sábado, 10 de febrero de 2018

Pequeña crónica de la reunión del club de lectura en torno a "Pedro Páramo" de Juan Rulfo. (2)




 Recordáis que:

El pasado martes, 6 de febrero de 2018, a las cuatro y media de la tarde, los lectores del Club de Lectura presencial nos encontrábamos en la Facultad de Humanidades y Comunicación, de la Universidad de Burgos. Teníamos por delante el comentario de Pedro Páramo de Juan Rulfo. 

Tras conocer y comentar las últimas noticias del club, Pedro Ojeda (P.O.) nos presenta la obra y comienza un interesante y vivo diálogo con los lectores. 

Viene de la entrada anterior:

-(L) El término realismo mágico lo utilizó por primera vez un crítico de arte  para describir una pintura que mostraba una realidad alterada. Hoy, precisamente, en la radio han dicho: "volvamos al realismo mágico de España y Cataluña"(sonrisas y alguna risa). Se ha convertido en un término cotidiano.



-(P.O.) ¿Por qué es tan difícil de entender?

-(L) Un hijo va a ver a su padre, en cuanto da dos vueltas, dices: esto es de locos. Lee: "La cama era de otate cubierta con costales que olían a orines, como si nunca los hubieran oreado al sol; y la almohada era una jerga que envolvía pochote...".

-(L) Es un libro que necesitas una introducción, a pelo lo tienes que leer dos veces...por lo menos.

-(P.O.) El problema no es el vocabulario.

¿Por qué lo hace Juan Rulfo? La literatura anterior no utilizaba palabras hispanoamericanas. Es una forma de escribir como hablan. ¿Por qué los narradores hispanoamericanos deciden abandonar ese lenguaje comprensible, canon de escritura culto que se podía escribir en España y en América? Deciden construir su propia identidad. ¿Como americanos, qué somos? Se empieza a notar la presencia de lo norteamericano y la reacción no es tanto ante lo español como ante lo norteamericano. Autores como Rulfo, García Márquez, o Vargas Llosa empiezan a descubrirse a sí mismos, a escribir novelas sobre la  identidad americana: qué somos, cuál va a ser nuestro futuro. La de Rulfo es una forma de reinterpretar lo mexicano.

-(L) El cura es muy interesante, se confiesa con su superior, no está dispuesto a perdonar. El papel de la religión...



-(P.O.) Es difícil de entender desde nuestra mentalidad. Su culto a los muertos es propio de su cultura sincrética. El cura no nos debería extrañar , es como los curas carlistas de nuestras novelas realistas.

Es la estructura. No nos cuenta la historia de una forma lineal. Cuenta la historia después de su muerte.

-(L) Por muy irreal que sea...¿Quién habla aquí?

-(P.O.) Una novela en la que se exige esfuerzo, es magnífico. Novela que está dialogando contigo.

-(L) He estado esta noche pensando en el hijo imaginario de Dorotea. ¿O no era tan imaginario? Me están calando estas historias tan fúnebres, qué locura. 



-(L) Aquí en la universidad, en un club de lectura como este, sí...Pero el lector "normal"...

-(P.O.) Para leer novelas de éxitos, "best sellers", ya hay otros clubs de lectura.

-(L) O no hace falta ninguno.

-(L) Leerse la novela, dice el autor de la edición de Cátedra, precisa varias lecturas.



-(L) Ves cuadros realistas.

(P.O) ¿Por qué decide contarlo así , a través de voces de muertos? ¿Por capricho? ¿Por qué cambia las normas del juego?

-(L) Para complicar un poco. Un pueblo mexicano en decadencia.



(P.O) En la sierra de Burgos hay pueblos así.

-(L) El pueblo no respeta su dolor y el que manda va a destruir el pueblo, en venganza, como una imagen bíblica.

-(L) Leemos por el tratamiento, no por las historias.

(P.O.) ¿Por qué lo hace así? Llega un momento en que hay que contar una historia diferente. Llevamos siglos contando historias así. La historia es la de siempre, la historia del hijo es una historia mil veces contada. 

El mundo ha cambiado, en el siglo XX se produce un cambio de pensamiento. Cómo reconstruimos una identidad destruida, se elabora el concepto de búsqueda de identidad perdida, la de la tragedia clásica con un formato moderno. Es Juan Preciado pero es Comala y Comala es México. 
¿Qué somos? ¿Cómo nos contamos? 

En el pasado hubo otras formas, recordamos al Lazarillo que era una forma de contar la propia biografía. El mundo ha cambiado, ha venido el psicoanálisis. Una novela realista no puede servir para contar los problemas de identidad del yo. Hay que buscar una forma apta para nuestra época. Recordáis como nos contó José Antonio Abella la historia de La sonrisa robada, es una novela de ficción a través de la investigación. 

En el fondo hay cuatro historias ¿cómo las contamos?

(L) Mira que la que contó Don Quijote en Manhattan...

(P.O) Esa era una alegoría.

(L) ¿Hay influencia de otros escritores? 

(P.O) Mezcla novela de tipo anglosajón, novela mítica desde Miguel Ángel Asturias, novela psicoanalítica, novela de vanguardias. Anterior a esto es Wenceslao Fernández Flórez  con "El bosque animado" en el que un bandido se encuentra con un alma en pena. En el folklore español abundaban las historias de animas.

Coger todo eso y aplicarlo a la identidad americana. Ya han fusionado lo precolombino con lo español y lo francés, ahora con lo anglosajón. ¿Qué somos? Aplicar esto para decir qué es América, contarlo de una forma diferente, reflexionando con herramientas modernas sobre su propia identidad. García Márquez, Vargas Llosa, Isabel Allende...Juan Rulfo. 




(L) Recomiendo El llano en llamas.

(L) En cuanto acabe la segunda lectura de Pedro Páramo.

(P.O) A una persona que llega a un sitio e investiga sobre su padre...se lo van contando a trozos. Como en Soldados de Salamina: uno le cuenta una cosa, otra le cuenta otra..

(L) No tiene interés que sea una cosa detrás de otra.

(P.O) Defecto de lectura tradicional.

(L) Es un pueblo fantasma, ves el pueblo, la aridez.

(P.O. ) Como un pueblo castellano, de Burgos.


(L) O de Valladolid.

(L) ¿Quién es Pedro Páramo? "Un rencor vivo"

Hay que terminar la reunión. Como dije al principio, ha sido un interesante y vivo diálogo entre lectores. Sonrientes como el perrito colimote.

Un abrazo de María Ángeles Merino a todos los que pasáis por aquí.


4 comentarios:

la seña Carmen dijo...

Pues yo creo que la mayor parte de las novelas "hispanoamericanas", siguen estando escritas en español estándar, a pesar de que las hinchen con localismos. El habla real de Hispanoamérica, por supuesto nada uniforme, nos es totalmente desconocida de este lado del charco. Estos grandes autores hicieron algo, pero quizá también nos dieron una imagen tan irreal como la anterior. Habría que profundizar más en otros autores, en los de segunda fila quizá, para entender un poco mejor nuestro idioma.

Abejita de la Vega dijo...

No sabemos como hablan allí. Cuando emigran aquí nos sorprenden con un castellano antiguo, dulce y pausado.
Es una buena reflexión la tuya, Carmen.
Besos

Myriam dijo...

Una vez más te agradezco tu excelente crónica.

Un beso muy grande

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡Magnífica crónica! Así que nada, quedas designada como cronista oficial del Club. ¡Gracias!