jueves, 4 de abril de 2013

"...de eso no se puede reír nadie, a no ser que sea un canalla. Matar así de una manera tan bárbara..."



Máquina plana tipográfica de imprimir Heidelberg año 1900.
Comentario a algunos contenidos de la novela "Aurora roja", de Pío Baroja. Para la lectura colectiva de "La acequia", dirigida por Pedro Ojeda.

¡Hola Manuel Alcázar!

Ya estás bien aclopado al engranaje, te estás aburguesando, dice tu hermano Juan. No te puedes despistar con la imprenta. A quién se le ocurre dejar a  Jesús de suplente. Estabas enfermo de  fiebres intermitentes, preocupación y  depresión nerviosa. Regresas y  ves a todos los del taller en procesión, vestidos de mamarracho, celebrando la primera "curda" del aprendiz, seguida de un bautismo burlesco, con neófito de palo y vino de bota.


"En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo—gritó—, te bautizo y te doy el nombre de Curda I, rey de todas las Cogorzas, príncipe de la Jumera, conde de la Tajada y señor de la Papalina."

"Los borrachos" o "Triunfo de Baco", Velázquez
Después, lo alojas en tu casa, tiene dinero; de dónde lo saca si no trabaja. La Ignacia y la Salvadora descubren que se dedica a  saquear los cementerios clausurados de la vecindad. Mármoles, metales, todo se aprovecha...menos los muertos. Un día vas detrás de él y lo compruebas, no se les escapa nada a las mujeres. Afeas su conducta, le adviertes de que la policia está avisada. Él tiene su particular punto de vista, también el fraseólogo y veterinario señor Canuto anda metido en esto, una buena persona:

"¿No se puede ser una buena persona y aprovecharse de lo que no sirve para nadie? ¿Para qué quieren ellos el cobre, las lápidas, ni lo demás?"

 
Al final, te pide diez duros para irse "al moro", a Tanger, y desaparece. Punto y final del escritor para un personaje con una trayectoria opuesta a la tuya; recuerda que lo conociste como honrado cajista, cuando eras aprendiz , recién aparcada la golfería.
 


Utensilios de cajista

Y te hizo entonces la fatídica pregunta, si no te daba asco "esta vida tan igual y tan monótona". Tu respuesta, un "¡psch".  Ya adquirías ligereza componiendo líneas que luego veías impresas , eran para ti motivo de orgullo. Pero te arrastró y hubo un largo deambular por cobertizos, casuchas abandonadas y asilos. Baroja lo despacha y así te quita de en medio la tentación.
 

Tienda Asilo

Una vez engranado, tu creador te va a hacer testigo del movimiento anarquista en Madrid. En el mundo obrero comienza a cristalizar una conciencia de clase social y, como consecuencia, la organización de socialistas y anarquistas. Los socialistas, "socialeros", nunca merecieron la atención del escritor. Sin embargo, nos sorprende el profundo conocimiento de Pío Baroja acerca del mundo anarquista, su ideario, los habituales debates en las reuniones, los activistas libertarios, los atentados terroristas, las infiltraciones de la policia...Incluso llega a imaginar un atentado que nunca fue, el día de la Coronación de Alfonso XIII.
 
Coronación de Alfonso XIII, 1 junio 1902
 
 Conoces las tertulias anarquistas a través de tu hermano. Juan descubre la taberna "La aurora", un dia que pasea con un amigo pintor , el "Libertario", un "fanático",  a pesar de su apariencia de hombre que todo lo toma a broma.
 
 Allá en la hondonada que la ciudad rellena con escombros, junto a volquetes y canteros, en una urbe entonces a medio hacer, casi rural, donde "rebaños de cabras escuálidas" pastan los escasos hierbajos. Allá, en un solar, está la taberna, junto a una churrería y un juego de bolos.
 


Juan y el "Libertario" se sientan en el emparrado de la taberna, el pintor trata de convencer a tu hermano. Para él, "lo principal en el anarquismo era la protesta del individuo contra el Estado; lo demás, la cuestión económica, casi no le importaba...Él no quería obedecer". Juan escucha y calla, desengañado de los artistas, "una gente mezquina e indelicada", con todas las malas pasiones burguesas.

Sorolla, "amigo" de Baroja.

Y, "como en Juan las decisiones eran rápidas y apasionadas, al retirar su fe en los artistas la puso de lleno en los obreros". "El obrero era para él un artista con dignidad, sin la egolatría del nombre y sin envidia". Y, a continuación, don Pío Baroja nos ofrece un juicio muy severo acerca de los obreros, tal vez fruto de su bregar con los de la tahona:

"No veía que la falta de envidia del obrero, más que de bondad, dependía de indiferencia por su trabajo; de no sentir el aplauso del público, y tampoco notaba que si a los obreros les faltaba la envidia, les faltaba también, en general, el sentimiento del valor, de la dignidad y de la gratitud."

1907. Asalto a una tahona en Madrid.
Manuel, tú tienes clara tus ideas. O existen unas consecuencias prácticas o sólo es palabrería.

"-Hombre, a mí la anarquía me parece bien, con tal de que venga en seguida y le dé a cada uno los medios de tener su casita, un huertecillo y tres o cuatro horas de trabajo; pero, para no hacer más que hablar y hablar, como hacéis vosotros, para llamarse compañeros, y saludarse diciendo: ¡Salud!, para eso prefiero ser sólo impresor."

De todas maneras, vas a "La Aurora", a la reunión bautizada como "Aurora Roja". Irás a ver lo que es eso, aunque pienses que el día menos pensado acabarán todos en la cárcel. Celebráis la reunión en le invernadero, el cuarto es demasiado chico. Se habla en voz baja, escuchando el repiqueteo de las gotas de lluvia sobre el cristal.


Casi todos los domingos, hay presentación de un compañero en "Aurora roja". Los dos más exóticos fueron un francés y un ruso.

Caruty, el francés, era malamente entendido por los contertulios, le preguntan por su familia y contesta que quisiera verlos ahorcados. Y rompe a cantar, simulando que tiene los brazos atados. Es lo que cantaba el anarquista  Ravachol, camino de la guillotina, insultando a los burgueses, con el repetido estribillo "Nom de Dieu".

Ravachol
La conferencia del ruso, Ofkin, es todo ciencia. Os quedáis asombrados escuchando que "la cuestión social era una cuestión de química, de creación de albuminoides por síntesis artificiales. Transformar pronto las substancias inorgánicas en orgánicas: ésta era la base para resolver la lucha por la vida". Pensaste que " la anarquía de aquel señor era también algún producto químico, encerrado en un frasco". El protylo no entusiasmó a nadie.
Cosas de química.
Pero se rememoran atentados terroristas: Angiolillo, Pallás y Salvador. A los contertulios les gusta escuchar sus detalles.  Todos están encantados coreando el "dynamitons":

"Dame dynamite que l'on danse vite chanton et buvons et dynamitons dynamite, dynamite dynamitons."

Te repugna la violencia que oyes describir, condenas los asesinatos y eres recriminado por lo demás. Te consideran un redomado burgués, nada menos que propietario de una imprenta. Así lo manifiestas:

"...de eso no se puede reír nadie, a no ser que sea un canalla. Matar así de una manera tan bárbara..."


Bomba del Liceo de Barcelona (Santiago Salvador)

Nadie puede matar de una manera tan bárbara, tampoco en nombre de la Justicia, la dama de la toga negra que: "en vez de personas dignas a su alrededor, está rodeada de curiales, alguaciles, escribanos, relatores, prestamistas, corredoras de alhajas, hombres buenos, abogados de fama y abogados de poyete..., una larga procesión de sacacuartos y escamoteadores, que empieza muy alto y acaba en el verdugo, que es un escamoteador de cabezas."

Justicia
Te repugna oír al  juez que trata así el caso del Bizco, condenado a muerte:

"-¡Nada, nada! -exclamó el viejo de la barba blanca-; hay que hacer un escarmiento. Hemos quedado en que se fije la fecha del recurso para después de mayo, no vaya a ser indultado por el santo del rey."

Juan y tú estáis más en sintonía con el joven togado que repone tímidamente al barbudo:

"-En estos casos... es cuando se pregunta uno si la sociedad tiene derecho para matar; porque, indudablemente, este hombre no ha estado nunca en posesión de su conciencia, y la sociedad, que no se ha cuidado de educarle, que le ha abandonado, no debía tener derecho..."

El Bizco sólo desea que le digas al verdugo que no le haga daño. Y así lo haces.

Garrote vil.
Hablas con el verdugo que "hará todo lo que se pueda". Ha ejercido muchos oficios, padre de familia, moría de "jambre" y por eso lo hace. Ha ejecutado "unos catorse o quinse". No bebe y los trata bien, "aunque esté mal desirlo. No como el de antes, que les hasía sufrí a posta. " Como iba bebido...
 
"El aparato...muy sensiyo. Do planchas de asero que se ajuntan. Se ponen así -y el verdugo cogió el frasco de vino por el cuello con su mano ancha y velluda—, y luego se hace ¡crac!, y ya está."
 
Y el hombre no se siente responsable de sus actos.

"Soy yo el que lo manda mata?, ¿soy yo el presidente de la Audiensia, que pone su firma en la sentensia de muerte? Entonse, ¿por qué me despresian a mí?"

Juan se seca el sudor frío, mientras Caruty recita a Villon. Tu hermano enferma gravemente, sus ideas se radicalizan. Merece que le dedique otra entrada.

Un abrazo de:

María Ángeles Merino

Palabras textuales tomadas de:
http://www.gutenberg.org/files/40544/40544-h/40544-h.htm


7 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Tienes toda la razón. En esta tercera parte de la trilogía, las ideas de Manuel se van afirmando por lo que ve y oye, en el mismo camino que en las dos partes anteriores, pero ahora con una mayor serenidad y madurez. Su prudencia -y la Salvadora, claro-, lo alejarán de malos pasos. Recuerda, sin duda, el hambre pasada.

Merche Pallarés dijo...

Bueno, ya me he enterado de que la "Aurora roja" es un lugar de tertulia ¡anarquista! nada más y nada menos... Besotes, M.

Myriam dijo...

Me recorrió un escalofría al recorrer estos pasajes de nuevo contigo, en especial, cuando en Bizco pide que no le hagan doler al matarlo.

Besos

Bertha dijo...

Por lo menos va enderezando su camino para bien no cabe duda que ha tenido mucha suerte con la compañera que tiene una mujer sensata y emprendedora.

El garrote vil...Me ha venido a la memoría la película el vergudo.Y en una de las escenas dice lo mismo que el verdugo de esta triología.Que el solamente se limita a lo que le mandan...dificil oficio sobre todo por la conciencia que hay que tener.

Un abrazo MªAngeles feliz día.

Ele Bergón dijo...

Ya veo que sigues dialogando con este Manuel que parece va creciendo como persona. Ya sabes que saqué el libro de la biblioteca, un poco por tus comentarios tanto del blog como telefónicos, pero al final, creo que no es mi tiempo de leer a Pío Baroja. Lo tengo pendiente.

Ayer te llamé, pero al final no di contigo. A ver hoy si podemos hacerlos

Besitos

Luz

pancho dijo...

Manuel aparece bien acoplado al arte de conseguir cosas, llega la hora de las prisas por tener cuanto más mejor. Si es honradamente, es lícito, además de recomendable para no pasar penurias.

La deriva de Jesús es destacable, es buena gente, pero no se asienta con las mujeres. A Manuel le ayudó cuando llegó a la imprenta por primera vez. Me imagino a Baroja escribiendo la escena de la procesión de los borrachos, se lo pasaría de miedo. Hay que tener imaginación para escribirlo.

Excusa la tardanza en dejar huella por tu estupendo comentario, no he andado muy fino el fin de semana con los blogs, sin querer, surgen otras obligaciones.

Un abrazo.

Myriam dijo...

Y este pasaje que citas está genial
"En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo—gritó—, te bautizo y te doy el nombre de Curda I, rey de todas las Cogorzas, príncipe de la Jumera, conde de la Tajada y señor de la Papalina."

jajajaja lo vuelvo a leer y me causa gracia.

Besos