Carta al maestro Jorge
¿Niños entre flores o flores entre niños?
Son los privilegiados alumnos que tuviste hace unos añitos, en Campo Real, pero me consta que, a pesar de que ya no cumplen los treinta, te recuerdan con cariño. Aquellas búsquedas del tesoro, aquellas lecciones de Naturaleza por los campeños campos...
Después de aquella etapa en lo que entonces se llamaba EGB, el Centro de Educación de Adultos de Arganda del Rey fue el agraciado. Llegaste en 1991, veinte años has estado sembrando las mejores semillas.
Tuve el honor de trabajar contigo dieciséis años ¡Lo que aprendí de ti ! Nos abrías tantos caminos...Sólo ver tus minuciosos trabajos, con esa letra, esos esquemas que yo apañaba, los apuntes...
En 2007, me fui a mi "venerable" ciudad . ¡Cómo recuerdo tus palabras, pegada al móvil, en aquellos días tormentosos! No podía entender lo que me había pasado, tú me diste claves...
Espero que seas muy feliz en tu nuevo centro, qué suerte tienen tus nuevos compañeros. ¡Qué suerte la de tus alumnos!
Un abrazo muy grande, Jorge, compañero. ¡Nada menos que un maestro!
En 2007, me fui a mi "venerable" ciudad . ¡Cómo recuerdo tus palabras, pegada al móvil, en aquellos días tormentosos! No podía entender lo que me había pasado, tú me diste claves...
Espero que seas muy feliz en tu nuevo centro, qué suerte tienen tus nuevos compañeros. ¡Qué suerte la de tus alumnos!
Un abrazo muy grande, Jorge, compañero. ¡Nada menos que un maestro!
María Ángeles Merino
Enlazad con "En un acorde azul", allí mi amiga Luz del Olmo pinta con palabras un ajustado retrato de este gran maestro.
Un maestro así es un regalo para los alumnos. Me sumo a tus deseos.
ResponderEliminarA un buen maestro siempre hay que recordarle.
ResponderEliminarUn beso
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ResponderEliminarUn maestro que se recuerda con cariño es una joya que los alumnos llevan en el alma.
ResponderEliminarMis felicitaciones y que Jorge tenga mucho éxito en su nuevo destino.
Seguro que en cualquier destino dejará rastro.
ResponderEliminarHay maestros que nunca se olvidan.
ResponderEliminarBesos
Ayer después de tu llamada, Jorge se quedó muy emocionado. Le dije y dije a todos que en tu blog había otro regalo para él. Supongo que vendrá por aquí a visitarte. Le gustó todo mucho y el ambiente fue muy agradable.
ResponderEliminarBesiabrazos
LUz
Los buenos maestros son inolvidables. Yo siempre me acordaré de mi profesora de párbulos en Irún, María Luisa Beltrán y Sister Ann Francis en Toronto. Maravillosas. Llevaré su recuerdo a la tumba...
ResponderEliminarLuego volveré a léerte con calma, querida Abejita. Besotes, M.
Gracias amigos por acompañarme en este reconocimiento a un buen maestro.
ResponderEliminarBesos
Buenas noches, Abejita de la Vega:
ResponderEliminarQué importante es la amistad. Y qué suerte tener amigos verdaderos.
Jorge estará contento de saberse estimado, por sus excelentes compañeras.
Abrazos.