Entrada en relación con la obra de teatro "Urtain", de Cavestany, para la lectura colectiva de "La acequia", dirigida por Pedro Ojeda.
Quisiera acertar con una visión global sobre la obra de teatro "Urtain", de Cavestany. Y no me resulta fácil, tan duro y amargo es su contenido. Urtain contra todos, asalto tras asalto, diez en total. Y él se defiende, exprimiendo su verdad más íntima. Desde la caída al vacío hasta la infancia, todo en un ring. Un trozo de historia de España, focalizada en un boxeador.
¿Asaltos? ¿Hablar de boxeo? Me pasa por la cabeza lo mismo que a nuestra amiga Gelu. ¿Cómo iba a pensar yo que , un día, escribiría sobre algo relacionado con tan violento deporte?
Así ha sido, gracias al singular viaje colectivo y lector de "La acequia", el que comenzó con los sueños caballerescos de don Quijote y, tras leer a Esquivias, Bécquer, Mendoza y Valle Inclán, nos ha llevado junto a este "Urtain" visual , otro derrotado. No vamos a comparar al personaje de Cavestany con el Caballero de la Triste Figura, no. Mas no podemos negar a José Manuel Ibar su miajita quijotesca, miajita que todo ser humano tiene, además.
Por cierto, que si hubiera que dar un buen guantazo en este momento, el mío iría directo a los que quieren hacernos volver a la escuela de los setenta. Perdonadme la digresión, soy una pacífica docente que nunca cometería tal agresión; pero hay cosas que dan mucha, mucha rabia.
Volvemos a "Urtain". Ya nos hemos acostumbrado a la cronología regresiva. Llegamos al momento en que el personaje ha de encontrarse con sus orígenes, desaparece el odioso presentador cabaretero y se queda solo.
Para mí, a Urtain, al buen Urtain, siempre le quedó algo de "Josechu el vasco", el de aquellas tiras cómicas, creadas por Muntañola, para el tebeo "TBO". Es el tópico del "chicarrón del norte", vasco y forzudo: antebrazos y cuello enormes, mentón prominente, ropa blanca, boina y faja roja. Como leemos en una de sus viñetas : "simpático hombretón, rústico y sencillo, exponente de un pueblo noble y vigoroso".
Tal vez a José Manuel Ibar le agradaba la imagen tópica y la explotara; aun cuando la ambición convirtiera al "harrijasotzaile" en boxeador de combates dudosos. Pero algo conservará siempre de aquel muchacho sencillo que , tras el trabajo en la obra o en la fundición, levantaba piedras, deporte rural vasco sin posibilidad de trampa o de cartón. Y, como pago, la admiración de sus paisanos y muy poco más. Es suficiente, era suficiente, antes de lo de aquel bar donde se complicó todo. Le prometieron mucho, fue su perdición.
El autor Cavestany no olvida esa faceta , junto a otras menos atractivas. El actor Roberto Álamo la tendrá muy en cuenta: violento y ambicioso, ingenuo y tierno a la vez. Las entrevistas que el Urtain real concede a los medios de comunicación así nos lo confirman. Desde aquella con su primera mujer Cecilia, timidísima, con los niños, en la puerta del caserío, hasta las últimas, abotargado y deteriorado. Nuestra amiga Gelu, del blog "Penélope aguarda en Itaca" recoge, en una interesante entrada, algunas muy significativas, os invito a acudir a ellas.
Porque a José Manuel Ibar no le gusta el boxeo y su personaje de ficción así lo proclama: "Me gusta el boxeo porque me da dinero pero amarlo no lo amo para nada. Yo amaba levantar piedras, yo amaba mi vida en el campo. Yo quisiera saber qué he hecho yo para que todo lo que hago sea tan sucio".
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:
María Ángeles Merino
Pedro Ojeda dice en "La acequia":
Mª Ángeles Merino constata lo duro que es el mensaje de la obra en su
visión global del montaje
en
una excelente entrada que habla desde dentro de Urtaín pero también desde
dentro de quien comtempla la violencia que sobre él se ejerce.
Ay, Abejita, no creo que Urtain tuviera ni una miajita de mi Quijo... ¡Ni siquiera de Sancho! Pero me ha gustado tu análisis, disgresión incluida :) Besotes, M.
ResponderEliminarYa la he visto y no es fácil, no hacer un resumen. En fin, lo intentaré. A mi la obra me ha gustado mucho, por su puesta en escena, los actores, el contenido.. En fin que me ha encantado.
ResponderEliminarVolveré a leer tu análisis a ver si soy capaz de inspirarme un poco más para la síntesis.
Ya hablamos
Besos
Luz
Efectivamente, al ser Urtain arrancado de su pueblo natal e ingresar al mundo del boxeo, vivió una vida falsa, no acorde con su deseo, por eso le explotó.
ResponderEliminarBesos
La estructura de la obra es novedosa y complicado de explicar porque no estamos acostumbrados a contar cosas para atrás.
ResponderEliminarMe parece muy acertada tu comparación con Don Quijote. Ambos son derrotados por su propio espejo: uno por su alter ego en las playas de Barcino y otro en una lucha contra sí mismo.
Perfecto tu TBO. Además me has recordado a un amigo de Estella de los tiempos de universidad al que llamábamos así.
Dices que nos quieren hacer regresar a los 70. En algún sitio he dicho que las medidas me recuerdan a las fotos antiguas de los tiempos de la República y primera postguerra. Aquellos maestros y maestras rodeados por cincuenta o más alumnos y alumnas.
Un abrazo. Excelente reflexión.
me gustó la nota,
ResponderEliminarsaludos
Qué gran entrada esta tuya de hoy. Efectivamente, esa es la raíz de la sensación con la que uno sale de contemplar Urtaín. O se es Urtaín o se es quien lo golpea. No hay término medio.
ResponderEliminarBuenas noches, Abejita de la Vega:
ResponderEliminarTe felicito sinceramente. Has hecho un buen trabajo, a conciencia y en conciencia.
Encuentro “una pega” en la obra de teatro, y es que se llame Urtain el personaje. Es un buen trabajo teatral, pero no es José Manuel Ibar Azpiazu.
Se aprecia claramente, simplemente consultando la hemeroteca y viendo el abundante material filmado y grabado en televisión.
Te dejo el poema VENCIDOS de León Felipe
recitado por el mismo León Felipe- y musicado y cantado por Serrat.
Abrazos.
P.D.: Quizás Muntañola se inspiró en Urtain. Y a Josechu del TBO, sí que realmente lo identifico con él.
Todos contra él, o mejor, sirviéndose de él.
ResponderEliminarMerche: todos tenemos esa miajita, por qué no Urtain; de Sancho también, cómo no. Mi digresión me salió del alma.
ResponderEliminarEle Luz: a mí no me disgusta, pero veo que a ti te gusta más. Echo de menos algo más clásico y con texto,cuadriculada abejita.
Myriam: al final explotó, pobre.
Pancho: espero que no volvamos a los treinta, Dios mío. La derrota de don Quijote es universal...Molinos o Cooper, qué más da. Estructura novedosa y cangrejil, muy lograda.
Omar: me alegro de que te guste. Bienvenido.
Pedro: o lo uno o lo otro, terminamos todos dentro del ring.
Gelu: no es Urtain, es un personaje de ficción creado en torno a Urtain, muy documentado además. Tu entrada me ayudó mucho. Escucharé a León Felipe, pensando en el boxeador.
Paco: así es, primero se sirven y luego se ponen en contra.
Besos y gracias por la visita. Y por vuestras palabras.
Me encanta el análisis que haces respecto a la obra, un saludo.
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