miércoles, 14 de enero de 2015

Crónica del encuentro de unos lectores con José Antonio Abella (1) "Así sucede con todas las cosas hermosas: se van volando como un sueño dejando en nosotros un ardiente Schnsucht".

 Foto cortesía de Anny G. Santana


Ayer martes, día 13 de enero, tuvimos con nosotros a José Antonio Abella, el autor de la novela La sonrisa robada que nos ocupa en las últimas semanas. Con tal motivo, el encuentro mensual del Club de lectura tuvo lugar en el Museo del Libro Fadrique de Basilea de Burgos (Travesía del Mercado, 3. El Hondillo) a las ocho de la tarde. Fue una buena ocasión para compartir con él nuestra experiencia como lectores y comentar los aspectos esenciales de su obra. Tuvimos la ocasión de disfrutar de la presencia de una persona con unas cualidades humanas relevantes.
Llueve en Burgos, no, no estamos en Flensburg, pero como si lo estuviéramos. Cae una tenue llovizna y nos dirigimos al Museo del Libro, al encuentro de José Antonio Abella.  Subimos a la primera planta; nos sentamos, saludos, abrazos y:
Javier Gil nos da la bienvenida al Museo del Libro y, muestra su satisfacción: una sala llena, un martes, en una ciudad de provincias, para hablar…de un libro. Un libro que se titula “La sonrisa robada”, ¿figura acaso el delito de robar sonrisas en el Código Penal? se pregunta Javier.

Saco mi pequeño cuaderno, voy a tomar notas, la letra no será buena pero me permitirá redactar una pequeña crónica, la que tenéis aquí. Escribo sobre mi ejemplar de "La sonrisa robada", buen apoyo.
Toma la palabra nuestro profesor Pedro Ojeda, el alma de nuestra lectura colectiva. Veamos lo que nos dice:
Es un lujo hablar de literatura en un museo, en el Museo del Libro. Es una visita que debería recomendarse a todo el que pasa por Burgos. Y recordar a todos que se trata de un museo donde, casi todo lo que se expone, se puede comprar, tengámoslo en cuenta cuando queramos hacer un regalo muy especial.
Pedro muestra también su agradecimiento a la Asociación de Amigos y Antiguos Alumnos de la Universidad de Burgos, gracias a la cual realizamos nuestras lecturas colectivas. Y ahora…inauguramos el año, un martes y 13, para romper la superstición. Y es un año quijotesco, celebramos el cuarto centenario de la publicación de la cuarta parte del Quijote, un cuarto centenario de verdad, aquel de 2004 no lo fue tanto.

Mis notas tomadas durante la reunión.
Es un buen momento para leer. Recordemos que sólo el 35% de los españoles leen de forma habitual. Comprar libros y hacerlos circular debería ser un objetivo. Y el mejor homenaje a un libro: leerlo.  Este mes hemos leído “La sonrisa robada”, de José Antonio Abella que está hoy con nosotros.

Al dedicarme el libro, me manifesté como enamorada de Edelgard y de José.
“La sonrisa robada” es una novela excepcional, de un autor excepcional. Recibió el “Premio de la Crítica de Castilla y León” en el 2014. Es una novela que va a tener éxito, tendrá una segunda vida. Una gran novela difícil de escribir y atractiva, un reto, al leerla nos damos cuenta.

Mis notas tomadas durante la reunión.
Porque es la historia de una pasión, de un amor entre un joven español y una joven alemana, una relación epistolar,  a través de cartas. José Fernández Arroyo, el joven, tiene la extravagancia de recorrer media Europa para conocer a su amada, cuando en este país no se salía, no se viajaba. Es una historia real y no hay nada más atractivo que la realidad. A partir del diario escrito por José, Abella construye esta novela y lo hace por amistad, el autor del diario es su amigo.

Al firmarme este libro, le pedí que le diera de mi parte un abrazo a José.

Y engancha desde la primera página, tan bello y tan horrible. No es una novela improvisada, está muy trabajada.  Porque J. A.A. construye la historia de este amor en un doble plano, lo que se sabe y la investigación de lo que no se sabe. Y lo une todo gracias a ese tono que se acerca a lo lírico para acercarnos a la realidad más dura.
J.A.A. es un escritor de largo recorrido. Comenzó en 1992 con “Yuda”, su primera novela; y no ha dejado la escritura desde entonces. Ha emprendido también la aventura editorial. “La isla del náufrago” es su empeño de editor, una clase de empeño que puede arruinar pero con una gran felicidad.
J.A.A. es un médico humanista de los que ya no hay, de los de antes, siguiendo la tradición de grandes escritores como Baroja o Marañón.

Mis notas tomadas durante la reunión.
Comenzamos el diálogo con J.A. A. que será apasionante.
Surge la primera pregunta del público. ¿Qué es lo que te lleva a ver una novela en esta historia?
José Antonio Abella agradece nuestra presencia, en esta ciudad que es su ciudad de infancia y adolescencia. Algo suyo hay en Burgos, tal vez alguno de nosotros nos hayamos encontrado con él, en nuestros paseos juveniles de ida y vuelta por el Espolón. Ahora le cuesta reconocerla, hay una relación agridulce con la ciudad que le vio crecer. Vive en Segovia, pero tampoco Segovia…se considera apátrida. Mucho tiempo podía estar hablando de Burgos…
Contestando a la pregunta, la novela nace del diario del poeta José Fernández Arroyo, un poeta de la tendencia que se llamó “postista”. J.F.A. escribe su diario desde los veinte años, en una obsesión por dejar constancia. Los diarios se pueden tergiversar, no es el caso de José. En él, leemos la relación que mantiene con una chica alemana, tras un anuncio de un periódico solicitando correspondencia, algo habitual entonces, Abella mismo lo hizo con una chica cubana.

Mis notas tomadas durante la reunión.
Surge una relación amorosa platónica muy intensa, pero Edelgard acaba la relación. ¿Por qué rompió? J.A.A. indaga y la indagación le hace escribir esta novela. José y José Antonio son grandes amigos, pero ahora José sufre un gran deterioro, padece Alzheimer, se le caen las lágrimas cuando se le pregunta.
¿Qué había de Edelgard que no estuviera en el diario de José?
 Cuando se le dio el premio, en un más de un artículo periodístico se hablaba de lo arriesgado de la novela porque aborda el final de la guerra mundial desde el punto de vista de los perdedores, los alemanes. Es resbaladizo, lo que pasó en Alemania durante la guerra fue terrible; pero también lo fue después de la guerra, en especial el horror sufrido por las mujeres. Alguien podría pensar que esos horrores compensaron los horrores producidos por los alemanes. Y a Abella le da miedo esto, no, el horror es horror, lo padezca quien lo padezca. Corría el riesgo de ser acusado de revisionista, verlo desde el otro lado era un riesgo.

Surgen más preguntas. J.A.A. se convierte en protagonista  de la novela ¿Voluntario o involuntario? Fue involuntario. José le pedía que escribiera y urgía que lo hiciera. Fue un acierto convertirse en protagonista porque le permitió una relación de veracidad con el relato.
¿Qué parte es ficticia y qué parte es real?

Todo es real excepto las partes que el autor no puede saber, entonces recurre a una invención relativa. ¿La violación de Edelgard? Todos aquellos que la conocieron y pudieron hablar con J.A.A., estaban convencidos de ello y hay en las cartas algunos indicios.
¿Es biografía o es novela?
No está clasificada como biografía, es novela, puramente biográfica no es. Está basada en un trabajo concienzudo y meticuloso. Es lo que llaman novela documental, novela de no ficción. Pedo Ojeda nos dice que J.A.A. novela su propia experiencia, como en las novelas punteras, las más interesantes de la narrativa actual. Nuestro profesor piensa que la tercera persona lo hubiera distorsionado, que es un acierto, que le da cercanía al diario. A Pedro le gusta especialmente el detalle de superponer los dos planos de la ciudad, el antiguo y el actual. Es una clave de interpretación de lo que está pasando: el lugar donde nació Edelgard es ahora una escuela…hay niños en silla de ruedas.
¿Sería un éxito en alemán?
¿Novela en Alemania? Confiar en que se traduzca desde una editorial pequeña…es muy difícil, habría que enviar una buena traducción. J.A.A. añade, con ironía, que si fuera enviada por la editorial Planeta…José llegó a tiempo de leer la novela, quería que la publicara una editorial de importancia; pero el trato de las grandes editoriales a los autores poco conocidos…
El recuerdo de la guerra…les cuesta mucho a los alemanes, así se lo manifiesta Ulrich, el pastor protestante que le sirvió de intérprete.
¿Tendría que ser un éxito en Alemania?

Los jóvenes alemanes viven muy alejados de la historia de sus padres. Y los que sí vivieron la guerra arrastran un complejo de culpa, pues durante un tiempo se les forzó a ver las atrocidades nazis. No quieren hablar de ello. Muchos de los abuelos padecieron también los campos de concentración después de la guerra. Pero los alemanes miran con ojos asombrados si se les habla de tal cosa. No, en los campos estuvieron los judíos y fue durante de la guerra. No lo han oído porque no se ha escrito, desconocen que los mismos campos fueron utilizados para recluir a los alemanes, en condiciones terribles. Un escritor canadiense dice que, tras la guerra, muere un millón de soldados alemanes. Y la mayoría fue a la guerra porque les tocó.
Seguiré en otra entrada, con mi pequeña crónica del diálogo con José Antonio Abella.

Un agradecimiento especial a mis alumnos que también estuvieron allí. Alguno de ellos ya ha sido atrapado por el hechizo de esta novela, me consta.

"Así sucede con todas las cosas hermosas: se van volando como un sueño dejando en nosotros un ardiente Schnsucht".
Un abrazo de María Ángeles Merino

5 comentarios:

Bertha dijo...

Que fecha tan chocante para la presentación.-Claro que esto solo para los que se van a casar;)

MªAngeles por lo que aquí reflejas en esta crónica de este encuentro; se nota que ha sido muy gratificante y eso es estupendo.

Muchas gracias por compartirla.

Un abrazo

Rita Turza dijo...

Que maravilla de entrada, que pena no vivir en Burgos para disfrutar de momentos como este.

Besos.

María Pilar dijo...

Muy buena información MªÁngeles y más sabiendo que viene de un encuentro con el propio autor de la novela. ¡Qué maravilla!

Ele Bergón dijo...

Fue una tarde-noche muy agradable. Lo pasamos muy bien y aprendimos de las palabras del autor y de Pedro, así como de las preguntas de los que allí estábamos reunidos.

A mi, en realidad, el que más me enamora es el poeta de Manzanares, quizás sea por su enorme romanticismo y me gusta mucho cómo escribe. Tendré que leer el diario que tú ya lo has devorado.

Ten cuidado con esas flechitas verdes que te salen en el texto, me dice Mariano que puede ser un virus

Besos

Luz

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué buen resumen, remito a él en mi entrada de hoy.
Gracias por ir y por este trabajo, Mª Ángeles.