domingo, 16 de febrero de 2020

Nos asomamos al vértigo de Poeta en Nueva York.


Federico García Lorca escribió el poemario Poeta en Nueva York entre 1929 y 1930, durante su estancia en la universidad de Columbia (Nueva York) así como en su siguiente viaje a Cuba. Y lo hizo en unas fechas clave para la historia, la vida artística y la vida personal del autor. Un contexto que el profesor Pedro Ojeda, recuerdo, nos explicaba más o menos así,siguiendo mis apuntes: 


"En 1929, se produce el crack bursátil en Estados Unidos y la crisis financiera se extiende a todo el mundo occidental, junto a una crisis de la familia, de las instituciones y de las creencias. La Revolución Rusa difunde las ideas revolucionarias por toda Europa. ¿Qué hacen los intelectuales? 

Los escritores empiezan a pensar que la poesía pura de vanguardia ya no es tan ajustada al mundo. Comienzan a andar el camino contrario a la deshumanización: el de la rehumanización. Un regreso que ya no puede ser el mismo después de la vanguardia. Los escritores se comprometen, el arte se rehumaniza. Es un realismo distinto porque ha pasado por la vanguardia, un realismo de tesis que quiere modificar la sociedad. El arte de la vanguardia adquiere un compromiso.


Federico García Lorca padece una crisis total. No le gusta como han recibido su Romancero Gitano, lo odia, él no había hecho una literatura popular sino una literatura vanguardista. 

Dalí y Buñuel están en París, él no se había atrevido a ir, le insultan, le llaman cobarde. Lorca se pregunta qué es el, sigue viviendo de su padre y está en una especie de conflicto interior. Se suma que no puede ocultar su condición homosexual, ha tenido una ruptura con un escultor, entra en una depresión. Decide irse de España, a París no, se va a Nueva York a aprender inglés y no lo aprendió.

Desde el surrealismo va a comprometer su obra. Llega cuando el crack bursátil, se enfrenta con la realidad de una Nueva York  en crisis, se asoma a ese vértigo y escribe uno de los mejores poemarios: Poeta en Nueva York."



Comenzamos la lectura de Poeta en Nueva York y nos esforzamos en asomarnos con García Lorca a ese balcón al vértigo neoyorquino y al que él ya trae consigo. El dolor personal del poeta se agranda, es el dolor de Nueva York y el de toda la humanidad que sufre. 




Nos enfrentamos a la oscuridad. Entramos en un universo en el que las cosas no son cosas sino símbolos que se rebelan contra nuestra imperiosa necesidad de darles un sentido inmediato. Se ocultan y se burlan. No debemos explicar las figuras lorquianas sino disfrutar de la belleza que crean sus palabras, pero no me pude resistir a expresar lo que los dos primeros poemas me iban sugiriendo. 

Vuelta de paseo

Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré caer mis cabellos
.....

Buscas el cielo entre formas que cortan y envenenan. "Asesinado por el cielo", la naturaleza se le muestra rota y mancillada: "el árbol de muñones que no canta" y "la mariposa que se ahogó en el tintero". El vuelo poético es imposible, escaparás a un estado más natural, al paraíso perdido de la infancia, aún con las pequeñas cuitas de un niño frágil y pálido, como un cascarón de huevo, que juega con animalitos de cabeza rota y chapotea en charcos de "agua harapienta"

¿Quién no padeció el "cansancio sordomudo"?

¿Quién no escuchó la música sin cuerdas de un "árbol de muñones"?

¿Quién no vio aletear con desesperación y negrura a "la mariposa que se ahogó en el tintero"?

¿Quién no se miró al espejo y vio su "rostro distinto de cada día"?





1910
(Intermedio)

...

"Aquellos ojos míos", los del niño de 1910 que no vio enterrar a los muertos ni el dolor adulto, sí vieron lo prohibido, el miedo, el peligro y lo incomprensible. 

¿Quién no lloró de madrugada en "la feria de ceniza"¿No sentisteis en vuestro corazón el mismo temblor del caballito de mar? 

Decías que las niñas orinaban en la blanca pared. ¿Niñas? ¿Niños?

Te asustó el hocico del toro en la talanquera, la seta de la casa roja con lunares, la del enanito, y la jaca que quiso tirarte. 

No comprendías el rayo de luna que iluminaba los limones secos y las botellas negras de los borrachos. 

Te intrigaba el seno traspasado de la Santa Rosa de la lámina  y los gemidos en "los tejados del amor"

En el jardín del estanque, los ojos verdes del gato atrapaban ranas verdes con una caricia. No comprendías la crueldad de la vida. 

Descubriste algo del pasado que no viviste. El polvo viejo del desván te llevó hasta las "cajas  que guardan silencio de cangrejos devorados" y el sueño tropezó con la realidad.

Padeces "un dolor de huecos por el aire sin gente". Vayas donde vayas, encontrarás el vacío de las cosas. El vacío de Nueva York es un gigantesco vacío. 

Y todo nos lo dices, Federico, como una oración, una hermosa letanía. 

No es fácil Poeta en Nueva York. Seguiremos. 

Si no se ahoga la mariposa en el tintero, o se queda atrapada entre las teclas del ordenador. 

Un abrazo para los que pasáis por aquí.

María Ángeles Merino Moya




8 comentarios:

la seña Carmen dijo...

Recuerda lo que me recuerdo a mí misma: ya no tenemos que examinarnos. Olvidemos las clases, olvidemos los apuntes, disfrutemos al poeta.

Sor Austringiliana dijo...

Para asomarse al vértigo hay que tener un poquito de luz. Gracias Carmen por el recuerdo. Besos.

Ele Bergón dijo...

Y en las grandes crisis personales es cuando mejor se vuelca lo que llevamos dentro.

En este caso así lo hizo Lorca al llegar a Nueva York, para escribir esta gran obra de Poeta en Nueva York. Por oscura que parezca su poesía en un principio, poco a poco, vas sintiendo, a través de lo que representan sus imágenes, ese sentir de tanto dolor que transmite.

Yo creo que en la parte final de tu escrito, así lo has percibido, porque la luz estaba ahí, entre las tinieblas.

Besos

Sor Austringiliana dijo...

Transmite muchísimo dolor. No es para leer de un tirón, yo al menos no puedo.

Voy muy muy lenta.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

A Poeta en Nueva York hay que entrarlo por ese misterio en el que nos reconocemos, en efecto. Continúa, es una maravillosa forma de adentrarse en la oscuridad del ser humano.

Sor Austringiliana dijo...

Misterio en el que nos reconocemos, así es. Sentimos el corazón latir como un caballito de mar arrinconado.
Besos

Myriam dijo...

¡Qué buen aporte y que estimulante para la lectura de este poemario!

Te sigo, como siempre.

Besotes

Sor Austringiliana dijo...

Gracias Myriam, nos seguimos.
Besos