miércoles, 23 de febrero de 2022

"Contra la soledad" de Karmelo C. Iribarren. Un lector le da la vuelta.


 Soledad, cuadro al óleo con espátula de Agustín Merino.


Releo, en El escenario de Karmelo C. Iribarren, el poema CONTRA LA SOLEDAD. 


Contra la soledad

el único remedio válido

es el amor.


Los amigos

 pueden ser un bálsamo

durante un tiempo,

...


Solo te queda el amor.

Y tiene que ser de verdad:

no valen aquí simulacros.

(Karmelo C. Iribarren, página 90 de El escenario)

Así lo expresa un lector que también pinta:

La magia de la poesía es que sirve igual si le das la vuelta

Contra el amor el único remedio es la soledad.

Siempre resulta que el amor no era tanto.

Solo queda la soledad.

Pero la de verdad sin simulacros.

La que jamás dejará de apartar de ti su belleza una vez que la has encontrado.

(Agustín Merino)

Me viene a la memoria lo que escribió Antonio Machado  en Proverbios y cantares:



Seguimos leyendo y releyendo  El escenario. Seguimos con la magia de la poesía.

Un abrazo para los que pasáis por aquí de:

María Ángeles Merino

El poema no lo traslado entero, por respeto.  Fragmentos en rojo tomados de El escenario, Karmelo C. Iribarren. Colección Visor de Poesía. 2021.

8 comentarios:

Bertha dijo...

Estoy con Agustín y un cuadro muy apropiado para dar sentido a esta poesía,

Los amigos ,te sirven para un tiempo pero siempre te acompaña esa soledad aunque sea escogida...


La seña Carmen dijo...

Creo que ya hemos asistido alguna vez más a esos diálogos de Agustín con otros poetas.

Amor y desamor, soledad y compañía... ¿No es todo lo mismo?

Berta Martín Delaparte dijo...

Después de un desengaño amoroso, " la soledad" nos ofrece una nueva oportunidad: volvernos a enamorar de nosotros mismos..

Un abrazo, pintado con los colores del cuadro de Agustín.

Sor Austringiliana dijo...

Sí, la soledad acompaña y el recuerdo... Los amigos se van.

Sor Austringiliana dijo...

Con otros poetas y con él mismo.
Todo lo mismo, el círculo se cierra.

Sor Austringiliana dijo...

Volvemos a nuestra soledad. Un abrazo de colores, Berta Martín.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡Qué maravilla! Dale las gracias a tu hermano, que acertadamente participa en esta lectura. Me gusta mucho el dibujo y el poema. No sé si veo a Karmelo en el monte, pero ahí está y está bien.

Sor Austringiliana dijo...

Yo tampoco lo veo en el monte.
Gracias a ti departe de los dos. Mi hermano a su aire.