miércoles, 15 de abril de 2015

"El héroe discreto": "Los ojos de Fonchito chispeaban de burla y de alegría...soltó una sonora carcajada".

 
 
Aquí me tenéis, otra vez, entre primaverales dientes de león de los que no muerden. Voy por el Parral, camino de la lectura colectiva. Me acompaña mi amiga Luz de Olmo, la de "El acorde azul", que asiste por primera vez a la reunión lectora y entusiasta que tenemos una vez al mes en la Biblioteca Central de la UBU. Al director de orquesta ya lo conocéis bien.

 
Como veis, vamos acompañadas de  "El héroe discreto" de Vargas Llosa. Luz lleva también "La fuente de los pájaros", su novela, todavía sin publicar, escrita con ilusión; pero ya os hablará ella de su proyecto, algo en lo que ha empleado mucho trabajo y, sobre todo, mucha ilusión. Aparte de su hábil pluma,  forjada en libros de poemas y haikus, ya publicados.
 
 
Pedro Ojeda comienza la lectura con unas orientaciones para la lectura del libro del mes de mayo: el poemario "La gratitud" de Fermín Herrero. Agradecemos al profesor sus precisiones porque...leer poesía no es fácil, al menos no lo es para mí. Con los surcos trazados, podemos adentrarnos en "La gratitud", poco a poco, paladeando palabras que saben a tierra y a amor familiar, las de un poeta "soriano hasta las cejas", en una visión pausada del paisaje y del paisanaje. 
 

 
Pasamos a Vargas Losa y a "El héroe discreto", el primero después del Nobel, el que escribió para desbloquearse. Tras un año de entrevistas y de atender circuitos de ventas, el escritor ha de volver a sus compromisos editoriales. Y escribe un libro que tiene mucho de "las cosas de Vargas Llosa", las buenas...En general, la novela ha gustado, veamos algunas opiniones.
 
Me ha encantado, lo he pasado muy bien, me he reído, me ha gustado el vocabulario, menos eso de "che gua", es un libro muy de la zona hispanoamericana, refleja muy bien sus costumbres, este señor Rigoberto tan culto...
 
Me gusta el vocabulario y también el che guá.
 
Contraposición de temas. Vuelve al pasado.
 
Parece una novela lineal, pero no lo es. Vuelve al pasado. Presente, pasado, presente, pasado, un zig zag.
 
Las relaciones paternofiliales malas, cuando descubre que el hijo no es de su sangre justifica la venganza...algo muy duro.
 
No le falta nada para ser un culebrón, me parece un culebrón...Está bien escrito pero es un culebrón.
 
Tiene puntos muy interesantes, como la historia de ese cura que se refugia en una parroquia pobre, las relaciones con la Iglesia...
 
El racismo, una sociedad mestiza y llena de prejuicios raciales: el blancón, el blanquito, el blanquiñoso, el cholito, la cholita muy presentable...
 
No hay clase media, el policía Lituma es pobre, los maestros que le alquilan habitación son pobres...
 
¿Es una novela policiaca?
 
¿Costumbrismo?
 
¿Se estudia hoy la literatura hispanoamericana en las clases? No, hay un total desconocimiento. Se estudia muy poca literatura en la secundaria y en el bachillerato. Hispanoamericana casi nada. Sólo en la universidad...
 
El punto de vista de una lectora sudamericana, argentina, recién incorporada a nuestro club de lectura presencial. Dice que allá se ve todo de una manera distinta, no son los ojos de un turista.
 
Me gusta como Gertrudis y Armida saben comportarse de manera educada, a pesar de su origen humilde.
 
Lo de la empleada doméstica que se casa con su empleador parece exagerado; pero existe en la realidad, se da hoy en día.
 
Escribe muy bien pero no profundiza en nada.
 
Nos han contado una telenovela, nos lo han contado tan bien que nos lo hemos creído todo.
 
Ha dejado la novela abierta, pensando en otra novela o para que nosotros pensemos.
 
Resumo ahora las precisiones de Pedro Ojeda:
 
Al principio, todos los personajes parecen buenos, luego se van destapando. Felícito, tan bueno, no quiere a su mujer. Lucrecia, la esposa de don Rigoberto, mantiene también una relación lesbiana con la criada...Todo se acaba cayendo.
 
Las novelas de Vargas Llosa ¿son todas de la misma altura? No, esta no es "La fiesta del chivo" ni "La casa verde". Después del Nobel se ha divertido haciendo otra cosa.
 

 
Es su país, el Perú del crecimiento, un país con mucha menos cohesión que España, un lugar donde conviven el primer y tercer mundo, floreciente por un lado pero fallido por otro. Fallido porque no protege, es una sociedad corrupta con mafias y policía corrupta. Es posible enriquecerse, pero hay muchos que lo tienen imposible. Vemos a Lituma visitando su antiguo barrio, sus amigotes ahora van en traje, han prosperado; pero se reconoce lo que fueron. Es un Perú moderno en lo antiguo. Armida pasa de la nada a un palacio en Roma; pero Lituma seguirá siendo pobre. No hay clase media.
 

 
Sudamérica es muy grande pero los mapas nos hacían verla mucho más pequeña de lo que realmente es. Ahora las fotografías de los satélites nos permiten considerarla en su auténtica dimensión. Desconocemos la cultura americana, nos llega muy poco. Sólo lo de las editoriales grandes que sirven de puente. La identidad americana está muy presente en la obra de Vargas Llosa. Pedro Ojeda nos recuerda a Garcia Márquez, con su "Cien años de soledad" que quiso contarnos la historia de América, vista desde allí.
 
 
El propósito teórico es muy claro. Es una obra menor para desbloquear la situación, urgía volver al mercado. Notamos que tira mucho del humor, los policías dan risa...En vez de hacer una gran novela, hace una novela con divertimento. Se lee bien y es fácil.
 
Evita meterse en líos técnicos. Se resuelve todo enseguida, los personajes cambian de golpe...Es una parodia consciente de los culebrones, los mismos personajes lo dicen. Pone en evidencia las carencias de este género.
 

 
Lo que salva a la novela es una denuncia que no apunta a la mafia ni al estado fallido. Denuncia la sociedad del espectáculo en que vivimos, la vida es un espectáculo y es imposible ser un héroe discreto. Hay hambre de intimidades, de reírse, de satirizar a los demás. Al final, coge a sus personajes y los mete en un avión, se escapan del cotilleo, del puro morbo.
 

 
Y, al final, tenemos el susto que le pega Fonchito a su padre Rigoberto, ya subidos en el avión. Edilberto Torres está sentado detrás de ti, le dice. "Los ojos de Fonchito chispeaban de burla y de alegría...soltó una sonora carcajada".
 
Te la creíste, Rigoberto. Y nos la creímos todos. Y Fonchito ríe. Y se ríe Vargas Llosa, se ríe con nosotros...
 

 
Nos vamos a "Sefarad", los mundos perdidos a los que no podemos volver, como aquellos sefarditas que guardaron la llave que ya no abría ninguna puerta. Todos llevamos encima nuestros particulares "sefarad". Muñoz Molina de nuevo, en una novela de novelas.
  
 
Un abrazo para los que pasáis por aquí de :
 
María Ángeles Merino

9 comentarios:

Kety dijo...

Un abrazo para ti, gran lectora.

Besos

Bertha dijo...

Muchísimas gracias por este resumen. Cómo disfrutas y nos haces disfrutar con tus aportes.

Besos y hasta la próxima.

Ele Bergón dijo...

Pasamos una tarde muy agradable, por el bonito paseo y la charla en la temperatura tan tan inusual en Burgos, por la reunión con los partocipantes de la lectura, por las palabras tan esclatecedoras sobes el Héroe discreto y hasta ese paseo en coche, poco acidentado,con Belén. De casi todo das buena cuenta aquí.
Gracias por las fotos y la mención a la Fuente de los pàjaros.

Besos

Ele Bergón dijo...

Como te escribo desde el móvil, no ha salido que las palabras esclarecedoras son de Pedro y también de los asistentes

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Fue una reunión interesante y divertida, como siempre. Y qué sorpresa más agradable contar en ella con Luz. Gracias por tu reseña.

Pamisola dijo...

Qué buena pinta tienen esas reuniones de lectores. Y en tan buena compañía.

Besos.

María Pilar dijo...

Qué gran lectora eres y eso queda palpable entrada tras entrada por las conclusiones que sacas, las aportaciones que nos ofreces y ese leer entre líneas. ¡Te felicito!

Paco Cuesta dijo...

Al fin nos queda un sabor como agridulce con una pizca de precipitación.
Besos

Myriam dijo...

Gracias por ser mis ojos y oidos en la clase presencial, abejita. BESOS