabia y espanto con que los sorprendiera la muerte. Miles de ojos sin brillo y sin luz, como los ojos de las estatuas de mármol, miraban al cielo sin verlo. Las manos se agarrotaban en los fusiles y en las empuñaduras de los sables, como si fueran a alzarse para disparar y acuchillar de nuevo. Los caballos alzaban sus patas tiesas y mostraban los blancos dientes con lúgubre sonrisa. Las dos desconsoladas mujeres vieron todo esto y examinaron los cuerpos uno a uno; vieron los charcos, las zanjas, los surcos hechos por las ruedas y los hoyos que tantos millares de pies abrieron en el bailoteo de la lucha; vieron las flores del campo machacadas , y las mariposas, que alzaban el vuelo con sus alas, teñidas de sangre. Regresaron a Salamanca volvieron por la noche al campo de batalla no ya conmovidas, sino desesperadas; rezaban por el camino; preguntaban a todos los vivos y también a los muertos."
(Capítulo 40, La batalla de los Arapiles, Benito Pérez Galdós).
Una impresionante pintura de la guerra, sin pintura. La destreza literaria de Galdós insufló vida a lo que le contaron los mejores testigos, uno de ellos su padre. Merece la pena leer los Episodios Nacionales, aunque no seamos muy amigos de los relatos de guerra, como me pasaba a mí, que dudaba ante Trafalgar.
No a la guerra. ¿Verdad, don Benito?
La batalla de los Arapiles, Episodios Nacionales, 10. Primera serie, Alianza Editorial, El libro de bolsillo, tercera edición, 2016). Pagina 305.
7 comentarios:
Al menos, Galdós.
No, a las guerras es un precio muy alto.Galdós, como bien lo defines era un artista narrando,5 sus obras son un regalo con los pies en el suelo.
Cuando el poder supere al amor por el poder.El mundo sabrá que es la Paz...
No a la guerra, siempre. Comencé a leer los Episodios Nacionales pero los abandoné, a ver si me animo otra vez. Es triste lo que estamos viviendo, más aún sabiendo que podría ser tan diferente.
Un abrazo, María Ángeles.
Al menos.
Nos regaló la mejor manera de entender la historia. Y ahí está la guerra, la de antes como la de ahora.
Siempre no a la guerra.
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