domingo, 27 de octubre de 2019

Dearest Nancy



Comentario en torno a la lectura de La tesis de Nancy de Ramón J. Sender, para la lectura colectiva de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda Escudero. 


Dearest Nancy:

¿Qué tal estás? Espero que bien, después de una larga vida en los papeles impresos. ¿Gozas de buena salud? Se puede decir que buena, pues son muchos años desde 1962 y el libro que cuenta tu historia sigue editándose  y se utiliza, por su valor filológico y didáctico, en clases avanzadas de español para extranjeros. 

Sin embargo, voy a ser sincera contigo. Se comenta que muestras síntomas de vejez, tanto ha cambiado la España que fue el objeto de tu tesis doctoral. Hay quien va más lejos y opina que naciste ya un poco vieja, que el exiliado Ramón J. Sender tenía cristalizada en mente la España de los años treinta, ya en trance de desaparición en los sesenta. Y te llevó a ti, "chica americana, semejante a cientos de miles de chicas americanas", "formal estudiante de lenguas románicas", hasta Alcalá de Guadaira, muy cerquita de Sevilla, en la Andalucía más profunda y machista. 

¡Pero no de la Edad de Bronce! Chica, deja a Tartessos en paz, aunque te tengas tan bien estudiado a don Adolfo Schulten, un arqueólogo un tanto "friki". Ten cuidado, que la erudición mal asimilada produce monstruos.



Ramón J. Sender se sirvió de las entusiastas cartas que escribiste a tu prima Betsy, sus papeles del Alcaná de Toledo. ¡No pongas esa carita!  Disculpa, no he dicho nada, olvidaba que la metáfora no es tu fuerte y que tampoco estás muy puesta en el Quijote. Serían unas cartas americanas, como Montesquieu escribió sus Cartas persas o Cadalso sus Cartas marruecas. Eso es, una novela epistolar con tema exótico, ése es el género; pero Cadalso era un intelectual que quería reformar el país. La tuya es una novela más cotidiana. 

Así que con veinticuatro años viniste a estudiar a la universidad de Sevilla y escribiste la ínclita tesis, ahora vas y lo buscas, fruto de tu concienzuda investigación sobre "la gente española": mujeres "afeminadas" y hombres amables pero incomprensibles, todos pasados por el tamiz de una mentalidad calvinista que entiende todo al pie de la letra. Yo te veo, además, un poco soberbia y prepotentemente americana. No te cabe en la cabeza que tus estudios de Antropología y Literatura española, nada menos que en la universidad de Pensilvania, no den soluciones a tus dudas; así que tú las fuerzas y estalla el humor. No te enteras de nada, vives inmersa en una cultura que no entiendes, pero que tú crees entender...de la forma más chusca. 

Nancy cariño, habría que explicarte tantas cosas: lo de canelita en rama no va por el color de tu pelo, cuando a una mujer le dicen que está buena no hablan de su salud, no confundas los gorilas con las guerrillas, el barrio de Santa Cruz no imita el estilo californiano sino al revés, si el marqués te soba la pierna no te está dando masaje terapéutico, una tía no es siempre de la familia, las cajas de caudales no llevan una mosca para soltarla...¡Uf! Y por favor, no andes preguntando por el subjuntivo, que la gramática no es popular aquí. Seguro que lo sabes, cuentas con admiradores incondicionales, pero también hay quien no te aguanta y se cansa pronto de tanto chiste y tanto tópico. 


Pedro Ojeda con Ramón J. Sender


Un buen estudiante de lenguas lleva siempre un diccionario consigo, o varios como la gran Mrs. Dawson; pero tú te añadiste uno vivito y coleando, sí como un pez: Curro, tu novio andaluz y gitano, un baúl de modismos y frases hechas. Tu sentido utilitario americano, Nancy, me parece un poco "monstruosillo", mantienes la farsa del noviazgo para confeccionar la mejor tesis, a toda costa. Luego resulta que eres tan antigua como las españolas: tu novio americano te envía una carta y un anillo, recoges la tesis y sales volando para Estados Unidos. Richard estará muy entretenido y feliz durante la luna de miel, copiándola a máquina. Total, solo son doscientas fichas. Bajo la influencia del "erotismo tarteso de Curro", tan posesivo, estabas afeminándote un poco, no importa, tu tesis habrá valido la experiencia. 



Bueno, amiga, para tu creador, Ramón J. Sender, la novela era un divertimento, no estaba tratando de hacer la gran novela. Como decía Cervantes “hacer reír es tarea de discretos” y muchas veces hay que reír para no llorar; pero en La tesis de Nancy "hay un poco de todo: antropología, folklore, historia, y…mala sombra". 

Gracias, Nancy, por hacernos participar de tu "experiencia tartesa-turdetana-bética-flamenca". Perdona la cariñosa bronca y no olvides que hay cosas muy serias para los españoles: la prepotencia de la aristocracia, la ignorancia del pueblo y la persecución ideológica durante la dictadura. Ramón J. Sender no quiso aquí meterse en berenjenales políticos. 

Un abrazo de:

María Ángeles Merino



¡Y ahora que comience el curso 2019-2020 en el Club de Lectura de La Acequia!

2 comentarios:

La seña Carmen dijo...

¡Qué rara resulta a estas alturas esta Nancy y su novio gitano, que por aquí da casi repelús!

Abejita de la Vega dijo...

Rarísima, pero algo queda. Y en las clases de español, habría que verlo.
Un abrazo,seña Carmen.