domingo, 22 de febrero de 2015

IV Centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote. ¿Ballet y don Quijote? ¿Teatro y don Quijote?


Paloma Fernández Villa presenta a los profesores María López y Pedro Ojeda. 

Como señalaría el profesor Pedro Ojeda: "Es un lujo comenzar nuestro año quijotesco con María”. Así es, disfrutamos del más vivido y experto comentario para una obra singular que relaciona el ballet con don Quijote.

María López, profesora de Danza Clásica del Conservatorio Superior de Madrid "María de Ávila" y Pedro Ojeda, profesor de Literatura de la facultad de Humanidades de la UBU.
Escuchamos a la profesora de Danza Clásica del Conservatorio Superior de Madrid "María de Ávila", María López:

El ballet “Don Quijote” es una obra de Petipa, la coreografía y el libreto, con música de Minkus, compuesta para la compañía imperial de los teatros rusos. Consta de cuatro actos, con ocho escenas, más un prólogo y fue estrenada en Moscú, en 1869. Dos años más tarde será repuesta en San Petersburgo, con algunas variaciones, para un público considerado más selecto que el moscovita, siendo Moscú una especie de prueba.

 
Nos pinta una España pintoresca de gitanos y toreros, con rasgos de romanticismo, aunque pertenezca a la época de la danza denominada "clasicismo".

El capítulo elegido es el de las bodas de Camacho, con una Quiteria que pasa a ser Kitri, su enamorado Basilio el barbero, su padre Lorenzo el mesonero que se opone a la boda de Kitri con Basilio y su pretendiente rico Camacho. 



Don Quijote y Sancho son testigos de este amor, triunfa el amor. Se refuerzan los aspectos cómicos y se refleja la lucha de clases: Basilio pobre contra Camacho rico. Se incluye como valor negativo el interés de Lorenzo y como simbología la de la guitarra, símbolo de la humildad asociada a Basilio. 


Don Quijote y Sancho son aquí personajes pantomímicos, hay que tener en cuenta que, en un ballet, las mujeres son las protagonistas. Es de destacar la dificultad de sus variaciones, el virtuosismo. Kitri es alegre, valiente, rebelde. La Quiteria de Cervantes es más silenciosa y sumisa. El ballet tiene su lenguaje, cuando Kitri está hacia fuera muestra alegría, cuando está hacia dentro muestra independencia.

Hay diferentes versiones de este ballet que se retroalimentan entre sí, concluye la profesora María López.

Nosotros vamos a contemplar la del "American Ballet Theatre". Pero antes, escuchamos a Pedro Ojeda que nos habla de la condición escénica del Quijote:


No se suele relacionar Quijote y ballet. ¿Por qué llegamos a un ballet con Don Quijote? ¿Por qué alguien se fija en don Quijote? ¿Por qué un ballet con Don Quijote? ¿Por qué alguien se lo plantea?

El Quijote está pensado desde el teatro. Cervantes es un hombre de teatro, siempre pensó en el teatro, lo dejó por Lope de Vega. 



En el Quijote aparece “El carro de la muerte”, una compañía de cómicos de la legua que viajan disfrazados para la función. Tenemos también una obra de títeres: "El retablo de Maese Pedro". Abundan también las microrrepresentaciones escénicas. La obra de Cervantes se ha llevado a escena fragmentariamente, está llena de sugerencias escénicas. Se ha intentado, incluso, llevar todo el Quijote a escena. En el siglo XIX, una obra hizo coincidir a Cervantes con Shakespeare. La obra "En un lugar del Quijote" juntó en escena a don Quijote y a Cervantes...


¿Por qué las bodas de Camacho? ¿Por qué se lleva al ballet? Es el fragmento más llevado al mundo escénico, en zarzuelas y comedias. Basilio consigue quitar la novia al rico. ¿Por qué se lleva ese capítulo precisamente? El primero fue Antonio Valladares y Sotomayor, en 1777, con "Las bodas de Camacho". Esta obra tuvo gran divulgación, pasó a Francia y de ahí a Rusia, se distribuyó por toda Europa. Meléndez Valdés introdujo como novedad en "Las bodas de Camacho el rico", la doble pareja, con una mujer para Camacho. Se suceden las zarzuelas, las versiones sobre este pasaje.  En el ballet, el ambiente es urbano, sucede en Barcelona. En la novela, el Quijote, el ambiente es rural, siguiendo la revalorización rural propia de la "menosprecio de corte y alabanza de aldea".



Quiteria y Basilio se conocen de niños. Quiteria, en la novela, es un personaje pasivo. El padre promete a su hija al rico del lugar, le interesa, consigue que se prometan. Todos saben que Basilio sigue enamorado de Quiteria. Basilio dice que no se pueden casar, que es su mujer. Hay que tener en cuenta que el Concilio había prohibido las bodas secretas. En la obra de Cervantes, está además la sospecha de que Camacho es un converso, un cristiano nuevo.

Don Quijote y Sancho defienden al rico, es lo que marca la sociedad. El discurso de don Quijote defiende la voluntad de los padres, al igual que Sancho. Basilio recurre a un truco  ingenioso para que Quiteria se case con él. Don Quijote y Sancho se convierten en defensores del amor y cambian su discurso, ahora dicen lo contrario a lo que decían antes. Basilio se lo merece por su lucha y por su esfuerzo, algo subversivo en el siglo XVII, algo nuevo.

¿Por qué es tan interesante este pasaje? Porque es absolutamente teatral.


¿Y danza? ¿Dónde hay danza? En medio del pasaje hay una danza, Cervantes describe una danza cortesana del siglo XVII. Ya tienen danza:

"Tras ésta entró otra danza de artificio y de las que llaman habladas. Era de ocho ninfas, repartidas en dos hileras..."

"Las bodas de Camacho" se han llevado a escena del siglo XVII al XXI. Pedro Ojeda anima a leer, al menos, estos tres capítulos del Quijote: 2.19, 2.20 y 2.21. Los que comienzan así:

APENAS la blanca aurora había dado lugar a que el luciente Febo, con el ardor de sus calientes rayos, las líquidas perlas de sus cabellos de oro enjugase, cuando don Quijote, sacudiendo la pereza de sus miembros, se puso en pie y llamó a su escudero Sancho, que aún todavía roncaba...

CUANDO estaban don Quijote y Sancho en las razones referidas en el capítulo antecedente, se oyeron grandes voces y gran ruido, y dábanlas y causábanle los de las yeguas, que con larga carrera y grita iban a recebir a los novios...

Pedro Ojeda concluye: Basilio lo consigue por amor, el amor consigue superar diferencias sociales.

Se apagan las luces y contemplamos en la pantalla el ballet. La increíble belleza del movimiento combinado con la música. Bellos cuerpos de hombre y de mujer burlando a Newton. El escenario: una España tópica con mujeres vestidas con volantes, toreros enfundados en seda, gitanos y un cura tocado con una enorme teja que va de un lado para otro. Don Quijote y sus ensueños, y sus molinos. Sancho Panza que come y bebe. La magia del ballet y la magia de Cervantes.

Allí estuvo María Ángeles Merino, la que esto escribe, siguiendo las notas tomadas en un cuadernillo.

Gracias a todos los que hicieron posible este acto. Cervantes estaría satisfecho.

7 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Muchas gracias por tu resumen del acto. Nos lo pasamos bien, aprendimos mucho, hablamos de Cervantes y, además, pudimos contemplar la belleza de la danza. No se puede pedir más para inaugurar el año quijotesco.

Myriam dijo...

Maravillosa tu reseña, Ma Ángeles, gracias por compartir y pensar en los que -muy a nuestro pesar- no hemos podido asistir. Besos

m.v dijo...

Pues en 1984 asistí en Leningrado a una representación de este ballet,y no sé por qué no le presté atención.
Ahora, viendo unas pocas escenas del video,creo saber por qué.
Me acuerdo, eso sí,que un espectador al lado, queria cambiar sus pantalones por los mios.

Ele Bergón dijo...

Justo el día 20 del mes pasado tuve el placer de contemplar al Ballet Ruso Imperial en el Teatro Compat Gran Vía de Madrid, en esta obra de D. Quijote. Fue un regalo de Navidad que les hice a mis hermanos y a mi hijo David.

Me gustó y mucho. Siempre digo que en otra vida voy a ser bailarina de ballet.

Allí estaban las Bodas de Camacho, y otros cuadros del Quijote, interpretados por las bailarinas los bailarines rusos. Fue una gozada, llena de colorido, de alegría, de risa a través de la música y la danza. Por cierto Sancho lo interpretaba una mujer. Debía ser porque todos eran demasiado altos.

Como bien dices, lo que me chirrió un poco, fue la imagen de Epaña que dan tan folclórica, tan llena de gitanos, toreros y demás y el cuadro para mi más bello fue la Cueva de Montesinos, cuando las bailarinas nos llevaron hasta los sueños de D. Quijote, todas vestidas de un azul turquesa.

Sin embargo he decir que al terminar, tanto mis hermanos como yo, coincidimos en cómo nos gustaron más El Cascanueces o el Lago de los Cisnes que hemos visto otros años.

Me alegro que lo pasaseis tan bien y en buena armonía y placidez

Besos

Kety dijo...


No se puede narrar mejor cómo lo pasastéis.
Gracias por compartirlo.

Besos

Bertha dijo...

Satisfecho y bien reconocido en este Año Quijotesco.-No queda otra que entre todos ir empujando con estos clásicos; que tanto reflejan nuestra idiosincrasia.

-Una entrada que contagia tu entusiasmo.-Felicidades a todos; que envidia me das, que te lo disfrutas todos estos buenos momentos;(

Besos feliz día MªAngeles.

María Pilar dijo...

¡Qué interesante reseña Mª Ángeles! Me alegro que lo pasárais tan bien y que nos lo compartas