"...las campanillas blancas y azules, balanceándose como en un columpio sobre sus largos y flexibles tallos..." (El rayo de luna)
"...el agua de la fuente lejana caía y caía con un rumor eterno y monótono..." (El monte de las ánimas).
"Así transcurrieron algunos minutos, durante los cuales se acabó de borrar el rastro de luz que el sol había dejado al morir en el horizonte; la luna comenzó a dibujarse vagamente sobre el fondo violado del cielo del crepúsculo..." (La promesa).
"Yo creo que he visto unos ojos como los que he pintado en esta leyenda. No sé si en sueños, pero yo los he visto. De seguro no los podré describir tales cuales ellos eran: luminosos, transparentes como las gotas de la lluvia que se resbalan sobre las hojas de los árboles después de una tempestad de verano." (Los ojos verdes).
"-¿Dónde está Manrique, dónde está vuestro señor?... acaso estará ... en el puente, mirando correr unas tras otras las olas del río por debajo de sus arcos." (El rayo de luna).
"Aquella cosa blanca, ligera, flotante, había vuelto a brillar ante sus ojos, pero había brillado a sus pies un instante, no más que un instante.
Era un rayo de luna, un rayo de luna que penetraba a intervalos por entre la verde bóveda de los árboles cuando el viento movía sus ramas. " (El rayo de luna).
"Y subió más alto, y creyó divisar a lo lejos las tormentosas nubes semejantes a un mar de lava, y oyó mugir el trueno a sus pies como muge el Océano azotando la roca desde cuya cima le contempla el atónito peregrino. "
Ermita románica de San Pelayo, en San Pedro Samuel, recién restaurada.
Ermita románica de San Pelayo, en San Pedro Samuel, recién restaurada.
"...y al par del ara se levantaron las derribadas capillas, los rotos capiteles y las destrozadas e inmensas series de arcos...". (El Miserere).
Para terminar la lectura de las leyendas de Bécquer, coloco aquí estas fotos de mi agosto, en el pueblo de Palacios de Benaver (Burgos) , unidas a algunas de las bellas palabras que, durante ese mes, me hicieron compañía. La ermita restaurada se encuentra en un pueblo cercano, llamado San Pedro Samuel. El año pasado ya os hablé de su estado de abandono, es una buena noticia su restauración.
¡Un pueblecito del páramo burgalés convertido en becqueriano! ¡ Y una ermita románica perdida en medio de un despoblado!
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:
María Ángeles Merino
Pedro Ojeda dice en "La acequia":
Mª Ángeles Merino, Abejita de la Vega, despide a Bécquer desde el páramo burgalés en el que ha pasado el mes de agosto. Un hermoso adiós.
Magnífica conjunción de fotos con ejemplos de la mejor prosa de Bécquer. Perfecto, El Miserere, también para mí una de las mejores leyendas.
ResponderEliminarNo se puede ir mal acompañado con Bécquer bajo el brazo.
Un abrazo.
¡Excelentes nuevas! La ermita de San Pelayo recientemente renovada. La mejor noticia. Besotes, M.
ResponderEliminarun repaso estupendo como colofón de tu lectura becqueriana.
ResponderEliminarbiquiños,
Ahora entiendo por qué a Bécquer le costó tanto acompañarme a mí y sólo estuvo conmigo a ratos, veo que estaba ya comprometido contigo.
ResponderEliminarQué maravilla de ermita románica, preciosa.
Besos
El mes de agosto no volverá a ser lo mismo...
ResponderEliminarHermosa forma de despedir nuestra lectura. Gracias.
Interesante recuerdo de un verano expresado con imágenes y párrafos que se complementan.
ResponderEliminar¡Qué hermoso final para esta maravillosa lectura y qué hermoso lugar para degustarla!
ResponderEliminarBesos querida,.....ya he leído que juegas con ventaja en esta "riña de gatos",ja,ja,ja.
Yo lo compré el miércoles y desde el comienzo supo engancharme, así que se presenta amena la lectura.
Besos y abrazos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVaya recopilación más hermosa, seguro que Bécquer ahora forma parte de ti.
ResponderEliminarUn abrazo abejita
¡Qué buena despedida de nuestro Bécquer!
ResponderEliminarBesos
Pancho: es buena compañía...
ResponderEliminarMerche: llevaba camino de perderse para siempre, es una buena noticia, en efecto.
Aldabra: repasamos y siempre hay algo nuevo.
Euphorbia: eso debía ser, je, je.
Pedro: un agosto becqueriano y único, tampoco estuvieron mal los cervantinos.
Paco: recordaremos este verano con corzas blancas, ojos verdes, esqueletos vivientes...
Mimosa: una ventajilla, sí. A mí me enganchó en la segunda lectura, no en la primera. Las lecturas colectivas dan una visión más amplia.
Delgado: Bécquer forma parte de todos sus lectores, lo interiorizamos y se queda...
Myriam: despedida que no es un adiós.
Un abrazo, amigos, gracias por vuestra visita.