-Austri ¿Estás ahí?
-¡Aquí estoy, amiga de lecturas! Hoy nos vamos a ocupar de Rinconete y Cortadillo, otra novela ejemplar de Cervantes. El jueves pasado te dejé en el preciso momento en que declaraste que, por fin, habías entrado en La Gitanilla. Que a ti no te deslumbraba Preciosa, que te chirriaba y se te caía de puro falso pero...
-Llegué a la sonrisa cuando empecé a leerla como "simulación y fiesta literaria". Así la define Pedro Ojeda. Si "Se divierte Cervantes jugando a la parodia de géneros y recursos", hagamos por divertirnos con él.
Ahora vamos con Rinconete y Cortadillo, tercera de las Novelas ejemplares que Cervantes dio a la imprenta en 1613, de la cual tenemos primera noticia en el capítulo 1.47 del Quijote (1605), en los papeles que el ventero da al cura, tras encontrarlos en el "aforro" de la maleta de Cardenio:
"El cura se lo agradeció y, abriéndolos luego, vio que al principio de lo escrito decía: Novela de Rinconete y Cortadillo..."
"...la suave picaresca cervantina, llena, como toda la obra de su autor, de una admirable sonrisa, de una general indulgencia...Cervantes tenía una visión del mundo mucho más compleja... y trata a los pícaros como una de tantas manifestaciones del vivir íntegro de su obra, dándoles su peculiar sonrisa y generosidad...Un pícaro en Cervantes ha de hacer lo que Cervantes quiera, y esto puede ser muy diverso, amplio como la vida misma, incluidas todas las reacciones susceptibles de belleza y de bondad. "
Una visión distinta, propia de un ser humano optimista y vital como Cervantes, creador de unos personajes complejos que no siguen esquemas.
-Pero Rinconete y Cortadillo no dejan de ser pícaros. Son dos jóvenes que se conocen en una venta y deciden viajar juntos a Sevilla, donde entran en contacto con una organización de delincuentes encabezada por un tal Monipodio. Se comportan como verdaderos pícaros: roban, juegan a las cartas con trampas, viajan por los caminos de España y agudizan el ingenio para sobrevivir.
-Diríamos que son de mejor familia. El padre de Cortadillo es sastre, un oficio respetable. El de Rinconete es bulero o buldero: "persona de calidad, porque es ministro de la Santa Cruzada". Oficio no muy bien visto, era el que predicaba las bulas, como hacía uno de los amos del Lazarillo de Tormes. Todo un guiño a la primera novela picaresca.
-Les mueve un deseo de libertad y aventura ajeno a la picaresca. Pronto van a descubrir que no hay libertad sin cadenas, ni siquiera en el mundo de los ladrones...Nadie hurta en Sevilla sin registrarse en el patio de Monipodio.
-"¿Págase en esta tierra almojarifazgo de ladrones, señor galán? -dijo Rincón.
-Si no se paga -respondió el mozo-, a lo menos regístranse ante el señor Monipodio, que es su padre, su maestro y su amparo; y así, les aconsejo que vengan conmigo a darle la obediencia, o si no, no se atrevan a hurtar sin su señal, que les costará caro."
-Vayamos a la estructura. La novela consta de tres partes, sin división en capítulos.
-En la primera parte, conocemos a los protagonistas y asistimos al encuentro de ambos, después conoceremos algunas de sus pillerías en la venta de los campos de Alcudia y en la cosmopolita Sevilla del XVII.
La segunda parte comienza con el ingreso de Rincón y Cortado en el sevillano patio del Monipodio, donde van a conocer el funcionamiento de una cofradía de hampones sevillanos.
La tercera parte es muy breve, nos los presenta ya fuera del patio del Monipodio, con su opinión crítica acerca de la cofradía y su intención de abandonar "aquella vida tan perdida y tan mala".
-Es un final abierto porque Cervantes concluye "sucedieron cosas que piden más luenga escritura y así se deja para otra ocasión contar su vida y milagros". De esta manera, promete una continuación que nunca escribió.
-A mí me gusta especialmente el encuentro y presentaciones de los dos pillos. El retrato no puede ser más vivo:
"En la venta del Molinillo, que está puesta en los fines de los famosos campos de Alcudia, como vamos de Castilla a la Andalucía, un día de los calurosos del verano, se hallaron en ella acaso dos muchachos de hasta edad de catorce a quince años: el uno ni el otro no pasaban de diez y siete; ambos de buena gracia, pero muy descosidos, rotos y maltratados; capa, no la tenían; los calzones eran de lienzo y las medias de carne..."-En la primera parte, conocemos a los protagonistas y asistimos al encuentro de ambos, después conoceremos algunas de sus pillerías en la venta de los campos de Alcudia y en la cosmopolita Sevilla del XVII.
La segunda parte comienza con el ingreso de Rincón y Cortado en el sevillano patio del Monipodio, donde van a conocer el funcionamiento de una cofradía de hampones sevillanos.
La tercera parte es muy breve, nos los presenta ya fuera del patio del Monipodio, con su opinión crítica acerca de la cofradía y su intención de abandonar "aquella vida tan perdida y tan mala".
Patio del Monipodio
-A mí me gusta especialmente el encuentro y presentaciones de los dos pillos. El retrato no puede ser más vivo:
Salen a sestear al portal, no se conocen pero sienten mutua curiosidad. Se preguntan con un tono de reverencia caballeresca que contrasta con su aspecto desarrapado:
-Uno y otro se cuentan sus circunstancias personales, con la mayor desvergüenza. Cortado es hijo de un sastre y utiliza la habilidad con las tijeras, aprendida de su padre, para robar. Rincón es hijo de un buldero y ha trocado las bulas por los naipes con trampa, naipes grasientos y ovalados en lugar de rectangulares, tal es su desgaste. Rincón robó el dinero de la bula, huyó a Madrid, lo cogieron y, tras mosquearle las espaldas, sin rozno por ser jovencillo, le desterraron de la Corte. Naipes por bulas, guasa erasmista tal vez.
Ya son tan amigos:
"Diego Cortado abrazó a Rincón y Rincón a él tierna y estrechamente, y luego se pusieron los dos a jugar a la veintiuna con los ya referidos naipes, limpios de polvo y de paja, mas no de grasa y malicia; y, a pocas manos, alzaba tan bien por el as Cortado como Rincón, su maestro."
-Desvalijan a un arriero, suben a la mayor velocidad a las ancas de una mula y huyen de la venta. Llegan a la gran Sevilla y enseguida hacen uso del oficio:
"Con todo esto, a la entrada de la ciudad, que fue a la oración y por la puerta de la Aduana, a causa del registro y almojarifazgo que se paga, no se pudo contener Cortado de no cortar la valija o maleta que a las ancas traía un francés de la camarada...dos camisas buenas, un reloj de sol y un librillo de memoria".
Por hoy, no nos da tiempo a más. Me hubiera gustado comentar contigo la risa que le daba a Rinconete la confianza que tenían los cofrades del Monipodio, ladrones y homicidas, en subir al cielo derechitos si no faltaban a sus devociones: santos, candelitas, rosarios...la religiosidad externa que criticaba Erasmo.
-Y los vocablos equivocados, fruto de la ignorancia: el tigre de Ocaña que era de Hircania, Nero de Tarpeya que se convertía en marinero de Tarpeya, etc. El pícaro Rinconete "sabía algo de buen lenguaje", aprendido con su padre en el ejercicio de las bulas.
-Y cuán descuidada era la justicia de la tan famosa ciudad de Sevilla. Cervantes no pierde ocasión de criticar la religión vacía, la ignorancia, la corrupción...¿El maltrato a la mujer?
-Y siempre ansiará la libertad. Rinconete y Cortadillo no la encuentran, Cervantes tampoco.
No hay libertad sin pagar almojarifazgo.
"Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida"
"Con todo esto, a la entrada de la ciudad, que fue a la oración y por la puerta de la Aduana, a causa del registro y almojarifazgo que se paga, no se pudo contener Cortado de no cortar la valija o maleta que a las ancas traía un francés de la camarada...dos camisas buenas, un reloj de sol y un librillo de memoria".
Por hoy, no nos da tiempo a más. Me hubiera gustado comentar contigo la risa que le daba a Rinconete la confianza que tenían los cofrades del Monipodio, ladrones y homicidas, en subir al cielo derechitos si no faltaban a sus devociones: santos, candelitas, rosarios...la religiosidad externa que criticaba Erasmo.
-Y los vocablos equivocados, fruto de la ignorancia: el tigre de Ocaña que era de Hircania, Nero de Tarpeya que se convertía en marinero de Tarpeya, etc. El pícaro Rinconete "sabía algo de buen lenguaje", aprendido con su padre en el ejercicio de las bulas.
-Y cuán descuidada era la justicia de la tan famosa ciudad de Sevilla. Cervantes no pierde ocasión de criticar la religión vacía, la ignorancia, la corrupción...¿El maltrato a la mujer?
-Y siempre ansiará la libertad. Rinconete y Cortadillo no la encuentran, Cervantes tampoco.
No hay libertad sin pagar almojarifazgo.
"Por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida"
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:
María Ángeles Merino
Y Austri.
A lo mejor, porque lo leo con ojos castellanos, veo en estos pasajes de práctica religiosa el mismo asombro con el que asistimos a las procesiones de Semana Santa en Andalucía, tan distintas de las castellanas.
ResponderEliminarGracias por entrar cuando la entrada está calentita y la tecleadora recién levantada. Nos produce asombro esa religiosidad andaluza...a algunos castellanos. Besos Carmen
ResponderEliminarNo se con que me he divertido más si con la novela de Cervantes o con tu aporte.
ResponderEliminar¡¡Graaaacias!!
besos
Nos divertimos. Gracias a ti.
Eliminar(Gracias por el fondo blanco: facilita la lectura)
ResponderEliminarDoña que agilidad para darle forma y contenido a esta entrada porque si de algo podemos presumir es que somos ricos en léxico y lo demás nos lo agenciamos cuando podemos o...nos dejan.
ResponderEliminarQue razón tienen ,no hay libertad sin almojarifazgo.-La palabrita se las trae.
Feliz día un abrazo.
De esta novelita me han atrapado las palabras de germanía.
EliminarNo hay libertad son cadenas. Pagamos almojarifazgo.
Rinconete y Cortadillo es una joya de la literatura universal, desde muchos puntos de vista. De esas que con cada lectura le descubres aspectos en los que antes no habías caído o ya se habían olvidado. Lo tengo que volver a leer este fin de semana. Siempre me acuerdo del "Descosidos, rotos y maltratados" del principio para describirlos.
ResponderEliminarUna entrada redonda con mucho trabajo de información y búsqueda y sapiencia cervantina personal.
Un abrazo.
Descosidos y rotos y maltratados pero con mucha vida. No hay amargura en los pícaros cervantinos.
EliminarEs un juego.
Entrada perfecta en todo. En efecto, aquí tenemos otro modelo de parodia. En este caso el género le sirve para entrar de lleno en los bajos fondos: un retrato inolvidable.
ResponderEliminarPobre abejita, no se vaya a aficionar a las cartas...
Gracias Pedro. La abejita no sabe jugar a las cartas...
EliminarMe has refrescado la memoria con respecto a la novela y además un buen rato por lo cómico en tu presentación. No escatimas en nada ni en ese lenguaje tan cervantino.
ResponderEliminar¡Feliz fin de semana!
Es una novela a la que hay que volver de vez en cuando. El lenguaje cervantino es tan sonoro. Almojarifazgo.
EliminarUn abrazo y gracias a todos los visitantes.
ResponderEliminarRinconete y Cortadillo descubrirán que hasta para ser ladronzuelo hay que pagar un "arancel", lo que limita su libertad por partida doble.
ResponderEliminarLe has dado un tono de comedia a tu entrada que agiliza cada una de las escenas.
Un abrazo, amiga de caminos.
A ver si te veo por los caminos, amiga de caminos.Para todo pagamos arancel, es cierto. Un abrazo tardío.
EliminarBuenos días, Abejita de la Vega:
ResponderEliminarLa narración, desde el comienzo en esa venta del Molinillo, es magistral.
Felicitaciones por esta entrada, y ¡cómo no!, por la suerte de ser lectora entusiasta de Cervantes. 'Rinconete y Cortadillo', repito las palabras de pancho, “es una joya de la literatura universal desde muchos puntos de vista”.
Me ha encantado que trajeras el enlace con la alusión a dos de las novelas ejemplares, en ese capítulo XLVII en el que vemos a nuestro don Quijote enjaulado.
Abrazos
Es una gran suerte la que tenemos los lectores entusiastas del Quijote. Las Novelas Ejemplares se cruzan con el Quijote y nos encanta.
ResponderEliminarAbrazos.