jueves, 24 de febrero de 2022

Reunión de lectores en torno a "El escenario" de Karmelo C. Iribarrren, un poeta "vitalista elegiaco".

 


El Club de Lectura presencial de La Acequia y Alumni UBU, dirigido por Pedro Ojeda Escudero, se reunió el martes, 22 de febrero, a las cuatro y media de la tarde, en la Facultad de Humanidades y Comunicación, para comentar El escenario de Karmelo C. Iribarren.

Tras los saludos y la bienvenida, Pedro Ojeda nos invita a conocer a Karmelo C. Iribarren, a través de una entrevista reciente. Lo vemos y lo escuchamos unos minutos en la pantalla. 

Escribe para los lectores, no para Harold Bloom, para gente como él. Es una poesía cercana y va dirigida a cualquier lector, de cualquier edad. En sus poemas hay cierta tristeza y humor, una mezcla de ambos. La vida tiene eso, puedes llorar, puedes morirte de risa. El humor más grueso es la primera parte de su poesía, luego se matiza en ironía. Quiere  que sus  poemas se puedan leer hoy y dentro de veinte años, hay ideas  muy efímeras que luego se desinflan, busca un humor perdurable que sigan teniendo gracia con los años. La condición humana detrás. La ironía otro tanto.

Melancolía , es un poco melancólico,  un vitalista elegíaco. Optimista, no era así ni cuando tenía veinte años, veía el cielo azul y pensaba que  las nubes estarían por algún lado. Forma parte de su  personalidad, esa tristeza, esa melancolía; en San Sebastián le acompaña el tiempo, trescientos días grises, más su biografía que tiene etapas penumbrosas. Eso y que los años pasan. Estás en la lista pero llega un momento en que cada vez estás más arriba.

El profesor Pedro Ojeda nos pregunta:

¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado? ¿Qué veis en él?

-(L.) A mí me ha parecido muy ameno, a mí que no me gusta la poesía.

 -(L.) Una poesía muy sencilla, muy cotidiana, de vivencias próximas, muy interesante. 

-(L.) Después de leer Poeta en Nueva York, después de leer a los de la generación del 27, con palabras que tienen veinte significados, me ha resultado ameno, lo lees, te gusta y pasas al siguiente poema.

 -(P.O.) Tiene ya editadas sus Obras Completas donde están todas las de poesía menos esta, en Visor.  En prosa tiene un diario, Diario de K, muy atractivo y muy coherente. Es uno de los autores con una voz más coherente.

-(L.) Como ha sido su vida. 

-(L.) No es fácil, ha trabajado de todo, así es como lo ve.

-(L.) Me ha gustado mucho.

-(L.) La poesía tampoco me gusta y esta me ha gustado.

-(L.) Se lee muy bien, algunas me han hecho reír. Una que me ha recordado al marido de una amiga, el gesto en desuso, las manos atrás. 

-(L.) Me ha faltado emoción, estos son sus pensamientos, necesito que me emocionen. Salvo alguno, como el del gran combate, no me han emocionado.

-(L.) Me ha sido fácil pero no me ha motivado, cuatro elegidas: la de envejecer, la mujer de tu vida, el calendario, mi madre. Las cuatro me han llegado. Fácil pero no me ha dicho demasiado.

-(L.) Localista, muy influenciado por la playa, la nube, la arena. Me han sorprendido, esperaba unos poemas retorcidos, difíciles de entender. Lo que más me ha llegado: otro vino, la vida en un bar, solitarios empedernidos, los que no saben volver a casa, todos encuentran su sitio, que te aburres vas al bar...

-(L.) Más que poesía es prosa fragmentada, que se puede leer de corrido, con valor terapéutico. A mí , como poesía de vanguardia, me recuerda más a la poesía visual, el contenido queda menguado, te hace reflexionar, le pongo caritas y ya está.

-(P.O) Hay continuidad entre estos poemas y el Diario de K. Es un juego y si hay una cohesión, es un buen escritor. Vais a ver qué quiere hacer Karmelo. Lo cotidiano, con la cotidianidad de su poesía te sientes invitado.

-(L.) Lo recuerdo en aquella presentación de El amor, ese viejo neón que hizo en el Teatro Principal de Burgos, con motivo de la Feria del Libro, en 2017. Alguien ha dicho después de Poeta en Nueva York de García Lorca, por entonces había intentado leer a otro poeta para mí ininteligible.. Aquellos poemas me hacían sentir disléxica, era algo más que no entender, no podía pasar de una palabra a la siguiente. Karmelo C. Iribarren se puso a hablar y a leer alguno de sus poemas y me salió del alma: ¡Un poeta que se le entiende! ¡qué maravilla!. Y además,  conectaba con un paisaje por mí vivido porque trabajé doce años en Guipúzcoa, en los años ochenta. Cuando iba a San Sebastián para algún papeleo, disponía de muy poco tiempo, me hubiera gustado pasear sin prisas, bajo la lluvia, cruzar la ciudad, algo que tengo pendiente. Comencé a leer El escenario y se me dispararon todos los recuerdos. Él va su aire y en su aire me reconozco. La vida misma, qué extraña es la vida.


Me ha llamado la atención no encontrar ni una palabra en euskera. 

 -(P.O. Sí, hay  ausencia en toda su obra. Lo machacaron mucho. 

Parece que le salen así, pero es muy trabajado. Habéis dado en la clave cuando habláis de la falta de sentimiento, salvo alguno: su mujer...

-(L.) Y su hija, en sus ojos ve la alegría. 

 -(P.O.)  Como si nos dijera: ahora te toca a ti.

¿Por qué lo hace? Estamos acostumbrados a que la poesía sea el poeta, ese es el engaño, ese es el artefacto literario, es su vida, pero en el medio está la poesía. Está en el límite, un paso más y ya no hay poesía, ya no hay ritmo, no hay calidad. Ha llegado al límite porque las ha trabajado. Utiliza la ironía, se sabe la estrategia, otros han caído en lo prosaico, en lo que ya no es poesía. Otros vienen de la no poesía, utilizan el sentimentalismo para que parezca poesía y no lo es. Karmelo sabe lo que está haciendo, cuando está al límite se para, hace la poesía accesible pero es poesía. Para no caer elimina el sentimiento porque si introdujera la nota fácil caería en lo cursi, se obliga a para ahí. Del lado de la poesía no de la no poesía. Él se ha entrenando en las formas métricas: sonetos, octavas reales...Un día rompió todo y lo tiró. Siguió trabajando con el ritmo, lo tiene como ejercicio de estilo. Al límite, desnuda y todavía tiene un componente rítmico. 

Estos poetas jóvenes que no saben hacer versos con ritmo, recurren al sentimentalismo o le ponen música...

-(L.) El que más me ha gustado es el de "Los amantes infinitos". Baja y luego sube, me recuerda a Pedro Salinas. Los otros me parecen más vulgares. 

Ahora/nos acariciamos más/con los ojos/ Despojadas/de la urgencia/del deseo, /    estas caricias...

-(P.O.) Un poema que puede caer en el sentimentalismo y en lo cursi. Un verso más y se estropea.. El final es genial, la "pícara sonrisa" impide caer en a cursilería, no se lo permite. 

Paco Cuesta elige  "El mirlo". Se cree especial, "con ese pico /se lo puede permitir".

Le has puesto ritmo, Paco.


De ser un pájaro sería un gorrión: "el que soy: ,un tipo que va a su aire". 

-(L.) Me gusta "A jornada completa". La poesía llama. Puede no volver, si te pasas un poco. 

-(P.O.) Cuando vuelva, píllala. 

-(P.O.) En los últimos libros ha introducido un matiz de despedida, como en "El francotirador".  Empieza a leer el periódico por el final, como hacemos muchos, y se encuentra con una esquela, es de un compañero de pupitre. "Abro el periódico /y ahí está". La muerte, ya le toca. Trabaja el poema desde lo cotidiano. Al final, se dirige al camarero que le trae el café. Ese tono cotidiano normal evita caer en el sentimentalismo.

-(L.) "Me gustan los jardines melancólicos"

-(P.O.) Tiene una visión de la vida muy melancólica, sin grandes tristezas ni grandes alegrías.

-(L.) "Días paradójicos", un atardecer.

-(P.O.) La muerte salva al día. Un atardecer, un toque de  esperanza. Pero es la muerte...

-(L.) "Lluvia de madrugada".

-(P.O.)  En todos llueve. La lluvia como llanto del universo, como si supiera algo que no sabemos. Simbolismo. 


-(L.) "Mi madre". Tierno y con humor. Totalmente veraz. La madre no le conoce, pensará que se ha equivocado de habitación. 

-(P.O.) Evita caer en lo sentimental con un humor tierno. 

-(L.) Elijo "La alegría". Una ola repentina llena de luz, en los ojos de su hija mejor que en una oda a lo Neruda. Asciende pero evita lo grandilocuente, baja a lo cotidiano, lo que mas le gusta. 

-(P.O.) "El gramático en la alcoba", un poema erótico, el paréntesis...

-(P.O.) "Escenas de la vida". Una chica en la playa, su novio y "el tanga de ayer". "Ya ni de figurante quiero salir en esa escena". ¿Por qué si es poeta?

Karmelo C. Iribarren tiene una estrategia literaria. Es un poeta que se ha atribuido una voz poética, Pensamos que el poeta es Karmelo, él se ha construido un personaje , como en la literatura actual, como Antonio Muñoz Molina hace de Antonio Muñoz Molina o Javier Cercas hace de Javier Cercas. Es un personaje que tiene unos componentes que parten del propio Karmelo, se ha construido una voz poética. La voz poética no es el poeta, los malos poetas los confunden, Karmelo no. Un personaje que no sale de San Sebastián, que tiene una rutina, un pasado turbulento, literaturizado. Ese es el pasado, el pasado hizo que él sobreviviera eliminando excesos, necesita la rutina para sobrevivir. La construcción de esa voz le lleva a la prosa. Un día rompió todo y cuando estaba en el bar, él lo reconoce, era exceso. No se permite ni subir ni bajar, cierto escepticismo, alejamiento del mundo en el que está como observador. Pega un hachazo y lo rebaja a lo cotidiano, sigue siendo poesía. Al leerlo nos damos cuenta de que el poeta tiene ritmo, si lo leemos en voz alta. Él maneja su ritmo, va construyendo, te obliga a pararte, dices tiene ritmo. A veces, juega a descomponer el verso, al final está e octosílabo, el endecasílabo...Rompe el verso y te está marcando una forma de leer. 

Karmelo se mantuvo al margen de ETA. No ha sido reconocido por la poesía del País Vasco, era un marginal, fuera no encajaba, no salía del País Vasco. No encajaba en grupos poéticos. Cuando empieza el siglo XXI le regalan las redes sociales. De pronto, descubre que le gusta mucho a la gente, a los que no compran nunca un libro de poesía. 

(Pedro Ojeda lo busca en Facebook). Mirad acaba de publicar hace dieciocho horas. 

Le empiezan a conocer los profesores, se dan cuenta de que existe, conecta con el público joven pero tiene esa profundidad, él viene de la poesía, no de la no poesía. Desde que está en las redes sociales es muy consciente de su poesía. Un gran poeta con voz poética propia, con estrategias literarias.

Terminamos la sesión del Club de Lectura, lo hemos pasado muy bien y eso que algunos dicen que no les gusta la poesía. La próxima lectura, la de marzo, será: El hombre mojado no teme la lluvia, Voces de Oriente Medio, de la periodista Olga Rodríguez. La guerra, ay Dios, la guerra.

Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:

María Ángeles Merino

Mi crónica está redactada, como otras veces, siguiendo mis rápidos apuntes tomados en la reunión, con la voluntad de acertar con su espíritu, ya que con la letra, toda la letra, es humanamente imposible.



6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡Gracias por tu esfuerzo! Fue un encuentro ameno, en el que pudimos disfrutar de la poesía de Karmelo C. Iribarren, como bien se refleja en tu entrada.

La seña Carmen dijo...

¡Qué desmenuzamiento! El de los lectores, ¡y el tuyo!

Malos tiempos para leer crónicas de guerra.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Vengo ahora a leer la crónica completa. ¡¡Gracias!!

Sor Austringiliana dijo...

Un encuentro ameno, contigo, con los lectores y con la voz poética que nos ofrece Karmelo.
Gracias, Pedro.

Sor Austringiliana dijo...

Las partes del todo y el todo con sus partes.Análisis y síntesis. Desmenuzamos con cariño y respeto.

Es mal momento para libros de guerra, nos ha pillado así.
No a la guerra.

Sor Austringiliana dijo...

Gracias a ti, Pedro.