lunes, 1 de febrero de 2021

Inés del alma mía de Isabel Allende. La aguja, el barco, el amor y la espada.


 Comentario sobre la novela Inés del alma mía de Isabel Allende, para la lectura colectiva de La Acequia y Alumni UBU, dirigida por Pedro Ojeda. 

Viene de la lectura de la entrada del 30 de julio de 2020, excepcionalmente vuelvo a publicarla. 

Como os decía, me gustaría comentar como fue, como es, mi lectura en los tiempos del coronavirus....

Inés del alma mía de Isabel Allende es una novela histórica que cuenta la vida de Inés Suárez, primera mujer española en Chile. Está narrada en primera persona, con la perspectiva de una viejecita, más de "setenta inviernos", que siente próxima la muerte y escribe para que sus hazañas no caigan en el olvido. La escritora arranca situando a su personaje en el espacio y en el tiempo, enlazando  con una historia de amor muy popularizada por el cine y la televisión: la de Juana la Loca y Felipe el Hermoso. 

"De la fecha exacta de mi nacimiento no estoy segura, pero, según mi madre, nací después de la hambruna y la tremenda pestilencia que asoló a España cuando murió Felipe el Hermoso. No creo que la muerte del rey provocara la peste, como decía la gente al ver pasar el cortejo fúnebre, que dejó flotando en el aire, durante días, un olor a almendras amargas, pero nunca se sabe. La reina Juana, aún joven y bella, recorrió Castilla durante más de dos años llevando de un lado a otro el catafalco...".

¡La peste precisamente! La peste y el olor a almendras amargas, un homenaje a Gabriel García Márquez, maestro del realismo mágico, que comienza así El amor en los tiempos del cólera: "Era inevitable. El olor de las almendras amargas le recordaba el destino de los amores contrariados"


Era inevitable, al comienzo de Inés del alma mía tenemos a  una gitana del Jerte que le augura una larga vida y a una criada ya difunta que muy dulcemente le anuncia: «Tú te estarás muriendo de viejita no más, señoray». En las novelas de la Allende no faltan nunca las profecías ni los difuntos con ganas de pegar la hebra, en un realismo mágico menos elaborado, más de andar por casa, más asequible a lectores menos exigentes o que no quieran romperse la cabeza.


¿Subliteratura? ¿Literatura comercial? ¿Copia menor de García Márquez? Leemos en la Wikipedia: "Autora de superventas, la venta total de sus libros alcanza 72 millones de ejemplares y sus obras han sido traducidas a 42 idiomas. Es considerada como la escritora viva más leída del mundo de la lengua española". Ahí lo dejo.


¿Qué recuerdo de esta novela? Me llamó la atención la actitud cómplice y afectiva de la escritora con el personaje. Inés Suárez era una sencilla costurera extremeña que viajó a América, muy capaz de ganarse la vida por sí misma y valiente, muy valiente; había que serlo para viajar al Nuevo Mundo, en el siglo XVI, en un barco cáscara de nuez, sin amparo de un varón. Una mujer muy apañada que lo mismo bordaba con primor que cocinaba ricas empanadas , curaba heridos como diligente enfermera o manejaba hábilmente la espada. Y si había que cortar cabezas se cortaban.


 Siguiendo los pasos de su marido,  al que no encontraría con vida, llegó hasta al Perú. Como viuda de un soldado español recibió una pequeña encomienda pero, vaya por Dios, se enamoró del conquistador Pedro de Valdivia que había dejado a su mujer, la insulsa doña Marina Ortiz de Gaete, allá en Extremadura. Inés siguió, como asistente, a Valdivia en la conquista de Chile, tras una marcha larga y penosa por el desierto de Atacama, bajo la amenaza de los bravos mapuches. Nuestra heroína peleará como un aguerrido soldado "viracocha", que así llamaban los súbditos de los incas a los conquistadores españoles. Tras la muerte de Valdivia, se casará con el gobernador Rodrigo de Quiroga. Morirá viuda y muy mayor, respetada y querida por todos. ¿Es esta una lectura solo para mujeres? 


Sea como sea, nunca olvidaré Inés del alma mía de Isabel Allende porque íbamos a tener una reunión del Club de Lectura de La Acequia y Alumni UBU, con Pedro Ojeda. Era la lectura señalada para el  mes de marzo y ya no pudo ser. Me faltaba la parte final, la más violenta, la que leí precipitadamente, entre alarmantes noticiarios, los días 14 y 15 porque tenía que devolverla el día 16. La Biblioteca Pública de San Juan estaba cerrada y , tirando de un carro de la compra vacío, por si me preguntaban el motivo de mi salida, la eché al buzón de devoluciones. ¿Dónde estará el maldito buzón? Ahí, frente al río Vena. 


 Nunca olvidaré aquella mañana silenciosa en que la Plaza de San Lesmes parecía estar lejos, apenas cuatro minutos desde mi casa. Y la prisa de la poca gente que andaba por la calle, como si les fuera a caer algo encima. Vi a dos hombres uniformados, con una boina clara, luego supe que eran los de la Unidad Militar de Emergencias (UME).  A casa, a confinarse. Hasta el día 2 de mayo, solo saldría para ir al supermercado y la farmacia. Mucho tiempo para leer, no tanto en realidad. 
...

Un abrazo de María Ángeles Merino


3 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Al final este libro de Isabel Allende, lo he encontrado en la biblioteca de mi pueblo y como el confinamiento no se extiende a los libros, lo he empezado a leer.

Llevo un poco más de 40 páginas y su lectura, como otras novelas que he leído de la autora chilena, se hace agradable, rodada e interesante y en principio, me gusta la idea de la protagonista de irse a las tierras de América para allí, ser libre.

De las que obras suyas que he leído, me quedo con "Paula", quizás por ser más íntima y personal.

Me resisto un poco a contestar a tus preguntas, pero lo voy a hacer: ¿Literatura comercial? ¿Puede ser? No creo que sea subliteratura. ¿Copia menor de García Márquez? Son completamente distintos.

Por cierto, el libro tiene unas cuantas entradas y salidas en los años del 2012, al 2021 y es curioso que en el año de 2016, nadie lo leyera. La portada es la censurada que apunta Pedro en su blog, la de la mujer desnuda. No sé si ponerla cuando escriba mis opiniones en el blog, no sea que me la censuren....pero la verdad que a mí me gusta.

Besos

Bertha dijo...

Pues leyéndote y con tus vivencias y ocurrencias tienes material para una novela costumbrista.

Me encanta: ese pellizco que tienes de sarcasmo y sobre todo que eres super realista sin dobleces.

-No creo que sea solo lectura para mujeres , los hombres van perdiendo esos complejos de que leer cosas lindas: como dirían por esas latitudes, donde fueron a dar con sus huesos los wiracocha o viracocha.

Vamos una mujer con cuatro lados, madre mía que fortaleza.Me encanta leer a Isabel Allende porque sales como reforzada :(



Un abrazo estimada Maria Angeles

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias por la republicación, María Ángeles. En efecto, el gran valor de esta novela nace de esa implicación emocional con lo narrado que tan bien señalas.