miércoles, 11 de julio de 2018

El pisito de Azcona vive en un palacio. Pequeña crónica de final de curso del Club de lectura.

El Club de lectura en la escalera del Palacio de la Isla.
Foto tomada de Facebook (Pedro Ojeda)


El pasado 7 de julio de 2018 fue un día intenso, así nos lo describe nuestro profesor Pedro Ojeda: 


El Club de lectura en la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.
 Nos acompañaban los escritores retratados por Félix de Vega. Foto tomada de Facebook (Pedro Ojeda)

Tal y como figuraba en el programa, Pedro Ojeda regaló un ejemplar de su poemario Piel a la primera persona que apareció vestida de pamplonica, con un poema autógrafo e inédito que figurará en su próximo libro. La ganadora fue Sakura, la hija de Neftis Paloma que, como recordaréis, interpretó  "con tanta sensibilidad como profesionalidad" sus poemas con su danza.

Pedro Ojeda y Sakura. Foto Facebook de Pedro Ojeda. 

A continuación, Gerardo Alameda nos guió a través de las dependencias y de la historia del Palacio de la Isla, hoy sede de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Nos llamó especialmente la atención la sala que fue despacho del dictador Francisco Franco, donde firmó su famoso último parte de guerra. La chimenea es la original. La mesa actual, con forma de ciprés, evoca el logo del Instituto: el ciprés de Silos, el "enhiesto surtidor de sombra y sueño". 


Antes de iniciar la sesión académica, nuestro profesor dio vida con sus explicaciones a la exposición de retratos de escritores modernos y contemporáneos, castellanos y leoneses, del pintor Félix de Vega, recientemente fallecido. El artista palentino incluyó autores de nuestra tierra o vinculados a ella, así como todos los galardonados con el premio de la Crítica de Castilla y León. 


 Foto cortesía de Yolanda Delgado.


La sesión académica comenzó con noticias de nuestras próximas lecturas. El 2018-2019 se iniciará  con Cien años de soledad, en "un buen momento para releerlo". Seguiremos con Filek de Ignacio Martínez de Pisón, la biografía de un personaje que engañó a Franco: había descubierto un nuevo combustible fabricado con...agua. El profesor nos pide que sugiramos títulos y nos recuerda las condiciones. También comentamos la posibilidad de hacer un viaje relacionado con alguna lectura: Saramago y Lisboa...Estamos en un palacio pero nos ponemos con El pisito de Rafael Azcona: 



-(Pedro Ojeda) El pisito era una novelita que Azcona se autocensuró. Algunas cosas, sin embargo, pasaron la censura y nos sorprendemos. A los censores, no demasiado inteligentes, se les ponía un cebo, un escote para que se fijaran en el escote y no vieran más, de esta manera pasaban tres o cuatro escenas. 

Para la reedición de la novela reescribió la novela e incorporó lo autocensurado. Se llevó al teatro, no me gustó. La novela no ha perdido vigencia. Ácidamente divertida, por estas razones de la crisis se ha puesto de actualidad. Empezad vosotros:

María Ángeles Merino atenta para tomar notas (Foto de Yolanda Delgado)

-(Lector) Yo no la he leído.


-(María del Carmen Ugarte García) Aparte de gustarme como novela, redescubrí a Azcona. En cuanto al tema del lenguaje, hablando con profesores de español, el texto refleja como hablábamos en los años 50 y 60. Se dan unas explicaciones obvias para muchos, pero podrían ser de mucha utilidad en clases de ELE. Para enseñar la fraseología a los extranjeros, estos echan mano de series de televisión como Amar en tiempos revueltos... ¡Cuidado con el lenguaje de estas series, que no siempre se corresponde con la época que retrata, y cuidado no vayan a terminar los extranjeros hablando como los de El pisito! Pero sin duda, la fraseología de la segunda mitad del XX es muy interesante, con muchos valores, y todavía muy actuales, por lo que bien puede servir... Me callo, [porque he acabado].

Foto de Yolanda Delgado.
-(Pedro Ojeda) ¿Qué os ha parecido?

-(María Ángeles Merino) Al principio era como entrar en Trece, Rue del Percebe, te ríes, pero luego ya no hay risas. Es triste, amarga, la España en blanco y negro de finales de los cincuenta, con sus carencias y su lenguaje, como el de mi madre...me hizo gracias encontrar palabras como "descomposición "y "pito".  Gira en torno al tema del realquiler, algo que en España nunca fue legal pero siempre fue tolerado, que nos corrija un abogado. Muchos tenemos alguna experiencia de ello, aunque sea corta, en mi caso en mi periplo como maestra funcionaria: "di que eres la prima de Burgos, no se vaya a enterar la dueña de la casa". Destacaría también el descubrimiento de Azcona como novelista. 


-(Paco Cuesta) Pero era lo que ocurría, la habilidad de contar lo que veía, lo que vivía, ha paseado un espejo y lo ha transformado en película.

- (María Ángeles Merino) Azcona no se pasea plácidamente con un espejo, él también lo pasó mal, cuenta que sobrevivió un tiempo con bocadillos, sin usar la cuchara ni el tenedor.

-(Lector) Había que comer, como Alfredo Landa, gran actor, haciendo cosas como No desearás al vecino del quintoese es otro debate. Era un espejo en blanco y negro, más tarde llegaría el color con algunas películas y el circo americano. Faltaban un millón de pisos, había que realquilar, había hambre y frío, yo no pasé hambre pero recuerdo haber llorado de frío. Ahora leemos que se alquilan balcones para dormir.

-(Pedro Ojeda) Esa escena donde se coloca una puerta sobre la cama y comen allí...
Una cosa es una novela y otra un guión de cine. ¿Cómo dar esa sensación de vida en una novela? ¿Cómo se consigue literariamente?

Desde la primera escena, la del gato, ves lo que está sucediendo. Petrita y el otro, asumir que él se case con la anciana, una espiral que va creciendo. Aparte de eso, es una sensación como de 13, Rue del Percebe, con cosas que van pasando en segundo plano, una sensación de vida, de realidad. Así Rodolfo llega desesperado, entra en la habitación del callista que es también su consulta, hay un sillón de barbero donde trabaja, desde la ventana baja una cesta a la taberna, tira de ella, le suben queso y vino...La historia principal se mezcla con mil historias diferentes, lo relevante y lo irrelevante, lo dramático y lo cómico, la vida misma. Se despista a la censura, como cuando Petrita dice: "yo me iría a vivir contigo". 

-(Lector) Era gente inteligente para gente inteligente, como se anunciaba La Codorniz: "La revista más audaz para el lector más inteligente". No había casas para todos, aunque la propaganda pregonara lo de "ni un español sin techo".



-(Lector) "Ni un hogar sin lumbre, ni un español sin pan."

-(Lector) ¿Para qué público era este tipo de novelas? ¿Dónde las vendían? ¿Veían esas películas?

-(Pedro Ojeda) La gente no iba a ver este tipo de películas ni las valoraba. "Si es española no voy" decían. Preferían ver películas como Lo que el viento se llevó. No eran valoradas, pasaban desapercibidas, eran de muy poca tirada. El pisito pertenece a una colección que no encajó muy bien. La gente que estaba viviendo estas angustias no quería repetirlas en las novelas ni en el cine.

-(Lector) Los libros eran caros, recuerdo la colección Pulga, a una peseta.

Colección Pulga

-(Pedro Ojeda) Todo era caro.

-(Lector) Se cambiaban novelas.

-(Lector) He leído la edición inicial, cambia bastante.

-(Pedro Ojeda) Azcona maneja muy bien la autocensura, había cosas que no se podían decir. Tuvo después una exitosa carrera cinematográfica gracias al guión de El pisito. Cuando tiene la oportunidad de reescribir la novela: novela más guión más lo autocensurado más la relectura. Incorpora cosas suprimidas y toda esa experiencia.

-(Lector) Me reí muchísimo. Recuperé una novela que tenía olvidada en la estantería, Los ilusos, muy recomendable. Tiene mucho de autobiográfico, con el ambiente de las tertulias de los cafés literarios.

-(Pedro Ojeda) El barullo, se nota la vida en las películas y en las novelas de Azcona. Pasan muchas cosas, hay muchos planos, profundidad de campo.

--(Lector) Es una pena que esas novelas sean difíciles de encontrar en librerías.

A continuación, se procedió al sorteo de cuatro libros con el excelente trabajo sobre el escritor Rafael Azcona del profesor Juan Antonio Ríos Carratalá:



Nos despedimos del Palacio de la Isla que tantos recuerdos trae a mi memoria. ¡A comer!

Volvemos a las palabras de Pedro Ojeda, en Facebook:

"La comida posterior contribuyó a cerrarlo todo como se debe. Incluso la fuerte tormenta que descargó sobre Burgos nos pilló en la sobremesa y nos ofreció un magnífico espectáculo natural. Agradezco al Instituto de la Lengua de Castilla y León que nos permitiera usar sus instalaciones para clausurar el curso: todo han sido facilidades, cariño y apoyo."


Con el magnífico espectáculo natural terminó el curso 2017-2018 del Club de lectura La acequia y Alumni UBU. Los libros, la lluvia bajo techo, la catedral de Burgos, la comida y la buena compañía, broches de oro.

Un abrazo de María Ángeles Merino Moya

Gracias a mi amiga Yolanda Delgado por la cortesía de sus fotos. 

4 comentarios:

La seña Carmen dijo...

Lo mejor que se puede hacer con los edificios históricos es darles una utilidad, aunque se gaste mucho en calefacción.

Interesante la visita al edificio y a las actividades del Instituto. La compañía chupi chachi lerendi.

Myriam dijo...

Maravillosa crónica, María Ángeles. ¡Mil gracias!

Besos y abrazos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Completa y apasionada crónica, como siempre. ¡Un día para recordar y ya van unos cuantos en el club! Y el año que viene, promete ser igual de intenso. Gracias, María Ángeles.

Ele Bergón dijo...

¡Qué pena que no pude compartir con todos vosotros, ese día tan interesante, incluida la tormenta.¡Menos mal que están tus crónicas para hacernos una buena idea de todo lo que ocurrido tanto en el Palacio de la Isla, con "El pisito " incluido y el después.

Besos