Así comencé la lectura de El héroe discreto, novela de Mario Vargas Llosa. Era aquí, en el blog "La arañita campeña", hace diez años. Sirvan mis palabras como homenaje, en el 14 de abril de 2025.
El sol más esperado, el más tierno y la novela de un Nobel. Paseaba por una solitaria carretera rural, en compañía de esta novela de don Mario Vargas Llosa, "El héroe discreto".
Y desde un páramo castellano viajé hasta Perú y la calle Arequipa, en Piura, en busca de un héroe, por las altas veredas. ¡Vivan las eres suavecitas!
Y, a continuación, estallaron las elles del estallido, del bullicio y de las calles llenas de gente. Era la hora, salió de su casa don Felícito Yanaqué, dueño de la Empresa de Transportes Narihualá.
Al mismo tiempo, el premio Nobel cogía a las agudas y las hacía bailar salsa Merecumbé, cogidas del brazo de las ches más dulces, sobre un papel en blanco.
Las ches melosas de la miel de canchaca, las melcochas, los chupetes, los chifles y las chucherías para churres churretosos.
Don Mario puso a pregonar su mercancía a los vendedores ambulantes e instaló el ciego Lucindo bajo la casa colonial. Y escribió: "Todo igual a todos los días, desde tiempo inmemorial". Tal vez, al llegar aquí, soltó la pluma, o cerró el ordenador, pensando en que impone mucho escribir después de que a uno le den el Nobel. Y el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el de la Paz en Alemania y el Premio Jerusalén. Muchos premios.
Pluma, ordenador...¿por qué dije pluma? Un poquito más y le adjudico la péndola de don Miguel de Cervantes, que en paz descanse...si le dejan. Ordenador, sí, tal vez sea una "computadora" con manzanita. ¡Basta ya de digresiones imaginativas! Entra de una vez.
A lo que íbamos, Vargas Llosa nos transporta a una bulliciosa y próspera ciudad de ritmo rápido, escenario del heroísmo de un hombre hecho a sí mismo: Felícito Yanaqué, un pequeño empresario del Transporte, en Piura.
Su historia discurre en paralelo con la de Ismael Carrera, próspero hombre de negocios, dueño de una aseguradora, en Lima. Ambas no parecen guardar relación; pero los dos protagonistas coinciden en la heroicidad de llevar personalmente las riendas de sus destinos. ¿Podemos calificar como discreta a tamaña heroicidad?
...
Era para la lectura colectiva de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda Escudero.
Que la tierra le sea leve. Descanse en paz.
María Ángeles Merino
https://aranitacampena.blogspot.com/2015/03/el-heroe-discreto-todo-igual-todos-los.html
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