"Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas..."
Busqué en la playa un collar de huellas de gaviota, como las palabras de amor de Pablo Neruda.
"...Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
"...Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas..."
Eran palabras escurridizas, no decían lo que él quería que dijeran. Su amada no oía como él quería que oyera. Significantes y significados traicioneros.
"...El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas..."
Había un mal viento que las arrastraba. Las tumbaban los huracanes. Se cambiaban por las voces doloridas del pasado.
"...Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia..."
El poeta se subía a la ola de angustia del amor.
Y no podía remontarla solo.
Soñé con palabras teñidas de amor. Y ahora sí, dicen lo que el poeta quiere decir. Y ella las oye como el poeta quiere que las oiga.
Porque ahora todo el Universo se encierra en ella. Y las palabras de amor son infinitas.
Y no podía remontarla solo.
Soñé con palabras teñidas de amor. Y ahora sí, dicen lo que el poeta quiere decir. Y ella las oye como el poeta quiere que las oiga.
"...Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas."
Porque ahora todo el Universo se encierra en ella. Y las palabras de amor son infinitas.
Pues para tener dudas al comienzo, has entrado de maravilla en el comentario de Pablo Neruda. En efecto, las palabras de amor son infinitas, casi tantas como las de desamor...
ResponderEliminarAlabo la mejora en la calidad de las fotos que, como siempre, ilustran bien el texto.
Preciosa entrada Mª Ángeles.
ResponderEliminarEste poema de Neruda, me gusta mucho, y sí, en las imágenes, se nota la ayuda del mar.
Besos.
Como bien dice Pedro, has entrado de lleno en Neruda y el estar en el mar te ha debido ayudar muy y mucho.
ResponderEliminarBellas, fotos, bello poema y bellas palabras tuyas que lo acompañan
Besos
Luz
Le has dado naturaleza al poema de Neruda. Uno de los que más me han convencido de los veintiuno. Lo tenía marcado como uno de los posibles a comentar en caso de que me atreviera.
ResponderEliminarVaya imágenes.
Me recuerda a este de Ángel González:
Adiós. Hasta otra vez o nunca./
Quién sabe qué será,/
y en qué lugar de niebla./
Si habremos de tocarnos para/ reconocernos./
Si sabremos besamos por falta de/ tristeza./
Todo lo llevas con tu cuerpo./
Todo lo llevas./
Me dejas naufragando en esta nada/
inmensa./
Cómo desaparece el monte/
-me dejas…-,/
se hunde el río/
-…en esta…-,/
se desintegra la ciudad./
Despiertas./
Un abrazo.
Una de las certidumbres a las que he llegado es que Neruda y naturaleza van unidos.
ResponderEliminarBesos
Pablo Neruda:el más grande del s.XX y, sobre todo un hombre que amo y se dejó amar...grande en todos los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo MªAngeles.
...amó
ResponderEliminarMucho talento para mi difícil de entender algunos poemas gran poeta hermoso hermoso.
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