miércoles, 4 de diciembre de 2013

“Ahora nos da miedo abrir el periódico o esperar la hora del telediario...Ahora…el pasado es un lujo que no nos podemos permitir”.


Comentario, en forma de diálogo entre personajes de ficción, a las páginas 9-17 del ensayo "Todo lo que era sólido", de Antonio Muñoz Molina, editorial Seix Barral. Para la lectura colectiva de "La acequia", dirigida por Pedro Ojeda.

Leemos en "El País" de 18 de febrero de 2013:

""Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros". El verso de Luis Cernuda obsesiona desde hace tiempo a Antonio Muñoz Molina. “Recordar y contar lo que uno ha visto, esforzándose por no mentir y por no halagar y por no dejarse engañar uno mismo por el resentimiento o por la nostalgia, es una obligación cívica”, opina."


Antonio Muñoz Molina

Y para comentar los recuerdos del escritor, voy a imaginar un diálogo entre dos señoras de la clase media burgalesa, un poco alta, tampoco demasiado. Y enlazo esta entrada con las del mes pasado, las de "La estafeta romántica", episodio nacional de Galdós. Escribamos:


¿Recordáis?

Doña María Tirgo y doña Juana Teresa meriendan, chocolate espeso con churros, en una céntrica cafetería de la capital. No, no estamos en 1837, el calendario señala que hoy es 4 de diciembre de 2013. Y no os hablo de fantasmas, soñemos que María y Juana Teresa son descendientes de aquellas de “La estafeta romántica” de Galdós, la novela que comentamos el mes pasado.


Por ejemplo esta que ya conocéis

¿Qué si viven en Cintruénigo o en La Guardia? No, soñemos que las circunstancias de sus antepasados las han llevado a nacer en la cabeza de Castilla, ya saben, esa ciudad que nunca te dejará frío y a la que siempre hay que sonreír. Son de Burgos de toda la vida, tan burgalesas como la catedral y la morcilla de arroz. Añadiré que viven en un piso con portero servicial, cerquita de la orilla soleada y burguesa del río Vena, misa con abrigo largo de visón… No hace falta que les explique a quién votan y a quién añoran estas damas.



Doña Juana Teresa ha dejado un libro encima de la mesa: “Todo lo que era sólido” de Antonio Muñoz Molina. Doña María, algo aburrida, lo curiosea; ya han agotado las últimas noticias sobre las vecinas y sus ecuatorianas, las que tocan a la municipalidad, alguna autonómica, nacionales y aún han dejado un huequito para la Merkel y la Lagarde, qué lagarta…qué mujer más elegante.




M: Este libro que traes…

J.T: Es de mi hijo, de Rodrigo. Estudia poco pero lee mucho; me da por pensar que en la Universidad de aquí me lo están cambiando. La pública es lo que tiene, que yo le hubiera pagado una privada bien a gusto, total a Madrid se llega en un pispás. Y, además, allí podría coincidir con tu sobrina Deme, qué chica más maja. ¿Recuerdas cuando, de pequeñines, hablábamos de casarlos? Sueños porque ella se ha echado un novio romántico, digo hippie, punki o algo así. Y, además, Rodrigo no estudia cosa de provecho, Humanidades ya ves tú, con la cabeza que tiene para los libros sacaría Derecho y una buena oposición a notarías, y hala a cobrar por firmar. Y una buena boda en la Catedral, en el altar mayor, que la del Cristo es para gentes de medio pelo.

M: Muñoz Molina. ¿No es ese escritor que estuvo en la boda de Felipe con Letizia? ¿El que está casado con una escritora que escribe cosas de críos? ¿Un rojazo no?

J.T: Sí, pero es de la Real Academia Española de la Lengua y le han dado un montón de premios, el del príncipe de Asturias, el de Jerusalén...



M: Vale, vale, si yo no le quito mérito, a ver vamos a ver qué dice, tú me cuentas, que yo no he traído las gafas de cerca.

J.T: “Qué lejos se nos queda ya el pasado de hace sólo unos años…Era cuando creíamos vivir en un país próspero y en un mundo estable y las cosas seguirían mejorando de manera gradual…”

M: Eso es verdad, que hay que ver cómo pasa el tiempo, que hace nada teníamos a Aznar en la Moncloa y España iba bien. Y hubiera seguido bien si no fuera por Zapatero que tiene la culpa de todo, qué bien le vinieron los trenes al de la ceja.

J.T: Anda, calla y escucha. “Algunos expertos vaticinaban tranquilizadoramente…un aterrizaje suave…Un economista muy célebre escribió en enero de 2007 que en todo caso la burbuja , si existiera, se pincharía gradualmente”.



M: Eso es lo que estudia mi sobrina Deme, está en tercero de Económicas. Todo para terminar diciendo tonterías como esas. Aterrizaje suave, menudo tortazo nos hemos pegado. Pinchar gradualmente la burbuja, dile a un niño que pinche poquito a poco una pompa de jabón. Que la burbuja inmobiliaria esa estalló en mil pedazos, venga a poner grúas en todas partes y ahora… vas a vender una propiedad que has heredado honradamente y van y te ofrecen una miseria. Y lo alquilas y no te pagan el alquiler, que está la gente a dos velas y te destrozan el piso y te lo llenan de mierda.

J.T: Escucha. “Se nos olvida ahora hasta que punto esos años de prosperidad fueron también de una aspereza civil y una violencia verbal que arreciaban más a medida que había más dinero y que mejoraban como nunca los índices del bienestar y las perspectivas económicas”

M: ¿Violencia verbal? Violencia ahora, que por todas partes hay pitidos y ruidos de cacerolas. Y perro flautas, los del 15 M esos, manifestándose con esa pinta. Bien tranquilos que estábamos entonces, ya lo decía la COPE que…



J.T: Deja la COPE en paz, qué menuda lengua se gastan Losantos y los demás. A lo que vamos: “Insultos que en épocas menos broncas se decían en privado ahora regresaban al lenguaje cotidiano de la diatriba política: los rojos, los fascistas, los rojillos, los fachas; herir al otro y negarle el derecho a la razón y a la buena fe y no debatir con él…”.

M: Fachas, nos llaman fachas, a la gente de orden nos llaman así esos rojazos hijos de Carrillo, el  que mató a miles de personas en Paracuellos y en las checas; que mi padre me lo contaba, que falta nos haría uno como el caudillo que tanta paz nos trajo y…

J.T: De eso va: “En un país casi siempre amnésico los fragmentos del ayer lejano regresaban como armas arrojadizas. El asesinato de García Lorca…la matanza de Paracuellos, la sublevación derechista de 1936 o la izquierdista de 1934”.


Carrillo

M: Amnésicos, que hemos perdido la memoria, es verdad; que yo he leído en un libro de un historiador, Pío no sequé, ahora no recuerdo el nombre, sale en la tele, que fueron los de izquierdas los que dieron el golpe y en 1934, dos años antes, ya ves tú.

J.T: ¿Leer tú un libro? ¡Qué sorpresa!

M: Bueno, me salté mucho. Venga sigue leyendo, que se está poniendo interesante.

J.T: “Agrias disputas políticas se organizaban en torno a la corrección legal de hechos irreversibles sucedidos en el pasado lejano: declarar nulo el consejo de guerra contra Miguel Hernández, que lleva muerto desde 1942, restituir a Miguel de Unamuno en su puesto de rector…o de concejal …Que los unos pusieran tanto empeño en corregir lo irreversible tenía algo de gratuita fantasmagoría: que los otros se opusieran con tanta virulencia era un síntoma delator de sórdidas afinidades que…habrían dejado de ser inconfesables”.

M: No, si los rojos andan resucitando fantasmas, para qué quiere un fiambre que le hagan rector o concejal. “Sórdidas afinidades”, no sé quién tendrá esas sorderas. A ese Miguel Hernández no lo conozco, pero si hubo un consejo de guerra es que hizo algo malo, que no se hacían así como así. Los agrios son ellos, fíjate en Justinita, la hija de Justina, tu asistenta, lo que suelta por esa boca, que si las fosas, que si la memoria histórica, qué sabrán ellos, que mi padre bien nos contaba que un día fue mi abuelo y...

J.T: “Las secciones de necrológicas se llenaban no con los muertes recientes sino con las esquelas de los asesinados en 1936, cada periódico a cada lado de la nueva trinchera vindicando a los suyos”.

M: Mira, eso si lo recuerdo. Menudo susto me llevé aquel día que vi una esquela en el ABC, con el nombre de un difunto apellidado Idiáquez, que pensé que era uno de los tuyos, recién fallecido. Y resultó que era uno de la guerra, muerto en una checa de Madrid. Y un día y otro, tuvimos una temporada que cada día un muerto del 36. Un día voy y se lo comento a mi hermano José María, el cura. Y me deja con la boca abierta, resulta que en “El País” publican esquelas de los rojos, fusilados por los “nacionales”. Van a comparar, morir por Dios y por España a morir por la Pasionaria.

J.T: “Nunca tanta gente había vivido mejor, nunca había habido tanto trabajo, pocos países del mundo gozaban de una sanidad universal de tanta calidad o tenía mayor esperanza de vida, pero nunca había sido más violento el lenguaje político…”

M: Que sí que está muy bien que los pobres tengan médico y hospital, que no se lo discute nadie a ese escritor. Que la Seguridad Social es muy buena, claro que sí; aunque yo tengo Adenitas para que me pongan habitación individual y no tenga en la cama de al lado a uno que no se ha lavado desde que lo hizo la comadre. Y son los mismos médicos, por la tarde y con más tiempo. 

J.T: “Nunca fueron más favorables las noticias económicas; y sin embargo leer los periódicos o escuchar la radio podía helarle a uno la sangre en las venas…La derecha y sus portavoces voluntarios o asalariados aseguraban que el gobierno socialista manipulaba a los jueces y a la policía y utilizaba a los servicios secretos para atribuir los atentados del 11 de marzo de 2004 a una célula islamista y proteger a los verdaderos autores, los terroristas de ETA, aliados con los socialistas en una conspiración para robar las elecciones a sus ganadores legítimos…”

M: Que las del 2004 las ganamos nosotros, que fue una conspiración, que eso me lo leí de pe a pa en “El Mundo”, aunque yo soy más de ABC. Que fueron los de ETA, que estaba claro.

J.T: ¿Todavía estás con eso? No mujer, hay que reconocerlo. Que, como me dijo mi Rodrigo, por todo el Internet circulaba que el atentado era islamista mientras a nosotros nos aseguraban que era la ETA, en televisión y en boca de nuestro presidente. Que yo no le llamo mentiroso ¿eh? Dios me libre.



Escucha esto: “Obsesionados con la exhumación de fosas comunes no reparábamos en el fragor de las excavadoras que abrían por todas partes zanjas para construir chalets y bloques de viviendas sobre terrenos rústicos recalificados por alcaldes ladrones …El presente se disolvía en las escenificaciones del pasado …En nombre de la República más soñada que recordada de 1931 se menospreciaba la democracia que en 2006 llevaba durando casi treinta años…Ciudadanos acostumbrados a todos los privilegios de la paz civil y el desarrollo económico manifestaban una virulenta añoranza por el heroísmo en blanco y negro de aquella guerra simplificada hasta el extremo halagador de un catecismo político o de un tebeo de aventuras”. ¿Ves como Antonio Muñoz Molina da una de cal y otra de arena?


Campo Real con grúas


M: Cal y arena, a montones, cuánta excavadora, todo el mundo a hipotecarse y a vivir en un chalet con jardín, a hacer barbacoas con más chistorras que chuletas. Alcaldes ladrones, de uno y otro lado, que el dinero no tiene color. Soñar la República, una pesadilla fue aquello. Que mi madre me cuenta que le tiraron una piedra por lucir la medalla de la Primera Comunión.

J.T: ¿Eso fue en Burgos?

M: No mujer, que mi madre pasó la guerra en zona roja, que a mi abuelo lo destinaron a Madrid, el hambre que pasaron, dicen que comieron borricas muertas.

J.T: “Ahora nos da miedo abrir el periódico o esperar la hora del telediario porque no sabemos si nos informarán de que ya no existe lo que creíamos perdurable, de que los billetes que guardamos en la cartera se han quedado sin valor o nuestro puesto de trabajo o nuestros ahorros los ha barrido un viento de desastre, de que iremos a un médico de urgencias y no habrá un médico que nos atienda…Ahora…el pasado es un lujo que no nos podemos permitir”.

M: Es verdad, que da miedo poner el telediario. Estuve a punto de coger unas preferentes de esas, menos mal que supe leer la letra pequeña. Y han volado trabajos de los buenos, quién lo iba a decir, empleados de las cajas burgalesas, las de toda la vida, que ahora mandan los catalanes, Dios, qué país. Lo del médico, iremos al particular, para colegios buenos los de los curas y monjas, que además están subvencionados, buenas ganas de mandar al niño a las públicas, llenas de emigrantes y gitanos.

J.T: Tú a tu bola, ya te veo. Seguiremos mañana a la hora del chocolate. Te contaré lo de la Lehman Brothers, Antonio Muñoz Molina pasaba por allí, no sé si sabes que vivió, o vive, en Nueva York.


Lehman Brothers

Dejo a doña María y a doña Juana Teresa abrigándose para salir a la intemperie burgalesa.

Un abrazo de:

María Ángeles Merino

Nota: La autora no comparte, en absoluto, las ideas de sus personajes. Ya me conocéis...

17 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Como siempre tan diligente. Paso a saludarte y ya lo leo con más calma.

Aún tengo que buscar el libro.

Hablamos

Besitos

LUz

Bertha dijo...

Se nos mueve el pavimento y eso genera nostalgia por los años pasados a ver cuando se vera la luz al final del tunel?.

Estas "doñas" sueltan sus razones de peso...Y, el otro bando las suyas.Y esto es la papa caliente que nadie quiere aguantar.

Lo que esta claro es qué: en estos momentos tenemos que tirar todos hacia el mísmo lago y ser más unidos sino se nos va de la mano.

MªAngeles me ha gustado muchísimo este diálogo.Te felicito por saber dar la vuelta a la tortilla.

Besos.


Bertha dijo...

...lado

Unknown dijo...

Pobres mujeres, que miedo tienen...como casi todos!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Son muchas las cosas buenas de esta entrada: en enlace con la lectura anterior, la selección de los textos, los enlaces y las ilustracioens. Gracias por todo ello.

pancho dijo...

Se da por supuesto que estamos comentando un libro y eso no tiene nada que ver con lo que uno crea o defienda. No faltaba más.
Me encanta el tono irónico que le das al comentario, pero que refleja la realidad a la perfección. Cómo se nota que conoces los chascarrillos, dimes y diretes de tu ciudad.
He leído que Muñoz Molina es un gran seguidor de Galdós y Baroja, le encantará la mezcla que has hecho del ensayo con los personajes galdosianos.
Un abrazo.

pancho dijo...


Se me olvidó comentarte que te ha quedado muy bien el remozado del blog.
Ilustraciones muy trabajadas.

Otro abrazo.

Myriam dijo...

Buenísima tu entrada, que ingeniosa. Mañana me la vengo a leer completa, ahora me vence el sueño, aquí vamos una hora más tarde que Uds.

Besos Y como me hiciste recordar el estupendo chocolate caliente burgalés jajajaja que a mi me pusieron un poco de cognac en él también.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, Abejita de la Vega:

Tenía una cara pensada para las doñas, pero -después de leerte- las he actualizado y puesto rostros reales y conocidos.
Quiero terminar de publicar lo que me falta de 'La estafeta romántica'.
Así que, en esta ocasión, seguiré la lectura del libro de Muñoz Molina con lo que publique el profesor y por vuestras entradas y comentarios.
Te dejo el enlace de un estupendo artículo en el que habla de su admiración por la obra de Galdós.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Genial, divertidísimo. Podría escucharse esa conversación en cualquier cafetería de nuestro más tradicional paseo, a esas señoras BTV (Burgos de toda la vida), aunque dudo que fueran capaces de tener en sus manos un libro de Muñoz Molina

Pamisola dijo...

Primero te diré que me gusta el cambio que has dado a tu casa, y no es porque se parezca a la mía :) :)
Qué buena idea empezar un libro sin soltar el otro, hace falta imaginación y talento, que a ti te sobra.
Pobres señoras, no saben quien las maneja, y que en cuanto se descuiden terminan de "yayaflautas" en una mani, me lo veo venir.

Este libro si que lo estoy leyendo.

Besos, Mª Ángeles.

Myriam dijo...

¿Para salir a la intemperie burgalesa? sí que hace frío por allí, que bien vendría otro chocolate con cognac del Espolón...

Bueno, ya me leí enterita tu entrada. Y lo que te dije anoche, lo repito: muy ingeniosa.

Besos

Anónimo dijo...

Suscribo el anterior comentario: genial el diálogo y totalmente veraz, en la cafetería del Soto, por ejemplo, donde no se mezclan con la chusma. Aunque me parece raro que comenten a Muñoz Molina, a no ser que haya sido entrevistado en Intereconomía.

Paco Cuesta dijo...

Me temo que María y Juana no interpretan el libro como Rodrigo. Muñoz Molina, de enterarse, seguro que lo aprueba así.
Un beso

María Pilar dijo...

Mª Ángeles, muy bien documentado y mejor expresado. Me he reído porque has retratado perfectamente a las dos señoras con sus chocolates calientes y sus abrigos de visón.
Un beso y feliz fin de semana :)

Edurne dijo...

La verdad que muy bien expuesto todo, intercalados de la obra de Muñoz Molina, diálogos inventados y nuestros rostros particulares para cada una de estas doña de la ciudad que sea de toda la vida, que en todas partes cuecen habas!
Hay, mira que son cansinas estas gentes, por Dios!
;)

Y que ahora me acabo de dar cuenta de que has cambiado el "luc" del blog! Yo ni me atrevo, para eso soy una timorata, jajajaja!

Besos!
;)

Ele Bergón dijo...

TE hice el comentario desde el móvil, pero no salió, aunque ya sabes lo mucho que me gustó esta entrada por lo bien que has enlazado un libro con el otro, por la recreación de los personajes y por incitarnos a leer "Todo lo que era sólido".

Las fotos, como siempre, acompañan muy bien al texto .

Un beso

Luz