miércoles, 16 de mayo de 2012

"La viuda valenciana" (3): "Eclipse sois...y más hermoso que el sol cuando rojo en su arrebol cita a la luna en secreto"

"Eclipse sois, en efeto, y más hermoso que el sol cuando rojo en su arrebol cita a la luna en secreto", Foto Julio Plaza.

Comentario a mi lectura de "La viuda valenciana" de Lope de Vega , en adaptación televisiva, para Estudio 1. Esta entrada pertenece a la lectura colectiva de "La acequia", dirigida por Pedro Ojeda.

En mi anterior entrada, abandono a Leonarda y a Camilo en el fuego de su primer encuentro. Esta viuda me sorprende, mucho más sorprendería al espectador del siglo diecisiete. Aunque las representaciones de entonces, en un corral de comedias, no podían ser tan explícitas como esta versión actual y televisiva, la naturaleza de sus encuentros es evidente. Por si hubiera alguna duda, Camilo concluye ante sus confidente Floro: “Después de la primer noche/…otras seis o siete fui/ por el mismo estilo y modo/ hasta que al final la gocé”.

Sin salir de mi asombro, vuelvo a dirigirme a Leonarda, personaje de ficción:

Saludo de nuevo a vuesa merced, otra vez vuelvo a los saludos formales, aunque luego termine tuteándola.

Ya se imagina voacé la opinión de los severos moralistas de su época. Olvidémoslos o echémoslos en remojo, como voacé hizo con su Fray Luis, no sé si el de Granada o el de León. Aunque dudo que ablanden cual garbanzos.


Tras el primer fuego, leo la voluptuosidad en vuestros rostros, satisfacción e insatisfacción a la vez, impaciencia. "¡Cuánto tarda mañana!" El halcón está en la red, volverá ciertamente a la trampa que le tiende la perdiz.

Vuelve, se presta de nuevo al capotillo que le impide ver. No hay duda que “aún arde la llama” y vos, Leonarda, “eclipse sois en efeto y más hermoso que el sol cuando rojo en su arrebol cita a la luna en secreto”.  Sol, eclipse, luces, sombras, ceguera. El maestro Platón inspira las bellas palabras de vuestro enamorado.

"...más hermoso que el sol cuando rojo en su arrebol cita a la luna en secreto". Foto Julio Plaza.

 Tras el preámbulo de la bañera, la de los pétalos de rosa, le invitáis a vuestro lecho:

“Si ardéis como yo, mi amor, avivad conmigo el fuego”.

Por fin, le permitís ver, aunque en penumbra. Camilo explora los valles y montes de vuestro bello cuerpo.

De aquí.

Mas no vuestro rostro, cubierto con un gatuna  máscara, un tanto guasona. Julia y Urban están ahí, se retiran, cierran las cortinas.
 El gozo de vuestros cuerpos. Vive Dios que sois "maestra en lides de amor". Así lo expresa Urban, vuestro amigo, confidente y servidor. Sobre él , pobre, recaen las sospechas del patético trío de incompetentes aspirantes: Valerio, Otón y Lisandro. En la calle  quedan con sus peleas y sus calumnias.

De aquí.
¿Qué maquina el tío Lucencio? La palabra matrimonio no se apea de su boca. Está en una taberna, entrevistando a un nuevo personaje, en medio de la bulla carnavalesca.

Lo que viene a continuación, Leonarda, es menos bello. Lope de Vega va a reconducirte en una dirección insospechada.

¿Sabes si el escritor conoció en la realidad algo semejante a lo tuyo? En esa dirección apuntan las palabras de la dedicatoria: “No fue todo mentira, que si no pasó a la letra, a lo más sustancial no hice más de darle lo verosímil”.  En  la adusta España del diecisiete, no son infrecuentes los amoríos llevados más o menos en secreto. El "Fénix de los Ingenios" protagoniza algunos bien conocidos.


Y la comedia se da a la estampa en 1620, con una dedicatoria a Marcia Leonarda, seudónimo de Marta de Nevares, mujer casada con la que tuvo Lope una relación sentimental, tras ordenarse como sacerdote. Cuando publica vuestra comedia, Marta acaba de enviudar y Lope celebra con socarronería tal circunstancia, aconsejando a Marta que actúe como vos:

"Discreta fue Leonarda (así lo es V. m. y así se llama) en hallar remedio para su soledad, sin empañar su honor; que como la gala del nadar es saber guardar la ropa, así también lo parece acudir a la voluntad sin faltar a la opinión."

Dedicada a la señora Marcia Leonarda
 
En “La viuda valenciana”, Lope ofrece a su público un mundo del revés. La perdiz  caza al halcón. El “vulgo” se regocija, no se indigna, por qué va a hacerlo; solo es un cuento, un imposible.

De aquí.

Porque tú, Leonarda, dominas, decides, pagas, exiges condiciones, accedes al intercambio sexual cuando quieres y no cuando te lo imponen.  Una rareza.

De aquí.
Mas los severos censores transigen. Al fin y al cabo, solo es una comedia, un juego poético ambientado en Carnaval, con una protagonista que reconvierte el deseo ilegítimo en legítimo, lo canoniza con el matrimonio. Nihil obstat. Me parece, Leonarda, que he contado de más, perdona.

Lope construye un laberinto para que no encuentres otra salida. La posibilidad de que tu juego privado se haga público y acarree tu deshonra te obliga a renunciar a la independencia y a seguir el orden establecido. Y tu honra intacta.
Veremos cómo lía la madeja para que esta osada y pícara comedia se torne  social y religiosamente correcta.
Te prometo que , en la próxima  entrada, te permito hablar.

Un abrazo para todos los que pasáis por aquí de:

María Ángeles Merino

Bibliografía y enlaces utilizados:

*Cuaderno número 5 de "Cuadernos escénicos de teatres de la Generalitat", editado por la "Conselleria de Cultura i Esport" de la Generalitat Valenciana. Su contenido gira en torno a la versión de "La viuda valenciana", dirigida por Vicente Genovés, estrenada en el Teatro Rialto deValencia, el 4 de diciembre de 2008.

La viuda valenciana de Lope deVega o el arte de nadar y guardar la ropa. Teresa Ferrer.

La comedia: El juego de la ficción y del amor. Joan Oleza.

"Nueva biografía de Lope de Vega" Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Pedro Ojeda dice en "La acequia":

"Mª Ángeles Merino escribe su tercera entrada sobre la obra, continuando su papel de confidente de la viuda protagonista. Todo un acierto en el enfoque, los comentarios y las ilustraciones."

8 comentarios:

  1. ¡Qué título tan sugestivo! Muy bien traída la Venus del Espejo para ilustrar la comedia. Se puede decir que Lope moldeó el gusto de los espectadores a la medida de sus comedias. Para eso fue el creador de ese tipo de teatro de temática tan diversa y que adoraban los espectadores.

    Excelente comentario, lleno de muchos datos sobre el teatro de la época.

    Un abrazo.

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  2. Como dice PANCHO, excelente comentario y la dedicatoria de Lope a la Sra Leonarda (puntos suspensivos--no me funcionan en el teclado y no puedo vivir sin ellos--)muy arriesgada dentro de la moral de la época sin duda alguna (punto) Besotes, M

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  3. Qué magnífica entrada y qué buena ilustración. Me gusta cómo hablas con ella de forma tan valiente. ¿Hubo viudas así en el XVII? Seguro que sí, pero debieron sufrir afrentas de todos. Habría que ser muy valiente en la época para hacerlo.
    Por cierto, con respecto al inicio de tu entrada: en efecto, en la representación no se podría ser tan directo como ahora, pero seguro que era parte del aliciente de la representación. En aquella época estaban más acostumbrados a oír: y en las palabras de Lope hay puro fuego.

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  4. ¡jajajaja menos mal que la dejarás hablar en la próxima!. Me divirtió tu charla. El título como dice Pancho es muy sugestivo y esa foto que encabeza la entrada ¡estupenda!

    Besos

    jajajaja una de las palabrejas que tengo que escribir es "Meiga" ¿asi que te vino una a visitar?

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  5. Buenas noches, Abejita de la Vega:

    Me gustan tus fotografías, ilustraciones, y la Venus, claro, pero no he leído la obra de Lope.

    Abrazos.

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  6. pues no había caído yo en esa cuenta, en que la representación de aquel entonces sería un tanto más discreta que la de ahora pero de todos modos, como dice Pedro, da igual porque en las palabras de Lope hay puro fuego.

    biquiños,

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  7. Estoy bastante convencida que Lope de Vega conocía de sobra a las mujeres, por eso si describe a esta viudad valenciana con ganas de pasarselo bien, es muy seguro que se inspiraría en alguna muy posible experiencia suya.
    Como siempre muy acertadas las fotos con el texto



    Un abrazo

    Luz

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  8. Ele: alguna o algunas. La foto de tu hijo me vino de perlas.

    Aldabra: puro fuego es Leonarda.

    Gelu: te gustará.

    Myriam: algo meiga soy. La foto es de Julio Plaza del Olmo, hijo de nuestra Luz, Ele Bergón.

    Pedro: pobres viudas si se les ocurría tamaño atrevimiento, alguna valiente, tal vez. Serían representaciones más comedidas, lo de la bañera ¿cómo lo hacían?
    Estoy acostumbrada a los entes de ficción, los secundarios del Quijote me acostumbraron.

    Merche: muy arriesgada, pero Lope era tan grande que se lo consentirían.

    Pancho: moldeó al vulgo y el vulgo le moldeó a él. Leonarda recuerda mucho, tal y como está colocada, a la Venus de Velázquez en una de las escenas.

    Besos a todos y gracias por vuestros comentarios.

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