Mensaje colgado en una farola de un paseo, en el día de la Huelga General
Si en el mar los mensajes de los náufragos se meten en una botella, en la ciudad se dejan colgados en las farolas de un paseo arbolado.
¿Qué movería a este hombre para dejar su larga y prolija misiva? ¿Soledad?
Misiva en farola, bloguero en ciernes.
ResponderEliminarNo me da buena espina ese papel. Quizas de... ¿alguien desesperado?
ResponderEliminarBesos...!
Si su objetivo era que la gente lo leyera, dudo mucho de que, con esa extensión, lo haya logrado.
ResponderEliminarBesos
Menos mal que colgó una carta y no a sí mismo....
ResponderEliminarBesos
Pero a ver... lo importante: ¿Leíste la misiva o no?
ResponderEliminarMás que nada, por que me hicieras un resumen, porque tiene pinta de mamotreto infumable...
Paco: un blog, eso necesitaría el del misiva.
ResponderEliminarCornelivs: a mi tampoco me la da bueno, muy desesperado le veo yo también.
Asun: por las dos caras, no hay quien lo lea.
Myriam: espero que no se cuelgue, que cuelgue miles de cartas si hace falta. Cada farola, una misiva.
Mosca: lo intenté, pero es infumable. Una empanada mental enorme, pobre hombre.
Deseando lo mejor para este desesperado escribiente,,os agradezco que me hayáis dado vuestro punto de vista. Un abrazo, amigos.
Quizá hartazgo.
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