La mujer imposible , y por ello más deseable, recorre toda la obra becqueriana, tanto en prosa como en verso. Y como mujer inalcanzable asoma, misteriosamente, la figura de la novicia. Tres variaciones de este tema encontramos en las Rimas: en la 9, en la 24 y en la 59.
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El eco de un suspiro que conozco,
formado de un aliento que he bebido,
perfume de una flor que oculta crece
en un claustro sombrío.
formado de un aliento que he bebido,
perfume de una flor que oculta crece
en un claustro sombrío.
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Esta rosa crece a la sombra de un monasterio, en Palacios de Benaver.
Parece resonar el eco de la leyenda "Tres Fechas":
«Algún día, en esa hora misteriosa del crepúsculo, cuando el suspiro de la brisa de primavera, tibio y cargado de aromas, penetra hasta en el fondo de los más apartados retiros, llevando allí como una ráfaga de recuerdos del mundo, sola, perdida en la penumbra de un claustro gótico, la mano en la mejilla, el codo apoyado en el alféizar de una ojiva, ¿habrá exhalado un suspiro alguna mujer al cruzar su imaginación la memoria de estas fechas? ¡Quién sabe!»
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Me aproximé a los hierros
que defienden la entrada,
y de las dobles rejas en el fondo
la vi confusa y blanca.
que defienden la entrada,
y de las dobles rejas en el fondo
la vi confusa y blanca.
Rejas de una ermita en Villanueva de Argaño (Burgos)
La vi como la imagen
que en leve ensueño pasa,
como rayo de luz tenue y difuso
que entre tinieblas nada
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Parece resonar el eco de la leyenda "El rayo de luna":
«En el fondo de la sombría alameda había visto agitarse una cosa blanca que flotó un momento y desapareció en la oscuridad»
Musgosas ruinas del monasterio de San Juan (Burgos)
¡Cuántas veces al pie de las musgosas
paredes que la guardan
oí la esquila que al mediar la noche
a los maitines llama!
Esquila que llama a la oración a las benedictinas de Palacios de Benaver.
¡Cuántas veces trazó mi triste sombra la luna plateada
junto a la del ciprés que de su huerto
se asoma por las tapias!
junto a la del ciprés que de su huerto
se asoma por las tapias!
Cementerio del monasterio arriba citado.
Cuando en sombras la iglesia se envolvía,
de su ojiva calada
¡cuántas veces temblar sobre los vidrios
vi el fulgor de la lámpara!
de su ojiva calada
¡cuántas veces temblar sobre los vidrios
vi el fulgor de la lámpara!
Catedral de Burgos en disolución.
Aunque el viento en los ángulos oscuros
de la torre silbara, del coro entre las voces percibía
su voz vibrante y clara.
Aunque el viento en los ángulos oscuros
de la torre silbara, del coro entre las voces percibía
su voz vibrante y clara.
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Un suspiro, una flor escondida en un claustro, una rayo de luz entre tinieblas. Una mujer "confusa y blanca". Rejas, paredes musgosas, iglesia sombría, torre, ciprés, llamada a la oración, voz clara que suena entre el viento y las demás voces. Gustavo Adolfo sueña.
Vuelve a la rima 51:
La mujer ideal es ideal en el plano erótico, pero también en el literario, pues representa "la poesía de lo inefable, la que escapa o se resiste al lenguaje, la única que merece la pena".
Para finalizar, Sor Austringiliana ha cometido la travesura de traerme estos irónicos versos de "El tren" de Antonio Machado.
María Ángeles Merino
Pedro Ojeda dice en "La acequia":
Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, parte de la mujer imposible como clave de la lectura de Bécquer... y llega hasta una monja machadiana. No os perdáis esta entrada.
Vuelve a la rima 51:
Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz.
Soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
—¡Oh ven; ven tú!
La mujer ideal es ideal en el plano erótico, pero también en el literario, pues representa "la poesía de lo inefable, la que escapa o se resiste al lenguaje, la única que merece la pena".
Para finalizar, Sor Austringiliana ha cometido la travesura de traerme estos irónicos versos de "El tren" de Antonio Machado.
¡Frente a mí va una monjita
tan bonita!
Tiene esa expresión serena
que a la pena
da una esperanza infinita.
Y yo pienso: Tú eres buena;
porque diste tus amores
a Jesús; porque no quieres
ser madre de pecadores.
Mas tú eres
maternal,
bendita entre las mujeres,
madrecita virginal.
Algo en tu rostro es divino
bajo tus cofias de lino.
Tus mejillas
—esas rosas amarillas—
fueron rosadas, y, luego,
ardió en tus entrañas fuego;
y hoy, esposa de la Cruz,
ya eres luz, y sólo luz...
¡Todas las mujeres bellas
fueran, como tú, doncellas
en un convento a encerrarse!...
Y la niña que yo quiero,
¡ay!, preferirá casarse
con un mocito barbero!
...
La monjita del tren machadiano no tiene nada que ver con la novicia de las Rimas ¿O sí?
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:tan bonita!
Tiene esa expresión serena
que a la pena
da una esperanza infinita.
Y yo pienso: Tú eres buena;
porque diste tus amores
a Jesús; porque no quieres
ser madre de pecadores.
Mas tú eres
maternal,
bendita entre las mujeres,
madrecita virginal.
Algo en tu rostro es divino
bajo tus cofias de lino.
Tus mejillas
—esas rosas amarillas—
fueron rosadas, y, luego,
ardió en tus entrañas fuego;
y hoy, esposa de la Cruz,
ya eres luz, y sólo luz...
¡Todas las mujeres bellas
fueran, como tú, doncellas
en un convento a encerrarse!...
Y la niña que yo quiero,
¡ay!, preferirá casarse
con un mocito barbero!
...
La monjita del tren machadiano no tiene nada que ver con la novicia de las Rimas ¿O sí?
María Ángeles Merino
Pedro Ojeda dice en "La acequia":
Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, parte de la mujer imposible como clave de la lectura de Bécquer... y llega hasta una monja machadiana. No os perdáis esta entrada.
13 comentarios:
recopiladas e interpretadas por joaquin diaz.
la última,la 32
Yo me quería casar
con un mocito barbero,
y mis padres me querían
monjita de monasterio etc..
muy buenas comparaciones.
un buen conjunto de versos, fotos...
biquiños,
Machado es profundamente becqueriano...
La entrada es excelente y toca una de las claves de la poesía becqueriana: la mujer inalcanzable. La volveremos a encontrar, en efecto, en El rayo de Luna.
En el fondo, no es mujer, sino poesía...
En épocas en las que pocas familias estaban libres de la inquietud del hambre, el que algún miembro fuera cura o monja representaba un alivio para las economías domésticas.
Las mujeres imposibles serán más deseables para los poetas...
De nuevo un fenomenal trabajo de ilustración. Se ve que conoces las rimas de pe a pa.
Un abrazo.
Siempre gusta lo que no se tiene, me volveré inalcanzable, inaccesible, todo rayo de luna...
Eso si, monja de clausura: ¡Nunca!
Es que da más juego poético si la mujer es inalcanzable, porque si no ya no tendría gracia, se perdería el sufrimiento.
Besos
Presa voluntaria tras la doble reja como la poesía en la mente del poeta.
Gracias, anónimo comunicante Viva..., por la selección de piezas, la de "yo me quería casar" pone los pelos de punta. La voz es muy bonita.
Aldabra: comparar es buen ejercicio, todo se parece y todo es ditinto. Biquiños.
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Pedro: la mujer inalcanzable, la poesía inalcanzable, la literatura inalcanzable...
Pancho: bien dices, eso para los poetas, qué caprichos más extraños los suyos...
Myriam: Myriam metamorfoseada en rayo de luna inalcanzable...monja de clausura nunca, en eso te alabo el gusto.
Asun: poesía frustración...
Paco: "presa voluntaria tras la doble reja", eso es, qué bien lo has dicho.
Besos, amigos visitantes
Abejita, veo que te vas superando a ti misma. ¡Qué buena entrada y luego dices que tú la poesía pues que la entiendes menos! En fin unas muy buenas comparaciones. Se nota que te lo curras y le echas horas.
Una reverencia especial para Sor Austringiliana de parte de la Sor Pardilla
Besos
Luz
Ele Bergón: Sor Austringiliana agradece sus palabras a Sor Pardilla, algo apartada del ruido mundano últimamente.
Esta entrada, me llevó mucho más tiempo del que yo pensaba, lo confieso.
Besos
Cuántas monjitas suspirarían tras los muros de los conventos, bien por obedecer al padre, o por un desengaño amoroso.
Muy acertadas las rimas con las fotos, como siempre
Un fuerte abrazo
Eres genial ilustrando textos y me gusta verte tan ilusionada y entregada al blog,yo ya no doy tanto de sí,estoy bien aunque he de reposar muchísimo,todavía me quedan dos consultas este mes.
Lo de las ventanas de la casa de mi bisabuela,abuela,mi madre y nosotros debía de ser para protegerse del tiempo tan frío en invierno como caluroso en verano,los suelos eran de piedra y los de las habitaciones de maderas,en los techos había unas vigas que conté cientos de veces en mis noches de insomnio y el fuego era de leña hasta que mi padre apareció con una cocina de butano que aún no existían en mi pueblo,muchas veces nos hemos quedado adormecidas junto al fuego apoyadas en los azulejos,de las primeras tareas del día era preparar el brasero.
Un abrazo,amiga
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