Unos breves apuntes sobre una lectura.
El Club de Lectura fue al rescate de El Solitario, lo encargamos en la librería y ya está en nuestras manos. Hacemos los honores al proyecto de una escritora que no lo tuvo fácil, en un tiempo muy difícil. Una lectura para quitarse el sombrero, como se decía antes, ante una "Sinsombrero".
"Yo voy a ser capitán de barco". "Las niñas no son nada" le contestó aquel amigo de su padre.
Tuvo que esperar a cumplir los veinticinco años para ampliar su horizonte vital. Se hizo socia del "Lyceum Club Femenino", lo que le permitió entrar en contacto con mujeres intelectuales como María de Maeztu (su directora), Zenobia Camprubí o Pilar Zubiaurre. Una mujer moderna con sus centros de interés en la poesía, el deporte (sobre todo la natación), el teatro y el cine.
Comenzamos el texto teatral en un campanario abandonado, con una mujer vestida de campana, un reloj con su cuco, una puertecita para los personajes y una enorme araña quejosa, detrás de su tela:
"Mientras duermen, yo trabajo;
ese maldito murciélago
me hizo la tela pedazos
y ya no podré cazar
palomillas ni vilanos.
¡Y el Cuco tan tranquilito!
¡Y la Campana roncando!...
¿Una función escolar? ¿Teatro infantil? No, sino Vanguardia. Vamos a ella con alma de niño, abierto a lo mágico, a lo simbólico. Hay que desaprender.
Una obra infantil que no es infantil, un auto sacramental sin sacramentos, algo sin trama ni personajes verdaderos, sólo símbolos, en unos cuadros plásticos hermosos, con poesía que nos es muy familiar:
Una obra infantil que no es infantil, un auto sacramental sin sacramentos, algo sin trama ni personajes verdaderos, sólo símbolos, en unos cuadros plásticos hermosos, con poesía que nos es muy familiar:
¡Canten las avecicas
y rían las fuentes!
¡Ya se lava la cara
el sol naciente
con espuma de estrellas
y agua celeste!
...
La Soledad en su doble cara, como camino de enriquecimiento personal y como ausencia del Amor. La Soledad como condición humana, en nuestro yo no hay nadie ni lo puede haber. El Farero vive en su faro de por vida.
El Tiempo con la Campana y el Cuco que dan paso a las horas que nunca se podrán encontrar. El Nacimiento con la imagen un tanto anticuada de la cigüeña con el bebé en el pico, algo muy de mujer, qué bien parecía que escribiera cositas tiernas para niños; pero Concha Méndez las da un gira hasta la Vanguardia más atrevida, pasándolas por la tradición sacramental barroca. Les da en la boca de su machismo, aunque no pudo evitar la etiqueta de "señora de", incluso después del divorcio de Manuel Altolaguirre.
Seguimos con esta obra que es para beberla a pequeños sorbos.
Dialoga con los símbolos, creando su propio universo que le sirve para dialogar consigo misma, en sus dilemas de ser humano, madre, mujer y exiliada. Sola y solitaria, sin salir de de su bosque vanguardista que lucha contra la manipulación emocional. Una literatura osada que ahora recuperamos.
Dialoga con los símbolos, creando su propio universo que le sirve para dialogar consigo misma, en sus dilemas de ser humano, madre, mujer y exiliada. Sola y solitaria, sin salir de de su bosque vanguardista que lucha contra la manipulación emocional. Una literatura osada que ahora recuperamos.
SOLEDAD Toma en copa de cristal
este remedio que traigo;
con él has de aliviar
al punto de tu desmayo.
AMOR (Con extrañeza)
¿Quién eres?
La Soledad.
...
SOLEDAD ¡Bebe ya! Remedio tienen
todos los males.
AMOR ¡Qué aciago
el destino que me dieron!
Aunque Amor soy, nada valgo.
¡Si un corazón no me abriga,
en los hielos me deshago!
SOLEDAD Bebiendo de este licor,
el frío se habrá pasado.
(La joven bebe.)
AMOR No sé qué extraño sabor
mi paladar ha notado...
(Inquietándose.)
Creo, Soledad, que tú...
¡que tú me has envenenado!
(La SOLEDAD se aparta un poco, visiblemente satisfecha)
Seguimos. El Destino tendrá la última palabra-
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:
María Ángeles Merino
Para confeccionar esta entrada, mi amiga Austri me aconsejó que utilizara como pautas los comentarios que publiqué en La Acequia.
https://laacequia.blogspot.com/search/label/El%20solitario
El Solitario, Concha Méndez. Edición de Berta Muñoz Cáliz y Diego Santos Sánchez. Cátedra. Letras Hispánicas. Primera edición 2022.
Maravilloso. Me encantaría leerla y beber lentamente cada una de sus palabras. Gracias “Arañita”
ResponderEliminarLa verdad es que con esa edición de El Solitario nos han dado dos en uno. La vida de la propia Concha, aunque ya hubiéramos leído algo sobre ella, es tan apasionante como lo que escribió.
ResponderEliminarNos seguimos viendo enredadas en esas telas de araña (World Wide Web)...
Soledad y no solitaria. mala época porqué por ahí leo también a la mujer de Juan Jimenes, las sin sombrero , rizamos el rizo .Austri es muy observadora y tu muy complaciente, como buenas compis...
ResponderEliminarGracias Maria Angeles pues no conocía esta escritora ,dramaturga, poeta, etc
Ya se acercan fechas de libros y se agradece estas entradas.
Un abrazo,arañita:)
Gracias, María Ángeles. Buen consejo el de Austri.
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