martes, 1 de julio de 2025

Se fue Germán Gullón, el gran amigo de Galdós.


Descanse en paz el doctor, catedratico, escritor y crítico literario Germán Gullón, gran experto en Benito Perez Galdós. 

Pienso que cuando hablaba del escritor canario solo le faltaba persignarse, valga la hipérbole, y nos contagiaba la devoción. Cómo le enfadaba la "tontada' de Vargas Llosa, los Nobel también las sueltan: que Galdos no era moderno porque no era flaubertiano. "Ni falta que le hacía", clamaba, los lectores aplaudiendo. 

Que la tierra le sea leve. Murió el 28 de junio, lo supe el doningo por un sentido escrito del músico y escritor  Diego Fernández Magdaleno, donde comentaba un encuentro que ya no será posible. 

Abrí la ventana, se preparaba la tormenta, saqué la biografía, Galdós maestro de las letras modernas, una obra imprescindible que nos permite disfrutar aún más de la lectura.  

 Voy a echar de menos sus You Tube", esos pequeños vídeos donde conversaba, en su casa, sobre literatura con su mujer Leti, especialmente los dedicados a su Galdós, siempre precedidos de la misma música de un piano. Volveré a ellos.

Me gustaría creer que Germán está ahora con su amigo Benito.

María Ángeles Merino

https://youtu.be/r7uQ4Sow57Q?si=hDKE2pcfdvry9U2_

La que está cayendo en un día "de los calurosos del mes de julio".

 





La que esta cayendo...Esta mañana había que salir pronto a dar el acostumbrado paseo, en un  día " que era de los calurosos del mes de julio". 

Ya esta aquí julio, las palabras de don Quijote pueden ser buena compañía. Echo un vistazo al río desde el puente Gasset, cruzo y enfilo la Quinta. Andando, busco el capítulo, qué fácil y a mano lo tenemos ahora. Leo:

"Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de julio, se armó de todas sus armas, subió sobre Rocinante, puesta su mal compuesta celada, embrazó su adarga, tomó su lanza y por la puerta falsa de un corral salió al campo, con grandísimo contento y alborozo de ver con cuánta facilidad había dado principio a su buen deseo..."

"Agravios, tuertos, sinrazones, abusos, deudas…le queda mucha tela que cortar a don Quijote. Adiós a su plácida vida de hidalgo rural, adiós a los pantuflos y a las lentejas de los viernes...". Así lo contaba yo hace unos años y lo guardé en mi blog: queda mucha tela que cortar. 

La que esta cayendo ...Escucho la radio, estos días tan calurosos, las tormentas aquí aguaron las fiestas de San Pedro, cayó un árbol y hubo tres heridos, uno grave. Y unos salvajes insultaron y agredieron a una cantante, siento vergüenza ajena. 

Sigo el paseo. A ver este mes de julio. Y más allá. 

El Quijote es un buen refugio, aunque sepamos que va a ser derrotado. Y que  buscaremos un sitio en su montura, como León Felipe. 

Se ven las piedras debajo del agua. Algunas permanecen en las profundidades. 

Habrá tormentas. Queda mucha tela que cortar. 

Y hay cosas que se cuentan sin contar.

María Ángeles Merino Moya

http://leemoselquijote.blogspot.com/2013/08/nunca-fuera-caballero-de-damas-tan-bien.html

https://aranitacampena.blogspot.com/2011/01/nunca-fuera-caballero-de.html



jueves, 26 de junio de 2025

"El verano del Quijote" y yo.

 

Ahí tenéis una marciana, no sé si de Ganimedes o de Reticulí. Lee y saca fotos, en su cabeza unos extraños papeles de aluminio, tal vez le sirvan de antenas.

Bromas aparte, cuando un libro nos lee, nos metemos de cabeza en él y no lo dejamos ni a sol ni a sombra, ni en la peluquería. 

Estoy con El verano de Cervantes de Antonio Muñoz Molina. El Quijote lee al escritor de Úbeda y el de Úbeda me lee a mí, doble lectura. 

De nuevo con el gran libro que me lleva leyendo...ni sé cuántos años, el muy malandrín.

 Siempre en verano, aunque sea invierno. Y aquella lectura colectiva del Club de lectura de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda Escudero, qué verano aquel, duró más de dos años. 

No hace frío en el Quijote, nunca. O casi nunca.

María Ángeles Merino 



martes, 24 de junio de 2025

Crónica de la reunión lectora en torno a "Barrio húmedo" de Emilio Gancedo.




Como introducción, os aconsejo seguir este vídeo de la entrevista que Pedro Ojeda hizo a Emilio Gancedo, en la Casa Museo Zorrilla. 

Crónica de la reunión del 27 de mayo de 2025, del Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU, octava y última de este curso, 2024-2025, en su formato presencial, dirigida por el profesor Pedro Ojeda Escudero. El libro comentado fue Barrio húmedo del escritor y periodista leonés Emilio Gancedo.

La sesión comienza a la hora habitual, las cuatro y media de la tarde, en el aula 5.2 de  la Facultad de Humanidades y Comunicación, en el edificio del antiguo Hospital Militar.

Aquella tarde, olía a flor de acacia en el jardín. Con él entramos en el aula y Pedro nos presenta el libro y su autor. Ha gustado. 

Pedro Ojeda Escudero

 La foto de la portada ya es extraordinaria: la mujer que bebe a gollete, tal vez para aliviar una dura jornada de venta callejera. Una buena puerta para un libro que podemos leer de muchas maneras. Como algo muy local, puesto que habla de un barrio leonés bien conocido y famoso. Como algo universal, lo universal empieza por lo local. En todas las ciudades  hay un barrio con puntos en común con el citado, algo que podemos reconocer, muy local pero muy universal. 

Es una sucesión de cuentos, de historias con personajes y anécdotas. ¿O es una novela? A Pedro Ojeda le parece una novela, la novela de un lugar, su construcción a través del tiempo, por fragmentos de lo que va sucediendo y lo que permanece. Unos nos gustarán más, otros menos, desde la novela histórica del principio al costumbrismo del final.

La celebración de la vida a través del alcohol, a lo largo del tiempo suceden cosas...

Emilio Gancedo

Comienza el diálogo entre Pedro Ojeda (P.O.) y los lectores (L.): 

-(P.O.): ¿Qué os parecido? 

-(L.): Me costó al principio, luego iba subiendo, iba mejorando. Un análisis de la situación actual, con la droga y el machismo de las pandillas. Los primeros me parecían lejanos. Iban cambiando, acercándose a lo que yo he podido conocer.

-(L.): Es un señor que escribe muy bien, me llamaron la atención los sinónimos, cómo los usa. 

-(L.): Al ser relatos cortos me dejan un poco frío, como que quieres más.

-(L.): En conjunto me gustan mucho.

 -(L.): Me resultan cortos, como libros de hoteles.

-(L.): A mí es de las lecturas  que más me han gustado. Lo vas reconociendo, son situaciones que vas reconociendo, como las locuras de los que un día cualquiera se van a Roma sin más, he conocido gente que ha hecho esas barbaridades. Las descripciones son muy buenas, lees cosas como "solo hay una cosa peor que estar sobrio: estar borracho y no saberlo" y lo vuelves a leer. Sin embargo, me parecen cuentitos. 

-(L.): Es la historia de la ciudad de León. Se podría montar una historia equivalente sobre cualquier ciudad histórica. Como Burgos, centrado en las Llanas, por ejemplo, siguiendo su evolución. Aquí en lugar de una legión romana sería el castillo en el cerro, luego la ciudad iría bajando, creciendo hasta el río, la catedral, la muralla, etc. 

Barrio húmedo de León.

-(L.): He disfrutado, me ha gustado la cronología. Un recuerdo de las vivencias, algo tan antiguo. Placenteramente, así entras en el libro. La construcción de personajes me ha gustado mucho, la agilidad de un personaje a otro.

-(P.O.): Conocemos a alguien como éste, pensamos, los reconocemos, nos son familiares.

-(L.): Personajes muy bien elaborados, con su peculiar forma de escribir: una moraleja, un mensaje que sacas de todo. 

-(L.): Con tintes cervantinos clásicos. El factor sorpresa, el final insospechado, como el de la muda María Remoña que me encanta. 


-(L.): La riqueza, la fuerza de las frases cortas. La habilidad para trasladarnos a la ciudad que describe.

-(P.O.): Hueles el vino.

-(L.): Y está en el suelo.

-(L.): Te dirige de manera interesante. Muy peculiar el de Sor Juana Jesús del Rosario, es genial, no sabes por dónde va a salir, lo de los "profilácticos" te deja perplejo. 

-(L.): Me ha gustado también porque los cuentos marcan la evolución de la ciudad. En todos hay crueldad, maldad y dureza, pero siempre hay un personaje que lo equilibra. 

-(P.O.): Adjetivos pocos, describe con sustantivos, palabras que te dan pistas de lo que está hablando. 

-(L.): Me llevé un chasco con ese señor antiguo labrador, Anselmo Toldanos, que vive en una casa muy antigua y tranquila, con sus aperos de labranza y su vestimenta tan rancia, con faja y todo. Le ponen una discoteca debajo de la casa, enloquece y se muestra como lo que ya era pero no lo sabíamos: un asesino. Mata con la hoz al primero que pilla, como quien siega las mieses. Recuerda que también había matado a su mujer con una maza y dijo que la había pillado una camioneta. Y parecía tan pacífico. 

-(P.O.): Es que le han puesto un bar debajo de casa, eso alguno de vosotros lo habrá vivido...

-(L.): Sí, me tuve que mudar de casa. 

-(L.): Mis cuentos favoritos: el de Sor Juana y el de Santiago Botas.

Pedro Ojeda lee en la página 68: 

-(P.O.):"Llamó, entró y preguntó por el padre Antonino, a quien había visto tres veces en sus visiones: en una, sacando el demonio del cuerpo de un pobre paramés con ayuda de un misal, agua bendita y un garrote; en otra, comiendo ancas de rana con expresión de gusto indecible: y en otra más, haciendo de cuerpo junto a una acequia."

-(L.): "...una monja y un sacerdote arrojaban su colección de gomas vulcanizadas al pozo en que durante siglos habían acabado los despojos de los neonatos engendrados a lo largo del túnel que unía...el enorme convento con la vieja iglesia."

-(P.O.): Te lleva al lugar contrario. 

-(L.): En el de Beatriz Fierro, tenemos las alucinaciones de la droga.

-(P.O.): De uno a otro barrio, la ciudad es otra. Peleaban los de un barrio contra los de otro barrio. 

-(L.): Ahora es el fútbol el que provoca esas rivalidades. Ese espacio se construye con el alcohol. Ríos de vino.

-(L.): Bebida para licuar la pesadumbre. Poesía hablando del vino. 

-(L.): Luego fue la droga, cuánta gente cayó y no pudo salir.

-(L.): Recordamos los "barrios húmedos", aquellos bares y tabernas de nuestros años de estudiantes, en Burgos y otras ciudades. Pedro destaca que, enseguida, nos salen nombres, personalizamos. En Valladolid, el vino de Toro en la calle de la Pasión, un vino 20 céntimos, el "Penicilino", un porrón de vino con cacahuetes...En Burgos, los bocadillos de tortilla del Maite, el vino de misa de la Hilaria, los pinchos de la Moña, las bravas del "Burgos"...

Hemos disfrutado con la lectura de este libro y lo recomendamos. Son historias en que nos reconocemos, aunque no hayamos estado nunca en el Barrio Húmedo de León. 

Mi crónica está redactada, como otras veces, siguiendo mis rápidos apuntes tomados en la reunión, con la voluntad de acertar con su espíritu, ya que con la letra, toda la letra, es humanamente imposible.


Olía a flor de acacia. Sí. Y a vino. Hasta el curso que viene. 

María Ángeles Merino Moya



miércoles, 4 de junio de 2025

Con Fernando Aramburu y su "Hombre caído".

Ayer, tuvimos en la Feria del Libro de Burgos al escritor Fernando Aramburu, que nos presentó su libro de relatos Hombre caído. Del diálogo se ocupó la paleoantropóloga María Martinón, directora del CENIEH, que se nos mostró  como buena lectora y conversadora, que no todo iban a ser fósiles. 

Vivas y bien vivas, disfrutamos de las palabras de Fernando Aramburu, el autor de la famosa Patria y muchos buenos libros más; aunque se veía algún grueso volumen de la misma, a la hora de la firma de ejemplares.

De El hombre caído llevaba leídos dos relatos y mi impresión coincidía con lo que Fernando y María nos estaban contando. El lector se lleva una sorpresa, tiene la impresión de conocer a alguien o algo así pero no...nada es lo que parece. Comenzamos y la mujer que hace fotos a las ardillas no es una dulce ancianita...

 El relato ha de quedar redondo en poco espacio y no hay posibilidad de las descripciones extensas de la novela. No es fácil, no es un género menor. 

¿ De dónde han salido estos catorce cuentos? Como suele ser habitual en los de su oficio: de la observación de la vida misma, ir por ella con mirada de escritor. 

Y, para animar al que no esté animado, nos revela que el último cuento nació en una visita a Burgos, precisamente, pues ya ha estado aquí varias veces, siempre en junio y con un libro. Daba un paseo por la orilla del río, que vosotros sabéis cómo se llama, junto a un puente,  y se encontró con una persona caída en el suelo, rodeada de gente que no se decidía a levantarlo. Se inventó una ficción, la mentira más verdadera. Y todos a mirar al final del libro.

Siempre tiene presente al futuro lector desconocido, en su escritorio lo personifica con un cactus al que llama "Mendizábal". Escribe tres horas cada día y lee mucho en español y en alemán. Un libro de la vieja colección Austral, de aquellos que le mandaban en el colegio,a mí también, y otros nuevos.

Desde la carpa, en el Espolón, nos trasladamos a la caseta de información, para las dedicatorias. Mientras esperaba mi turno, pensaba qué le diría en tan corto espacio de tiempo, no era cosa de enrollarme con tanta gente esperando. Delante de mí, firmó uno de Patria y miró la edicion. 

Ahora me doy cuenta de que podía haberle dicho que en el Club de lectura de La Acequia, dirigido por el profesor Pedro Ojeda Escudero. que la leímos cuando era poco conocida, en la prinera edición. Nos gustó a casi todos, pero a mí me impactó de una manera especial, reconocía tantas cosas, por haber vivido y trabajado en un pueblo guipuzcoano, en los ochenta. 

Pero no, solo le dije que "para María Ángeles", que desde Patria llevaba ya muchos libros andados con él y que era un placer leerlo y también escucharlo. Y que menudo trabajo le dábamos con tantos libros, algunos venían con varios libros. Me contestó que eso daba vida a un escritor. Con un fuerte apretón de manos, me despedí y le di recuerdos para "Mendizábal", eso debió de hacerle gracia. 

Hasta el próximo libro, Fernando Aramburu. vasco y alemán, escritor internacional que no necesitó presentación. 

María Ángeles Merino



martes, 27 de mayo de 2025

Olía a acacias.Y comentábamos "Barrio húmedo" de Emilio Gancedo..

 


Olía a acacias

Esta tarde, olía a acacias y  hemos disfrutado de la última reunión de este curso, en el Club de lectura de La Acequia y Alumni UBU, modalidad presencial, dirigido por  Pedro Ojeda Escudero .

El libro comentado ha sido "Barrio húmedo" del escritor y periodista leonés Emilio Gancedo. La foto de la portada ya es extraordinaria: la mujer que bebe a gollete, tal vez para aliviar una dura jornada de venta callejera. Una buena introducción para un libro que podemos leer de muchas maneras:

Como algo muy local, puesto que habla de un barrio leonés bien conocido y famoso. 

Lo local es lo universal, lo universal empieza por lo local. En todas las ciudades  hay un barrio con puntos en común con el citado, algo que podemos reconocer, muy local pero muy universal. 

Como una sucesión de cuentos, de historias con personajes y anécdotas.

 ¿O es una novela? A Pedro le parece una novela, la novela de un lugar, su construcción a través del tiempo, por fragmentos de lo que va sucediendo y lo que permanece. Unos nos gustarán más, otros menos. De la novela histórica al principio al costumbrismo del final.

La celebración de la vida a través del alcohol, a lo largo del tiempo suceden cosas...

El libro ha gustado. Os recomiendo su lectura. Historias en que os reconoceréis, aunque no hayáis estado nunca en el Barrio Húmedo de León.   

Como en otras ocasiones, queda pendiente la publicación de una crónica, siguiendo mis rápidos apuntes, con la mayor fidelidad posible.

Olía a flor de acacia. Sí. 

María Ángeles Merino Moya

martes, 20 de mayo de 2025

Crónica de la reunión en torno a "La ciudad que el diablo se llevó" de David Toscana.


Crónica de la reunión del 6 de mayo de 2025, del Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU, séptima de este curso, en su formato presencial, dirigida por el profesor Pedro Ojeda Escudero. El libro comentado fue La ciudad que el diablo se llevó de David Toscana.

La sesión comienza a la hora habitual, las cuatro y media de la tarde, en la Facultad de Humanidades y Comunicación, en el edificio del antiguo Hospital Militar.

Es tiempo de lilas en el jardín. Junto a las vistosas y fragantes flores, antes de entrar en el aula, ya comentábamos el libro; mientras nos hacíamos algunas fotos, contando también cómo nos pilló a cada uno el "apagón", el que nos hizo retrasar la reunión programada para el 29 de abril. 

Pedro Ojeda nos pregunta si nos ha gustado el libro o, al menos, si nos ha sorprendido. También si vimos el vídeo que nos envió, con una entrevista al autor. Unánimemente, ha gustado y la mayoría escuchamos a David Toscana, entrevistado por nuestro profesor.

Comienza el diálogo entre Pedro Ojeda (P.O.) y los lectores (L).


-(P.O.): Quedan muy claras algunas cosas. Nacido en el 61, es mexicano y pertenece a una generación de escritores que reciben el impacto del "boom hispanoamericano" y buscan la forma de escapar, nuevas fronteras para escaparse y una voz propia. Como los peruanos que buscan ahora distanciarse de Vargas Llosa.


-(L.): O el también mexicano Volpi, que presentó hace poco aquí un libro, y recuerdo que manifestó ese deseo de huir del "boom"y del "postboom".

-(P.O.): Les condena a ser secundarios y poco originales. Todos ellos buscan una forma diferente de huir.

David Toscana en Santa María del Circo tiene mucho de Pedro Paramo. Los más jóvenes no tienen ese problema. Recordáis a la autora de Basura, Sylvia Aguilar Zéleny, que ya no tiene nada que ver y trata abiertamente la realidad de su país. 

A partir de El último lector se empieza a diferenciar. Le ayuda a que viene a vivir a Europa: Polonia y España. Rompe con la realidad de su país. En su última novela vuelve a México.

La ciudad que el diablo se llevó se localiza en Varsovia, después de la Segunda Guerra Mundial. Es la supervivencia de sus habitantes, marcados por los recuerdos de la guerra y el gueto judío, que ahora es un lugar de peregrinación. Una ciudad arrasada, con capas superpuestas: Polonia, invasión rusa, invasión alemana, invasión rusa de nuevo. 

Los supervivientes  intentan buscar formas de escapar con la imaginación, construyendo un mundo paralelo a través de la amistad, el alcohol, la parodia y la risa. Hay mucho del esperpento de Valle Inclán, también es muy cervantino.

-(L.): Feliks, Kasimierz, Eugeniusz y Ludwick, qué nombrecitos, conviven con las heridas de su ciudad. Y el barbero, cómo no. 

- (L.): Quiso juntar a un cura y a un barbero, como en el Quijote, deseo manifestado en entrevistas.

-(P.O.): La historia de la novela pide una máquina de escribir, el escritor escribe en realidad en una máquina Enigma y no lo sabe. Es genial, escribe una cosa y sale una diferente. 

Es la Literatura la que salva, hay mucha oralidad, con cuentos e historias de los reyes polacos. Es un festín literario, hacen ficción con la realidad del gueto. Los protagonistas tienen que sobrevivir a una situación cruel: el hambre, el frío, el pasado. El nexo de unión es absurdo, los van a fusilar de una manera absurda, escapan juntos de una muerte absurda. Les une el pasarlas canutas. 

-(L.): No sabes dónde está la realidad.

-(P.O.): El juego cervantino de la realidad.

-(L.): Muy bien escrita, muy bien estructurada, con capítulos cortos y muy dinámicos. Recrea muy bien el ambiente de la ciudad.

 -(P.O.): Ha gustado mucho. 

-(L.): El primer capítulo me gusta especialmente por la forma de contar las cosas, los varsovianos tienen su forma de contar las cosas, incluso la tragedia. Hay mucha lírica, hay muchas frases que te llevan.

-(L.): Es cómoda de leer. Engancha su lectura, aunque estés  cansado, si tienes que interrumpirla te cuesta dejarla. Un mexicano escribiendo de Varsovia de esta manera, quién nos lo iba a decir. 

-(L.): Está lleno de dignidad. No más hambre ni humillación. Mi personaje favorito es el barbero, es el que entra después y el que termina con más dignidad. 

-(P.O.): No se lavan ni comen, pero tienen dignidad.

-(L.): La que lían en el cementerio.

-(L.): La de la tumba de la señora Kukulska, quién se mete en la tumba de una difunta,  por buenorra que esté, por mucho alcohol que lleven en el cuerpo. 

-(L.): Es increíble pero lo ves.

-(L.): Lo de beber coñac en el corazón de Chopin es más que increíble.

-(L.): Y la señora que lo que le "pone" es la mano cortada a un muerto que fue su amante.

-(P.O.): Es genial. 

-(L.) El cuentacuentos en la cárcel: lo han torturado, teme por su vida, pero saca fuerzas para contar cuentos en Morse a los compañeros de la celda de al lado. Me recuerda al abate Faria del Conde de  Montecristo. 


-(L.) Lirismo cuando Feliks vuelve a casa y es la historia del desamor, él piensa en su mujer Olga y Olga piensa en otro. 

-(L.): El cura vive completamente fuera de las normas, pero se empeña en cumplir su función de sacerdote. Va con sus óleos y su hisopo. 

-(P.O.): Me gusta mucho el final. El novelista escribe una novela que no está escrita. Son personajes singulares, eran inmortales y lo serían siempre por su historia, por su amistad y por ser personajes de literatura.


El lenguaje, el estilo, cómo lo construye. Truculento, no hay señales de diálogo, es pura oralidad. Siguen vivos.

-(L.): Es genial porque él no vivía en Polonia. Hay muchas vidas aquí. Y muchos muertos.

-(P.O.): El espacio...

-(L.): Se mueven entre ruinas y tumbas. 

-(L.): Me duele que recurran al alcohol de una manera exagerada, me produce cierto rechazo. 

-(P.O): Te comprendo. En la próxima novela, Barrio Húmedo, también...Rusos y polacos beben bebidas muy duras, del 44% y más, alcohol prohibido de destilerías ilegales. 

-(L.): La situación en que están es el escape.

-(P.O): Parten de una realidad tremenda:

"Deme un poco de su calor, tengo un niño enfermo"

El cura rociando con agua bendita a los reservistas que iban a la guerra, aunque comprendía que lo que se hacía era inútil. Vertía su wodka por encima en vez de agua, como un acto de rebeldía. 

-(L.): Y el que busca trabajo, como conserje de un instituto, con el libro de Astronomía aprendido, aunque el trabajo consista en limpiar las letrinas. 

El que no ve con las gafas que le ha vendido cierto doctor, con la graduación equivocada, de otro, y le da la vuelta a todo. 

-(P.O): Dicen que la autoridad está contra el alcohol porque "es fácil domesticar a un pueblo sobrio".

En la entrevista le iba a preguntar si, al hablar de cosas tan duras, había recibido alguna crítica por la perspectiva de unos borrachos.

La novela, en Polonia, no había gustado. Para ellos es una historia brutal, la de Varsovia, sobre todo la del gueto. Les hace mucho daño. A nosotros no nos hace daño porque no es nuestra historia. Si fuera la guerra civil tal vez reaccionaríamos como ellos. 

Es una reflexión sobre la escritura: el "novelista" intenta escribir sobre una cosa y sale otra. Leo:

"Vi que la máquina tenía unos discos extraños. Les modifiqué la posición y resulta que ahora estoy escribiendo un clásico ruso. El novelista le arrebató el papel. Me encantaría ser Tolstoi o Kafka, pero sólo si Tolstoi o Kafka no hubiesen existido." 

"Sacó la hoja y leyó en voz alta:
Los pasos se fueron alejando. El olor a pólvora embriagado ...
No lo reconozco...pero hay tantos miles de libros que no he leído." 

Terminamos hablando de los peligros de la IA, aprovechemos a leer buena literatura, mientras la haya, con libros como éste.

Una novela muy recomendable. Y nos hemos reído mucho, palabra. 

La próxima lectura será Barrio Húmedo de Emilio Gancedo. También sus personajes  beben mucho y no precisamente agua. 

Mi crónica está redactada, como otras veces, siguiendo mis rápidos apuntes tomados en la reunión, con la voluntad de acertar con su espíritu, ya que con la letra, toda la letra, es humanamente imposible.

María Ángeles Merino Moya