jueves, 25 de marzo de 2010
"Si vuestra señoría fuese servido de darme una tantica parte del cielo...la tomaría de mejor gana que la mayor ínsula del mundo."
Primera parte del comentario al capítulo 2,42 del Quijote, publicado en "La acequia"
De los consejos que dio don Quijote a Sancho Panza antes que fuese a gobernar la ínsula, con otras cosas bien consideradas-
La Dolorida desaparece y el mayordomo polifacético ya no quiere aparecer por la pantalla de mi ordenador. Recupero mi voz para contaros este capítulo 42,en el que somos testigos de dos conversaciones.
Las dos giran en torno a Sancho Panza, como futuro gobernador de una ínsula; aleccionado por el duque, en primer lugar, y por don Quijote, después.
El suceso de la Trifaldi, ha salido mejor de lo que esperaban, todo un éxito. Los duques, contentos, deciden seguir las burlas. La fe de Sancho en el asunto de la ínsula es un filón abierto, para sus diversiones.
Criados y vasallos reciben órdenes e instrucciones, el estilo y las trazas han de seguir las pautas de los libros de caballerías.El que dirige esto, el de siempre. No,señor mayordomo, no venga su merced por aquí.
Al día siguiente, el duque se presenta ante Sancho y le dice que ha de vestirse como gobernador, que ya sus insulanos le esperan, como agua en mayo.
¿Se queda mudo? ¿Balbucea? ¿Besa las manos del que le otorga la merced? No, no hace nada de eso.
La emoción no le impide seguir fantaseando y expresar lo diminutos y de poco valor que le parecieron la tierra y sus habitantes, vistos desde allá arriba. Grandeza del cielo, bajeza del suelo. Ecos de Cicerón o, tal vez, de Fray Luis de León. Hay que ver lo buen maestro que ha sido Don Quijote para Sancho. Y qué buen alumno este “destripaterrones” que es capaz de dirigir a su benefactor esta pregunta retórica: “¿qué grandeza es mandar en un grano de mostaza, o qué dignidad o imperio el gobernar a media docena de hombres tamaños como avellanas…?”
¿Qué dice este majadero? ¿Que prefiere “un tantica parte del cielo” a la mayor ínsula? ¿A dónde quiere ir a parar? ¿Se está burlando de su excelencia? ¿Está mohíno a causa de aquellas pullas? Recordemos, si encontró algún “cabrón”, entre las siete estrellas, llamadas “cabrillas”…
El duque coge aire y, con el tratamiento de “vos”, ése que molesta tanto a las dueñas, cuando sus señoras se lo aplican; le contesta que él no puede conceder trozos de cielo, ni siquiera del tamaño de una uña. Eso sólo Dios puede darlo.
Una ínsula “hecha y derecha, redonda y bien proporcionada, y sobremanera fértil y abundosa”, eso sí.
Y si maneja bien las riquezas terrenas, podrá ganar las del cielo. Impía conclusión la del duque. ¿Qué diría el de Rotterdam?
Sancho se anima y “venga esa ínsula”: será gobernador, manejará riquezas y, al final de todo, irá al cielo derechito. Tres pájaros de un tiro. Y mejor que la codicia, mejor que el ascenso social... , probar a qué sabe el poder, algo sabrosísimo, al parecer.
El duque, le dice que si prueba ese dulcísimo sabor, se comerá las manos, tras él. Y lo mismo hará su señor don Quijote, cuando llegue a emperador, nada menos.
A Sancho le parece de perlas el mandar, “aunque sea a un hato de ganado”. El “grande”,cada vez más admirado de las respuestas certeras de este labriego...
Mañana mismo, ha “de ir al gobierno de la ínsula”, con el traje conveniente. Al escudero lo del vestido le parece irrelevante, siempre será el mismo: él mismo. El duque le explica que los trajes han de ir de acuerdo con el oficio o la dignidad.
El uniforme que se le tiene asignado es parte de letrado y parte de capitán porque, en la ínsula, son necesarias tanto las armas como la letras.
Lo que no especifica son las partes. ¿De cintura para arriba y de cintura para abajo? ¿La parte derecha y la parte izquierda? ¿Sotana con greguescos? ¿Jubón con sotana?
Letras, pocas tiene Sancho, ni siquiera el A, B, C. No pasó del Christus, la cruz que va delante del abecedario, en la cartilla; pero le basta para ser buen gobernador. No es un inconveniente el que sea poco instruido, mas ha de ser buen cristiano.
De las armas, las que le den y Dios le ayude, que en su vida las ha manejado.
(Continúa)
Pedro Ojeda dijo, en este blog:
"No sé yo si no habrás espantado tú a estos secundarios para guardarte el placer de comentar este capítulo..."
Pedro: los espantó Sor Austringiliana, esa monja fantasma que anda enredada en los canalículos de Internet. Es un placer comentar este capítulo, efectivamente.
Seguiremos con la segunda parte. Menos mal que tu mayordomo y la Trifaldi han desaparecido de la escena. ¡Qué alivio! Besotes, M.
ResponderEliminarNo sé yo si no habrás espantado tú a estos secundarios para guardarte el placer de comentar este capítulo...
ResponderEliminarQSue capitulo mas bueno este, para leerlo una y otra vez...!
ResponderEliminar:)
Besos.
Esperaremos la segunda parte.
ResponderEliminarBesos
Esta voz tan bien modulada no tiene nada que envidiar a las otras.
ResponderEliminarSancho es orgulloso y se resiste a considerar el gobierno como un regalo, por eso le suelta al duque lo del trocito de cielo, quiere rebajar el nivel de la dádiva. No le gustaría estar sometido a chantaje desde el principio. Sancho que cree que se merece la ínsula, que se la ha ganado con su ejercicio de buen escudero, pero tanto su amo como el duque le ponen al corriente de la situación. Sancho ya sólo piensa en tomar posición y ni se da cuenta del insulto de su amo.
Los ricos se adaptan la salvación eterna a su medida, a los pobres que le vayan dando.
Capitan y letrado ha de ser Sancho si quiere poner en práctica los consejos de D.Quijote.
ResponderEliminarLa empresa no es fácil
Yo también pienso que este Sancho está demostrando tener una inteligencia natural que, aunque no tenga bagaje cultural,le posibilita controlar a su favor muchas de las situaciones en las que se ve comprometido.
ResponderEliminarAbrazos
Merche: sí, qué alivio. La Trifaldi era una pelmaza llorona.
ResponderEliminarPedro: los espantó Sor Austringiliana, esa monja fantasma que anda enredada en los canalículos de Internet.Es un placer comentar este capítulo, efectivamente.
Cornelivs: es un capítulo muy bueno, tu visión de abogado tendrá un matiz especial, iré a verlo.
Asun: ya salió la segunda, esta vez ha sido corto.Pero yo me enrollo.
Pancho: me gusta lo de modulada.
Sancho juega con el duque y el "grande" tiene que tragar para seguir con este divertido juego que han iniciado. Como ahora no se usa la palabra "porro" como adjetivo, no sé si es un insulto muy gordo o es algo casi cariñoso.No parece que le moleste mucho.
Paco: no es fácil pero saldrá airoso, lo veremos.
Cosmo: Sí, Sancho tiene esa inteligencia natural. He conocido mucha gente así, en mis clases de adultos. Gente con escaso bagaje cultural pero que se manejan a las mil maravillas.
Un abrazo y gracias, amigos, por pasar por aquí.