sábado, 18 de julio de 2009

"si fuese menester en una necesidad podría subir en un púlpito "


"¡Que sepa vuestra merced tanto, señor tío, que si fuese menester en una necesidad podría subir en un púlpito e irse a predicar por esas calles, y que con todo esto dé en una ceguera tan grande y en una sandez tan conocida, que se dé a entender que es valiente, siendo viejo; que tiene fuerzas, estando enfermo, y que endereza tuertos, estando por la edad agobiado , y, sobre todo, que es caballero, no lo siendo, porque aunque lo puedan ser los hidalgos, no lo son los pobres..."

Comentario, en forma epistolar, al capítulo 2.6 del Quijote, publicado en "La acequia", en la entrada titulada "Afirmación del camino personal", correspondiente al día 16 de julio de 2009.

Habla Antonia Quijana, sobrina de don Quijote.

Aquel día en que oímos a ese mentecato de Sancho hablar a su juiciosa Teresa de ínsulas y gobiernos, nos dimos por vencidas, predicábamos en desierto, sermón perdido. Lo habíamos ido comprendiendo, a medida que los sustanciosos caldos del ama iban haciendo efecto, cambiando aquel color amarillo por otro rosado más saludable. Irremediablemente volvería al ejercicio de la malandante caballería.

Mas no era empresa poco dificultosa cerrar la boca al ama, metamorfoseada en basilisco, que manifestó estar dispuesta a quejarse ¡nada menos que a Dios y al rey! , si mi tío persistía en sus intenciones aventureras. Confío en que nadie lo entienda como blasfemia…que las paredes oyen y el Santo Oficio... Don Quijote, como lo llamáis los que alentáis insensatamente sus locuras, no se inmutó. Dijo no desear causar pesadumbre a Su Majestad, que harto tenía con responder a los pesados memorialistas que escribían y escribían…

Y, a continuación, ¿qué creéis que se le pasó por el magín a mi buena y ocurrente nodriza? Pues le propuso que se hiciera caballero cortesano. ¡Discurso habemus!, dio en el blanco de su tema favorito. Efectivamente ya no cerró la boca hasta que llamaron a la puerta y… 


¡Caballero cortesano! De esos que conocen al enemigo sólo en pintura, bien comiditos y abrigaditos en sus aposentos, con su mapa en la mano, jugando a los soldaditos, mientras los caballeros andantes soportan el hambre, el frío y el calor, enfrentándose a un enemigo que mata. Nada de niñerías y desafíos, la guerra de verdad. Y un caballero andante no se ha de espantar por nada. ¡Ni por diez gigantes, de los que alcanzan las nubes, con tajantes cuchillos y amenazadoras porras con púas! No le han de espantar, gigantitos a mí, los acometerá de igual manera. El ama ha de ver la diferencia…y los príncipes también.

Pero, a continuación, fui tan sincera que provoqué la ira de mi querido tío, afirmando que todas esas historias son “fábula y mentira” e insinuando que debían ser señaladas como inmorales. ¡Nunca lo había visto tan enfadado conmigo! Si no fuera hija de su hermana, no sé qué terrible castigo haría conmigo, una “rapaza que apenas sabe menear doce palillos de randas “y se atreve a censurar a los caballeros andantes. Bueno, Amadís me perdonaría, no hace falta que me lo diga, lo conozco bien porque aprendí a leer con mi tío y el “Amadís de Gaula”, sin la ayuda de silabarios ni abecedarios… pero otros no son tan corteses y bien mirados, los hay “follones y descomedidos”…qué miedo.

Mi ánimo no quedó encogido con la filípica recibida y mi atrevimiento tocó techo: viejo, enfermo, agobiado, demasiado pobre para ser caballero… ¡Qué atrevimiento,qué poca vergüenza, Antonia!

En vez de castigarme, me dio la razón y me soltó una exposición sobre los linajes. Allí salieron a relucir faraones, ptolomeos, césares, príncipes, monarcas, medos, asirios, persas, griegos y bárbaros. ¡La Historia entera! Y algo muy hermoso, el camino a seguir por el caballero pobre que ha de ser: “afable, bien criado, cortés y comedido y oficioso, no soberbio, no arrogante, no murmurador, y, sobre todo, caritativo”. Si cuando mi tío habla de cosas serias…podría subir a un púlpito y los dejaría a todos con la boca abierta.

El discurso no acabó ahí, siguió con lo de las armas y las letras, el camino de la virtud, la senda del vicio…lo de siempre. Nos lo sabemos ¿verdad, ama mía? Y esos versos de Garcilaso, también ¿no es cierto?

Parecíame que nunca acabaría. Gracias al Cielo, llamaron a la puerta , mas era el aborrecido Sancho quien la aporreaba. El ama se escondió, caballero y escudero se encerraron en sus aposentos, allí tuvieron otro coloquio.

Vamos coligiendo que nuestro tío y señor quiere desgarrarse la vez tercera. Nada podemos hacer…

María Ángeles Merina, que si Antonia es Quijana yo soy Merina, un poco ovejuno queda el apellido...

Un abrazo a todos.


Pedro Ojeda Escudero dijo en este blog:

Me gusta mucho esta nueva mirada al Quijote. Cómo enriquece nuestra lectura.

Y en http://laacequia.blogspot.com/dijo:

La Abejita da voz a un nuevo personaje de su blog: toca la sobrina (con foto de sobrina), que nos permite una nueva mirada a la obra. Qué acierto tantos personajes para dar nuevos matices. En el comentario del capítulo, ilustrado con un púlpito al que bien podría subirse nuestro hidalgo, tenéis la demostración de esta nueva voz.

Gracias, Pedro, busquemos nuevas miradas y pasémoslo bomba con el Quijote, también en verano.

9 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

¡GENIAL! como siempre, querida Abejita. Me he reido y me ha encantado tu análisis. Besotes, M.

Anónimo dijo...

Ya veo que no descansas, ahora con los calores ración doble, con introducción y todo. Completo comentario de un capítulo breve pero interesante.Firmo como anónimo que estoy en un ordenador prestado y esto va muy lento. pancho

Abejita de la Vega dijo...

Gracias Merche y anónimo pancho que escribes en un ordenador prestado y lento.
Como tengo más tiempo...Merche también está que no para...
Besos

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Querida amiga, ya veo que nos descansas, que esto nos ata ,,,al menos la comunicación es fluida a pesar de las fechas. Original como siempre. un abrazo

Silvia dijo...

Muy bueno el comentario como siempre, como dice Merche nos hemos reido mucho, pobre sobrina, no sabe que hacer con su tio, dejarle supongo que sería la mejor idea, besos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me gusta mucho esta nueva mirada al Quijote. Cómo enriquece nuestra lectura.

Antonio Aguilera dijo...

No es la primera vez que coincidimos en nuetros anàlisis: serà porque estamos enamoraos de la misma persona o ente, Ntr. Sr D. Quijote.
Bueno, no me refiero al anàlisis, que el tuyo es insuperable, y hoy, ademàs, extraordinariamente original: metida en el pellejo de la sobrina etc.
Sino a la temàtica clerical, aunque sabes que no me mola mucho el tema; yo a mi post de ahora lo he denominado: Su Santidad Quijote I de La Mancha. Por la frase de la sobrina, claro, que le recomienda dedicarse a las homilìas.
Nos fijemos en el detalle.

Por cierto, ¿nos viste a la troupe de Espolón con algunos de La Acequia, después de unas sesiones de gimnasio??, es la imagen de Ojito que está bajo el 1º escrito.
Algunos se rieron, ya me dirás; es que este Ojito es un gamberrete..,jajaja

Abejita de la Vega dijo...

Manuel: ésta es una atadura buena y una comunicación fluida, fluida...

Silvia:tendrá que dejarle por imposible, qué remedio le queda a la pobre sobrina,no tiene ya enaguas o sábanas donde coser tanto encaje de bolillos.

Antonio: os habéis debido pasar horas y horas en el gimnasio,tablita de lavar o chocolatina o como se diga.Felicito a Ojito por la foto.Lo que me pude reír.
Cervantes tiene cuidadín con la Iglesia, aunque sutilmente, muy sutilmente meta su visión crítica propia de un erasmista,que ya había ardido alguno que otro.Es curioso que la sobrina le vea en un púlpito, sí. Su Santidad Quijote I de La Mancha.Eso es.

Abejita de la Vega dijo...
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