martes, 24 de junio de 2025

Crónica de la reunión lectora en torno a "Barrio húmedo" de Emilio Gancedo.




Como introducción, os aconsejo seguir este vídeo de la entrevista que Pedro Ojeda hizo a Emilio Gancedo, en la Casa Museo Zorrilla. 

Crónica de la reunión del 27 de mayo de 2025, del Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU, octava y última de este curso, 2024-2025, en su formato presencial, dirigida por el profesor Pedro Ojeda Escudero. El libro comentado fue Barrio húmedo del escritor y periodista leonés Emilio Gancedo.

La sesión comienza a la hora habitual, las cuatro y media de la tarde, en el aula 5.2 de  la Facultad de Humanidades y Comunicación, en el edificio del antiguo Hospital Militar.

Aquella tarde, olía a flor de acacia en el jardín. Con él entramos en el aula y Pedro nos presenta el libro y su autor. Ha gustado. 

Pedro Ojeda Escudero

 La foto de la portada ya es extraordinaria: la mujer que bebe a gollete, tal vez para aliviar una dura jornada de venta callejera. Una buena puerta para un libro que podemos leer de muchas maneras. Como algo muy local, puesto que habla de un barrio leonés bien conocido y famoso. Como algo universal, lo universal empieza por lo local. En todas las ciudades  hay un barrio con puntos en común con el citado, algo que podemos reconocer, muy local pero muy universal. 

Es una sucesión de cuentos, de historias con personajes y anécdotas. ¿O es una novela? A Pedro Ojeda le parece una novela, la novela de un lugar, su construcción a través del tiempo, por fragmentos de lo que va sucediendo y lo que permanece. Unos nos gustarán más, otros menos, desde la novela histórica del principio al costumbrismo del final.

La celebración de la vida a través del alcohol, a lo largo del tiempo suceden cosas...

Emilio Gancedo

Comienza el diálogo entre Pedro Ojeda (P.O.) y los lectores (L.): 

-(P.O.): ¿Qué os parecido? 

-(L.): Me costó al principio, luego iba subiendo, iba mejorando. Un análisis de la situación actual, con la droga y el machismo de las pandillas. Los primeros me parecían lejanos. Iban cambiando, acercándose a lo que yo he podido conocer.

-(L.): Es un señor que escribe muy bien, me llamaron la atención los sinónimos, cómo los usa. 

-(L.): Al ser relatos cortos me dejan un poco frío, como que quieres más.

-(L.): En conjunto me gustan mucho.

 -(L.): Me resultan cortos, como libros de hoteles.

-(L.): A mí es de las lecturas  que más me han gustado. Lo vas reconociendo, son situaciones que vas reconociendo, como las locuras de los que un día cualquiera se van a Roma sin más, he conocido gente que ha hecho esas barbaridades. Las descripciones son muy buenas, lees cosas como "solo hay una cosa peor que estar sobrio: estar borracho y no saberlo" y lo vuelves a leer. Sin embargo, me parecen cuentitos. 

-(L.): Es la historia de la ciudad de León. Se podría montar una historia equivalente sobre cualquier ciudad histórica. Como Burgos, centrado en las Llanas, por ejemplo, siguiendo su evolución. Aquí en lugar de una legión romana sería el castillo en el cerro, luego la ciudad iría bajando, creciendo hasta el río, la catedral, la muralla, etc. 

Barrio húmedo de León.

-(L.): He disfrutado, me ha gustado la cronología. Un recuerdo de las vivencias, algo tan antiguo. Placenteramente, así entras en el libro. La construcción de personajes me ha gustado mucho, la agilidad de un personaje a otro.

-(P.O.): Conocemos a alguien como éste, pensamos, los reconocemos, nos son familiares.

-(L.): Personajes muy bien elaborados, con su peculiar forma de escribir: una moraleja, un mensaje que sacas de todo. 

-(L.): Con tintes cervantinos clásicos. El factor sorpresa, el final insospechado, como el de la muda María Remoña que me encanta. 


-(L.): La riqueza, la fuerza de las frases cortas. La habilidad para trasladarnos a la ciudad que describe.

-(P.O.): Hueles el vino.

-(L.): Y está en el suelo.

-(L.): Te dirige de manera interesante. Muy peculiar el de Sor Juana Jesús del Rosario, es genial, no sabes por dónde va a salir, lo de los "profilácticos" te deja perplejo. 

-(L.): Me ha gustado también porque los cuentos marcan la evolución de la ciudad. En todos hay crueldad, maldad y dureza, pero siempre hay un personaje que lo equilibra. 

-(P.O.): Adjetivos pocos, describe con sustantivos, palabras que te dan pistas de lo que está hablando. 

-(L.): Me llevé un chasco con ese señor antiguo labrador, Anselmo Toldanos, que vive en una casa muy antigua y tranquila, con sus aperos de labranza y su vestimenta tan rancia, con faja y todo. Le ponen una discoteca debajo de la casa, enloquece y se muestra como lo que ya era pero no lo sabíamos: un asesino. Mata con la hoz al primero que pilla, como quien siega las mieses. Recuerda que también había matado a su mujer con una maza y dijo que la había pillado una camioneta. Y parecía tan pacífico. 

-(P.O.): Es que le han puesto un bar debajo de casa, eso alguno de vosotros lo habrá vivido...

-(L.): Sí, me tuve que mudar de casa. 

-(L.): Mis cuentos favoritos: el de Sor Juana y el de Santiago Botas.

Pedro Ojeda lee en la página 68: 

-(P.O.):"Llamó, entró y preguntó por el padre Antonino, a quien había visto tres veces en sus visiones: en una, sacando el demonio del cuerpo de un pobre paramés con ayuda de un misal, agua bendita y un garrote; en otra, comiendo ancas de rana con expresión de gusto indecible: y en otra más, haciendo de cuerpo junto a una acequia."

-(L.): "...una monja y un sacerdote arrojaban su colección de gomas vulcanizadas al pozo en que durante siglos habían acabado los despojos de los neonatos engendrados a lo largo del túnel que unía...el enorme convento con la vieja iglesia."

-(P.O.): Te lleva al lugar contrario. 

-(L.): En el de Beatriz Fierro, tenemos las alucinaciones de la droga.

-(P.O.): De uno a otro barrio, la ciudad es otra. Peleaban los de un barrio contra los de otro barrio. 

-(L.): Ahora es el fútbol el que provoca esas rivalidades. Ese espacio se construye con el alcohol. Ríos de vino.

-(L.): Bebida para licuar la pesadumbre. Poesía hablando del vino. 

-(L.): Luego fue la droga, cuánta gente cayó y no pudo salir.

-(L.): Recordamos los "barrios húmedos", aquellos bares y tabernas de nuestros años de estudiantes, en Burgos y otras ciudades. Pedro destaca que, enseguida, nos salen nombres, personalizamos. En Valladolid, el vino de Toro en la calle de la Pasión, un vino 20 céntimos, el "Penicilino", un porrón de vino con cacahuetes...En Burgos, los bocadillos de tortilla del Maite, el vino de misa de la Hilaria, los pinchos de la Moña, las bravas del "Burgos"...

Hemos disfrutado con la lectura de este libro y lo recomendamos. Son historias en que nos reconocemos, aunque no hayamos estado nunca en el Barrio Húmedo de León. 

Mi crónica está redactada, como otras veces, siguiendo mis rápidos apuntes tomados en la reunión, con la voluntad de acertar con su espíritu, ya que con la letra, toda la letra, es humanamente imposible.


Olía a flor de acacia. Sí. Y a vino. Hasta el curso que viene. 

María Ángeles Merino Moya


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