miércoles, 13 de junio de 2018

El escritor Rafael Azcona y su novela "El pisito".





-¡Hola amigos que pasáis por aquí!  

Recordáis, de mi entrada anterior, que después del comentario de los dos libros y la visita a El rostro de las letras, bajaba yo con suma cautela las escaleras del Arco de Santa María y me despedía de Pedro Ojeda y de los compañeros del Club de Lectura hasta la próxima reunión. El pisito ya estaba en boca de algunos: sí, una peli muy vieja, con José Luis López Vázquez y Mary Carrillo. 

--Eran Rodolfo y Petrita, unos novios ya talluditos de finales de los cincuenta que buscaban en Madrid "el pisito" para poder vivir juntos, casados claro. La desesperación les llevó a protagonizar el triángulo más insólito: si Rodolfo se casaba con doña Martina, su anciana casera...


-¡Espera! ¡Austri! No te había visto.

--Pues he estado con vosotros, ahí arriba, viendo los retratos de los escritores y escuchando las explicaciones de Pedro Ojeda. ¡Andas tan despistada! 

-¡Y tú tan moruga! Si te parece, nos damos un tiempo para leer El pisito y quedamos para comentarlo, así me ayudas con la entrada, como otras veces. 

--Ya sabes que soy tu más fiel compañera de lectura. Nos vemos. 

A la semana siguiente, con El pisito de Rafael Azcona y delante de una taza de café: 

-¿Qué sabemos del autor? 


El nombre de Rafael Azcona (Logroño 1926, Madrid 2008) nos sabe a cine, a lo mejor del cine español, desde El pisito (1959) a Los muertos no se tocan, nene (2011).  A títulos como El verdugoLa escopeta nacional, La vaquilla, ¡Ay, Carmela!, Belle Époque o La niña de tus ojosGuionista con los mejores directores, considerado por muchos "como el mejor guionista español de la historia", con seis premios Goya, doce nominaciones en las categorías a Mejor guion original y Mejor guion adaptado, además del Goya de Honor que recibió en 1998. 



--Pero "siempre le molestó asumir la condición de protagonista" y "durante décadas, y gracias al oscuro papel del guionista en el cine español, Rafael Azcona evitó ser el centro de la atención con la ayuda de directores e intérpretes" (*) 


"Rafael Azcona (1926-2008) fue poeta, novelista y humorista gráfico antes de convertirse en uno de los mejores guionistas del cine europeo."



--Y parecía destinada al olvido, dormida en librerías de viejo, como una manifestación "de la grisácea España de un franquismo con vocación de eternidad". "Sus poemas y relatos de juventud buscaron un hueco en...las revistas provincianas... 

Voraz lector y autodidacta, a fuerza de leer empezó a escribir y fue "poeta joven y provinciano" (*) , de versos repletos de interrogaciones y exclamaciones, desengañados, tristes y escépticos. "Amores mal curados" (*) afirmaría años después. 



Logroño se le quedó pequeño y huyó del hastío provinciano: " se subió a un cochazo -un haiga- de su tío constructor y se plantó en Madrid con una idea -«Modestamente, ganarme la vida escribiendo»-. Un familiar le había conseguido un trabajo de contable en una carbonería que pronto abandonó y tuvo que subsistir "en los aledaños de una bohemia repleta de tipos estrafalarios, buscavidas y pícaros". (*) En su novela Los ilusos reflejará el ambiente donde se forjó como escritor, las tertulias y anécdotas en el Café Comercial, con escritores también llegados de provincias, como sus amigos Ignacio y Josefina Aldecoa. 



-Los "narradores del medio siglo", su grupo generacional, aunque la trayectoria de Azcona no siempre se ajuste a los cánones establecidos. 


...ya en Madrid...escribió novelas para las actualmente olvidadas colecciones de humor...Algunos de sus libros aparecieron en pequeñas editoriales... y otros fueron publicados...gracias al empeño de amigos..."



 --Azcona debía ganarse la vida "a base de artículos a setenta y cinco pesetas y chistes a cuarenta"(*)«Eso de que el hambre aviva el ingenio se dice para que los famélicos no pidan de comer, pero la anemia deprime y envilece mucho»

-Entre 1952 y 1958, colaboró en diversas y variopintas publicaciones, pero lo hizo principalmente en La Codorniz, de cuyo equipo de redacción llegó a formar parte durante un tiempo. Allí "hace del dibujo, literatura; y, posteriormente hará de las palabras, imágenes..incluye tiras de dibujos que radiografiarán la realidad circundante de una manera divertida y crítica. Todo ello con un dibujo de trazo sencillo".  Decía que aprendió a dibujar sólo con observar a Mingote porque tomaba todos los días café con él. 



--Y conseguirá un éxito popular con  El Repelente niño Vicente, "un niño ecuánime, limpio, aplicado, formal y respetuoso". (*) Un niño viejo desde que nació, un monstruo pedante y quisquilloso, insoportable, en línea con la pedagogía del nacionalcatolicismo. Todavía hoy se califica de "repelente niño Vicente" a las criaturas prepotentes y sabihondas, forma parte del lenguaje popular y docente, al menos entre los españoles de cierta edad; aunque desconozcan su origen.


Repelente niño Vicente

-Llegamos, por fin, a El pisito. El director italiano Marco Ferreri le llamó a La Codorniz con la propuesta de adaptar Los muertos no se tocan, nene (1956) que no cuajó. Marco Ferreri no tenía dinero pero su entusiasmo arrastró a su nuevo amigo, recorrieron las calles madrileñas y se rodaron por fin dos películas, El pisito (1958) y El cochecito (1960), basadas en novelas publicadas por Azcona poco antes. Abrieron caminos para el cine español, a pesar de la escasa acogida popular y los problemas económicos. 



--¿Hemos leído el guión de la película? 

-No. "El pisito es una obra con tres versiones"(*). La primera fue escrita en 1957 y publicada en la colección "El club de la Sonrisa" "que reunió a los mejores humoristas españoles del momento" (*). La segunda es el guión cinematográfico, en colaboración con Marco Ferreri, publicado en 1961, tres años después de la película homónima. La tercera "es el relato que con el mismo título se incluyó en Estrafalario/1. Fue escrito cuarenta años después de la novela original y se basa, fundamentalmente, en la adaptación cinematográfica, aunque también se recuperaron pasajes del original que, en su momento, fueron eliminados por autocensura."(*).


El autor de la edición de Cátedra, Juan Antonio Ríos Carratalá, "tras hablar con Rafael Azcona", dice que "optamos por editar la tercera versión. No es la mejor necesariamente. La habitual modestia del autor le llevó a infravalorar sus trabajos literarios publicados durante los años cincuenta. Y, en concreto, habló de esta novela como un texto propio de su etapa humorística" (*)

--¿Humorística? Leemos: "No lo es en un sentido estricto, incluso sorprende la inserción de una obra tan dura, y a veces sombría, en una colección titulada "El Club de la Sonrisa". Hay humor en el punto de vista desde el cual es observada una historia trágica, inserta en una cotidianidad que nos remite a una imagen tremenda de la España de la época."(*)

Dura, sombría, trágica, tremenda. Amarga, diría yo. Vamos en busca de "El idilio". 


-Comienza con una cadena de pequeñas catástrofes, como en un tebeo de Bruguera. O como en aquel capítulo del Quijote en el que leíamos: "Y así como suele decirse «el gato al rato, el rato a la cuerda, la cuerda al palo»



Suenan las cinco en el reloj, doña Martina se remueve en la cama, el gatazo resbala por la colcha, cae a plomo en el orinal, el maullido despierta al callista, el callista Dimas salta de la cama, irrumpe en el cuarto del escribiente Rodolfo y, a continuación,  Dimas y  Rodolfo, en camiseta y calzoncillo, van a presentar protestas a la habitación. Din don, din don, din don, din don, din don, zzzzz, plof, miauuuuu, brrrr. ¡Sí, sí, de tebeo! Esto es para despistar, para que pensemos que vamos a reírnos mucho. 



--Seguimos. Dimas coge un paraguas con la intención de cargarse al gato pero Rodolfo bosteza, otra vez lo del gato, y se concentra en la mancha de chorizo de su corbata, no tiene otra, la criada no la limpió y eso que le dejó una nota. Dimas le insta a despertarse de una vez, coño, que Maricruz no va a estar levantada tan pronto, que se deje de corbatas, me la tengo que poner hoy, yo te regalo una, que tengo más de cien en el baúl, que urge liquidar al gato. El escribiente sabe que el callista es un "mitómano" y ni caso al ofrecimiento. De pronto se le enciende una luz y cae en la cuenta: "Eso. Tú te cargas al gato y doña Martina se muere del disgusto." ¿De tebeo? Aquí hay gato encerrado y nunca mejor dicho. 



-Cuántas veces le habrán dicho a "esa vieja chocha" que meta el orinal debajo de la cama, tan fácil y ni caso. Dimas prepara el saco del serrín, que se atenga a las consecuencias. Tú te pones en la puerta con el saco, el gato adentro y al Manzanares con él. Si la vieja casera palma, mejor. 

--Rodolfo no se preocupa por los manejos de Dimas, ya sabe él a lo que conducen "una mañana sí y otra también". Él lo que tiene es hambre, abre la fresquera y se enfrenta a las sobras de la sopa de la cena. Mientras sorbe la sopa, Dimas con sus quimeras, dice no sé qué de un emperador de la China. 

-Las corbatas son un bien escaso y se suelen manchar de chorizo. No importa demasiado levantar a la criada a las cinco de la mañana. Rodolfo está a punto de cumplir los cuarenta, empieza  a perder pelo y luce "bigotito de galán de Cifesa". Siempre tiene un hambre de Carpanta. La fresquera está casi tan vacía como su estómago. La sopa tiene poca grasa y no le importa beberla fría, sorbiendo de la cacerola. 


Carpanta

--Aterrizamos en la dura realidad de la España todavía autárquica de finales de los cincuenta, con pobres sin amor ni bondad, Azcona "nunca pretendió buscar hay aire puro en el entorno de la gente humilde" (*) . No son pobres épicos como pueden ser los de Ignacio Aldecoa. Nadie mejora moralmente por pasarlas canutas, lo vamos a ver en El pisito. 


Pobres según el Repelente niño Vicente

-Después de la sopa, nos metemos de cabeza en el tema principal: la búsqueda angustiosa del ansiado pisito. Es pura supervivencia, Rodolfo no se puede casar con su novia Petrita y ya son catorce años. El callista Dimas, su compañero de inquilinato, le propone un plan, aunque a él lo del piso ni le va ni le viene...En realidad es parte interesada, a ver qué va a hacer con su consulta, lo de establecerse en La Castellana es una de sus quimeras. Leemos: 

"Y si la vieja palma, mejor. ¿No te ha prometido dejarte el piso cuando se muera?"

"...doña Martina no es millonaria y sólo tiene ochenta años.

"Pero tiene el piso. Y tú sin piso, seguirás sin poderte casar con Petrita."

--Sigue el tebeo. Escuchan detrás de la puerta, la anciana habla dulcemente con el gato mientras lo seca. Le va a dar friegas de colonia, bufidos, fenómeno le pegamos fuego y listo, le dará un riñoncito de cerdo, eso y a nosotros carne de caballo de picador, bueno pero alimenta.

Rodolfo va a colaborar sin ganas en lo de meter en el saco al gato. El callista le ha llamado "cojonazos" y le ha augurado el descolgamiento de su escroto. Rodolfo se encoge de hombros, el bicho es muy traicionero, él ha cumplido avisando. Ocurre lo que tenía que ocurrir: lucha con la bestia y zarpazo a la cara. 

-Pasamos a la parte seria, amenaza a la casera con empapelarla a ella y al gato. La anciana le desafía con lo que más le puede doler: "¡Y yo le denuncio por falta de pago! ¡Que me debe un mes de pensión!" El arañado se amansa, son las cinco, no es momento de hacer cuentas, yo estoy para cosas más serias, o cambia de gato o mete el orinal debajo de la cama. Sale dando un portazo. 

--Rodolfo se queda hablando con doña Martina y, mientras aprovecha para desinfectarse una espinilla con colonia, descubre que Dimas se le ha adelantado:

-...Pero no sabe lo que me ha propuesto?
-No.
-Quiere que lo adopte.
-¿A quién?
-A él. así cuando muera, lo que el Señor no quiera, hereda el piso y ya no se lo puedo dejar a usted.
-No se preocupe, que yo no voy a prohijar a ese perdulario. El piso será para usted, para que se case con su novia y me cuiden a Teo cuando yo falte.

-El callista le ha traicionado, se le ha adelantado. Lo negará, por supuesto. Empieza la guerra por el pisito. Es un relato duro, crudo, prevalece la tristeza. Es la realidad de la España de los cincuenta, pero con una vuelta de tuerca, a Azcona le gustaba mucho Valle Inclán. Esperpento ¿moderado?

«El realismo, si no se le da una vuelta de tuerca, se queda en nada. En mi caso, yo creo que lo que he hecho siempre es distorsionar moderadamente lo trivial».

-.¿Cómo ves tú a los protagonistas?

--Rodolfo es débil y acomodaticio, nos da un poco pena. Calzonazos, cojonazos, sí algo hay de eso. Petrita nos puede caer antipática, es muy burra, sí, Azcona se pasa con tanta burra, hay que ver qué tragaderas las suyas, pero qué energía para salir del agujero. "Está dispuesta a cualquier cosa para casarse, ser inquilina, dejar la abarrotada casa de su hermana, mandar y tener un hijo". (*) Rodolfo es el que le ha tocado y no hay otro, le da bocadillos, le calma los ardores sin acostarse con él porque es muy decente y prefiere urdir la boda de su Rodolfo con la anciana, antes que quedarse sola. Ya no hay pasión pero algo queda. 

-Rodolfo, Petrita y doña Martina van a formar un insólito triángulo. Nos gusta la dulzura de la anciana, lo poco dulce que encontramos en la obra. 


El triángulo insólito de El pisito

De la película, hay que hablar también. Esa Gran Vía siniestra, esos descampados donde no llegaba el tranvía, esas habitaciones pequeñas y claustrofóbicas, el nene en el orinal al lado de los comedores de caracoles, bueno...No me extraña que mi madre cuente que no solían ver películas españolas, que iban al cine a ver gente bien vestida y casas lujosas. 

--Ni italianas. 

-El cine era para soñar y salir de la dura realidad.

Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de María Ángeles Merino.

Y Austri.

Las frases en cursiva y azul, señaladas con (*) están tomadas directamente del excelente e interesante estudio realizado por el profesor Juan Antonio Ríos Carratalá, en la 1ª edición de El pisito, 2016, Biblioteca Cátedra del Siglo XX. También utilizo el siguiente enlace: http://www.cineparaleer.com/libros/item/721-la-obra-literaria-de-rafael-azcona (con texto del mismo autor)

También: http://www.cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/azcona/estebanObra.shtml
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/asalto-al-humor-azcona-en-la-codorniz-y-pueblo/html/ff2e83c0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_3.html

7 comentarios:

La seña Carmen dijo...

Lo de no querer ir al cine a ver lo que sufrías a diario tiene mucha razón de ser, porque al cine se va a entretenerse y a relajarse, a pasar el domingo, que es día de holgar, de divertirse y de ir a comer o merendar fuera.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Esto promete entre Austri y tú. Adelante, a los años cincuenta sin miedo. Buena forma de introducirnos.

Myriam dijo...

Acabo de terminar El pisito y la kilométrica introducción de Carratalá.

Me gusta mucho el humor de Rafael Azcona, y su humildad, tan lejos él de las luces de neón y tan sobreviviente.

Me gusta que hayas traido también a Sor Austri.

Besos


Myriam dijo...

Si llego a hacer un aporte, enlazo esta magnífica introducción tuya.

Más besos

Ele Bergón dijo...

Sí, es un bueno retrato de la España gris de aquella época. "El pisito" se centra en Madrid, pero ni te cuento cómo era entonces por los pueblos, el gris casi se convertía en negro.
Me gusta la novela a pesar de su humor ácido y que Petrita no sale muy bien parada. El "bueno" de Rodolfo. El impresentable de Dimas. Los personajes muy bien perfilados y definidos.
En fin, que Austri tiene una buena tela que cortar.
Interesante lo que apuntas del autor.

Besos

María Pilar dijo...

¡Wow! Cómo me ha gustado este reportaje, lo del autor lo que más por ser desconocido para mí. Conocía al Azcona del cine, pero... Sorprendidísima me has dejado. Austri, divina. Es un pozo de sabiduría.
Besos, para las dos.

Myriam dijo...

Estoy trabajando en mi aporte, me falta el final.
Lo publicaré la semana que viene.

Qué cierto:
"No son pobres épicos como pueden ser los de Ignacio Aldecoa. Nadie mejora moralmente por pasarlas canutas, lo vamos a ver en El pisito".


Besos