Sesión de lectura del día 19 de enero de 2016. Buenas lectoras y buen profesor.
Pequeña crónica de la reunión del Club de Lectura presencial, de la UBU. Comentamos "Los Pazos de Ulloa", de Emilia Pardo Bazán. Para la lectura colectiva de "La acequia", dirigida por el profesor Pedro Ojeda.
Estamos a 19 de enero de 2016, son las cuatro y media de la tarde. Comienza nuestra sesión de lectura en la Sala de Juntas de la Facultad de Humanidades de Burgos. Recibimos noticias de las futuras lecturas y los encuentros con escritores, así como los posibles viajes. Ahora vamos con "Los Pazos de Ulloa" de Emilia Pardo Bazán.
Como ya nos dijo Pedro Ojeda en la sesión anterior, y ahora nos lo recuerda, estamos
ante un “novelón”. Algunos ya lo conocíamos, aunque, tal vez, ahora lo hayamos contemplado desde una
perspectiva diferente.
Mi nuevo cuaderno de notas junto al "novelón"
La exposición de Pedro Ojeda fue tan amena e interesante como siempre. Aquí tenéis lo que mi cuaderno pudo recoger de la misma y mi interpretación, confiando en la memoria y en la capacidad de traducir notas manuscritas a la carrera:
Emilia Pardo Bazán escribió la novela después de “La cuestión palpitante”, un estudio del Naturalismo europeo, con Émile Zola a la cabeza. La
escritora se sentía con fuerza para incorporar esa corriente literaria a su
obra. Su intención era mover el
árbol para ver si caían nueces, probar con el cambio: incorporar la narrativa española a la narrativa
europea. El estudio fue muy alabado por
Zola; pero más adelante, cuando E.P.B. escriba “Los Pazos de Ulloa”, el escritor francés dirá
que E.P.B. no podía ser naturalista por ser católica, que podía utilizar
técnicas naturalistas, pero no era naturalista.
Esa fue precisamente la intención de la
escritora, la de hacer una obra naturalista dentro del contexto español, arriesgándose
a recibir críticas, siendo además una mujer…Se puso en primera fila y se arriesgó a
no seguir una escuela, a romper y hacer algo nuevo.
Émile Zola :"Me parece extraña una cosa..."
Coronación de José Zorrilla
En su época, hay muchas novelas con protagonistas sacerdotes. Pero lo que hace diferente a "Los Pazos de Ulloa" es que está focalizada en Julián, un cura débil, lleno de dudas que resuelve con un "¡Dios sobre todo!". Un espíritu femenino, tal eran las acusaciones de sus compañeros en el Seminario.
Lo que se leía entonces era el folletín y E.P.B. quería que su novela se leyera, que tuviera un público. Para ello, utiliza la estructura argumental del folletín. Es una historia cantada, va a acabar mal y lo sabemos desde el principio. Usó las fórmulas folletinescas para ir donde quería ir, hacer otra cosa, ir más allá.
¿Del pueblo? No, E.P.B. no escribía para la clase popular, ningún escritor lo hacía entonces. Escribía para la burguesía, en todos sus sectores, desde los demócratas republicanos hasta los conservadores, incluidos los carlistas, un público muy amplio.
El retrato de ambientes y personajes es extraordinario. La borrachera del niño atrapa. Las emociones las vive Julián que es el débil y fracasa. Nos encontramos, además, por primera vez en la literatura, con una condena a la violencia de género, en una voz de mujer, en unos tiempos en que regía el "te pego porque eres mía".
¿Por qué no era posible cambiar? ¿Por qué Primitivo tenía tanta fuerza? Primitivo podía porque había un vacío de poder, la clave era la lucha entre civilización y barbarie.
Si no hay civilización, hay barbarie. Las fuerzas de la Naturaleza sólo se pueden vencer con un poder ordenador. E.P.B. denuncia la ausencia. ¿Dónde está la burguesía revolucionaria que tenía que ordenar este territorio?
Porque, desde el primer capítulo, aparece el abandono, unos caminos infernales donde Julián casi se despeña.
Ahora veamos las opiniones de los lectores:
¿Por qué no era posible cambiar? ¿Por qué Primitivo tenía tanta fuerza? Primitivo podía porque había un vacío de poder, la clave era la lucha entre civilización y barbarie.
Si no hay civilización, hay barbarie. Las fuerzas de la Naturaleza sólo se pueden vencer con un poder ordenador. E.P.B. denuncia la ausencia. ¿Dónde está la burguesía revolucionaria que tenía que ordenar este territorio?
Porque, desde el primer capítulo, aparece el abandono, unos caminos infernales donde Julián casi se despeña.
Ahora veamos las opiniones de los lectores:
- Abre el fuego un lector que da su opinión como lector del siglo XXI y anuncia que va a ser abogado del diablo. Quiere que una obra le sorprenda y E.P.B. nos lleva por un carril conocido, sabemos que va a ser una tragedia, que el hijo de Nucha va a a ser niña, todo está predeterminado. Hay, además, demasiadas palabras para contarnos esa Galicia húmeda y rural. Ella pide a una obra que le emocione, le entretenga y le enseñe. Sólo le ha emocionado en el último capítulo cuando se mete dentro del niño Perucho que rapta a la niña. El lenguaje le ha parecido correcto, académico, burgués, frío. El tiempo, demasiado lento y la obra, en general, ha envejecido mal.
- Me ha entretenido y me ha ilusionado. ¡Qué suerte haber nacido más tarde!
- La que esto escribe, se ha sentido especialmente emocionada durante el parto de Nucha, abandonada por todos. El médico y el marido charlan y beben, comentan lo debiluchas que son estas mujeres de ciudad. Mientras tanto el cura Julián sufre sin poder hacer nada, hay tormenta, se angustia, reza, muestra amor de verdad. Pienso cómo vivirán ese capítulo las mujeres que conocen la experiencia del alumbramiento. Me quedé helada leyéndolo junto a las tapias del Parral, en un atardecer de diciembre, a quién se le ocurre.
- Hay capítulos más ágiles, otros más lentos.
- Lo sabes, lo barruntas, pero está maravillosamente escrita. El mundo de la burguesía, los criados, las brujas...
- Yo no creo que haya pretendido hacer una novela de suspense. El ritmo está muy meditado. Unas veces rápido, otras lento. Yo no busco que una novela me enseñe, casi no quiero.
- Es el tipo de historias que gustaban en esa época, dramas familiares y personales. Como en "Jane Eyre", en las novelas inglesas. Sabes lo que va a ocurrir, está cantado, no te sorprende...pero me ha parecido una novela muy interesante. Yo le pediría a Julián que fuera más atrevido.
- Era una mujer "oronda" que había sorprendido en un momento decadente y convulso. Una mujer de siglo XIX que habla de corrupción, algo posible gracias a su educación y a sus viajes por el extranjero. Este libro me trae recuerdos de cuando hice el Camino de Santiago por paisajes tenebrosos, oscuros y solitarios que daban miedo. Me ha servido para buscar otras cosas: la degradación de España por el caciquismo.
- Hay una crítica a la falta de cultura, ese médico disparatado...
- Me gustan algunos capítulos: la borrachera del niño, las visitas de los recién casados, las elecciones...Me encanta el pucherazo.
- Hay un determinismo biológico, todo está determinado por más que se intente cambiar de situación.
- No la veo como feminista, el narrador describe como es golpeada Sabel, no toma partido.
- En la segunda parte, en "La Madre Naturaleza", Julián se sale con la suya a su manera.
- Un guiño para que leamos la continuación ideológica de la primera. Pedro Ojeda nos anima a hacerlo.
- Concluyo con una anécdota personal, vivida por la que esto escribe. La primera alumna analfabeta que tuvo en sus clases de educación de adultos, en 1989, en Beasain (Gupúzcoa) fue una mujer natural de una aldea cercana a Carballino, en Orense, la misma comarca de "Los Pazos de Ulloa". Cebre es Cea. Ahora comprendo...
Un abrazo de:
María Ángeles Merino
Dedico esta entrada a mi alumna Josefa, nacida en una aldea próxima a Carballino, en Ourense. Nunca olvidaré su pena por no haber podido aprender a leer y su sentido mágico de la vida.
Me encantan tus entradas, a veces parece que estoy con vosotros en el club de lectura.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Ante todo gracias por esta detalladísima crónica. Tienes un cuaderno y un boli de oro.
ResponderEliminarDicho esto, me pongo claramente del lado de las que dicen que la novela no es para tanto. Me ha gustado la frase de que ha envejecido mal, aunque los valores estéticos e interpretativos de la versión para televisión la hagan válida para estos tiempos.
Siempre que te leo estas crónicas y no he estado con vosotros, me entra nostalgia de no haber ido, Esta vez fue el frío. Me encanta cómo lo escrbes. Me alegra que el boli y el cuaderno te ayuden en la escritura y ya sabemos porqué te lo digo,
ResponderEliminarMi opinión: hay capítulos que me han gustado y tienen mucha fuerza, otros no tanto
Besos
Buenos días, Abejita de la Vega:
ResponderEliminarDoña Emilia nos transporta a los Pazos y a Santiago. Y consigue que vivamos en esos lugares y conozcamos a sus gentes un siglo y cuarto después.
Nos hemos metido en la piel de Nucha, en el momento del parto; y junto al fuego de la cocina, hemos visto crepitar el fuego y hervir el puchero y sentarse a las brujas. También vivido las elecciones, y visto la reconstrucción de la capilla.
Hemos comparado al bueno de don Julián con los otros ejemplares de su mismo oficio.
Y observado los manejos de Primitivo, la actuación del marqués, y el embrutecimiento y maltrato de Sabel. Y la gracia de los niños, en Perucho.
En esta ocasión he preferido no ver la adaptación hecha para televisión. Quería entrar a fondo en los personajes de la autora.
¡Qué gran suerte poder leer! Pienso en tu alumna Josefa, y en todas las personas privadas de hacerlo.
Abrazos
P.D.: Aunque no salga en la foto, estoy con vosotros en cada reunión.
Gracias por la crónica, que tanto ayuda a fijar en el recuerdo las reuniones y a comprender la dinámica a los que no pueden acudir. Y que aquí puede suscitar el debate sobre la actualidad o no de esta novela.
ResponderEliminarA por Calderón.
Una novela transgresora.
ResponderEliminarY ahora ya veo que hay material nuevo, gracias por dejarnos esos buenos momentos.
Un abrazo.
Magnífica entrada. Se nota el intento de objetividad con todo lo allí vertido. Buenos apuntes de estudiante aventajada, buenos para fotocopiarlos si se tratara de estudiar para un examen...
ResponderEliminarYo creo que esta novela tiene un valor por sí misma, yo no sabía que la Pardo Bazán era todas esas cosas que por aquí se dicen, tampoco que tuviera tantas críticas en su momento.
Un abrazo.
Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
Era necesario conducir el vehículo de la narración por el camino correcto para cumplir el objetivo.
ResponderEliminarBesos
Fantástica crónica! Gracias, gracias!
ResponderEliminarBesos
Fantástica crónica! Gracias, gracias!
ResponderEliminarBesos