Comentario sobre la novela Queremos que vuelvan de Miguel Ángel Santamarina, para la lectura colectiva de La Acequia, dirigida por Pedro Ojeda.
-¡Hola amigos! ¿Recordáis a mi compañera Austri, la que me ayudaba a comentar las lecturas? Ayer me encontré con ella, estaba un poco disgustada. He aquí,más o menos, nuestro diálogo:
-¡Hola María Ángeles! ¡Cuánto tiempo sin verte! Ya no me llamas para comentar lecturas y yo te sigo de todas las maneras. Comenzó el curso con las Cartas marruecas de Cadalso y aprovechaste los apuntes de tu alumno marroquí, me pareció bien, así combinaste lo del XVIII con lo del XXI. Y las Cartas marruecas tomaron nueva vida convirtiéndose en tus "cartas marroquíes", todo un documento vivo. Como recordarás, yo te eché una mano con las Noches lúgubres, del mismo autor. ¡A pesar de mi animadversión a la literatura que yo llamo del Insti! ¡Tuve lúgubres pesadillas!
Este mes estáis con una novela actual, de un autor joven y de Burgos: Queremos que vuelvan. Daba por supuesto que me llamarías y la compré. No me importó porque a mí me encantan las de suspense, los thriller como dicen ahora. Pasé un buen rato con su lectura y, ea, te perdono que no contaras conmigo. ¡Y estoy deseando asistir a la sesión de lectura del jueves 27! ¡Tengo un montón de preguntas para Miguel Ángel Santamarina!
-¡Hola amigos! ¿Recordáis a mi compañera Austri, la que me ayudaba a comentar las lecturas? Ayer me encontré con ella, estaba un poco disgustada. He aquí,más o menos, nuestro diálogo:
-¡Hola María Ángeles! ¡Cuánto tiempo sin verte! Ya no me llamas para comentar lecturas y yo te sigo de todas las maneras. Comenzó el curso con las Cartas marruecas de Cadalso y aprovechaste los apuntes de tu alumno marroquí, me pareció bien, así combinaste lo del XVIII con lo del XXI. Y las Cartas marruecas tomaron nueva vida convirtiéndose en tus "cartas marroquíes", todo un documento vivo. Como recordarás, yo te eché una mano con las Noches lúgubres, del mismo autor. ¡A pesar de mi animadversión a la literatura que yo llamo del Insti! ¡Tuve lúgubres pesadillas!
Miguel Ángel Santamarina
Este mes estáis con una novela actual, de un autor joven y de Burgos: Queremos que vuelvan. Daba por supuesto que me llamarías y la compré. No me importó porque a mí me encantan las de suspense, los thriller como dicen ahora. Pasé un buen rato con su lectura y, ea, te perdono que no contaras conmigo. ¡Y estoy deseando asistir a la sesión de lectura del jueves 27! ¡Tengo un montón de preguntas para Miguel Ángel Santamarina!
-Disculpa Austri, no te llamé porque temía desvelar, spoilear
como dicen ahora, y destripar la novela. Me impuse contar sin contar y preferí hacerlo sola, que tú cuando largas...¿Estás dispuesta a comentarla conmigo sin descubrir la suerte de
los personajes principales? Seguro que tus comentarios son jugosísimos. Quedamos
para mañana y hablamos.
Al día siguiente, paseamos por la orilla del río. Austri estaba deseando hablar del libro.
-¿Qué es lo que más te gustó de Queremos que vuelvan? ¿Qué destacarías?
-Me gusta el personaje de Lucía, el alfa y la omega, el principio y el fin. Desde la Lucía del "que se jodan", airado e insolidario ante la imagen televisiva de los desaparecidos Bruno y Mario, hasta la Lucía dispuesta a asumir los mayores riesgos para sacar a la luz la segunda copia de los papeles, los que destaparían la verdad de lo ocurrido. ¡Y ella sabe muy bien cómo las gastan los malos de esta novela negra! ¿O no tan negra?
-¿Recuerdas como llegaron a sus manos aquellos papeles reveladores? Fue una luz que se encendió tras un interminable e infructuoso viaje en cuatro autobuses: Madrid-Albacete-Madrid-Burgos.
-Aquel viaje que hizo para asistir al...
-¡Calla Austri! Leo:
"Una vez en Burgos...Decidió dar un paseo...Sus piernas la llevaron hasta la playa fluvial de Fuente Prior. Se dejó caer en la arena y allí, tumbada, vio amanecer.
-¡Ya hay que estar desesperada para pasar la noche ahí, sobre la húmeda arena y en compañía de los ánades! ¡De noche y en Burgos! Lo que dice aquí:
Al día siguiente, paseamos por la orilla del río. Austri estaba deseando hablar del libro.
-¿Qué es lo que más te gustó de Queremos que vuelvan? ¿Qué destacarías?
-Me gusta el personaje de Lucía, el alfa y la omega, el principio y el fin. Desde la Lucía del "que se jodan", airado e insolidario ante la imagen televisiva de los desaparecidos Bruno y Mario, hasta la Lucía dispuesta a asumir los mayores riesgos para sacar a la luz la segunda copia de los papeles, los que destaparían la verdad de lo ocurrido. ¡Y ella sabe muy bien cómo las gastan los malos de esta novela negra! ¿O no tan negra?
-¿Recuerdas como llegaron a sus manos aquellos papeles reveladores? Fue una luz que se encendió tras un interminable e infructuoso viaje en cuatro autobuses: Madrid-Albacete-Madrid-Burgos.
-Aquel viaje que hizo para asistir al...
-¡Calla Austri! Leo:
"Una vez en Burgos...Decidió dar un paseo...Sus piernas la llevaron hasta la playa fluvial de Fuente Prior. Se dejó caer en la arena y allí, tumbada, vio amanecer.
-¡Ya hay que estar desesperada para pasar la noche ahí, sobre la húmeda arena y en compañía de los ánades! ¡De noche y en Burgos! Lo que dice aquí:
A las ocho, aterida de frío, tomó la resolución de ir hacia el centro...Las lágrimas volvieron a aparecer en su rostro. Al sacar un paquete de kleenex para secarse la cara, vio en el fondo de su bolso el resguardo de la empresa de mensajería...Se quedó helada al descubrir el nombre del remitente: Javier Redondo".
-¡Y los que están detrás, los peores, los de la "carne fresca"! ¡La gente principal que tú decías! El banquero de las erres y sus amiguitos. Puede acabar como el rumano Nicolae o como...
-Lucía parece dispuesta a arriesgarse. Se lo debe a Javier Redondo, al periodista desastroso, al héroe antihéroe de la novela, al ex novio al que abandonó precipitadamente en el primer capítulo. Pienso que aquel exabrupto, "que se jodan" iba, en realidad, dirigido a Javier, que Bruno y Mario le daban igual.
-¿Amor? ¿Cariño? Donde hubo fuego quedan brasas. A todo esto, no hemos dicho lo que pasó con Javier.
Fuente Prior (Burgos)
-Sí y, ocho meses después, alguien que se presenta como "tu único amigo" ,"la policia", le advierte: "Si ellos supiesen que tienes esa segunda copia, ahora estarías muerta". Lo vería en un cuarto de hora, con una gorra negra y roja, en el banco donde solía sentarse mientras ve jugar a sus sobrinos. Dejaría su acomodada vida de tiíta solterona y acomodada, para jugarse la piel con tipejos como Severino. -¡Y los que están detrás, los peores, los de la "carne fresca"! ¡La gente principal que tú decías! El banquero de las erres y sus amiguitos. Puede acabar como el rumano Nicolae o como...
-¿Amor? ¿Cariño? Donde hubo fuego quedan brasas. A todo esto, no hemos dicho lo que pasó con Javier.
-¡Calla! Después del día 27.
-¡Una víctima de los programas de tele basura! ¿El sushi asesino? ¿El wasabi tóxico?¿Estaba conchabado el chef japonés con Lisandro, el locutor? El pobre Javier, acostumbrado a una dieta de copas Dalky y quesitos en porciones. ¡Regado con cerveza marca Día!
-Mujer, tampoco digas majaderías. Lisandro lo contrata, para intervenir en sus "realitys" televisivos, tan sensacionalistas y manipulados que rayan en el ridículo. Sí, las comilonas forman parte de la manipulación, y la bebida. Todo está calculado para que la audiencia llegue a una conclusión unánime: "Javier era un fraude".
"El periodista respiraba a duras penas, como si una piedra de una tonelada le oprimiese el pecho; sus intestinos le reclamaban evacuar con urgencia toda la comida ingerida con tanto deleite en la sobremesa; y su corazón amenazaba con explotar, incapaz de poder controlar ese volumen de pulsaciones."
-Lo del sushi asesino era una broma, mujer. ¿Y de Bruno y Mario? ¿No podemos decir si vuelven o no vuelven? En los textos en cursiva tenemos escenas muy crueles. ¿Qué pasa con sus padres, machacados por la desgracia y por los comunicadores lenguaraces?
-No, Austri. Creo que es mejor que esperemos a la reunión de nuestro Club de Lectura, el día 27 de octubre, a las siete y media de la tarde, en la Biblioteca Pública de Burgos, la de San Juan, frente a San Lesmes, la Casa de Cultura de toda la vida. Escucharemos a nuestro profesor Pedro Ojeda y al autor de Queremos que vuelvan, el burgalés Miguel Ángel Santamarina. Estará abierta al público. ¿Asistirás?
-Asistiré.
-Yo tal vez llegue un poco tarde, que la obligación es antes que la devoción; pero no faltaré. Prepara las preguntas, amiga.
Un abrazo para todos de María Ángeles Merino
Palabras en naranja tomadas de Queremos que vuelvan, de Miguel Ángel Santamarina, primera edición abril 2016, editorial Círculo Rojo, ISBN 978-84-9126-733-1.
-¡Una víctima de los programas de tele basura! ¿El sushi asesino? ¿El wasabi tóxico?¿Estaba conchabado el chef japonés con Lisandro, el locutor? El pobre Javier, acostumbrado a una dieta de copas Dalky y quesitos en porciones. ¡Regado con cerveza marca Día!
"El periodista respiraba a duras penas, como si una piedra de una tonelada le oprimiese el pecho; sus intestinos le reclamaban evacuar con urgencia toda la comida ingerida con tanto deleite en la sobremesa; y su corazón amenazaba con explotar, incapaz de poder controlar ese volumen de pulsaciones."
-Lo del sushi asesino era una broma, mujer. ¿Y de Bruno y Mario? ¿No podemos decir si vuelven o no vuelven? En los textos en cursiva tenemos escenas muy crueles. ¿Qué pasa con sus padres, machacados por la desgracia y por los comunicadores lenguaraces?
-No, Austri. Creo que es mejor que esperemos a la reunión de nuestro Club de Lectura, el día 27 de octubre, a las siete y media de la tarde, en la Biblioteca Pública de Burgos, la de San Juan, frente a San Lesmes, la Casa de Cultura de toda la vida. Escucharemos a nuestro profesor Pedro Ojeda y al autor de Queremos que vuelvan, el burgalés Miguel Ángel Santamarina. Estará abierta al público. ¿Asistirás?
-Asistiré.
-Yo tal vez llegue un poco tarde, que la obligación es antes que la devoción; pero no faltaré. Prepara las preguntas, amiga.
Un abrazo para todos de María Ángeles Merino
Palabras en naranja tomadas de Queremos que vuelvan, de Miguel Ángel Santamarina, primera edición abril 2016, editorial Círculo Rojo, ISBN 978-84-9126-733-1.