jueves, 12 de enero de 2017

La Gitanilla: "que también hay poetas que se acomodan con gitanos y les venden sus obras".




Comentario a la novela La Gitanilla de Cervantes.  Para la lectura colectiva de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda.

Era 8 de enero de 2017, con las luces de la Navidad apagadas y melancólicas. Y los contenedores de papel y cartón a rebosar. 

Mi amiga Austri y yo habíamos quedado junto al reloj de El Morito, para leer y comentar juntas La Gitanilla, una de las Novelas Ejemplares de don Miguel de Cervantes. Hacía frío y buscamos una cafetería pero no encontrábamos una mesa libre. Para hacer tiempo, entramos en el edificio del Consulado del Mar, en el Espolón. Había una exposición de fotografías publicadas en el Diario de Burgos, en 2016. 



Entramos e inmediatamente nos sentimos atraídas por la misma imagen. Fue tomada en una boda que duró tres días, la de Shakira y Enoc, celebrada al más puro estilo gitano en Villagonzalo Pedernales. ¡La Gitanilla

"De entre el son del tamborín y castañetas y fuga del baile salió un rumor que encarecía la belleza y donaire de la gitanilla, y corrían los muchachos a verla y los hombres a mirarla."


-La jovencísima Shakira recoge su vestido y alza el ramo de flores blancas pregoneras de su virginidad mientras recibe el bautismo de las almendras de la "honradez". La alegría de la alboreá es bien visible en el rostro de la novia, en el vuelo multicolor de las peladillas, en el gesto del viejo gitano; pero sabemos que el cante, el baile, los volantes, las flores y el azúcar coloreado no pueden endulzar del todo la amarga prueba a la que la niña Shakira acababa de someterse. 

Qué joven tiene que ser para llamarse así! Tal vez no ande muy lejos de los quince años como La Gitanilla, la de Cervantes.  Han pasado más de cuatrocientos años y, sin embargo, Shakira hubiera hecho suyas las palabras de Preciosa:


¡Mira por fin podemos sentarnos! Dejamos de hablar de la foto, detrás se esconde una historia real de ahora mismo, la de Shakira, la de muchas gitanillas que todavía siguen esa tradición anacrónica. Pasamos a una gitana ficticia, personaje de Cervantes, de la novela ejemplar La Gitanilla, publicada en 1613.



Sabemos, a través de las versiones manuscritas que circulaban antes de su publicación, que Cervantes suprimió pasajes y alusiones. Los censores acechaban y don Miguel andaba con tiento, como puso de manifiesto en el Prólogo


MIÉRCOLES, 28 DE OCTUBRE DE 2015

¿Requiebros amorosos? Sí, pero tan honestos que no moverán a mal pensamiento alguno. ¿Ejemplares? Sí, les dio ese nombre y "no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso". Pero no fue ese su intento sino poner "una mesa de trucos", donde cada uno pueda entretenerse "sin daño del alma". Todo es un juego, un descanso para el afligido espíritu, "que no siempre se está en los templos". 


Nada es lo que parece, están construidas con apariencia y engaño, con una subversión de los géneros y del mensaje, conectando con el lector. Porque Cervantes  es vitalista  y aborda el mar de fondo con optimismo y humor, sin amargura.  

-Comenzamos a leer La Gitanilla y nos encontramos con un primer párrafo durísimo sobre los gitanos: "Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones...". El texto es tan duro que tal vez el lector no repare en el inicial "Parece que...".  A continuación, se refiere, también con dureza, a una gitana vieja, "jubilada en la ciencia de Caco" que crió como nieta, enseñándola sus "gitanerías", a una muchacha a quien puso nombre de Preciosa. 

-"Salió la tal Preciosa...". ¿Cómo salió? Aquí el autor cambia de registro, ante el asombro del lector, porque la chica salió hermosa, discreta, bien hablada, sin huellas del aire o el sol en su piel, cortés y bien razonada a pesar de la crianza tosca...Una gitana "como nacida de mayores prendas que de gitana". El juego de la lectura nace del  extraño caso. 

Salió también rica en villancicos, coplas y romances que cantaba con donaire. La taimada abuela echó de ver lo Precio-sa que podía ser su Preciosa. Descubrió en su "nieta" una medio de acrecentar su caudal y le procuraba versos que le daban los poetas, "que también hay poetas que se acomodan con gitanos y les venden sus obras". Tal vez el poeta Cervantes tuvo que recurrir, en alguna necesitada ocasión, a algo así. El dinero juega mucho en esta novela, en ocasiones asociado con la literatura. 


-Seguimos leyendo, Preciosa seducía con su belleza, sus cantares, sus bailes y sus sonajas. Como aquel día de Santa Ana, patrona y abogada de la villa de Madrid. Nos parece estar entre el público:


-Sucedió que una mañana que volvía Preciosa a Madrid, con las demás gitanillas y algunas labradoras, vieron a un mancebo gallardo y ricamente aderezado que así se declaró ante Preciosa y sus compañeras:


-Preciosa contestó entre otras muchas palabras:


 Me llama la atención la habilidad lingüística de Preciosa, su fuerza persuasiva y seductora. ¡Y qué razonamientos para una chiquilla de quince años! 

-El mancebo gallardo es un hombre noble (Juan de Cártamo) que se hace gitano (Andrés Caballero) para poner a prueba la sinceridad de su amor por la gitanilla Preciosa (Constanza). 

-Ya sólo falta que Preciosa sea hija de verdad de un padre noble y así pueda casarse con Juan de Cártamo, que la vieja gitana la haya robado de muy niña. Seguro que guarda una prenda o joya que revela su origen noble. El cuento es bien conocido. 

-Que se produzca la anagnórisis y todo arreglado. 

"Llegaron las nuevas a la Corte del caso y casamiento de la gitanilla..."


Pero hay mucho más "mar de fondo" en el cuento y de ninguna manera lo sustituyen nuestras palabras. El camino hasta la anagnórisis no es liso y llano. Constanza y Juan vencerán un camino de obstáculos. Triunfará el amor, se superarán los celos y no habrá venganza.

-Merece la pena leer La Gitanilla y comprobar como Cervantes da la vuelta a viejos cuentos, en una novela que es picaresca, sentimental, pastoril...de todo tiene. Y como le atraía la vida libre de los gitanos, él que apreciaba tanto la libertad. 



Hasta la semana que viene, María Ángeles. 

-Hasta la semana que viene, Austri. Nos iremos con Rinconete y Cortadillo. Después de un gitana que no es gitana, llegan unos pícaros que no lo son tanto. Luego nos pondremos con una española inglesa. Son personajes que experimentan metamorfosis. Las Novelas Ejemplares suponen una lección de relatividad para una sociedad absoluta donde no existía más que el blanco y el negro. 

Un abrazo de María Ángeles Merino.

Hasta la próxima entrada. Seguimos con las Novelas Ejemplares. 


16 comentarios:

La seña Carmen dijo...

Muy al pelo esas fotos de bodas gitanas, que intentan desvelarnos a los payos un poco de ese mundo tan desconocido.

El cuento es conocido, sí, pero gusta la versión. ¡Claro que gusta!

Ele Bergón dijo...

Pues aunque parezca que estas cosas no ocurren hoy en día, tengo que decirte que mi amiga Ino, cuenta una historia de la posguerra, que sucedió en su familia. Una niña fue robada por unos gitanos y al cabo de los años, quizás, los años 60 del siglo pasado, esta niña ya adolescente, pasó por un pueblo donde alguien la reconoció, tenía un lunar especial y además una hermana idéntica a ella. Fue reconocida por una tía suya y al final no se casó con un hombre pudiente, pero sí volvió a la familia de origen.

Debió ser interesante la exposición de fotografías. Las bodas gitanas duran mucho tiempo, pero algunas de los pueblos de Castilla también. Mi primo tuvo tres días de boda. Ya no podíamos comer y bailar más.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Mira, no me imaginaba yo que hasta en el Espolón bailara la gitanilla. Cómo me he divertido en este buen repaso de todo.

Bertha dijo...

La prueba de fuego para el pallo; a ver, si se hace digno de la gitanilla.

Hemos evolucionado en algunas cosas; pero en cuestiones de castas, aun se sigue poniendo palos en las ruedas.

Que mejor idea para la cuesta de enero. Que estos ánimos literarios.

Besos a las dos:)

María Pilar dijo...

Con qué fluidez y soltura nos vas llevando por la vida de esa gitanilla tan encantadora.
Lo de la boda me ha parecido interesantísimo.
Y he aprendido una palabra que tu repites y yo desconocía: anagnórisis.
Tres en uno, ¿qué más se puede pedir?
Besos

Myriam dijo...

Eso, ¿qué más se puede pedir?

Me he divertido con tu relato.

Besos

pancho dijo...

Pues a mí lo que me ha gustado es la habilidad que tienes para decir: Esto hay que resumirlo en un día" y vas y lo haces.
A mí no me convence mucho lo del "Parece" y menos viviendo de Cervantes. Demasiado fácil y a la vista la célebre ambigüedad cervantina.
Es una novela corta sin complicación aparente con muchos momentos en los que sale a relucir el genio del autor. Qué bien adapta los cuentos antiguos a su narrativa. Lo de la posadera que pone las joyas en el equipaje del huésped para luego denunciarle por robo es muy típico de muchas culturas.
Ya parece que voy otra vez atrasado de comentario, sin quererlo.
Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

Y me sale siempre demasiado larga. Creo que no se me da bien el resumen.
Lo del parece, a saber.

Abejita de la Vega dijo...

Lo principal.

Abejita de la Vega dijo...

Bella palabra esdrújula que equivale a mira tú qué casualidad. Una gitana hija de un noble...anagnórisis.

Abejita de la Vega dijo...

Y lo que tiene que pasar el pobre muchacho. Que acepte es cosa de cuento.
Seguimos poniéndonos palos en las ruedas, sí.

Abejita de la Vega dijo...

Este verano bailaba en el Espolón y enseguida la conocí. La Gitanilla es más complicada de lo que parece, me costó mi rato de mal humor. Se me pasó y nos hemos divertido.

Abejita de la Vega dijo...

Ocurrían esas cosas. Yo al menos sé de un caso. Bodas de tres días en Castilla...

Abejita de la Vega dijo...

Cuento es pero gusta la versión, así es.
El mundo de los gitanos no es fácil de comprender para los payos. La entrada calentita y ahí está Carmen.

Abejita de la Vega dijo...

Y os doy las gracias a todos y un abrazo, amigos visitantes.

Paco Cuesta dijo...

No ha mucho tiempo el paso de los gitanos por una localidad pequeña producía un "no se qué" en sus habitantes. ¿Bendecirán el agua por algo?
Besos