Cristo románico de Palacios de Benaver. |
En otras ocasiones, os he mostrado Palacios de Benaver, un pueblecito del páramo burgalés. Los que visitáis mi blog ya estáis familiarizados con sus paisajes de árida belleza, imágenes que han ilustrado aquí los más variopintos temas.
Amaneceres, atardeceres, trigales, cebadales, flores silvestres, molino abandonado, ciprés solitario, ermitas en despoblados próximos, caminos, carretera, monasterio, paseos, lectura y escritura en soledad, sentimientos... Pero nunca me había extendido en hablaros de un artístico tesoro que custodian las monjas benedictinas del convento de San Salvador desde hace más de 900 años: el Crucificado románico de Palacios de Benaver.
La escultura sorprende por sus dimensiones, mide más de dos metros y medio de altura, y por mostrar cierto naturalismo, a pesar de seguir "la esquematización habitual de estas imágenes". Contemplamos un "Cristo en la cruz, aún vivo y sin manifestar el sufrimiento de su martirio, con los pies apoyados en un suppedaneum (pieza en la que descansan los pies del crucificado) y con una anatomía muy simétrica y esquemática." "Es es un típico Cristo románico de cuatro clavos y paño largo, de actitud impasible, triunfante..."
Recuerdo su restauración en aquel verano de 2007. La cámara de mi móvil lo sorprendió, en su iglesia, tendido sobre una camilla, como un enfermo a la espera de un cirujano que curase sus males.
Cinco capas de repolicromía |
El lunes entro a visitarlo, no hay nadie, me siento delante de la imagen, como tantas veces, aunque no rece. Pienso en los miles de personas que habrán depositado aquí oraciones, preocupaciones y ruegos. Millones.
Dibujo con mi imaginación cómo podría ser el primero que rezó ante el Cristo recién tallado. Es un labriego, apenas cubierto con una mísera capa, se cruza con el escultor que acaba de dar los últimos toques, entra en la iglesia, se arrodilla y reza un Pater Noster. Y pide: "Cristo de los ojos grandes, que llueva lo necesario, ni más ni menos, que caliente el sol lo suficiente, que no hiele, que no apedree, que el hambre no entre en mi casa".
El personaje que acabo de crear se desvanece como una pompa de jabón. Ahora me distrae la presencia, real, de una mujer joven que acaba de cortar unas rosas y las dispone en un jarrón, a los pies del Cristo. Se persigna y se va. Olvida sus tijeras.
Mi visita ha terminado, salgo a la calle y me pongo a pensar en...tijeras. Pero estas de ahora no cortan rosas. Qué cruz este verano...
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:
María Ángeles Merino
Enlaces utilizados:
Curiosa talla románica... Muy bonito tu post con personajes secundarios incluidos y, sí, que vamos conociendo Palacio de Belver a través de tus entradas. ¡Gracias Abejita! Besotes, M.
ResponderEliminarPerdón PALACIOS DE BENAVER...
ResponderEliminarSupone una expresiva muestra del románico, los cuatro clavos, grandes ojos manos abiertas y sin corona de espinas transmiten el mensaje para el que fueron creados.
ResponderEliminarGracias por traerlo.
Lo que no acabo de entender es por qué ponían capa sobre capa si la original estaba en buen estado. ¿Será que la costumbre de derrochar de los que tienen el dinero viene de antiguo?
ResponderEliminarBesos
Con lo bien que iba el relato, se te ocurre pensar en las tijeras y ¡plof se acaba todo.
ResponderEliminar¡No lo permitas! Sigue con los personajes era estupendo.
ES verdad que es un Cristo muy interesante.
Besos
Luz
A que el alma del labriego te hizo una vista y no fue tu imaginación que lo creó....
ResponderEliminarLos de las tijeras que dejó la señora, quizás las dejo ex-profeso para que la el Cristo le quite el filo y dejen de hacer más recortes...
Mucho ánimo y fuerza, Besos
Amiga Abejita veo un halo labordetiano en tus escritos, un poquito más y puedes empezar a escribir toda una guía para honrar a tus parajes burgaleses.
ResponderEliminarPor cierto, que el cristo ha sido muy bien restaurado, para que luego digan que en este periodo no eran expresivas sus imágenes.
un artículo interesante, al menos ahora el Cristo me sonará, ya que lo desconocia por completo...
ResponderEliminary sobre tijeras, lee, lee:
http://www.farodevigo.es/galicia/2012/08/02/cargo-facenda-desvela-gobierno-ultima-decreto-despedir-empleados-publicos/670684.html
tienes razón: !que cruz!
biquiños,
Hola!
ResponderEliminarTu blog está genial, me encantaria afiliarlo en mis sitios webs de Turismo y por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiarnos ambos con mas visitas.
me respondes a munekitacate@gmail.com
besoss
Hola, Abejita, una entrada muy interesante para mí, porque me gusta el arte, pero creo que en otra vida yo he sido restauradora de arte.
ResponderEliminarY tú lo "vendes" tan bien, con relato añadido y todo, que se hace más interesante aun.
Abrazos
Hola, Abejita, una entrada muy interesante para mí, porque me gusta el arte, pero creo que en otra vida yo he sido restauradora de arte.
ResponderEliminarY tú lo "vendes" tan bien, con relato añadido y todo, que se hace más interesante aun.
Abrazos
Merche: me salió espontáneamente un secundario, ya le iba a llamar Remigio cuando las tijeras en el suelo me desconcentaron. Paseamos por este pueblecito castellano: Palacios de Benaver.
ResponderEliminarPaco: el románico nos transmite el mensaje de otro tiempo, este Cristo nos habla de aquellos seres humanos que vivieron una época difícil.
Asun: tienes razón, por qué lo cambiaban. Viene de antiguo eso, sí.
Ele: no permitiré que las tijeras me censuren, en la medida en que pueda domar el pensamiento. Es una talla muy especial.
Myriam: puede ser, por qué no, son ideas que me das para seguir el relato.
Delgado: labordetiana...me gustaría. Es un Cristo muy humano, a pesar de las convenciones rígidas.
Aldabra: qué cruz de verano, qué cruz de gobernantes, qué cruz de recortes. Gracias por el enlace.
Muñekita cat: gracias por tus amables palabras, me pasaré por tu blog y si decido enlazar te lo diré.
Pamisola: sí, debe ser bonito el ser restaurador de arte, aunque a mí me entraría ansiedad. Mira que si se me va el bisturí.
Gracias por visitarme, más ahora en época de sequía bloguera.
Gracias a la restauración de estas obras podemos contemplar, renovadas, las imágenes de nuestro pasado. ¿Lo vi en alguna de las Edades?
ResponderEliminarPedro: es una enorme tarea, y delicada, la de los restauradores. Así es,estuvo en una de las exposiciones de "Las edades del hombre". No recuerdo dónde, pero fue antes de la restauración en 2007.
ResponderEliminarUn abrazo