miércoles, 9 de mayo de 2018

Akúside: El sacrificio de Aitor curará a los ciegos.


Akúside entre la maleza. ¿Dónde está el machete? 
--Buenos días, amiga Austri, compañera de lecturas. 

¿Seguimos con Akúside, a pesar de ser una literatura poco amable?

-Sí, aunque, "con la estructura disparatada de Akúside", tengamos "esa sensación de hacer avanzar el libro en vez de con un remo con un machete".

--¡Lo que dice el mismo Ángel Vallecillo en los comentarios de La acequia! Incluso su editor, César de Difácil, "cuando le decía que iba a suavizar una parte o a facilitar otra", unas veces le decía "sí, afloja un poco", pero otras le amenazaba con un "¡ni lo toques!". Porque "esa duda sobre lo que haces y las críticas constructivas que recibes son partes del misterio que hace avanzar la literatura hacia nuevas técnicas".

--¡Y eso que es de Difácil!

-Como lector, le han gustado los escritores difíciles, duros: Faulkner, Bernhard, William Gaddis; los que escriben "seco, sin concesiones".

--Tengo pendiente ponerme con Faulkner del que conozco Un largo y cálido verano...en el cine. De Bernhard, leí Trastorno con un protagonista médico que visita, con su hijo, la miseria física y moral de los habitantes de un cerrado valle austriaco. De Gaddis no sé nada, salvó que la Wikipedia señala "que si bien tiene un número de lectores muy reducido, se le sitúa generalmente entre los más geniales escritores estadounidenses". ¡Vaya tres!

-Y a veces escribe como lee. Y se queda por aquí un tiempo, al lado de los lectores "para leer sus críticas y opiniones y aprender de su forma de leer"




--Estás en tu casa, Ángel Vallecillo. Vamos con el machete.

Después de El Sílex, libro sagrado compuesto de míticos y salvajes cuentos, más falsos que Judas, vienen los "Cantos a la independencia de Akúside". Siete mil años de conciencia colectiva, mucho más que un Estado, un ser en sí mismo que palpita, perfecto e inmortal, más allá de la muerte del último akusara. Si cierran los ojos, allá estará:

"Soy vosotros como la hoja es árbol, la gota río o la huella arena. Yo soy el árate y el cibo, el corazón y la cabeza."

- "¡La religión Patria!" 


Akúside es un todo, está en todas partes, Akúside es dios y cada akusara forma parte del gran Akúside. Los corazones unidos, los akusaras alimentaron la tierra sagrada desde el nacimiento del tiempo. La tierra, la sangre, la raza, para toda la eternidad. "Paisaje sacralizado, convertido en mitología" como lo definía Fernando Aramburu en una entrevista a Iñaki Gabilondo. Hay que eliminar a los que no armonizan con él, por el filtro "sólo pasan los puros, los genuinos"

"Astures...Apesta a aliento de perro muerto.
Los mismos basuras que profanaron el cromlech."

--Las más atroces páginas de la historia se escribieron así, desde los tiempos más remotos. Pasaron, nada humano es eterno. La ceguera fue larga, siempre. Y dolorosa.

-Ya me doy cuenta, María Ángeles, que prefieres entender Akúside como una crítica a cualquier nacionalismo excluyente y criminal, a pesar de las evidentes alusiones a Euzkadi y a ETA.

--Mira, Austri, viví y trabajé como maestra, doce años, en pueblos del interior de Guipúzcoa. Eran los años ochenta. Amé y sufrí, ya salieron fuera mis sentimientos en la lectura de Patria, una novela realista sobre el impacto de la lucha armada en la gente corriente. Akúside se aleja totalmente de la realidad y , al menos en mi caso, el calado es muy diferente. Es una distopía en la que se pueden identificar claves universales del nacionalismo extremo. Tú lo has dicho, prefiero entenderlo así. 


¿Quién cura la ceguera de la violencia? ¿Se curan de verdad los ciegos o simplemente los retira el cansancio y la vejez? ¿O puede haber un empuje de los jóvenes educados "en la utilidad de la violencia" que, sin embargo, se niegan a ser ciegos? ¿O el paso del tiempo provoca nausea y hartazgo?  ¿O la sangre llega a un límite insoportable? 

-O la guerra los arrasó, basta leer los libros de Historia. 

 En  Akúside, Aitor, el hijo del general Axiámaco, encuentra a un niño asesinado por los enemigos y acepta morir lapidado para cumplir la Nabula,  ley absurda y cruel que ordena:

"Si akusaras infértiles (nabulas) son asesinados sin hallarse a los culpables, quienes hallaren sus restos (beljim) sean ejecutados como culpables. Los beljim no se apartarán de los cadáveres hasta ser ajusticiados por las madres de los nabulas...Akúside es. "

--El sacrificio de Abraham dado la vuelta, con un Isaac-Aitor, que toma dimensiones de héroe de la tragedia griega o de filósofo platónico que sale de la caverna. Incluso podemos pensar en Jesús: "Padre, ¿por qué me has abandonado?"



"Nos educasteis en la utilidad de la violencia. En el todo vale por la independencia de la patria. Sin más explicaciones. Pero nunca has querido escucharme...

-Tienes miedo porque tu poder se desvanece, padre. Pero créeme . Estáis ciegos, ensoberbecidos en vuestro mundo de patria y parabellum. Cegados por la violencia, la lucha armada, la libertad de la patria. Eso ha terminado. Ya no es tu tiempo, es el mío...Mi muerte os iluminará, padre. Iluminará a muchos que han estado ciegos. Toda esta barbarie de sangre y sacrificios humanos ha terminado. Ésa es la conclusión de este absurdo. "




-El general Axiámaco está empezando a comprender: su hermano el presidente Carlos Rebai es un corrupto que vive una fiesta sin fin y aprueba leyes bárbaras para contentar a los más radicales, los petrificados "cíos líticas", y alargar la presidencia. 

Es muy curioso que el entorno del presidente sea lujoso, un poco hortera, con todos los avances tecnológicos, mientras Axiámaco y sus guerreros vivan en un ambiente peseudomedieval, con arcos y flechas, como héroes de cómic, el Capitán Trueno o similares.

--Sí, esa impresión da. Sigamos.


Aitor ve ahora la oportunidad. Su padre da síntomas de empezar a comprender que han estado enfermos, ya se está curando, aunque rechace con horror la idea. Hay que salvarlo. El hijo morirá y se reencarnará en el padre. Todo cambiará en Akúside el día en que "el gran libertador, el gran héroe de la lucha armada, grite en voz alta nos equivocamos."

"Todo esto te curará, padre. A ti y a este país."




-Aitor y sus dos compañeros soldados, acuden mansamente a su ejecución. Hay un cuarto "beljim" que escapa, mujer y embarazada. 

"Aitor, Jon y Eulenne preguntan por el lapidario...los escoltan en silencio hasta el frontón...Y cuando las cuatro madres dan su consentimiento , la lluvia de piedras cae sobre ellos y los tres mueren lapidados en nombre de la ley Nabula...".

--Mientras tanto, hay crisis económica, el pueblo está descontento. El dinero da para muy poco y la ley del Regreso obliga a algunos a marchar al campo, a vivir como los antiguos akusaras, puros, no contaminados por la industrialización. Caseros a la fuerza. Una idealización del pasado, algo muy del gusto nacionalista. 

Escuchamos la voz de un tendero. Que al gobierno le importamos una mierda, que mucha patria, mucha raza y los poderosos enfrascados en  lujos y excesos. Que los cíos líticas nos llaman antipatriotas por negarnos al Regreso, unos chupasangres; que si me toca ir al campo ya pueden llamar a los antidisturbios, que yo no me voy. 

-Que la  única diferencia entre la Akúside del Sur y la Independiente es que uno son políticos toreros y otros políticos levantapiedras. Que dónde está ahora esa riqueza prometida, cuando sean independientes del Sur. Pamplinas, siguen en su fiesta, tan calentitos en el palacio de los Rocher, tragando champán como agua y nosotros aquí jodidos mientras ellos se divierten con nuestros impuestos. Acaso sea la hora de poner fin, nos dan a cambio un combate de boxeo, nos toman por idiotas. 



--Les dan pan y circo, para que se entretengan y no piensen. El pueblo va curando de su ceguera, va perdiendo el miedo. ¿Y Axiámaco?

-Curará, el sacrificio de Aitor curará a los ciegos. Hay que seguir con el machete. 

--Otro día seguiremos, tal vez. Afílalo bien, amiga. Aunque pienso que ahora será más fácil. Axiámaco nos contará sus batallitas y, tal vez, su arrepentimiento. 



La semana pasada fue la de la "disolución de ETA":

"Seis años y medio después de declarar el cese definitivo del terrorismo, ETA ha anunciado su desaparición como organización a través de un comunicado hecho público a las 14.06 de la tarde. La fórmula que ha utilizado para expresar su disolución ha sido “el desmantelamiento total del conjunto de sus estructuras” y “el final de su trayectoria y su actividad política. 

Euzkadi nunca será Akúside y el mar Cantábrico nunca será el mar Alado. Es una gran noticia para los que amamos esa hermosa tierra y su gente, a pesar de los desencuentros, que los hubo. 




Un abrazo para los que pasáis por aquí. Uno especial para Ángel Vallecillo. 

María Ángeles Merino 

(Funcionaria que fue del Eusko Jaularitza)

Las palabras en rojo están tomadas directamente de la novela Akúside, de Ángel Vallecillo, editorial DIFÁCIL, 2017.

14 comentarios:

La seña Carmen dijo...

¿Algún nacionalismo no es excluyente?

Abejita de la Vega dijo...

Una pregunta clave, Carmen. El nacionalismo pacífico no debería excluir.
Vamos a referirnos al nacionalismo excluyente y criminal. Añado ahora lo de criminal.
Gracias por tu temprana visita. Besos.

Ele Bergón dijo...

Es difícil entender la violencia que nos acompaña a lo largo de los tiempos a los seres humanos y más si ese estado lo ejercemos para producir un gran dolor en las personas y a veces también en los animales ¿ Por qué lo utilizamos e inventamos excusas para poder hacerlo? Supongo que el autor en este libro, que aún no he leído, intentará dar una explicación de ello.

Los autores que mencionas son de los grandes, aunque haya que indagar y profundizar mucho en su lectura para entender qué es lo que nos quieren transmitir. Lo bueno tiene su coste.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hoy que vemos estas noticias en la prensa, surge con más fuerza la hipótesis inicial de la novela: ¿Y si hubieran triunfado? Qué cerca estamos del derrumbe.

Ángel Vallecillo dijo...

Muy agradecido. Contento con Akúside, pero es verdad que hay que entrar armado de paciencia y machete. Muchísimas gracias por haberme leído y criticado con tanta benevolencia. A todos y todas.

De Faulkner a mí me ha gustado casi todo. Pero por nombrar un par de novelas: Las Palmeras Salvajes (con estructura doblada) y en especial Mientras agonizo. Lo bruto es hermoso.
De William Gaddis, esa maravilla, tan bien traducida al español, y con título en palíndromo: Ágape se paga. El Talento al poder.
De Bernhard, otra vez casi todo, pero de lo más extremo recomiendo una novela cortita: Los Comebarato. Repeticiones, ritmo, musicalidad.
Por añadir algo. De Joyce: Los Muertos.

Pero es verdad que es literatura en plan club sadomaso: "solo para adictos o iniciados".

María Pilar dijo...

No conozca a este autor ni su obra. Gracias por descubrírmelo y ya lo anoto en mi lista de lectura.
Tema peliagudo del de: ¿Y si hubieran vencido?
Hubo momentos que los que se manifestaban en el sentir contrario eran muy poquitos.
Coincido contigo en lo de funcionaria de Eusko Jaurlaritza.
¡Qué trágicos momentos nos ha tocado vivir!

pancho dijo...

El paralelismo de Aitor y Jesucristo es claro: los dos admiten el sacrificio por salvar a los semejantes.
El nacionalismo es un mal endémico y crónico con el que no hay más remedio que convivir. No conozco a nadie que quiera vivir sometido, que no quiera ser independiente, la clave está en serlo sin querer ser más, más de todo y sin fastidiar al que está al lado.
Muy interesantes tus palabras sobre tu experiencia personal.
Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

Pedro: Triunfar tal vez no pero muchos pensamos que ETA no acabaría nunca.

Abejita de la Vega dijo...

Ángel Vallecillo: Probaré con Faulkner. O con el celebérrimo "Ulises". Sí, es un tipo de literatura "sólo para adictos e iniciados". Soy partidaria de asomarme a esos libros, pero no creo que me haga adicta. Lo soy del goce lector, eso sí.

Quién soy yo para criticar un libro, ya es bastante mérito escribirlo y publicarlo. Y si hay un premio habrá que decir aquello de "algo tendrá el agua cuando la bendicen". Un abrazo, Ángel.

Abejita de la Vega dijo...

María Pilar: Sí, eran pocos, había mucho miedo. Amamos Euzkadi, eso sí, a pesar de todo. Un abrazo, colega del Eusko Jaularitza.

Abejita de la Vega dijo...

Ele Bergon, mi amiga Luz: La violencia es difícil de entender, no sabría decir en dónde hunde sus raíces. En cuanto a los libros, lo bueno no tiene por qué ser oscuro.

Abejita de la Vega dijo...

Pancho: Sí, se puede establecer paralelismo Aitor Jesús. En cuanto a mi experiencia personal, me pesa mucho, no puedo apartarla si se tratan ciertos temas. Un abrazo, Pancho.

Un abrazo a todos los que me habéis visitado.

Ángel Vallecillo dijo...

Abejita: Uy, yo el Ulises nunca he podido con él...

Abejita de la Vega dijo...

Pues si tú no puedes...Un abrazo.