RECIBIMOS ESTA CRÓNICA VIAJERA DE NUESTRO AMIGO JULIO, "LA MOSCA COJONERA". YA LAS ECHÁBAMOS DE MENOS.
Hola amiguitos.
Pues sí, otra vez me he ido de viaje, y también he vuelto a repetir ciudad: Bruselas. Parece que además se va a convertir en un destino recurrente a partir de ahora. Realmente, hay poca cosa nueva que pueda contaros después de dos viajes. Ya veremos cuando lleve 5 o 6. Pero siempre hay cosillas, incluso alguna que se me quedó en el tintero la vez anterior.
Llegué el pasado día 29 por la tarde-noche, a un hotel en el que había reservado una habitación triple, por un precio bastante majo. Así era el hotel de cutre. Las paredes del ascensor estaban con sintasol o algo parecido. Pero es el que más cerca encontré del lugar de trabajo, así que una cosa por la otra, porque el gustazo de poder ir andando al trabajo es algo que no se puede dar uno todos los días.
El tiempo bien, gracias. Nublado, húmedo, pero no hacía frío. De la ciudad hay poca cosa que os pueda contar que no os haya contado ya. Pero sí puedo hablaros de la exposición que había en el edificio de la bolsa: los guerreros de terracota de Xian. La exposición estuvo hace un par de años en Madrid, pero no encontré el momento para ir. Así que en cuanto vi el panfleto, y que además, sólo los miércoles estaban abiertos por la noche, que era cuando podía ir, pues ni me lo pensé. Ahí tengo que ir.
La exposición era pequeña. Un par de salitas, con algunos guerreros y un par de caballos. Unos al aire... y otros en urnas. Lo cual da que pensar que los de la urna son verdaderos, y los otros más falsos que un euro de madera.
La historia de los guerreros de terracota, como tantas otras de grandes descubrimentos aqueológicos, empieza con unos campesinos arando las tierras, y encontrando trozos de arcilla extraños. El aparentemente pequeño hallazgo, se torna en el descubrimiento de todo un ejército con todos sus grados: soldados rasos, arqueros, caballería, generales... A tamaño natural (bueno, yo diría que un poco más grandes de lo natural, porque no creo que los chinos de hace 2000 o más años midieran 1.70 de media) Y además, los chorromil guerreros con caras distintas, y con detalles como los peinados, las cotas de malla... y hasta los caballos de los jinetes. Todo este ejército para guardar la tumba del primer emperador que unificó el territorio de lo que vino en llamarse el "Reino Interior", que es lo que significa "China".
Aquí un arquero.
Y aquí un General
La dinastía del primer emperador, la Dinastía Qing, o Ching, o algo así, parece ser que duró poco. Mientras vivía, les tenía a todosacojonados a raya. En cuanto murió, no parece que a los hijos les tuvieran tanto respeto, porque entonces parece ser que empezó al dinastía Han. Y cuando se murió el emperador también se enterró en las cercanías con otro ejército, pero por lo visto más chiquitito. Estos son unos jinetes, que conservan aún los colores originales, y como podeis ver, fueron más modestos en cuanto al tamaño:
Y aquí una piedra curiosa:
La explicación decía:
Lo cual, le da un nuevo sentido a la palabra "desafinar".
Si os acordais del último viaje, me pasé por el museo de la ciudad a ver los trajes del Mannekenpis. Pues esta vez ví como le disfrazaban en la fuente. Esta vez tocaba de estudiante europeo, en homenaje a una asociación, COMENIUS, que Ele Bergón seguro que le suena.
Pues lo divertido del asunto es que se suben un par de personas a disfrazar la niño, y cuando terminan, cantan una canción, que he intenado buscar por youtube, pero no he encontrado. Y según cantan, hay un par de momentos en que le suben la presión al agua, y el Mannekenpis mea literalmente al público espectador, entre las risas del respetable.
Esto se me quedó en el tintero la otra vez: las terrazas de los bares. En España, vamos a un bar, y las mesas están donde caen, y las sillas donde entran. ¿Sí? ¿Todos tenemos la imagen en la cabeza ya? Bueno, pues una terraza bruselitana es así:
Si vamos dos a una terraza, lo mínimo que hacemos es ponernos uno en frente de otro. Aquí no. Aquí, todos en fila. A mí me recuerda a las butacas del cine, sólo que la película de ver pasar a la gente y los coches tiene pinta de aburrida. Y no es exclusivo de este bar, o de Bruselas. También lo he visto así en París.
La primera vez que fui a Bruselas, con la compañía de la Arañita, Ele Bergón me dijo que buscara una estatua del Quijote y Sancho Panza. En aquella ocasión no la ví, y pensé que se había equivocado. Pues tengo que rectificar. La estatua existe, y es similar a la que hay en la Plaza de España de Madrid. En Bruselas, también está en la Plaza de España.
Y ya lo último. Esta vez, la curiosidad me la encontré en el aeropuerto, antes de embarcar. Ya sabemos todos que hay muchos yupis y hombres de negocios en los aeropuertos, que no pueden dejar de trabajar ni cinco minutos. Pues para tí, yupi, banquero, hombre de negocios, o workahólico en general, el aeropuerto pone a disposición tuya unos enchufes para que recargues el portátil o el móvil y no tengas excusa para dejar de currar.
Eso sí, el aeropuerto no es una ONG, sino un negocio, así que si quieres que haya electricidad en el enchufe, tendrás que dar pedales. ¡Y no te quejes, que además te ayudamos a ponerte en forma!
Sí, es realmente divertida la imagen de encorbatados dándole a los pedales, sí.Y con ésto, termino la crónica de este viaje
Hola amiguitos.
Pues sí, otra vez me he ido de viaje, y también he vuelto a repetir ciudad: Bruselas. Parece que además se va a convertir en un destino recurrente a partir de ahora. Realmente, hay poca cosa nueva que pueda contaros después de dos viajes. Ya veremos cuando lleve 5 o 6. Pero siempre hay cosillas, incluso alguna que se me quedó en el tintero la vez anterior.
Llegué el pasado día 29 por la tarde-noche, a un hotel en el que había reservado una habitación triple, por un precio bastante majo. Así era el hotel de cutre. Las paredes del ascensor estaban con sintasol o algo parecido. Pero es el que más cerca encontré del lugar de trabajo, así que una cosa por la otra, porque el gustazo de poder ir andando al trabajo es algo que no se puede dar uno todos los días.
El tiempo bien, gracias. Nublado, húmedo, pero no hacía frío. De la ciudad hay poca cosa que os pueda contar que no os haya contado ya. Pero sí puedo hablaros de la exposición que había en el edificio de la bolsa: los guerreros de terracota de Xian. La exposición estuvo hace un par de años en Madrid, pero no encontré el momento para ir. Así que en cuanto vi el panfleto, y que además, sólo los miércoles estaban abiertos por la noche, que era cuando podía ir, pues ni me lo pensé. Ahí tengo que ir.
La exposición era pequeña. Un par de salitas, con algunos guerreros y un par de caballos. Unos al aire... y otros en urnas. Lo cual da que pensar que los de la urna son verdaderos, y los otros más falsos que un euro de madera.
La historia de los guerreros de terracota, como tantas otras de grandes descubrimentos aqueológicos, empieza con unos campesinos arando las tierras, y encontrando trozos de arcilla extraños. El aparentemente pequeño hallazgo, se torna en el descubrimiento de todo un ejército con todos sus grados: soldados rasos, arqueros, caballería, generales... A tamaño natural (bueno, yo diría que un poco más grandes de lo natural, porque no creo que los chinos de hace 2000 o más años midieran 1.70 de media) Y además, los chorromil guerreros con caras distintas, y con detalles como los peinados, las cotas de malla... y hasta los caballos de los jinetes. Todo este ejército para guardar la tumba del primer emperador que unificó el territorio de lo que vino en llamarse el "Reino Interior", que es lo que significa "China".
La dinastía del primer emperador, la Dinastía Qing, o Ching, o algo así, parece ser que duró poco. Mientras vivía, les tenía a todos
Piedra sonora Qing
Esta piedra aparentemente ordinaria era usada para ayudar a mantener la armonía entre el imperio Chino y el universo. La piedra se colgaba en un marco de madera junto a otras piedras sonoras de distinto tono , y formaban un instrumento musical. Cuando se las golpeaba con un martillo, el instrumento producía un sonido que debía ayudar al emperador a estar a tono con las vibraciones del universo.
Los músicos de la época debían ser muy cuidadosos. Al establecer la conexión entre el emperador y el universo, podían ser castigados con pena de muerte si tocaban fuera de tono
Lo cual, le da un nuevo sentido a la palabra "desafinar".
Si os acordais del último viaje, me pasé por el museo de la ciudad a ver los trajes del Mannekenpis. Pues esta vez ví como le disfrazaban en la fuente. Esta vez tocaba de estudiante europeo, en homenaje a una asociación, COMENIUS, que Ele Bergón seguro que le suena.
Esto se me quedó en el tintero la otra vez: las terrazas de los bares. En España, vamos a un bar, y las mesas están donde caen, y las sillas donde entran. ¿Sí? ¿Todos tenemos la imagen en la cabeza ya? Bueno, pues una terraza bruselitana es así:
La primera vez que fui a Bruselas, con la compañía de la Arañita, Ele Bergón me dijo que buscara una estatua del Quijote y Sancho Panza. En aquella ocasión no la ví, y pensé que se había equivocado. Pues tengo que rectificar. La estatua existe, y es similar a la que hay en la Plaza de España de Madrid. En Bruselas, también está en la Plaza de España.
Sí, es realmente divertida la imagen de encorbatados dándole a los pedales, sí.Y con ésto, termino la crónica de este viaje
Como siempre muy divertida tu crónica viajera :)) querido Mosca. ¡Se te echaba de menos! Besotes, M.
ResponderEliminarpues es una crónica muy divertida... me repito con lo que dice Merche pero es que es así como la sentí...
ResponderEliminarcurioso lo de las terrazas, que fuerte que te obliguen a mirar hacia la calle sí o sí...
yo tampoco me hubiera perdido la exposición de los guerreros de terracota... tiene que ser increíble...
y bueno, lo que me dejó "flipada" es lo del sintasol en el ascensor... je je je... de un elegante que te mueres!
y lo del meoncete... también muy divertido.
genial, ya te digo, cuéntanos todos los viajes porque aprendemos y nos lo pasamos bien, al mismo tiempo.
biquiños,
Muy divertida tu crónica, Mosca.
ResponderEliminarMe hiciste reír con eso de las terrazas. ¡Cierto! y con eso de los pedales en el aeropuerto, jajajaja no me había dado cuenta.
La exposición de los guerreros de Terracota la vi en París o Estocolmo, hace mucho tiempo y recuerdo que era considerable. Creo que hasta la fecha fueron excavados unos 7.000 guerreros de terracota. Durante esta dinastía el arte cerámico chino fue "industrializado" para poder producirlo a gran escala y conformar los deseos del Emperador.
Besos
Asi que encontraste a D. Quijote y Sancho. ¿ Ves cómo estaba? Siempre hay que volver a los sitios donde estuvimos, pues siempre encuentras detalles, que se pasan desapercibidos.
ResponderEliminarEs otra forma que tengo de enterarme por donde estuviste porque aunque me has contado algo, pues aquí está más explicitado.
Ya te dije que a mi, los de Terracota, no me impresionaron mucho y es que eso de la guerra no me gusta nada.
Besitos. Ya estamos aquí.
Luz
Cuánto aprendemos con los viajeros.
ResponderEliminarDon Quijote y Sancho están en todas partes.
Os dejo el enlace de cuando mi hijo estuvo en Xian. Si os apetece.
http://cabrejas.blogspot.com.es/2010/10/terracotta-army-ii.html
Un abrazo
No entiendo el porqué has cambiado la primera foto. No te he vuelto a leer, pero ¿ has revisado la entrada?
ResponderEliminarBesitos de mami.
No, no he sido yo. Pa mí que ha sido una abejita la que ha retocado y cambiado fotos de lugar... :P
ResponderEliminar¡qué bueno saber de esta Mosca!
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