Por fin encontré campanulas, campanillas azules. |
¿Recordáis? El año pasado, por estas fechas, leíamos colectivamente las Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer.
Violetas, rosas, madreselvas, azucenas...Vehículos de amor, testigos de amor o la misma mujer amada. Todas las flores de las Rimas duermen su "dulcísimo sueño". . Pero, en mi primera lectura adolescente, ninguna lo tuvo tan dulce como aquellas "azules campanillas" mecidas por manos enamoradas.
Me veo con un libro en la mano, en el jardín de mi viejo instituto. Caí atrapada en sus redes de suspiros, viento y murmullos. Imaginé unas flores de un extraordinario color: el azul Bécquer, el de las campanillas.
Si al mecer las azules campanillas
de tu balcón,
crees que suspirando pasa el viento
murmurador,
sabe que oculto entre las verdes hojas
suspiro yo.
...
Jardín botánico del Instituto "Cardenal López de Mendoza·" (Burgos) |
Me hubiera gustado fotografiarlas para acompañar las entradas de la lectura colectiva de las "Rimas", pero me tuve que conformar con imágenes de Internet.
Un año después, me salen al encuentro semiocultas entre otras plantas de exterior. La dependienta me informa, muy puesta:
-"Campanula isophylla". Campanilla, Campana de Italia, Estrella de Italia. Planta perenne. Hojas de forma acorazonada y dentadas. Flores con la corola en forma de receptáculo, azul violácea o blanca. Floración en primavera. Se cultiva en macetas suspendidas, ya que las ramas son colgantes. Prefiere la semisombra, hay que protegerla del sol fuerte. Necesita riego abundante, escaso en invierno...
Ella con su retahíla y yo con la mía:
-¿Son las que decía Bécquer en la rima 43? "Si al mecer las azules campanillas de tu balcón..." Las mismas que lucían en la ventana de la misteriosa mujer de la leyenda "Tres fechas?
"... una maceta de campanillas azules, cuyos tallos subían a enredarse por entre las labores de granito, y unas vidrieras con sus cristales emplomados y su cortinilla de una tela blanca, ligera y transparente."
La muchacha sabe de flores, pero a Gustavo Adolfo Bécquer apenas lo relaciona con unas "oscuras golondrinas". Me anima a llevarme la planta, veré como sus ramas colgarán y cubrirán de azul un balcón, una terraza, una ventana...
Ahí las tengo, entre cristal y cristal, junto a geranios rojos y poco literarios.
Esta mañana, abro la ventana y oigo " el viento murmurador". ¿O son suspiros? ¿Estará el espíritu del poeta "oculto entre las verdes hojas?
Despierta, María Ángeles, despierta.
Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:
María Ángeles Merino
¡Se ven preciosas tus campanillas! Y nos has hecho acordarnos de Becquer de nuevo. Gracias, Abejita. Besotes, M.
ResponderEliminarQué entrada más hermosa. De las mejores que te recuerdo: la has escrito desde bien adentro.
ResponderEliminarBesos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues yo te mando esta otra que inmortalicé el otro día en el huerto de unos amigos para que les haga compañía a esas de tu maceta. Creo que son la misma flor, por lo menos lo parecen.
ResponderEliminarque entrada tan poética y tan evocadora...
ResponderEliminar¿cómo que son poco literarios los geranios, mujer?... no estoy de acuerdo, me encantan los geranios, el rojo geranio, el granate geranio... será que siempre los hubo en el patio de mi infancia...
que bonitas lucen las campanilla azules en tu maceta y que hermosos los versos de Bécquer... las flores, el viento y el amado.
biquiños,.
El azul es mi color preferido, aunque este es muy particular. Debe ser por todo lo que tú le añades, con tus recuerdos, y el señor Bécquer lo termina de arreglar.
ResponderEliminarabrazos.
Qué búsqueda tan romántica esa de tus campanillas. Se nota que el estro estaba ese día juguetón.
ResponderEliminarAhora cada vez que mires hacia tu ventana un vago recuerdo becqueriano pasará por tu casa.
Un abrazo.
Cómo suena eso de cuatro décadas más tarde y parece que fue ayer.
ResponderEliminarMuy guapas las campanillas con información de jardinería incluida.
Los geranios también los son, sobre todo porque no necesitan muchos cuidados.
Muy poética y sincera tu entrada.
un abrazo
Despertar con rimas y campanillas. ¡Que regalo!
ResponderEliminarQue fuerza y tesón el tuyo, cómo nos has llevado hasta dar con las campanillas azules y lo más bonito la inspiración. Se me ha quedado grabada la rima de Béquer, no la voy a olvidar.
ResponderEliminarFeliz finde :)
Gracias María Angeles preciosas campanillas y sobre todo este color azulón que es mí predilecto.
ResponderEliminarFeliz noche de San Juan:)
Merche: Bécquer for ever.
ResponderEliminarPedro: son veinticinco palabras interiorizadas hace mucho tiempo, es verdad.
Asun: inmortalizadas quedan tus violetas en mi siguiente entrada. Eres muy buena fotógrafa.
Aldabra: es que los poetas no son muy de geranios, pero meencantan, ya te lo cuento en la siguiente entrada, de la cual formas parte.
Pamisola: es un azul casi morado o un morado casi azul.
Delgado: búsqueda romántica, literaria, botánica, nostálgica...pero de ninguna manera estrogénica.
Pancho: ay, cuatro décadas, aunque una no lo diga...por eso es mejor decirlo sin tapujos. Ya sabéis ahora como hay que cuidar las campanulas isophilas.
Paco: todo fue un sueño, pena.
mp moreno: no la olvides y no olvides pasarte por aquí, bienvenida.
Bertha: azulón casi morado. Bello.
Besos y ya sabéis lo que pasa si oís el viento murmurador...
Bueno, querida María de los Angeles, ya sabes lo mucho que ha gustado esta entrada tuya y de lo mucho que me alegro de que las hayas encontrado ahora.
ResponderEliminar(Creí que te había dejado un comentario, pero quizás el espíritu de Bécquer se lo llevo a pasear en una nube)
Besos